Reflexiones antes de votar, por Horacio Brieva

Reflexiones antes de votar

Por Horacio Brieva

Estamos a cuatro días de elegir Alcalde, Gobernador, concejales, diputados y ediles.

Entra en la recta final el alcalde Alejandro Char, que, recogiendo la exigencia de varios años de los gremios empresariales y de organizaciones como Protransparencia, puso en marcha el desmonte de las concesiones, y su primer golpe audaz fue echar atrás la consultoría de Métodos y Sistemas, recuperando para el Distrito el control de sus impuestos, y cuando se disponía a proseguir esa valerosa faena aparecieron las famosas ‘chuzadas’, que fueron usadas para contener a Char, y lo lograron, pues a partir de entonces este les ‘perdonó la vida’ a la mayoría de los concesionarios y fortaleció su alianza con los políticos y con los contratistas poderosos.

Para darle continuidad a su proyecto político, Char promovió a Elsa Noguera a la Vicepresidencia de la República, y en esa campaña, creo, tuvo un mejor desempeño porque su fórmula fue Germán Vargas Lleras, un político aguerrido, frentero, que no rehúye los debates, como sí lo ha hecho ella, mal aconsejada, supongo, por sus asesores.
A Elsa, para posicionarla, la han asociado con el ‘milagro financiero’ del Distrito que podría definirse más bien como un mejoramiento en los ingresos, pero creció la deuda a 1.2 billones de pesos, al tiempo que el recaudo no logró las metas proyectadas por los excesos en el predial introducidos en el Estatuto Tributario.

Fue hábil Char en valerse de una estrategia publicitaria muy efectiva para fortalecer su imagen, para lo cual se destinaron cuantiosos recursos, y debiera establecerse si el dato de los 7.300 millones de pesos contratados con Coopercom es un parcial del total de gastos de la Alcaldía en publicidad.

Hay que preguntarse también si se garantizó, como asegura la Administración Distrital, el derecho a la información,  pues una de las quejas de ‘Barranquilla Cómo Vamos’ son los problemas de acceso a la información distrital.

Otra realidad del cuatrienio es que Char no tuvo Contralor que lo fiscalizara, y el Concejo no fue el órgano de control político que habríamos deseado, pues aunque se promovieron unos cuantos debates, la mayoría de los proyectos de Acuerdo clave se negociaron por la vía del unanimismo.

Juan García, en este contexto, se ha presentado como una opción independiente, ha recogido una considerable parte del frustrado Movimiento Ciudadano, no ha esquivado los debates y en varios le fue bien. Pero Juan no ha ganado ninguna encuesta y el modo que encontró para enfrentar el efecto mediático y político de los sondeos ha sido sostener que la verdadera encuesta es la del 30 de octubre.

Parte de las dificultades de marketing político de Juan
–no obstante su fuerza en los sures– provienen de que no lo relacionan, como a Elsa, con una administración que merece continuidad, percepción en la cual, sin desconocer los importantes logros de Char, ha incidido, desde luego, el inteligente manejo que se le ha dado a la imagen del Alcalde, de lo cual hay un ejemplo que me parece ilustrativo: se ha dicho que lo invitaron a Estados Unidos a enseñar cómo reducir la pobreza, y aunque Barranquilla, incluida el área metropolitana, pasó en pobreza del 43.3 al 39.5 por ciento entre 2008 y 2010, en realidad la ciudad exitosa en Colombia en reducción de pobreza es Bucaramanga y su área metropolitana, que –en el mismo lapso– pasó del 19.1 al 10.8 por ciento.

Estos análisis molestan, lo sé, sobre todo en estos epidérmicos tiempos electorales, pero quiero decirleS a

quienes gobiernan y aspiran a gobernar, que podemos ser aliados y trabajar en propósitos y proyectos comunes, cumpliendo cada uno su rol. Y el mío es el de veedor y analista.

Respecto a la contienda de Gobernación, me parece que ya dije lo que pienso, y esos comentarios merecieron un correo electrónico bastante gratificante de un respetable filósofo de la ciudad.

horabm@yahoo.es