viernes, 5 de abril de 2019

Banco Mundial reduce casi a la mitad la proyección de crecimiento en Latinoamérica


El panorama económico de América Latina está complicado.
Sobre todo el de Venezuela.

Sin embargo, Brasil, México y Argentina también tienen sus tropiezos.

El PIB venezolano cayó 25%, lo que el Banco Mundial denomina como un colapso total.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1


Bloomberg

El Banco Mundial redujo casi a la mitad su pronóstico de crecimiento económico para América Latina en 2019 debido a un entorno global más complicado y la espiral descendente de Venezuela.
América Latina y el Caribe se expandirán un 0,9% este año, por debajo de la estimación de octubre de 1,6 por ciento.

La revisión incluye una caída del 25% del PIB venezolano, que triplicó la proyección previa de la entidad multilateral, y un cálculo menor para México que refleja la incertidumbre en materia política. La región creció un 0,7% en 2018.
América Latina ha tenido problemas para volver a los niveles de expansión observados durante el auge de los precios de los commodities.

Si bien las señales de que la Reserva Federal de Estados Unidos no volverá a aumentar su tasa clave hasta 2020 darán “un respiro” a la región, una tendencia hacia mayores costos de endeudamiento en todo el mundo puede hacer que los gobiernos regionales mantengan sus políticas monetarias ajustadas a costa del crecimiento, de acuerdo con el informe.

En México, la segunda mayor economía de la región, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha enviado señales dispares sobre la formulación de políticas. Por ejemplo, sacudió los mercados financieros al suspender la reforma energética, pero posteriormente presentó un presupuesto fiscal “relativamente prudente” para 2019.

“Sólo el tiempo dirá qué orientación prevalecerá”, agregó el informe. “Mientras tanto, es probable que la incertidumbre sobre políticas económicas obligue al Banco de México a mantener una política monetaria estricta, lo que perjudicará al crecimiento”.
Mientras tanto, la catástrofe económica de Venezuela hará que el porcentaje de inflación alcance 10 millones en 2019, mientras que el número de migrantes que han huido del país supera los 5 millones, de acuerdo con el documento. 

Asimismo, el Banco Mundial citó fuentes no oficiales que indican que la pobreza llegó al 90% de la población del país.

Descertificación en tiempos del libre comercio Editorial de La República


Aunque a algunos colombianos no les guste Estados Unidos y su estilo de hacer política, es el país más poderoso del planeta.


China se ha ido, poco a poco, acercándose a ese primer lugar que tiene USA, pero me imagino que pasarán muchos años para que los orientales canten victoria y señalen que ellos son los más poderosos.

Los norteamericanos han sido muy disciplinados y tienen muchos expertos en todas las áreas.

Es bueno que revisemos el Editorial del diario La República donde habla de la descertificación recordando que a finales de los años noventa los gobiernos estadounidenses usaron la descertificación como mecanismo de presión en la lucha contra las drogas…

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

Viernes, 5 de abril de 2019


EditorialLR


A finales de 1991, el presidente de Estados Unidos, George Bush, firmó la Ley de Preferencias Comerciales Andinas, Atpa, que eliminaban los aranceles a una gran cantidad de bienes y servicios de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú con el objetivo de que esos países andinos desarrollaran sus industrias como una solución a la creciente producción de marihuana y cocaína de la época, actividad que se convertía en una amenaza para el continente y generaba desestabilización política en la región.

De esta manera, la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas fue asociándose más a la erradicación de la droga y en el glosario político colombiano se conoció como “Atpdea”. Siempre fue un sistema de preferencias comerciales ideado por Estados Unidos y unilateral, por simple ayuda hemisférica del gobierno republicano de entonces.


El hijo de Bush, George W. Bush, renovó esa punta de lanza de lucha hemisférica contra el comercio de drogas en 2002 y se adoptó el mecanismo de la certificación de esa lucha contra el narcotráfico, pues algunos países recibían la compensación por una batalla que no daban desde las instituciones nacionales; es decir, no atacaban a fondo los cultivos ni mucho menos enfrentaban a los capos de las drogas.
Por esos años el mundo comercial empezó a bailar al ritmo de los tratados de libre comercio que eran la moda en todos los rincones y los países andinos iniciaron el proceso de negociación del TLC con Estados Unidos, primero en grupo y luego uno a uno, pues el mismo narcotráfico hacía que no fuera lo mismo avanzar con Perú que con Colombia.
Así las cosas, primero firmaron su tratado los peruanos y los países centroamericanos que Colombia que solo logró acceso en 2013.
El Atpdea duró hasta el 12 de febrero de 2011. Vale la pena resaltar que Bolivia fue expulsado del programa porque no cooperaba en la lucha contra los cultivos de hoja de coca.

La Ley de Preferencias Arancelarias está muerta desde 2011 cuando el senado estadounidense sepultó esas ayudas por la inminencia de los tratados de libre comercio y con esa sepultura las certificaciones que se hacía cada año. La historia viene a colación porque los congresistas colombianos no pueden especular con esa amenaza que ya no existe por parte de Estados Unidos, con quien hay un TLC amparado por las leyes internacionales de comercio. Pero, sí existe ayuda unilateral para la lucha contra los cultivos ilícitos y el tráfico de drogas, actividades que desde los años 80 han desestabilizado la política colombiana. 
La tarea que le queda al Gobierno y al Congreso colombianos es impulsar las actividades agroindustriales en las zonas coptadas por los narcos y hacer crecer el comercio con Estados Unidos, tal como era la idea inicial del Atpdea. El hecho de que no exista la certificación o la descertificación no quiere decir que en algún momento Estados Unidos (que es nuestro primer socia comercial) pueda diseñar herramientas de castigo por no hacer lo suficiente por frenar el envío de cocaína a sus ciudades. Muchas cosas han cambiado, pero la esencia de las relaciones es la misma.