viernes, 8 de octubre de 2010

Estamos frente a un futuro muy incierto: Dominique Strauss-Kahn

RADAR ECONÓMICO, en las Asambleas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Se iniciaron esta mañana y les estaremos contando…
LuisEmilioRadaC

Pd:



Arrancaron las Asambleas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

Son las plenarias de su reunión anual, que en esta oportunidad se realizan en Washington.
Se esperaba que este año, el grupo de países que hacen parte de este grupo poderoso estuviera hablando de una recuperación global, sin ningún tropiezo, pero se complicó el asunto… más de lo esperado.

El dúo conformado por Dominique Strauss-Kahn-Robert Zoellick, será noticia hoy, mañana y pasado, hasta que cierre el encuentro.
Estas palabras con de Strauss-Kahn: “Nos reunimos en un momento con un futuro muy incierto”.

E insistió que los peligros que están afectando esta recuperación “lenta” en las economías más avanzadas son el desempleo y la deuda pública. Y él considera que si no se consigue una solución adecuada, no podremos decir que la crisis terminó.

ALGO importante:
Y eso no lo podemos perder de vista… entidades como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial están convencidas que se debe continuar con la tarea de ir reformando el sistema financiero… pero “de forma supervisada”. El susto de la crisis, sigue palpable y parece que nadie quiere pasar por esa situación.


NO HAY COOPERACIÓN INTERNACIONAL
El desorden de las monedas.
La pelea entre las divisas y el poder, volvió a tocarse en el inició de las Asambleas.
La reiteración la hizo Dominique Strauss- Kahn… prácticamente, hizo una denuncia grave al hablar del riesgo de la “desaparición de la cooperación” internacional que se destacaba mucho en el inicio de la crisis. Y esta vez, él lo destaca como una “guerra de divisas”, como lo anotamos en la nota de ayer.


PLATO FUERTE
Parece que eso será el plato fuerte en este encuentro en Washington… las economías avanzadas con las emergentes por el poder de sus monedas, especialmente la de China, que aunque no es “dura”, se mantiene por la fuerza de la economía asiática.