viernes, 22 de mayo de 2009

El dilema del presidente Uribe: irse o quedarse...

No me quiero ir dice el presidente Uribe

RADAR: Uribe: No aspiro a la reelección… pero tengo temores.
El presidente Alvaro Uribe, debe tener un dilema muy grande para definir si se queda o se va…
¿Quién no quisiera quedarse?
¿A quien no le gusta mandar?
Mandar en la casa, en la oficina, que sus hijos atiendan sus comentarios.
Eso es normal.
Lo anormal es que, en casa… donde la esposa y la mamá son las que dirigen la orquesta, uno pretenda definir qué debemos comer. La ropa que se pondrá la pareja y para dónde nos vamos en vacaciones.
O que, en la oficina, la pobre secretaria no tuviera ninguna opción a comentarle nada al jefe. O como me pasó una vez, que me enteré que un funcionario muy bien preparado, tenía siete (7) meses de estar trabajando con su nueva secretaria y NUNCA la había saludado… ¡¡¡¡Carajo!!!!
O que uno piense, que sus hijos nunca van a crecer y que van a depender de uno todo el tiempo, como si ellos no tuvieran cerebro para definir que van a hacer con su vida.
En este trabajo periodístico que hizo el colega de El Espectador, que leí con cuidado, se nota que el presidente Uribe expresa sus temores, porque no le van a hacer bien sus tareas. Como si su casa –Colombia- no la puede atender nadie más.

Y se contradice, en medio de su presentación.
Lo hizo en un foro que organizó The Economist y lo ha dicho en otros escenarios. Y eso es lo que tiene a los colombianos perdiendo dinero y perdiendo tiempo, porque no sabemos qué va ocurrir.

Dijo esto:
1. Es inconveniente la reelección.
2. Colombia tiene muchos líderes buenos.
3. Pero me preocupa “que haya continuidad en las políticas básicas”.
Es decir, digo yo: “me va tocar perpetuarme en el poder aunque yo no quisiera”. En eso no puedo estar de acuerdo como colombiano, abogado, periodista y ser pensante.
Que el presidente haya realizado una buena labor, tenemos que reconocerlo. Pero no es para que pretenda ser el rey de la casa, de las regiones, del país, de las cortes, de los ministerios, ni de nosotros…
Ese pedacito donde pone al ministro de hacienda Oscar Iván Zuluaga, como si fuera un funcionario de segunda, no me gustó. Es más, eso no debió decirlo en público y yo pienso que a Zuluaga le debió dar duro eso… Esto fue lo que escribió el colega de El Espectador, de acuerdo a lo que anotó el presidente, apareciendo como un mandatario democrático:
“El Ministro de Hacienda, que es el único representante del Gobierno en la Junta Directiva, me llamó a decirme: ‘¿Por quién voto?’. Le dije: ‘El Gobierno no interviene en eso. El Presidente no modula palabra sobre el tema. Un mensaje humilde: que al ayudarnos con inflación también nos ayuden con el empleo’”.
Uribe, dice que el no modula palabra sobre el tema… pero se molesta cuando un periodista le pregunta lo que no le gusta. El gobierno no interviene, dice el presidente, pero las decisiones se las consultan… Aparece como humilde y se le vuela la “piedra” permanentemente.

Como lo he comentado en otros momentos: Si nosotros, los colombianos, no tenemos a otra persona para dirigir esta nación, ¿qué va a ser de nosotros?
Si la Corte Constitucional no puede actuar en derecho, ¿qué país tenemos?
Si un ministro de hacienda debe hacer lo que le indique su presidente, no tenemos equipo…
Me gustaba Alberto Carrasquilla porque Uribe decía algo en la mañana y Carrasquilla nos enseñaba que no era posible hacerlo.

Me gustó una vez cuando Zuluaga se paró y no acompañó al presidente en unas cifras… y comentó: vamos a esperar a ver qué dice el Dane…
Para mí este debate de la reelección. Del manejo del país está bien interesante. Y como lo anoté en una de las entradas de nuestro blog: www.radareconomicointernacional.blogspot.com/, nos estamos jugando nuestro prestigio. Se lo está jugando la Corte Constitucional. Los políticos, los empresarios, los periodistas, la sociedad civil. Esto es serio. No podemos actuar como politiqueros, que eso no nos conviene. El mundo nos está observando. Ahora es tan fácil que nos observen…

Luis Emilio Rada C.

Pd:
Lo que dice Uribe. El colombiano más preocupado…

Lerc:

Tengo temores. Yo le temo a perpetuar al Presidente.
Colombia tiene mucha gente buena. En lo personal, yo me sentiría muy amargado de que las nuevas generaciones me vieran apegado al poder. Yo he sido combatiente de la democracia.
Pero me preocupa mucho lo que pueda pasar con estas políticas. Tengo una responsabilidad con los colombianos. Entonces, cuando veo todo esto en la balanza me crea eso que yo llamo ‘la encrucijada del alma’. ¡Qué difícil!
Lo que sí quiero dejar muy en claro con ustedes es lo que ha pasado con nuestras instituciones. Ahora se lo decía al Foro de The Economist (‘Mesa de Negocios con el Gobierno de Colombia’), porque algunos dicen: la reelección en Colombia va a afectar las instituciones democráticas.
Quiero hacer una referencia a ese tema, porque lo que hemos hecho en estos años es fortalecer las instituciones democráticas. Este es un país de Estado Social de Derecho y Estado de Opinión, que es la categoría superior del Estado de Derecho. Entonces, me voy a referir, en ese contexto, a cada una de las instituciones.
Primero, las leyes y la Constitución de Colombia no las determina el Presidente. El gran legislador de Colombia es el debate popular. Las reformas introducidas en nuestro Gobierno se han aprobado en el Congreso, pero han tenido una gran determinación en el debate popular.
Estamos ahora en el tercer o cuarto intento de una reforma política. Duró mucho tiempo el debate sobre la Ley de Justicia y Paz. Ha venido un tremendo debate sobre cada una de las reformas constitucionales y legales que se han aprobado.
En Colombia, las leyes y la Constitución no las determina el capricho del Presidente, sino el debate popular. Ahí predomina el Estado de Opinión en el proceso legislativo. Primera institución. Segunda, este país tiene unos organismos de control independientes y autónomos: que la Procuraduría, que la Contraloría.
El Gobierno no auspicia que esos organismos de control sean afiliados al Gobierno o a la oposición, sino que sean imparciales, técnicos, independientes y autónomos. Y ahí, un segundo elemento bien importante de las instituciones. Tercero, la Justicia de Colombia es independiente y autónoma.
El Presidente de la República puede dar ternas para tres magistrados, de los nueve de la Corte Constitucional, que tienen periodos de ocho años. Y ha procedido con toda la autonomía. El Presidente de la República no interviene en la designación de magistrados del Consejo de Estado ni en la designación de magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Interviene en el nombramiento de una Sala del Consejo de la Judicatura.
El Banco Central. Durante este Gobierno se cambió Gerente, porque el anterior completó un periodo de 12 años. El Banco Central es independiente. ¿A quién se nombró como Gerente? Se nombró como Gerente al Secretario del anterior Gerente.
El Ministro de Hacienda, que es el único representante del Gobierno en la Junta Directiva, me llamó a decirme: ‘¿Por quién voto?’. Le dije: ‘El Gobierno no interviene en eso. El Presidente no modula palabra sobre el tema. Un mensaje humilde: que al ayudarnos con inflación también nos ayuden con el empleo’.
Ahora, cuando se van venciendo esos periodos de ocho años, el Presidente va designando a los integrantes de esa junta independiente. Periodos de ocho años, que les da toda la independencia. Aquí no ha habido ninguna afectación.
Es muy importante saber que este país elige por voto popular directo a 32 gobernadores y 1.102 alcaldes. Que el 51 por ciento del gasto estatal de Colombia lo hace en las regiones. Allí también hay una gran autonomía.
Entonces, yo creo que antes de hacer juicios ligeros sobre el riesgo institucional de Colombia, hay que considerar la solidez institucional de este país y lo que ha recuperado este país en Estado de Opinión, gracias al fortalecimiento de las libertades, vía la política de Seguridad Democrática.
El mundo puede disipar ese riesgo. En síntesis: a mí me preocupa la necesidad de que haya continuación de unas políticas básicas. Me da miedo perpetuar al Presidente. Y el mundo debe saber que aquí lo que ha habido es fortalecimiento de instituciones democráticas; en ningún momento, asalto ni riesgo a instituciones democráticas”.


RADAR ECONÓMICO
Un Cuarto de SIGLO
Narrando la historia

LUIS EMILIO RADA CONRADO
Director
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