miércoles, 19 de agosto de 2009

La hora del Biodiesel, por Amylkar Acosta

Amylkar Acosta es uno de los profesionales costeños más reconocidos en nuestro país, por eso aparece en nuestro blog, en algunos pasajes. Y lo hago con gusto, porque Amylkar siempre está dispuesto a enseñarnos.
Esta es un época importantísima para el medio ambiente y como sé que él ha estado en el debate permanente, en el estudio y en la polémica, les presento su último escrito denominado: La Hora del Biodiesel.
En estos momentos, en el que los colombianos estamos muy pendientes de los sistemas de transporte masivo (en el caso nuestro, Transmetro, en Barranquilla), deberíamos leer la nota de Amylkar.

Obviamente, todo no lo podemos entender, pero, queda la inquietud de los carbohidratos, hidrocarburos, etanol. La vida de Rodolfo Rada, el gestor de la Fundación Ríos Libres. La Biodegrabilidad y el hecho de que Amylkar Acosta diga: El Biodiesel: La mejor alternativa.
¿Por qué el azufre le hace tanto daño al medio ambiente y a los seres humanos?
¿Cómo está Colombia, en ese tema?
¿Los mexicanos, cómo viven, si la polución los está acosando?

Es bueno llamar la atención sobre estos asuntos, porque, se trata de nuestras propias vidas...

Un saludo para todos.

Luis Emilio Rada C.


LA HORA DEL BIODIESEL

Amylkar D. Acosta M

A mediados del mes pasado fue noticia el paso por Colombia de un Volkswagen Golf modelo 87 piloteado por el argentino Rodolfo Rada, gestor de la Fundación Ríos Libres, que venía de Vancouver rumbo a su natal Punta Arenas en la Patagonia. Qué tenía de particular este suceso? Se trataba de un vehículo con motor diesel 1.600, el cual bautizaron con el sugestivo nombre de Laura y con más de 446 mil kilómetros recorridos, que “anda con aceite vegetal” en vez de diesel como combustible . Todavía la gente se sorprende con la utilización de los carbohidratos en lugar de los hidrocarburos de origen fósil como combustible, no obstante que el primer motor de ciclo Otto utilizó etanol y no gasolina y el primer motor de ciclo diesel aceite de maní en lugar de ACPM. Así como Brasil fue el pionero en la produción a escala industrial y en el uso extendido de la mezcla de la gasolina motor con el etanol (biogasolina), Alemania fue el primero en hacer lo propio con el aceite y su mezcla con el ACPM, reconocida como biodiesel.
Colombia emprendió su programa de biocombustibles con la producción de etanol y su mezcla con la gasolina (biogasolina) en proporción del 10%, la cual empezó a usarse el 1º de noviembre de 2005. Treinta años después que Brasil le diera el banderazo al suyo, con la Ley 693 de 2001 Colombia dio el primer paso, al crear “estímulos para su producción, comercialización y consumo”. En el corto lapso de cuatro años Colombia se ha posicionado como el segundo gran productor después de Brasil en la región. Luego se expediría la Ley 939 de 2004, mediante la cual “se estimula la producción y comercialización de biocombustibles de origen vegetal o animal para uso en motores diesel”. Primero fue a través del Documento CONPES 3477 de 2007 y luego con el Documento CONPES 3510 de 2008, que se estableció el marco legal y normativo para posibilitar el desarrollo del cluster del biodiesel en Colombia.
El biodiesel es un combustible de origen biológico producido a partir de la transesterificación de aceites vegetales o grasas animales con un alcohol liviano. Su mezcla con el ACPM sirve de oxigenante de este, lo cual hace posible que el motor realice una combustión más completa, lo cual contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Tiene, además, como característica su gran biodegradabilidad, lo que lo hace más amigable con el medio ambiente. Son varias las características del biodiesel que lo hacen muy apetecido: lubrica y engrasa la bomba inyectora alargando su vida útil, remueve las impurezas y limpia tanto el depósito como el circuito de alimentación, reduce las emisiones de CO2 y alarga la vida del motor. Si bien es cierto que el biodiesel tiene una eficiencia energética de un 5% menor que el petrodiesel, esta diferencia se compensa por su mayor índice de cetano, que no es otra cosa que el poder de explosión del combustible. Cuanto más alto es este índice menor es el intervalo de tiempo que transcurre entre la inyección y la ignición del combustible, pues este enciende con más facilidad, dado que el punto de inflamación del biodiesel es más alto. Mientras el índice de cetano del petrodiesel en promedio se sitúa en torno a las 46 unidades, el del biodiesel fluctúa entre los 50 y los 60, dependiendo de la utilización del metanol o del etanol respectivamente en el proceso de su producción.

EL BIODIESEL: LA MEJOR ALTERNATIVA
Igual que la mezcla del etanol con la gasolina (biogasolina), el biodiesel contribuye a reducir la dependencia con respecto a los combustibles de orígen fósil, tiene un efecto neto positivo en la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero y dinamiza el sector agrícola, tan de capa caída, generando empleo e ingreso en el campo, que es donde más se concentra la pobreza y la exclusión social. En el caso colombiano le viene muy bien la puesta en marcha del programa de biodiesel, habida consideración del déficit que arrastra el país en el suministro de petrodiesel, dadas sus limitaciones en la capacidad de refinación. Además, parte de la importación obedece también a la baja calidad del petrodiesel producido en el país, el cual debe mezclarse con el importado para mejorarla. Si bien el petrodiesel contiene aproximadamente un 18% más de energía por unidad de volúmen en comparación con la gasolina, lo cual sumado con la mayor eficiencia de los motores diesel se traduce en un ahorro en el consumo de combustible, tiene la desventaja de que contiene grandes cantidades de compuestos minerales y sobre todo de azufre.

BALANCE OFERTA – DEMANDA DIESEL EN COLOMBIA
Colombia tiene un gran compromiso: mejorar la calidad del combustible que se consume en el país y recuperar la autosuficiencia en materia de suministro del mismo. Las importaciones al país de petrodiesel superan los 4.000 barriles/día, a un precio que oscila entre los US $50 y los US $60 por barril, lo cual afecta nuestra balanza exterior. Se espera que Colombia a partir de enero del año entrante, cuando entre en vigencia el B-10 se pueda suplir el petrodiesel importado con biodiesel. Este, además de sustituir los volúmenes importados de petrodiesel, de paso se mejorará la calidad del combustible porque el biodiesel está libre del azufre que tanto daño hace al medio ambiente y a la salud. El azufre fomenta la generación de material particulado (PST y PM10) al momento de quemar el combustible al interior del motor y se esparce a través del tubo de escape o exhosto. Los costos asociados a la contaminación y sus deletéreos efectos sobre la salud, la mortalidad y la morbilidad en Colombia se estiman en $1.5 billones anuales. El caso de Bogotá es patético: más del 50% de las emisiones contaminantes al aire corresponden a vehículos que utilizan combustible petrodiesel, los cuales representan más del 60% del total del parque automotor que rueda en Bogotá. Y no es para menos, toda vez que por muchos años el petrodiesel que se consumió en Bogotá tenía 1.200 ppm de azufre y en el resto del país 4.500 ppm (¡!) en contraste con las 50 ppm, que es el estándar internacional.

COMPARACIÓN DE LAS EMISIONES DE DIFERENTES COMBUSTIBLES
Por fortuna la Ley 1205 de 2008, “por medio de la cual se mejora la calidad de vida a través de la mejora de la calidad del diesel” estableció perentoriamente que “para los Sistemas Integrados de Transporte Masivo (SITM), incluidos los sistemas de transporte masivo público de pasajeros con radio de acción metropolitano, distrital o municipal que utilicen diesel, se exige que este contenga un máximo de 500 ppm de azufre a partir del 1° de julio de 2008. A partir del 1° de enero de 2010, estos mismos sistemas deberán utilizar diesel de menos de 50 ppm de azufre… Para el resto del país, para todos los sistemas de transporte que utilicen diesel se utilizará diesel de menos de 3.000 ppm de azufre a partir del 1° de julio de 2008 y hasta el 31 de diciembre de 2008. A partir del 1° de enero de 2009 se utilizará diesel de menos de 2.500 ppm de azufre hasta el 31 de diciembre de 2009. A partir del 1° de enero de 2010 se utilizará diesel de menos de 500 ppm de azufre hasta el 31 de diciembre de 2012. A partir de esta fecha, se deberá utilizar diesel de menos de 50 ppm de azufre” . En efecto, la norma que rige en este momento para Bogotá exige que el diesel que se consuma esté por debajo de las 500 ppm y para el resto del país por debajo de las 3.000 ppm.

CON PASO FIRME
Colombia tiene una larga tradición de más de 50 años en la palmicultura, que cuenta con 352.214 hectáreas sembradas y aproximadamente 230.397 hectáreas en producción, con 56 plantas extractoras de aceite. Aunque es muy amplio el expectro de materias primas que se pueden utilizar como insumo para la producción de biodiesel (palma, jatropha, higuerilla, soja, colza e incluso los aceites de frituras o residuales), indudablemente la palma en Colombia tiene las mayores ventajas comparativas y competitivas. La primera planta productora de biodiesel, Oleoflores, se inauguró el 8 de julio de 2007 en Codazzy, Cesar, con una producción de 50.000 toneladas/año; luego vendrían cinco más: Odin Energy Ltd, BioD S.A, Biocombustibles Sostenibles del Caribe S. A, Aceites Manuelita S. A y Clean Energy. Se prevé que antes de finalizar este año se contará con dos más, en las cuales Ecopetrol es su principal socio, son ellas Ecodiesel y Biocastilla. Se estima que la capacidad instalada de producción se puede elevar a las 496.000 toneladas/año. Para dar una idea del reto que este sector tiene por delante, digamos que para cumplir con el requerimiento del B-10 deberán producirse 260.400 galones diarios de aceite de palma, en otras palabras 328.560 toneladas anuales de CPO. Y para producir esta cantidad de aceite será necesario disponer de 70.000 hectáreas sembradas y en plena cosecha, lo cual equivale a casi el 20% del área sembrada actualmente y algo más del 30% del área en producción.

Por su parte la demanda que para comienzos de este año estaba en 370.000 toneladas/año, dado los planes del gobierno de extender la cobertura de la mezcla del 5% que inicialmente se redujo a la región Caribe (1º de enero de 2008) y Santander 1º de octubre de 2008), para luego ampliarse al suroccidente y Antioquia (30 de marzo y 1º de abril de 2009, respectivamente), al resto del país. Además el Decreto 2629 de 2007 prevé subir la mezcla del B-5 al B-10 a partir de enero de 2010, por lo tanto las necesidades van a ser mayores, superando las 555.765 toneladas/año. Hacia el 2012 se espera llegar a la mezcla del B-20, requiriéndose para entonces 1’167.000 toneladas/año, estimándose un crecimiento anual de la demanda del orden del 4.5%. De esta manera se irá ensanchando el mercado interno en la medida que este madure y la oferta se vaya consolidando, el país podrá incursionar en el mercado externo que se muestra muy promisorio.

Un estudio de la Universidad de Wisconsin (Johnston y Holloway, 2006), que evaluó el potencial de exportación de biodiésel entre 223 países, a través de varios indicadores de tipo económico, energético y social, indica que Colombia se encuentra en el sexto puesto de la lista Top Ten de los países en vías de desarrollo con mayores potenciales de exportación de biodiésel y entre los primeros tres con mayor rentabilidad en este agronegocio. De modo que, si en tan corto lapso el país ha sabido ubicarse a la vanguardia en el continente en la producción y uso del biodiesel, no resulta quimérico que pueda capturar un nicho de mercado en el exterior en donde la demanda por el mismo es creciente. De hecho Colombia ya ha dado sus primeros pinitos, exportando tecnología propia a países de la región; es el caso de la planta productora de biodiesel que se instaló en la localidad San Andrés, Salvador, en las instalaciones del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa) . Esta planta tiene la particularidad y la ventaja de tener una gran versatilidad, de tal suerte que puede utilizar indistintamente el aceite de la jatropha, la higuerilla o la palma, con una gran eficiencia.


AHORA EL TURNO ES PARA BOGOTÁ
La meta es tener una cobertura del 100% del territorio nacional con la mezcla del 10% de etanol con la gasolina motor (biogasolina) y 10% de mezcla de aceite con el petrodiesel (biodiesel) para enero de 2010. Con la entrada en Bogotá y Cundinamarca, el centro del país y los llanos orientales del biodiesel el próximo 24 de agosto, excepción hecha de las fronteras que se rigen por un régimen especial, se completa el cubrimiento nacional del programa de biocombustibles. Esta región se surtirá del biodiesel de las plantas procesadoras localizadas en los departamentos de Meta y Cundinamarca, las cuales utilizarán igualmente aceite de palma como materia prima. En regiones como los santanderes y el Caribe colombiano ya se están empleando mezclas del 7%, sin ningún inconveniente. Es bien sabido que el caso de Bogotá es complicado, pues la polución está alcanzando niveles críticos, toda vez que la concentración de partículas suspendidas están por encima de las 200 ppm, cuando la norma internacional ha fijado un límite de 180 ppm. De allí que la capital colombiana sea la tercera ciudad más contaminada del mundo después de México y Santiago de Chile. Cada año se arrojan al ambiente de la ciudad más de 2.6 millones de toneladas de contaminantes, convirtiéndose en una especie de espesa nata que pende sobre ella y está comprobado que el 78% de esa carga se origina fundamentalmente en las emisiones de casi un millón de vehículos que circulan por sus vías y 22% es atribuible a la industria.
El gobierno ha sido muy cuidadoso a la hora de implementar este programa, por ello se ha venido introduciendo de manera gradual y progresiva, igual que se ha venido haciendo con la biogasolina. En ello no puede haber pábulo para la improvisación, a riesgo de malograr esta importante alternativa de solución a la escasez y pésima calidad del diesel que se viene consumiendo. Durante dos años se adelantaron pruebas de larga duración con biodiesel en Bogotá, con mezclas que van desde el B-5, pasando por el B-10, B-20, B-30 hasta B-50 en buses articulados del Sistema de Transporte Público Masivo dre Bogotá (Transmilenio). Durante ese lapso de tiempo 12 de ellos recorrieron 100.000 kilómetros cada uno, equivalente a 2.5 vueltas alrededor del globo terráqueo, que sumados es como si hubieran recorrido la circunferencia de la tierra 25 veces. Y todo ello sin que sus pasajeros se percataran de que tales articulados estaban siendo alimentados con biodiesel y sin ningún percance. Además, se pudo establecer que con el uso de la mezcla se redujeron las emisiones de material particulado en una proporción hasta del 32% y de CO2 del 6% con respecto al diesel convencional. Los sistemas de inyección funcionaron sin ningún trastorno, las piezas del motor no sufrieron ningún desgaste diferente al normal y sin alterar para nada el desempeño de los motores. Como lo manifestó el Presidente Ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa, “se trató de un proyecto único en el mundo, particularmente por llevarse a cabo en un sistema de transporte masivo a 2.600 metros sobre el nivel del mar y utilizando biodiesel de palma”.
Satisfecho por los resultados obtenidos, esto manifestó Victor Raúl Martínez, Gerente de uno de los principales operadores de Transmilenio: “hoy ya no tenemos temor y vamos por más desafios para no sólo utilizar mezclas de biodiesel con diesel fósil, sino para utilizar biocombustible al ciento por ciento”. Colombia es en este momento el único país de Latinoamérica que utiliza ampliamente esta mezcla y el único en el mundo en hacer pruebas pilotos a tan altos porcentajes de mezcla del biodiesel. Qué sigue ahora? Se trata de avanzar, realizando esas misdmas pruebas de larga duración, pero esta vez en motores tipo Euro III y Euro IV, así como también en los vehículos de carga, livianos e inclusive en flotas especializadas, para así dar el paso decisivo hacia la consolidación de este valioso programa en todo el territorio nacional. Es de anotar que la mayoría de los motores diesel fabricados después de 1995 están en capacidad de operar hasta con el 100% de biodiesel. Desde luego, tal como se dio con la introducción de la mezcla con la gasolina motor (biogasolina), también esta vez habrán de tomarse un mínimo de precauciones para evitar contratiempos al utilizar el biodiesel. Son cosas tan sencillas como reemplazar el filtro del aceite al cabo del uso de la primera carga con la mezcla y revisarlo luego del segundo tanqueo, verificar que el tanque no contenga agua y ya, así de sencillo.

MEZCLA B - 5
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Bogotá agosto 18 de 2009
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