jueves, 7 de marzo de 2019

Salud, educación, vivienda y primera infancia entre las prioridades del Atlántico en el Plan Nacional de Desarrollo


Buena noticia para el Departamento del Atlántico.

“Las inversiones para el departamento del Atlántico en el ‘Pacto por
Colombia, pacto por la equidad’, alcanzan $32,4 billones para
mejorar cobertura y calidad de servicios sociales”.

Hoy, durante el foro regional, organizado por el Congreso de la
República, la directora del Departamento Nacional de Planeación
(DNP), Gloria Alonso, destacó la regionalización del Plan de
Desarrollo 2018-2022.

Si nada falla, la suerte de este departamento, cambiará. Y para bien…

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1  
Salud, educación, vivienda y primera infancia entre
las prioridades del Atlántico en el Plan Nacional de Desarrollo

Barranquilla, 7 de marzo de 2019 (@DNP_Colombia).

Para el departamento del Atlántico se proyectan inversiones por $32,4 billones en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 ‘Pacto por Colombia, pacto por la equidad’.

Así lo dio a conocer la directora del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Gloria Alonso, en el marco del foro regional sobre el Plan, organizado por las comisiones económicas del Congreso de la República, en Barranquilla (Atlántico), como parte del proceso de socialización del PND del Gobierno de Iván Duque.

“La construcción del Plan Nacional de Desarrollo se continúa realizando desde las regiones. Llegamos a los departamentos para recoger de primera mano las principales necesidades del país y llevarlas al Plan”, aseguró la directora del DNP.
El PND proyecta para Atlántico, que hace parte de la región Caribe, inversiones para los próximos cuatro años de recursos públicos que representan un aumento de 59% frente al Plan Nacional de Desarrollo anterior.

Al pacto por la equidad se destinan $23,2 billones para mejorar las condiciones de la atención en salud; incrementar la cobertura y fortalecer la educación inicial, básica y media y aumentar el acceso a soluciones de vivienda, proyectos que generarán bienestar y calidad de vida a los habitantes del Atlántico.
Para el pacto por la descentralización y la conexión de territorios la inversión se proyecta en $2,5 billones que serán dirigidos a vías secundarias y terciarias; levantamiento y actualización de la información catastral, y ordenamiento territorial y desarrollo urbano.

Al pacto por la calidad y eficiencia de los servicios públicos se orientan $2,2 billones, especialmente para el acceso a agua potable. Además, para el pacto por el transporte y la logística se prevén $1,8 billones, mientras que para el pacto por el emprendimiento y la productividad se estiman $842.600 millones. Para otros pactos se asignan cerca de $2 billones.
Las apuestas de Atlántico

Entre los principales proyectos priorizados, de forma indicativa, para el departamento del Atlántico, se encuentran la ampliación de la planta de tratamiento de agua potable para el sistema regional Baranoa – Polonuevo.

La estructuración de la APP del Río: Barranquilla – Ciénaga- kilómetro 19, incluyendo solución con viaductos; la construcción de infraestructura para nuevos colegios y el mejoramiento de vías terciarias hacen parte de la primera línea de iniciativas para el Atlántico.

La construcción de viviendas de interés social accesibles para personas con discapacidad, la carretera la Cordialidad ruta Caribe II (Construcción de segunda calzada, intersecciones a desnivel y variantes), un tren de cercanías y la construcción de la avenida al río de Soledad, están en este grupo de obras.
El manejo de la erosión costera en la región Caribe, el puente La Hermandad Atlántico-Magdalena sobre el río Magdalena y el mejoramiento del sistema de transporte masivo en Barranquilla, entre otras obras, hacen parte de las iniciativas priorizadas por los atlanticenses.

La inversión para toda la región Caribe alcanza los $172,4 billones distribuidos así: 

La Guajira $20,3 billones; Magdalena $21,7 billones; Cesar $21,6 billones; Sucre $17 billones; Córdoba $27,9 billones; Bolívar $31,5 billones y Atlántico $32,4 billones.


Colombia y sus agricultores en el RADAR. Comentarios de Ricardo y Alex

Esta es Colombia y sus agricultores

RADAR,luisemilioradaconrado
Radareconomico1
Comentarios
  • Ricardo Rocha Que fotografía tan hermosa, me recuerda mi niñez cuando en Marialabaja se sembraba arroz.
  • Alexander Tatis En Colombia a los verdaderos campesinos, a los que trabajan la tierra, se les trata de manera miserable. Son es eslabón más débil de la cadena productiva, cuando debería ser el de mejor nivel.
    • Ricardo Rocha Eso es cierto pero el asunto es mas complejo. De un tiempo a esta parte ser campesino no tiene glamour de tal suerte que ni siquiera los campesinos quieren serlo. Los hijos son enviados a la escuela en la ciudad y son campesinos que se pierden. Y encima de eso la predica de todos los medios indicando lo sobado que es ser campesino.
    • Alexander Tatis Ricardo Rocha De ese cambio de mentalidad se han encargado en los últimos 60 años los terratenientes a punta de fusil, masacres y desplazamientos forzados.

    • Ricardo Rocha Alexander Tatis No es tan simple, esa es apenas una de las caras del poliedro. Esta parte de la historia es la simplificación que el hombre de cuidad hizo del asunto. Sin negar que este sea uno de los muchos componentes no es toda la verdad. El grueso de los hechos va por otro lado. Pregúntele a un padre campesino si quiere sus hijos hagan lo mismo que el esta haciendo hoy. Me atrevo a aventurar que el 99% le dirá que no, que quieren para sus hijos una "vida mejor" y por ello hacen el sacrificio de enviarlos a la escuela para que "saquen el pie del barro". Los comportamientos sociales son siempre un poco mas complejos que las definiciones de la accion politica.
    • Alexander Tatis Ricardo Rocha Muy cierto. Si el sistema le llevara a los campesinos los constitucionales y obligatorios servicios de educación, salud, acueducto y alcantarillado, verdaderas facilidades de producción agraria, seguramente los productores de alimentos de este país no tendrían que mirar a las ciudades como objetivo de vida. Pero como quienes manejan el Estado son los mismos que se han apoderado de todas las mejores tierras productivas del país, llegaremos a creer que ese justo equilibrio será realidad???
      Tiene razón, profesor. No es tan simple. Es muy complejo cerrarle la brecha al desequilibrio, sobre todo cuando no existe ninguna voluntad de parte de quienes ostentan el poder económico y político de este país.

El disparate de estudiar periodismo en Colombia Por Germán Manga

Mi sueño era ser ingeniero.

Me gustaban los números.
Pero en ese tiempo, esa profesión no estaba en el pensum de la universidad donde quería ingresar.

Y por circunstancias de la vida, terminé entrando a la Universidad Autónoma del Caribe, y allí me gradué como comunicador social. 

Previamente a ese grado, pasé por RCN como reportero.
Después por Caracol.

Me gustó el ejercicio, pero los ingresos no justificaban el esfuerzo.

Eso ocurría cuando trabajaba con papá en los almacenes de víveres.

Y un día cualquiera, papá, mi hermano y yo nos asociamos en el Depósito Magangué #2. 
Y allí cambió mi vida. 
Porqué en medio de las ventas, los negocios y los sueños inicié el RADAR ECONÓMICO.

Y también me di cuenta que ser periodista era un sueño, pero no produce tanto dinero, porque es una profesión que no ha sido valorada como debe ser por la sociedad colombiana. 

Germán Manga, lo retrata magistralmente.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

El disparate de estudiar periodismo en Colombia

Por Germán Manga.

Más de 300 profesionales perdieron sus empleos en los últimos días en Colombia, producto de la revolución de internet, que aquí se agrava por la sobreoferta de facultades ancladas a currículums y programas previos a la era digital.
En las últimas semanas, tres de lo más importantes medios de comunicación del país despidieron a más de 300 periodistas, idóneos, competentes, algunos en sus mejores días de creatividad, entusiasmo y productividad. 
Quedaron en la calle y sin perspectivas inmediatas de lograr un nuevo destino porque los medios se están comprimiendo; pero sobre todo, porque las habilidades que desarrollaron en su formación ahora tienen poca demanda. Son víctimas inocentes e irremediables de la falta de una política educativa seria en el país y al mismo tiempo de la revolución que desató internet en el ecosistema informativo, que, según Emily Bell, directora del Tow Center de Periodismo Digital de la Universidad de Columbia, cambió en los últimos cinco años más que en los pasados cinco siglos. 
 En nuestro país la educación no consulta las necesidades del desarrollo. En pocos campos se trasluce tan nítidamente esa falencia como en el periodismo y la comunicación social. El prestigio y atractivo de los medios mantuvo activa la demanda de cupos durante las últimas décadas, lo cual a su vez activó la proliferación de programas, una irracionalidad que los gobiernos permitieron en forma irresponsable. El Sistema Nacional de Información de Educación Superior reporta a la fecha 512 pregrados de periodismo en el país, según el Observatorio de la Universidad Colombiana. Y cada año se gradúan cerca de 5.000 nuevos profesionales que los medios no logran absorber.   
Las últimas generaciones han pagado cara esa absurda desconexión de la academia con el mercado, que se traduce en falta de oportunidades y en bajos salarios. En busca de sacar provecho de la saturación, hasta los grandes medios ofrecen puestos con salario mínimo y reciben miles de solicitudes. Un negocio redondo que incluso lleva a los menos comprometidos con la calidad a reemplazar periodistas experimentados y cotizados con recién graduados, en el caso de los que consiguen puesto. La realidad es que la mayoría de los egresados de facultades de periodismo y comunicación terminan buscándose la vida como pueden, en otros oficios. 
Los dolores más agudos aparecieron en los últimos años cuando la transformación digital de la tarea periodística superó el vetusto marco de informar, escribir y editar que dominaba el oficio. Entraron a reinar los datos, la innovación, lo visual, social y móvil. Surgió la competencia de las redes sociales (cualquier persona con un teléfono inteligente se siente un reportero). Pasó tan rápido y produjo cambios tan profundos y dramáticos que todavía muchos empresarios, periodistas y otros trabajadores del mundo de la información no entienden los nuevos productos y plataformas, no saben cómo monetizar su actividad en los nuevos entornos, ni el alcance, dimensión, potencialidades y retos que llegaron con la nueva economía y su demanda nunca antes vista de innovación y creatividad.
El periodismo es ahora una profesión para estrategas interfuncionales, gente capaz de conectar con una visión estratégica e interdisciplinaria, los intereses de los usuarios con el desarrollo comercial del medio, el contenido multiplataforma y el área de tecnología. Como en todo lo digital son pensadores de productos: editores de participación, editores de crecimiento, editores digitales y no necesariamente tienen que ser periodistas. Hay muchos profesionales de otras disciplinas que reciben entrenamiento para tomar decisiones editoriales. El ciclo de noticias es constante y además de crear y reportar historias, exige incorporar las necesidades y voces de la gente, organizar y distribuir la información y medir su impacto. 
Esa evolución tampoco aporta buenas noticias a los periodistas en Colombia porque la mayoría de nuestras facultades permanecen ancladas a currículums y programas previos a revolución, que no ayudan a sus alumnos a construir los nuevos músculos digitales que necesitan y en general están ausentes de la mezcla de estrategia, liderazgo, comunicación y tecnología que impera en los tiempos actuales. Es nítida y grave en muchas de ellas la caída en las matrículas que sin duda llevará al ajuste de cantidad y calidad que se requiere.  Grandes universidades que sustentan la tradición del oficio en Colombia -Norte, Javeriana, Externado, Bolivariana, Sabana, del Valle entre otras- ya van en la ruta de incluir nuevos cursos de codificación, análisis de datos, blockchain, realidad virtual, analítica de redes sociales, narración social, inteligencia artificial, visualización de datos, desarrollo de paquetes multimedia, video 360. Consolidar ese proceso les demandará grandes inversiones en equipos y reentrenar o sustituir a buena parte del profesorado. 
Época de confusión, de cambios, de dolores y de dificultades pero que no afecta la esencia del que Gabriel García Márquez llamó “el oficio más bello del mundo”.  El New York Times gran referente de la transformación exitosa hacia el mundo digital, vendió sus propiedades en radio tv y otros periódicos, redujo sus expectativas de ingresos en la publicidad para enfocarlos en suscripciones y centró su modelo de negocios en ser referente y guía en estos tiempos de desconfianza y de fake news, del periodismo serio y confiable, que no está al alcance de cualquier ciudadano con un teléfono celular: análisis y contexto con grandes periodistas. El mes pasado anunció que ya tiene más de 4 millones de suscriptores y que está cerca de alcanzar el predominio digital de sus actividades y de sus ventas, algo que lograron con gente culta y creativa, profesionales que tienen conocimientos, referencias e ideas para analizar e interpretar los hechos y que escriben bien. Los 300 periodistas colombianos que perdieron su trabajo en estos días tal vez no consigan otro empleo, pero, como los que vienen atrás, tienen abierto un mundo inmenso de oportunidades que los viejos periodistas nunca tuvimos, pero se tienen que subir ya en el tren de los que ya dominan la tecnología y la innovación, que con herramientas fantásticas y poderosas son los que están transformado el oficio.