domingo, 9 de agosto de 2015

Nagasaki recuerda la segunda bomba atómica, hace 70 años



La desgracia de la guerra.
Debe ser muy triste y cruel enfrentarse a esa realidad.

No sé por qué, pero desde que era un estudiante de bachillerato, no he podido evitar recordar estos períodos: 1914-1917 y 1939-1945. Fueron los períodos en que el mundo tuvo que soportar las dos segundas guerras mundiales.
En la última, ya casi terminando, explotó la segunda bomba atómica.

En mis lecturas, me enteré que los japoneses prometieron no meterse más en un conflicto parecido. Y como su nación quedó destruida se pusieron una meta: “ponerla como una tasita, de tal manera que si se llegara a presentar la tercera guerra mundial, la comunidad internacional abogaría para preservar a Japón”.

Este 9 de agosto recordamos los 70 años de esa desgracia: la explosión de la segunda Bomba Atómica…

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Domingo, 9 de agosto, 2015 
Nagasaki recuerda la segunda bomba atómica, hace 70 años
AFP
Tokio

Tres días después de Hiroshima, Nagasaki conmemoró este domingo el ataque nuclear de Estados Unidos que arrasó esta ciudad japonesa y mató a unas 74.000 personas hace 70 años, en medio de críticas a una reforma del gobierno que busca fortalecer el rol del ejército.
El 9 de agosto de 1945, a las 11:02, la explosión atómica destruyó un 80% de los edificios de Nagasaki, entre ellos su célebre catedral de Urakami, situada a 500 metros del punto de impacto.
 
A la misma hora exactamente de este domingo (02:02 GMT), los habitantes de la ciudad observaron un minuto de silencio al tiempo que resonaban campanas y sirenas en toda Nagasaki, antiguo centro de intercambios comerciales entre Japón y el extranjero y urbe conocida por su importante comunidad cristiana.
Bautizado "Fat Man", el mortífero proyectil de plutonio estaba destinado inicialmente a la ciudad de Kokura (norte de Nagasaki), donde se encontraba una importante fábrica de armamento. Pero unas condiciones meteorológicas desfavorables llevaron al bombardero estadounidense B-29 a cambiar de rumbo.

Tres días antes, una primera bomba atómica, "Little Boy", causó 140.000 muertos en Hiroshima (oeste). Ambos bombardeos estadounidenses precipitaron la capitulación de Japón el 15 de agosto de 1945 y el final de la Guerra del Pacífico.
"Hago un llamamiento a los jóvenes: no desechen estos testimonios como cosas del pasado, lo que escucharon podría repetirse en el futuro así que cuiden mucho estas esperanzas que les depositamos", declaró el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, ante una multitud de 6.700 personas, entre ellas el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y la embajadora de Estados Unidos en Japón, Caroline Kennedy, entre representantes de 75 países.
Invitación

 
El alcalde invitó "al presidente estadounidense (Barack) Obama y a los representantes de todos los países que poseen el arma nuclear" a visitar Nagasaki.
Después, el alcalde criticó al primer ministro Abe.
"Entre nosotros crece la inquietud y la ansiedad ante la perspectiva de que este compromiso adoptado hace 70 años, el principio de la paz plasmado en la Constitución japonesa, pueda estar en riesgo", expresó, desatando los aplausos de la concurrencia.
Uno de los supervivientes, Sumiteru Taniguchi, de 86 años, también criticó los intentos de Abe de reformar el carácter pacifista de la Constitución japonesa.
"La ley de seguridad que el gobierno intenta impulsar es una amenaza a los muchos años del movimiento para la abolición nuclear y para las esperanzas de los hibakusha (víctimas sobrevivientes de la bomba)", expresó con un hilo de voz.
"No podemos tolerar estas leyes", pidió.
El promedio de edad de los "hibakusha" (víctimas sobrevivientes de la bomba) supera los 80 años.

Abolición de armas nucleares

Las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, a través de estas ceremonias y campañas recurrentes contra las armas nucleares, buscan perpetuar el recuerdo de estos desastres aunque vayan desapareciendo con los años los sobrevivientes de los dos ataques.
Como hizo en Hiroshima el pasado jueves, Abe reiteró la voluntad de Japón de militar a favor de la abolición de las armas nucleares y a favor de la no proliferación.
"Renuevo la voluntad de Japón, como único país golpeado por la bomba atómica, de ser un actor del movimiento mundial contra las armas nucleares", declaró, y enumeró las citas internacionales en las que prometió esforzarse para transmitir ese mensaje.
Abe ha recibido críticas por su voluntad de extender el rol del ejército, conocido en el país como fuerzas de autodefensa.
Esta reforma permitiría por ejemplo que los contingentes entraran en combate en el extranjero para defender a países aliados.
En su sermón dominical, el papa Francisco recordó a las víctimas.
Este "trágico evento" se "ha convertido en el símbolo del ilimitado poder destructivo del hombre cuando hace un uso equivocado del progreso de la ciencia y de la técnica", dijo Francisco.

Los remedios de la abuela

Ciencia y vida cotidiana

Los remedios de la abuela

“Qué gripa tan macha, tómese un poquito de miel con agua de panela, y mucho limón también”, es la frase que hemos oído cientos de veces de boca de nuestras abuelas, que siempre tienen algún remedio para todas nuestras molestias y malas prácticas.


 
Para muchos el número de sus años es inversamente proporcional a su sabiduría. Y aunque en un mundo globalizado donde la revolución científico-técnica ha potenciado las posibilidades de desarrollar medicamentos cada vez más avanzados para las enfermedades que se pueden enfrentar en la cotidianidad, muchos recurren a remedios caseros, ya sea porque no se tiene el tiempo para acudir al médico y esperar cerca de un mes para remediar lo que aparentemente parece una gripa o debido al costo de los medicamentos.


Frente a ese saber popular, Valería Edelsztein, doctora en Química por la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Conicet, se introdujo en una búsqueda de la producción bibliográfica que aborda la cientificidad de los remedios caseros que comúnmente usamos.
 
Todo esto plasmado en su libro Los remedios de la abuela…¡2! “Mucho se ha avanzado desde que en la Edad Media se recomendaba frotar la cabeza con excremento de ganzo para curar la pelada o cubrir con sangre de todo tipo de criaturas para borrarlas, o tocar el diente de un muerto para aliviar el dolor de muelas; pero siempre habrá curas populares, remedios que vienen de quién sabe dónde y tratamientos que, si no matan, engordan”, señala Diego Golombek, director de la serie Ciencia que ladra (Siglo XXI Editores) a la cual pertenece este libro.