domingo, 7 de marzo de 2010

Sobre TLC: Se repite la historia. Amylkar Acosta



Amylkar Acosta es uno de los economistas que podemos mostrar los colombianos.
Es estudioso. Anda muy atento a lo que ocurre en toda la región y el mundo.

Y tengo claro que no le gusta el TLC entre Colombia y Estados Unidos. Hace varios años, le leí un documento donde expresaba sus reparos y nos sacó unas cuentas financieras y económicas que nos pudieron a pensar, porque señalaba que para nosotros, los colombianos, era un error matemático, estratégico, comercial y todos los peros…

Esta semana, el presidente de la Andi, Luis Carlos Villegas, se mostró perplejo:

“Yo realmente estoy perplejo con esas declaraciones que dio el Representante comercial Ron Kirk ayer en una audiencia en el Senado de los Estados Unidos. Son unas declaraciones que echan por la borda el esfuerzo que había hecho la Casa Blanca, el propio Presidente Barack Obama, el embajador Brownfield aquí, la señora Clinton, para tener un cronograma claro sobre la aprobación del Tratado con Colombia. Realmente son unas declaraciones que parece que vinieran en una proforma de Legis. Son declaraciones que no contienen absolutamente nada nuevo, ni proponen desde la oficina del Representante Comercial ningún paso que le de a este Tratado alguna perspectiva de ser votado en el Congreso. Estamos hablando de una lista de cosas que Colombia tiene que hacer. Desde que la mayoría demócrata de los Estados Unidos tomó las mayorías hace casi dos años y medio se hicieron reformas y adiciones al TLC por cuenta de esa petición de la mayoría demócrata y con esas reformas se aprobó el Tratado de Perú que fue firmado y puesto a consideración de Congreso poco después de la firma del nuestro, y ahora volvemos a salir con la misma proforma de hace dos años y medio. Yo quedó verdaderamente perplejo, a mí sí me parece que Colombia debe indagar en la oficina del Representante Comercial qué es lo qué está pensando y en otro tono”.

Lerc: O sea que, como dice Amylkar, el asunto se está complicando…

Aunque, el viernes anterior, Ricardo Hausmman, el economista que nos visitó, nos dijo en una rueda de prensa, que el Tratado estaba más cerca de lo que pensábamos… así que, ahora que esté en Cancún, en medio de la Asamblea del BID, preguntaré a ver que nos cuentan…
Por ahora, leamos nuevamente a Amylkar Acosta, para seguir aprendiendo…

Luis Emilio Rada C
Pd:
Amylkar Acosta

SE REPITE LA HISTORIA
Amylkar D. Acosta M
“La historia se suele repetir, una vez como comedia y otra como tragedia; pero, esta vez se repite como tragicomedia”.

Sólo el prurito de tener más y más tratados comerciales, negociados a tontas y a locas, puede explicar más no justificar los desatinos del gobierno en ese aspecto tan delicado de nuestro relacionamiento con nuestros socios comerciales. En la frenética carrera por coleccionar el mayor número de TLC posible, el gobierno nacional los viene negociando a la topa tolondra, improvisadamente, es decir, a los carajazos. Nadie niega la importancia de negociar acuerdos y tratados comerciales con los demás países, pues estamos inmersos en una economía global de la cual no podemos sustraernos; pero se trata de que ellos, como lo establece la propia Constitución se negocien “sobre las bases de equidad, reciprocidad y conveniencia nacional” . Y este principio es precisamente el que se transgredió con la firma del TLC con los EEUU y ahora se reincide en el mismo desaguisado con el cierre de la ronda de negociaciones de otro TLC, esta vez con la Unión Europea (UE).

ILUSIONES EFÍMERAS
Es bien sabido que la ratificación por parte del Congreso estadounidense del TLC suscrito con Colombia sigue embolatada y nada indica que se produzca a corto plazo, por más obsecuente que se muestre el gobierno de Colombia frente a la administración Obama. Ni siquiera el zafarrancho que se armó con los vecinos por cuenta de ponerle a su disposición nuestras bases militares lo conmovió; la respuesta a semejante gesto fue el recorte de la ayuda al Plan Colombia. El mensaje del Presidente Obama en su discurso anual ante el Congreso sobre el Estado de la Nación le devolvió el alma al cuerpo al gobierno de Colombia, reviviéndole la esperanza de que pronto se obtendría la anhelada ratificación del TLC. Dijo Obama que “este año continuaremos fortaleciendo nuestros acuerdos comerciales con Asia y aliados clave como Corea del Sur, Panamá y Colombia”, que son los tres tratados ya firmados que están sujetos a su ratificación.
Obama preocupado


Sigamos leyendo a Amylkar Acosta:

A renglón seguido sostuvo que tenía que “buscar mercados tan enérgicamente como nuestros competidores lo están haciendo. Si EEUU permanece al margen mientras otros países firman tratados comerciales, perderemos la oportunidad de generar empleo y prosperidad en nuestro territorio”. De hecho, en la audiencia del Comité de Finanzas el Senador republicano Chuck Grassley le increpó al Representante comercial de los EEUU, refiriéndose a sus rivales comerciales, que “ellos siguen firmando tratados y nosotros nos estamos quedando al margen” . Expresiones como estas fueron interpretadas por el gobierno de Colombia como una honda preocupación de parte de los EEUU por los avances en su negociación de un TLC con la Unión Europea (UE), uno de sus más encarnizados competidores, quien estaba poniendo de esta manera la pica en Flandes. Esta percepción llevó a los costosos e inútiles asesores con que cuenta el gobierno a recomendarle apretar el paso de la negociación con la UE como un mecanismo de presión hacia el gobierno y el Congreso de los Estados Unidos para la ratificación del TLC con Colombia que ya el Presidente Uribe veía “en la recta final” de su tramitación y aprobación. Sólo así se explica la precipitud con la que se dio por terminada la novena y última ronda de la negociación de este TLC que concluyó en Bruselas y de este modo abrupto se cerró oficialmente el lunes 1º de marzo su negociación, con las consecuencias que ahora tenemos que lamentar.

Pero, la ilusión duró muy poco, digamos que fue efímera, pues, cuando se esperaba que el Representante Comercial de los EEUU Ron Kirk, al explicar el alcance de la agenda comercial del Presidente Obama para este año, hiciera el gran anuncio del envío al Congreso del texto del TLC con Colombia para su trámite y aprobación, se quedaron con un palmo de narices. Él sólo se limitó a reiterar los mismos requerimientos que hiciera Obama en el transcurso de su campaña por la Presidencia, en el sentido que “la violencia contra el sindicalismo sigue siendo un obstáculo que debe ser resuelto antes de enviarlo al Congreso para su aprobación” Como lo destacó el diario El Tiempo el “gobierno de Obama prepara lista de lo que el país debe cumplir. Hasta cambios en leyes para poder aspirar a TLC con EEUU” y de aquello nada. Bien lo dijo la decepcionada embajadora de Colombia en Washington Carolina Barco “no hubo nada concreto” respecto a la ratificación del tratado de marras.

TARDE PIACHE
Pero, ya era tarde para reaccionar, el propio Presidente de la República, Alvaro Uribe Vélez, al ser consultado por el equipo negociador colombiano en la madrugada del lunes le había dado desde Montevideo el sí al cierre de las negociaciones (¡manes de la microgerencia!), no obstante que un asunto tan contencioso como es el del sector lácteo entrañaba grandes riesgos dadas las pretensiones de la UE. En efecto, en su reunión del 8 de febrero el Consejo Superior de Comercio Exterior, a pedido de la SAC y Fedegan, les impartió instrucciones precisas a los negociadores antes de partir para la capital de Bélgica en el sentido que la franja de precios para la leche no era negociable, que no se desmontaría. La historia se repite, esta vez igual que ocurrió con la negociación del TLC con los EEUU el aspecto más sensible de la economía rural cual es el del Sistema Andino de Franjas de Precios (SAFP) se dejó para lo último y esta vez igual que aquella se terminó cediendo a las presiones de la contraparte, en grave detrimento de la misma. Así como los Estados Unidos se negó a llevar a la mesa la discusión en torno a los subsidios y ayudas internas a su producción agrícola, con la misma intransigencia la UE se negó a hacerlo con los subsidios a la producción y exportación de la leche, pero en cambio demandaron y lo consiguieron el desmonte de las medidas de protección de nuestra producción nacional, quedando esta desguarnecida y expuesta totalmente a la competencia desleal del producto importado. Es la ley del embudo, lo ancho para ellos y lo angosto para uno! A todas esas, cabe preguntarse en dónde estaba el Ministro de Agricultura Andrés Fernández, el mismo que ahora calla como ostra ante semejante despropósito, él que tanto se precia de dar la cara cuando de afrontar situaciones tan delicadas como esta se trata.

UN MAL CIERRE
La reacción ante este exabrupto no se hizo esperar, el Presidente de la SAC Rafael Mejía primero y el Presidente de Fedegan José Felix Lafaurie después, coincidieron en que el desmonte de la franja de precios convenida en la última ronda de la negociación, además de inconsulta, se constituía en el principio del fin de los hatos lecheros del país, de los cuales dependen más de 450.000 familias campesinas de bajos ingresos. Como lo asegura Lafaurie, este “fue un mal cierre” y los resultados de esta última ronda son “abiertamente desfavorables para la ganadería” y añade que “la leche subsidiada que llegaría de la UE arrasaría con miles de pequeños productores” , no porque sean más eficientes o competitivos sino por la práctica del dumping de precios. Al sacrificar el SAFP, “el gobierno entregó al sector lácteo” , ya que este es el “único instrumento de protección en frontera para estabilizar los precios internacionales distorsionados por los altos subsidios europeos a la producción y exportación de la leche” . Y no es para menos, la leche en la UE es uno de los sector más sobreprotegidos y subsidiados, dado el enorme poder del poderoso Consejo Europeo de Leche que representa a los productores, el mismo que lideró la protesta callejera por la caída de los precios internos a finales del año anterior, en desarrollo de la cual se derramaron a campo traviesa más de tres millones de litros de leche para forzar al gobierno a que les compensara sus menores ingresos como en efecto se dio, pues la Comisión Europea ordenó incrementar los subsidios en la módica suma de 5.000 millones de Euros. Basta con señalar que por cada cabeza de ganado el gobierno de Holanda le paga a su propietario US $2 diarios por concepto de subsidio, por encima de lo que recibe como ingreso más del 50% de los colombianos, que están por debajo de la línea de pobreza trazada por el PNUD que tiene ese mismo rasero. Es decir, que corren con mejor suerte las vacas en Holanda que los pobres en Colombia.

Si con motivo del cierre de las negociaciones del TLC con los EEUU el Presidente de la SAC Rafael Mejía dijo que “el sector del campo fue el gran damnificado”, ahora tendrá que decir lo mismo y si el Presidente de Fedegan José Felix Lafaurie le cantó la tabla al gobierno y no se arredró al decirle que “el TLC no es moral ni políticamente defensable”, qué dirá ahora de este otro adefesio? Eso es lo que queda de ese ritmo maratónico que le imprime el Presidente Uribe a todas sus decisiones, sin parar mientes en el perjuicio que le pueden causar al país pasos tan apresurados como este, que ahora lo tienen corriendo base después de semejante metida de pata. Ahora anda blackberry en mano llamando a los jefes de Estado de la UE, particularmente al Presidente de la Comisión Europea (CE) José Manuel Durao Barrozo, pidiéndoles cacao, diciéndoles que el sí que le dio al texto acordado en la última ronda fue condicionado a que el mismo fuera avalado posteriormente por los gremios del sector agropecuario y que por lo tanto reconsideren lo ya convenido por las partes.
Qué tal, eso no es serio, acaso no hubiera sido mejor aplazar el cierre de las negociaciones hasta obtener las garantías de que dicho tratado no iba a llevar a la quiebra a los ganaderos? En dónde queda, entonces, el precepto constitucional que establece de manera diáfana que “la producción (que no la importación) de alimentos (y la leche lo es) gozará de la especial protección del Estado” ?

COSECHANDO DE LO QUE SEMBRAMOS
Como colofón tenemos que decir sin ambages que estamos cosechando de lo que sembramos, pues el desmonte de los subsidios a las exportaciones agrícolas y pecuarias, así como las ayudas internas por parte de los EEUU y la UE a sus agricultores, fue el epicentro de la confrontación en la Cumbre de la OMC en Cancún (México) en 2003 entre sus voceros que defendieron obstinadamente su permanencia y los voceros del bloque de los países emergentes (G – 22) encabezados por Brasil, China y la India que reclamaban su eliminación . Colombia hacía parte de este bloque y en medio de la Cumbre desertó del mismo cediendo a las presiones del Presidente Bush y terminó convirtiéndose en esquirol abominado por parte de los demás países amigos.

Actitudes como estás, que han sido recurrentes en la administración Uribe, son las que explican el virtual aislamiento internacional en el que deja a Colombia como uno de sus más deplorables legados.
Luego tendríamos que pagar esta felonía en la negociación del TLC con los EEUU primero y ahora en la negociación del TLC con la UE, en el transcurso de las cuales el tema de los subsidios se convirtió en uno y otro caso en uno de sus inamovibles para los negociadores de los EEUU y de la UE. Ahora, con el agua al cuello, el gremio de los ganaderos, tan caro a los afectos del Presidente de la República, le pide tímidamente a la UE un apoyo en ciencia y tecnología dizque para que le permita a la cadena lechera colombiana llegar con sus productos al mercado comunitario cuando rija el TLC , cuando lo que está en juego es nada más y nada menos que la sobrevivencia del sector. Ojalá el desenlace de este culebrón no vaya a ser el mismo del cierre y posterior firma del TLC con los EEUU, a raíz del cual nació el engendro del execrado programa de Agro Ingreso Seguro (AIS) como contentillo para atemperar los caldeados ánimos de los gremios del sector. Ya el Presidente de Fedegan dio las primeras puntadas, al demandar del gobierno “una agenda interna exigente y detallada para reconvertir la ganadería, que incluya acuerdos formales a no menos de 10 años, que bien pueden plasmarse en leyes; incluso si es necesario, expedir un documento Conpes”.

¿CORRER PARA QUÉ?
Bien se ha dicho, que lo que mal empieza mal termina; estamos, una vez más, frente a un acto de gobierno del cual le toca al Presidente de la República patrasearse, retractándose, como ya ocurrió con los decretos expedidos al amparo de la Emergencia Social y todo por el acelere, por pretender hacer las cosas “rapidito”. Y pensar que todo este embrollo que se ha armado es sólo por el afán de cerrar el ciclo de las negociaciones; ahora viene la firma de lo acordado y posteriormente vendrá el trámite de su ratificación. Es importante recordar que la UE es mucho más sensible que los EEUU en materia de derechos humanos, así es que el viacrucis para lograr su posterior ratificación no ha empezado siquiera y será en ese momento cuando empezará a padecer Cristo. De hecho, recientemente visitó al país una Comisión de Eurodiputados con el fin de revisar su cumplimiento y su informe preliminar dejó más preocupaciones que certidumbres sobre la suerte de este otro TLC. El que se firmó con los EEUU ya lleva cuatro años en el freezer, cuánto tardará el que se negoció con la UE para obtener su beneplácito por parte del Europarlamento? Que lo averigüe Vargas.

El Congreso de la República, que le ha seguido la jarana al presuroso Ministro de Comercio Luis Guillermo Plata, quien en nombre del gobierno nacional obtuvo la ratificación por parte de la aplanadora uribista, no una sino dos veces, del TLC suscrito con los EEUU, debe tomar nota de lo acontecido y ojalá no vayan a pasarse de culiprontos ratificando a las volandas, a la bulla de los cocos, este otro, que sería tremendamente devastador para el campo colombiano, lo cual sería una fatalidad para Colombia toda.

Santa Marta, marzo 6 de 2010
www.amylkaracosta.net

Complot para devastar y robar. Salud Hernández-Mora


Admiro a esta mujer. Me gusta el estilo duro de los españoles, aunque no quisiera haber nacido en España. Lo agradable es que Salud es colomboespañola, así que le duele nuestra patria, como nos duele a nosotros.

Por eso con gusto le doy espacio en este blog a algo que está preocupando a muchos intelectuales, naturalistas, a los chic@s de Greenpeace, a investigadores, al Banco Interamericano de Desarrollo, al colombiano y caribeño, Juan Pablo Bonilla, quien hace parte del equipo encargado del Cambio Climático en el BID, quien me comentó el 27 de febrero, el día de su cumpleaños que le escribí para felicitarlo, que en 2010 llegará mucho dinero para avanzar en este proyecto de vida de la humanidad…

Es que debemos darnos cuenta -a pesar de que le estamos apostando al Voto Caribe, a la Región Caribe, a la autonomía regional, a que nos fluya la pauta para que las neveras de los periodistas no se queden vacías-, lo que se nos viene encima será más delicado de todo lo que les he mencionado. Lo que viene no lo veremos nosotros, pero sí nuestras hermosas familias.

Salud, nos hace la tarea y nos pone a reflexionar. Y esto lo escribo, a raíz de un correo que envió a toda la Red de Periodistas del Caribe, un colega samario, Luis Oñate Gámez, que también está preocupado como ella y como yo del futuro que se nos avecina.

Saludos a tod@s.

Luis Emilio Rada C

Complot para devastar y robar
eltiempo.com
Por Salud Hernández-Mora.

Es un concierto para delinquir. Un complot para desaparecer ríos, anegar campos, arruinar proyectos de vida, devastar una región y enriquecer unos pocos bolsillos. La minería del carbón a cielo abierto es un delito de lesa humanidad, un desastre natural de enormes proporciones. El juicio implacable del tiempo mandará al paredón de la infamia a todos los dirigentes nacionales que promovieron y pusieron su firma en las concesiones; a los políticos locales corruptos que las aceptaron con el único fin de enriquecer su patrimonio; a los empresarios que no pensaron sino en sus ganancias inmediatas y ni siquiera tuvieron la decencia de cumplir con las exigencias medioambientales, demasiado laxas para los daños que causan. Y a una sociedad cortoplacista, egoísta y conformista que no lucha por su Naturaleza, sus raíces, su esencia, por su agua. El dinero fácil del carbón todo lo compra.

Un día no lejano, más cercano de lo que muchos adivinan, el verde Cesar, una de las regiones más bellas y productivas de Colombia, será un secarral como la Alta Guajira. Aprenderán a beber carbón licuado y a pastorear cabras entre los cactus y los pedregales que es lo que les quedará cuando la Drummond, Glencore y demás depredadores acaben por completo con las fuentes hídricas que aún quedan.

Como le midieron el aceite al Gobierno y se dieron cuenta de que podían hacer lo que les diera la real gana, las carboneras abren carreteras por donde les conviene, no dedican espacios alrededor de la explotación minera a reserva forestal; maman gallo a las comunidades que deberían reubicar a fin de ganar tiempo, dividirlos y ahorrar costos; trocean explotaciones para pagar menos regalías; incumplen licencias ambientales, las acomodan a su antojo, a sabiendas de que eso no les impide que les otorguen nuevas concesiones... Y reciben exenciones fiscales como premio a destrozarnos el entorno, elevar a niveles desmedidos la corrupción y perpetuar el subdesarrollo.

En qué cabeza cabe que un gobierno nacional apruebe el desvío de nueve ríos y medio centenar de caños de la Serranía del Perijá para que abran gigantescos cráteres que desertizan las tierras y asfixian las aguas subterráneas. O que consienta que levanten en las sabanas cerros de millones de toneladas de tierra estéril, o que inunden el aire con polvo de carbón, o que sedimenten la gran ciénaga de Zapatosa.

Da profunda tristeza ver que el cauce del río Sororia, que pasa por La Jagua de Ibirico, sea ahora una carretera. O cómo el San Antonio, el Calenturitas, donde había pesca abundante, son caños famélicos. Es evidente que diversos alcaldes roban regalías a manos llenas con la indiferencia de las autoridades de control nacionales, y si no que le pregunten a Planeación Nacional, que ha presentado varias denuncias, desde abril del año pasado, sobre el atraco a las regalías de Chiriguaná sin que la Procuraduría haya actuado. También es inocultable que no desterraron la miseria, que los pueblos siguen sin acueducto, las calles destapadas, la prostitución rampante, la educación deficiente.

Con todo, no es lo más grave. Lo peor, la plaga que asolará la región, son las sequías que se avecinan, así como cambiar una cultura agrícola y ganadera por una economía minera que los convertirá en rentistas.

El Foro Nacional Ambiental presentó un informe aterrador sobre las irregularidades de la minería del carbón en el Cesar y las consecuencias irreversibles que causa. Y yo recorrí esta semana la zona minera, al año de haber hecho lo mismo, y lo que encontré no hizo sino ratificar sus sombrías predicciones. "La minería ha sido una falsa ilusión, una tragedia; pobreza, huellas ecológicas terribles", dicen. Y recuerdan que en veinte años el 65 por ciento de las cabeceras municipales del país sufrirán en verano escasez de agua y otros lo padecerán siempre. El Cesar será uno de los sedientos.

Salud Hernández-Mora