martes, 22 de noviembre de 2016

El progreso social de Barranquilla 2015 Por Jairo Parada



Es bueno que revisemos éste índice, porque nos puede servir muchísimo para asimilar en qué sociedad nos movemos. Y si nuestras administraciones están realizando su mejor esfuerzo para que los ciudadanos vayan consiguiendo su bienestar.
Obviamente, nuestras ciudades latinoamericanas están lejos de obtener el puntaje más alto, ya que les faltan muchos elementos, pero hay que seguir intentándolo.
Leamos a Jairo Parada y evaluemos…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
El progreso social de Barranquilla 2015
Por Jairo Parada
Hace casi un año, comentábamos en esta misma columna el progreso social de nuestra ciudad, con base en el Informe del Índice de Progreso Social de 2014. Este índice “parte de la premisa de que una sociedad que no satisface las necesidades básicas de sus individuos, que no genera las condiciones para mejorar su calidad de vida, que no protege el ambiente y que no ofrece oportunidades para la mayoría, no es una sociedad exitosa, independientemente de los logros económicos que tenga”, según señala el informe patrocinado por la Fundación Corona, la Red de Ciudades Cómo Vamos y otras entidades privadas.

Ayer asistimos a la presentación del Informe Nacional, bajo el auspicio de la red Barranquilla Cómo Vamos y otras fundaciones.

De las diez ciudades examinadas, con base en datos y no encuestas de percepción, Barranquilla sigue en el 7o. puesto. No mejoramos en términos relativos. Manizales, Bucaramanga y Medellín siguen a la cabeza. Nuestro progreso social es medio-bajo, a pesar de nuestras creencias sobreestimadas sobre nuestra urbe. Mejoramos el índice, pero la brecha con las ciudades andinas se mantiene.

Cuando se pasa a los subcomponentes del índice, Barranquilla cae al noveno lugar con respecto a las Necesidades Humanas Básicas, pero en relación a los fundamentos del bienestar (educación, acceso a la información, salud y bienestar y ecososteniblidad) Barranquilla se desploma también al 9o. lugar, donde hasta Cartagena nos gana.

En la dimensión de oportunidades (derechos personales, libertades, tolerancia, inclusión, acceso a educación superior), por lo menos seguimos en el 5o. puesto.

En síntesis, aunque el informe destaca los avances de la ciudad, hay pocos semáforos en verde. La mayoría son amarillos, y preocupa que en salud estén casi todos en rojo. También en rojo están el servicio eléctrico, el saneamiento mejorado, el uso de la telefonía móvil, la contaminación por ruido, transporte, basuras, tolerancia hacia la población LGBTI, el embarazo adolescente y la calidad de la educación media.

Los indicadores recogen datos duros hasta el 2015, luego la actual administración no debiera sentirse afectada. Más bien derivar de allí las conclusiones correctas: el concreto no lo es todo, es importante, pero la ciudad se estanca en progreso social porque sigue sin una seria autoridad ambiental; el Transmetro languidece y la falta de oportunidades pulula en los barrios populares; la construcción de hospitales pasos y caminos no garantiza todo, y los jóvenes que terminaron su bachillerato no saben qué hacer.

La seguridad se deteriora en los barrios. En síntesis, los ladrillos son importantes, pero sin una adecuada gestión pública no mejoraremos estos indicadores y seguiremos en el mediocre 7o. puesto, a pesar de creernos que somos la mejor ciudad de Colombia.  Aterricemos, ya hasta Ibagué nos ganó.

El Distrito necesita también una adecuada reforma institucional que fortalezca secretarías como la de Planeación, y mejorar la transparencia de la contratación, no solo con los proveedores, sino con los grandes contratistas. Urge una secretaría del Riesgo y Cambio Climático, y un vuelco agresivo en la política de movilidad frente al drama de Transmetro. Aquí el Área Metropolitana debiera concentrar esfuerzos y no dispersarse.

El progreso social de Barranquilla 2015 Por Jairo Parada

Es bueno que revisemos éste índice, porque nos puede servir muchísimo para asimilar en qué sociedad nos movemos. Y si nuestras administraciones están realizando su mejor esfuerzo para que los ciudadanos vayan consiguiendo su bienestar.

Obviamente, nuestras ciudades latinoamericanas están lejos de obtener el puntaje
más alto, ya que les faltan muchos elementos, pero hay que seguir intentándolo.

Leamos a Jairo Para y evaluemos...

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
El progreso social de Barranquilla 2015 
Por Jairo Parada 
Hace casi un año, comentábamos en esta misma columna el progreso social  de nuestra ciudad, con base en el Informe del Índice de Progreso Social de 2014. 
Este índice “parte de la premisa de que una sociedad que no satisface las necesidades básicas de sus individuos, que no genera las condiciones para
mejorar su calidad de vida, que no protege el ambiente y que no ofrece oportunidades para la mayoría, no es una sociedad exitosa, independientemente 
de los logros económicos que tenga”, según señala el informe patrocinado por la Fundación Corona, la Red de Ciudades Cómo Vamos y otras entidades privadas.

Ayer asistimos a la presentación del Informe Nacional, bajo el auspicio de la red Barranquilla Cómo Vamos y otras fundaciones.

De las diez ciudades examinadas, con base en datos y no encuestas de percepción, Barranquilla sigue en el 7o. puesto. No mejoramos en términos relativos. 
Manizales, Bucaramanga y Medellín siguen a la cabeza. Nuestro progreso 
social es medio-bajo, a pesar de nuestras creencias sobreestimadas sobre nuestra urbe. Mejoramos el índice, pero la brecha con las ciudades andinas se mantiene.

Cuando se pasa a los subcomponentes del índice, Barranquilla cae al noveno 
lugar con respecto a las Necesidades Humanas Básicas, pero en relación a los fundamentos del bienestar (educación, acceso a la información, salud y 
bienestar y ecososteniblidad) Barranquilla se desploma también al 9o. lugar, 
donde hasta Cartagena nos gana.

En la dimensión de oportunidades (derechos personales, libertades, tolerancia, inclusión, acceso a educación superior), por lo menos seguimos en el 5o. puesto.

En síntesis, aunque el informe destaca los avances de la ciudad, hay pocos semáforos en verde. La mayoría son amarillos, y preocupa que en salud estén 
casi todos en rojo. También en rojo están el servicio eléctrico, el saneamiento mejorado, el uso de la telefonía móvil, la contaminación por ruido, transporte, basuras, tolerancia hacia la población LGBTI, el embarazo adolescente 
y la calidad de la educación media.
 
Los indicadores recogen datos duros hasta el 2015, luego la actual 
administración no debiera sentirse afectada. Más bien derivar de allí las conclusiones correctas: el concreto no lo es todo, es importante, pero la ciudad 
se estanca en progreso social porque sigue sin una seria autoridad ambiental; 
el Transmetro languidece y la falta de oportunidades pulula en los barrios populares; la construcción de hospitales pasos y caminos no garantiza todo, 
y los jóvenes que terminaron su bachillerato no saben qué hacer.

La seguridad se deteriora en los barrios. En síntesis, los ladrillos son 
importantes, pero sin una adecuada gestión pública no mejoraremos estos indicadores y seguiremos en el mediocre 7o. puesto, a pesar de creernos que 
somos la mejor ciudad de Colombia.  Aterricemos, ya hasta Ibagué nos ganó.

El Distrito necesita también una adecuada reforma institucional que fortalezca secretarías como la de Planeación, y mejorar la transparencia de la contratación, 
no solo con los proveedores, sino con los grandes contratistas. 
Urge una secretaría del Riesgo y Cambio Climático, y un vuelco agresivo en la política de movilidad frente al drama de Transmetro. 
Aquí el Área Metropolitana debiera concentrar esfuerzos y no dispersarse.

Billete de $100 Mil es el nuevo dolor de cabeza para la banca y sus cajeros en Colombia

Pequeño, pero grande en medio de los valores colombianos.
Además, tiene la imagen de uno de los presidentes más respetados del territorio nacional: Carlos Lleras.

Bonito el billete y lo bueno es que sirve para hacer un buen mercado...

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

El billete


El cambio de la familia de billetes que ha venido implementando el Banco de la República ha llevado a que gradualmente los colombianos vean las 45 millones de piezas que entre abril y octubre han ingresado a la economía. Cifras del Banco muestran que al 31 de octubre, el billete con mayor número de piezas en circulación es el de $20 Mil, seguido por la denominación de $50 Mil y el billete de $100 Mil (ver gráfico) ayer con el lanzamiento del de $5 Mil con la imagen de José Asunción Silva empieza un nuevo proceso. 

Pero, ¿por qué no circulan tan fácil? Uno de los principales inconvenientes ha sido los diferentes tamaños de los billetes. De hecho, el mayor inconveniente es con el ahora conocido “Lleras”. La razón es que al billete de $100 Mil se le deben hacer adecuaciones adicionales debido a que es una nueva denominación. Entonces, en el caso de los cajeros deberán cambiar no solo lo físico sino también el software. 

Isabel Sepúlveda, directora de Estrategia de Distribución de Bancolombia considera que “los nuevos diseños y tamaños de las denominaciones implicaron grandes adecuaciones en máquinas validadoras, cajeros automáticos y clasificadoras de las oficinas”. Los más de 4.200 cajeros de Bancolombia tendrán una inversión de $2.500 millones. 

En tanto, Santiago Perdomo, presidente de Colpatria, indicó que “hay que hacer un ajuste tecnológico para que se puedan distribuir los billetes que tienen distintas dimensiones. Nosotros en la oficina estamos entregando los billetes nuevos sin ninguna dificultad. En los cajeros automáticos estamos en los ajustes y esperamos empezar a distribuir en 2017”. El banquero agregó que “este cambio de billetes podría ser la oportunidad para lograr una reducción del efectivo en la economía. Ya no se necesita tanto dinero”. 

Para César Rodríguez, gerente de cajeros automáticos del Bbva, el principal inconvenientes que ha tenido con la nueva familia ha sido los atascos que se explican porque los billetes están muy nuevos. “Hoy tenemos 200 cajeros habilitados en las principales ciudades y esperamos que en el primer trimestre de 2017 esté toda la red de cajeros”. Los comerciantes, en cambio, han recibido bien la nueva familia. Sergio Soto, director de Fenalco Antioquia señaló que “el sector retail ve una adaptación adecuada y destacamos que no se han presentado traumatismos, sobre todo, con las altas denominaciones”. 

¿Qué dice el Emisor?
El gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, respondió a las inquietudes sobre la circulación de la nueva familia billetes. Uribe manifestó que “el propósito de avanzar hacia los pagos electrónicos es algo que incorpora al sector privado. Todos estamos a favor de avanzar con los sistemas de pagos electrónicos”. Sobre los inconvenientes en la circulación por los cajeros automáticos, el Gerente indicó que “la historia de que los billetes no pueden salir en los cajeros es falsa”. Y agregó que “también se ha criticado que los billetes tienen diferentes tamaños y eso responde a una racionalidad económica y de inclusión (...) los cajeros pueden dispensar estos billetes”.


¿Cuánto efectivo circula en la economía?
En el reporte del Banco de la República con cifras a 31 de octubre se revela que en la economía nacional están circulando 2.417 millones de piezas que tienen el equivalente a $60,22 billones. La denominación con el mayor número de billetes en circulación es el actual de $50.000. De hecho, José Tolosa, gerente ejecutivo del Emisor, señaló que en la transición para reemplazar definitivamente la actual familia de billetes y, específicamente, el billete de $50.000 podría tomar hasta cuatro años. 


Las opiniones

Santiago Perdomo
Presidente de Colpatria

“Este cambio de billetes podría ser la oportunidad para lograr una reducción del efectivo en la economía. Ya no se necesita tanto dinero debido a los canales virtuales”.


José Darío Uribe
Gerente del Banco de la República

“Cualquier denominación puede salir en los cajeros. También se critica que los billetes tienen diferentes tamaños y eso responde a una racionalidad económica y de inclusión”.


Para contactar al autor de esta nota:

David "Chato" Romero

dromero@larepublica.com.co