jueves, 7 de marzo de 2024

MiPymes del Atlántico registraron disminución de indicadores fundamentales al cierre de 2023

  • Datos de la Encuesta de Desempeño Empresarial del Observatorio de la MiPyme
  • Inversiones y rentabilidad, los indicadores que más disminuyeron 

Rosmery Quintero, directora
ejecutiva ACOPI Atlántico

Inversión, rentabilidad, ventas, producción, cuota de mercado y generación de empleo, son los indicadores en los que los empresarios del Atlántico mostraron deterioro en el último trimestre de 2023.  Así lo informó Rosmery Quintero, directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas -ACOPI- Seccional Atlántico.

Los datos corresponden a la Encuesta de Desempeño Empresarial, realizada por el Observatorio de la MiPyme, a 784 empresarios pertenecientes a los macrosectores de manufactura, servicios y comercio.

La mayor disminución se presentó en las inversiones realizadas, con un 52% y le sigue rentabilidad con un 50.2%

La tendencia negativa de las inversiones preocupa al gremio porque son cruciales para el crecimiento, la competitividad y la sostenibilidad de las MiPymes.

Empleo

Con relación a la generación de empleo, 39.3% de los encuestados reportó disminución: “en promedio 4 empleos disminuidos, pero a su vez se degeneran 3 nuevos empleos o se reemplazan esos que se retiran.  Eso significa que hay un impacto de un empleo perdido que no se recupera”, explicó Rosmery Quintero.

La dirigente gremial agregó que a pesar de los indicadores económicos del país, como la inflación y el poco crecimiento económico, el sector micro, pequeña y mediana empresa, sigue haciendo un gran esfuerzo en generación de empleo.

El esfuerzo de las MiPymes se observa en la clase de contratos que generan: El 36.1% de las empresas del sector utiliza el contrato a término fijo, el 32.6% utiliza el contrato a término indefinido y el 15.8% el contrato de obra o labor.

Sin embargo, de acuerdo con las cifras arrojadas en la Encuesta de Desempeño Empresarial, el que ha disminuido de manera acelerada en los últimos años es el contrato de prestación de servicios, que solo utiliza el 13.4% de los empresarios consultados por el Observatorio de la MiPyme.

Otro dato importante es que el 76.1% de los empleos que generan las micro, pequeñas y medianas empresas, devengan entre uno y dos salarios mínimos y solo el 6.3% está por debajo de un salario mínimo mensual, concentrado en microempresas que son incipientes en su estructura, lo que lleva al nivel de informalidad que existe en el país.

Quintero aclaró que son empresas micro formales, pero todavía tienen algo de su estructura dentro del nivel de informalidad.

¿Por qué la disminución de indicadores fundamentales?

La disminución de los indicadores en el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas está relacionada con factores que afectan la economía a nivel nacional e internacional como la alta inflación, materias primas y costos de logística.  En Colombia, sin embargo, se ha profundizado mucho más.  La directora ejecutiva de ACOPI en el Atlántico dijo que “nosotros hoy tenemos un presupuesto muy bondadoso como Nación, pero poca ejecución.  Esa poca ejecución termina afectando realmente todos los indicadores, a pesar que hay una capacidad instalada en el sector privado”.

Rosmery Quintero dijo que los empresarios no invierten porque sienten que no hay reglas estables y no tienen la seguridad de la recuperación de la inversión.

Con relación a la disminución de la rentabilidad, explicó que tiene que ver con el tema coyuntural de la inflación, que al ser alta ha ido afectando lentamente la estructura de costos, que puede irse a precios que no se pueden trasladar en su totalidad, porque se perdería la capacidad de los clientes actuales o se pierde mercado. Al final, el empresario toma la decisión de aumentar lo mínimo o no aumentar (dependiendo de cómo esté frente a la competencia) y eso afecta la rentabilidad.

Capacidad productiva

Este es otro de los factores que influyó en el desempeño empresarial, que llegó al 50% según el 31.7% de los encuestados. Este dato representa un aumento significativo en comparación con el mismo trimestre de 2022, con un incremento de 12.6 puntos porcentuales, cuando solo el 19.1% de los empresarios se encontraba en esta situación. Este fenómeno guarda similitud con la disminución en los niveles de producción percibida por los empresarios.

La baja capacidad productiva se debe principalmente a los bajos niveles de ventas, la escasa demanda de bienes y servicios y a la falta de capital de trabajo.


Teniendo en cuenta los resultados de la Encuesta de Desempeño Empresarial, las expectativas para el primer trimestre de 2024 son: 38.8% de los empresarios prevén aumento en el volumen de ventas, 28.6% en el nivel de producción y 25.5% espera generar más empleo. 




Economía colombiana se recuperará lentamente en 2024

  •  Datos del estudio Situación Colombia de BBVA Research.
  • Inversión influirá en la recuperación de la economía.

Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research

La primera parte de 2024, la economía colombiana estará cargando el lastre de la desaceleración de 2023, cuando cerró con un crecimiento a la baja. Para 2024 la recuperación será lenta, gradual y se espera que el Producto Interno Bruto -PIB- se ubique este año en 1,5% y en 2025 en 2,8%, dice BBVA en su informe sobre la Situación Colombia en materia económica, divulgado recientemente.

Ese 1,5% de crecimiento de este año tiene matices, particularmente en las velocidades que logra a lo largo del año, en variables que influyen como el impulso del empleo, las altas tasas de interés y una inflación que sigue siendo un dolor de cabeza, dijo Alejandro Reyes, economista principal de BBVA.

En el segundo semestre del año, se observará más impulso, que materializará el crecimiento cercano al 2,8% del próximo año. Se recuperará la demanda interna, crecerá el consumo cerca de 1,9 y por eso se espera que en 2025 se muestre mayor dinamismo y el consumo crezca cerca de 3.2%. 

Se espera un impulso del consumo privado este año, que el Gobierno Nacional, logre mover todos los recursos que tiene para convertirlos en crecimiento y que la inversión, que viene de capa caída, empiece a ganar algo de tracción.

El lastre de 2023

En 2023, el PIB creció 0,6% y se observó que la inversión y el consumo de bienes terminaron con una fuerte caída. En materia de comercio exterior, las exportaciones fueron impulsadas por los servicios y las importaciones retrocedieron. Además, se presentó una desacumulación de inventarios, generada por una menor actividad en sectores como la construcción y la industria, lo que explicó parte de la desaceleración del PIB. 


Bajo este panorama, según explicó Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, “hay indicadores económicos que señalan que la recuperación será lenta y tardará en consolidarse. Los factores determinantes de este comportamiento serán: la recuperación del ahorro de los hogares; las mejores condiciones de endeudamiento de los hogares; la reducción de la inflación; las menores tasas de interés; y, actuando en contra de las anteriores, la moderación del empleo”.

En la medida que los hogares cuenten con más dinero en el bolsillo y mejoren sus ahorros, podrán tomar más decisión de gastos de cosas durables, como adquisición de vehículos y electrodomésticos. Ello se logrará a través de créditos con menores tasas de interés, agregó Hernández.

La inflación en 2024

En 2023, la inflación de alimentos permitió los mayores ajustes, pero la cifra sin alimentos no cedió a razón de fuertes presiones al alza en servicios, energía y combustibles. Sin embargo, “las noticias más positivas esperadas en materia de inflación significarán unas mejores condiciones financieras para los hogares desde este año. De hecho, la inflación total ya se redujo en 5 puntos porcentuales frente a su máximo (13,3%) del año pasado y esperamos en BBVA que el IPC mantenga una senda decreciente durante los próximos años, cerrando 2024 en 5,4% y 2025 en 3,8%”, explicó Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research.

El estudio Situación Colombia apunta a que el Banco de la República acelere las rebajas de tasas, en parte gracias al descenso de la inflación y el débil comportamiento de la economía. La proyección es que la tasa de intervención del Emisor cerrará 2024 en 7,0%.

Mauricio Hernández, economista BBVA Research

Otra de las variables que llama la atención y que determinará el crecimiento es el desempleo. Mauricio Hernández asegura que “la creación de empleo se moderará en 2024 y mejorará marginalmente en 2025, en línea con el comportamiento de la actividad. Las expectativas acerca de la actividad hacen prever un empleo jalonado por el sector de servicios relacionados con los servicios sociales. Desde el segundo semestre de 2024, el empleo en el comercio se acelerará y hacia finales de año el de la industria”.

Para 2025, el empleo acelerará su crecimiento, en línea con la aceleración de la actividad, jalonado por el sector de la construcción con la consolidación de las edificaciones residenciales y no residenciales, intensivas en mano de obra, la industria y los servicios privados.

Déficit fiscal y tasa de cambio

BBVA considera que uno de los aspectos que marcará la recuperación es la inversión, una necesidad de corto plazo, que determinará la capacidad futura de crecimiento de la economía. La senda de inversión esperada por BBVA Research implica que el PIB potencial de la economía no podrá crecer por encima del 3% a mediano plazo.

En 2024, el déficit fiscal aumenta, interrumpiendo su senda de reducción, y permanece alto en 2025. Se cumple al límite con la regla fiscal, la cual fija una meta para la deuda pública, gracias a la reducción de la deuda en 2023, explicada en alta proporción por la menor tasa de cambio de cierre de año. En 2024, la deuda aumentará a niveles similares a los de 2022.

Además, a pesar del aumento de los ingresos, en 2024 el déficit será similar al de 2022, con unos gastos elevados, mayores a los de 2020 y 2021.

En cuanto al tipo de cambio se estabilizará en torno a los 4.360 pesos entre la segunda mitad de 2024 y finales de 2025. El promedio se ubicaría en 4.237 pesos en 2024 y ligeramente superior en 2025.