jueves, 10 de septiembre de 2015

En Barranquilla. Presidente Juan Manuel Santos instaló el Congreso Nacional de Exportadores


El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos vino a Barranquilla a instalar el Congreso Nacional de Exportadores.
El mandatario recordó que ese es su gremio. Fue ministro de comercio hace 25 años. “Yo me siento aquí reunido con mi primer amor”, dijo ante el auditorio.
Resaltó que la economía creció en este último trimestre un 3%, aunque muchos no lo creyeron. “Las cifras acaban de salir”…
Lo sentí muy optimista a pesar de los tropiezos. Confiado en las negociaciones que pueden hacer los empresarios colombianos en el exterior, ahora que los exportadores están en el momento exacto para abrirse al mundo.
En su intervención hizo alusión a la fortaleza de la industria colombiana
“Hemos generado más de 3 millones de empleos. Hemos podido reducir la pobreza en 4.5 millones de empleos, hemos podido reducir la pobreza en 4.4 millones y si sumamos lo de este año va a ser mucho más.

Redujimos la pobreza extrema a menos de un dígito y mucho menos porque está por debajo del nueve por ciento, dos millones y medio de colombianos, y así sucesivamente. O sea que el círculo virtuoso está presente”.
VENEZUELA.
El presidente Juan Manuel Santos aprovecho el Congreso de Exportadores para explicar lo que está pasando con Venezuela y el su presidente.
Recordó cómo estaban las relaciones cuando él llegó al poder. El convenio que cerró el presidente Chávez, el cual se mantuvo hasta su muerte y la intención que tiene de solucionar el tropiezo que tiene con el actual presidente.
La intervención de Juan Manuel Santos está aquí en el RADAR.
Es bueno leerla, aunque él no se ciñó completamente, porque tomó la decisión de conversar con el auditorio. “Yo tenía un discurso bastante largo para leerles, pero creo que voy a dejarlo ahí para que lo lean después, no dice nada especial y prefiero mencionar algunos temas que aquí se han tocado y otros que son de coyuntura”.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1 


En Barranquilla. Presidente Juan Manuel Santos instaló el Congreso Nacional de Exportadores 2015

 
Analdex
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la instalación del Congreso Nacional de Exportadores 2015
Barranquilla, 10 sep (SIG).
Yo tenía un discurso bastante largo para leerles, pero creo que voy a dejarlo ahí para que lo lean después, no dice nada especial y prefiero mencionar algunos temas que aquí se han tocado y otros que son de coyuntura.

Entonces permítanme comenzar por decirle a este gremio: los exportadores fueron el primer gremio y yo asistí como Ministro de Comercio Exterior recién nombrado hace 25 años.

Cada ministro desarrolla una relación muy especial con cada gremio. El Ministro de Hacienda con la Asociación Bancaria, el Ministro de Desarrollo en ese entonces con la Andi, el mío era el de los exportadores, entonces yo me siento aquí reunido con mi primer amor.


Además que estaba allá el doctor Javier, hoy activo. Estaba de segundo de Analdex después estaba de Presidente Jorge Ramírez  Pardo, en cambio Ronald sí estaba allá hace 25 años como hoy está.
Entonces con camaradería y esa franqueza creo que podemos hablar con toda claridad y transparencia y amistad.
Escuchando a Ronald recordaba una anécdota que yo tuve y quiero compartir con ustedes, hace ya algunas veces.
Carmen de Bolívar, población del departamento de Bolívar llevaba 70 años esperando el agua y gobierno tras gobierno iban los presidentes o los ministros a prometerle agua a Carmen de Bolívar. Nunca le cumplían.

Inclusive, durante mi gobierno anterior fueron y abrieron la llave y salió el agua, y resulta que la llave venía de un carrotanque y cuando (…) el agua no está.
Entonces, comienzo el gobierno, yo fui a Carmen de Bolívar y les dije, voy a traerles el agua. Me miraron con cierto escepticismo.

Un par de años más tarde fui y se había construido parte del acueducto, fui a abrir la llave y se reunió la gente, abrí la llave, salió el agua y todos nos mojamos y la gente me miraba y me decía: embuste, mentira. Quedé aterrado y digo ¿qué pasa? Y me dicen: eso es mentira Presidente, eso no es cierto.
Inmediatamente se me vino a la cabeza el realismo mágico de García Márquez, estoy viviendo en el realismo mágico.
Cómo así que mentiras, si estoy mojado, mire venga y mójese. No, vienen engañándonos, nosotros no creemos eso que está pasando y dije: hagamos lo siguiente, estamos inaugurando una parte del acueducto, yo vengo en tres meses y yo les prometo que toda la población va a tener agua. En este momento solamente el 25 por ciento.

Me miraron con cierto escepticismo y dijeron, bien. A los tres meses volví, le dije al Ministro de Vivienda tiene que hacer cumplir esta promesa y tiene que decirle a la empresa que está construyendo el acueducto que lo tenga listo en tres meses.
Volví en tres meses. Entonces estaba toda la población y entonces dije: que levante la mano el que no tenga agua en este momento, todo el mundo dijo: tenemos agua, tenemos agua.
Y entonces les dije: bueno, pero por qué no están contentos.
Presidente, y las calles y la luz qué pasa.
Eso es algo normal dentro de una democracia, las cosas se van sucediendo y la gente va esperando más.

Y eso sucede con los periodistas. Yo le digo a mis colegas o a mis ministros: no se desesperen con los periodistas, los periodistas siempre quieren más, siempre critican porque esa es la esencia del periodista, es como un perro guardián de la sociedad. Si acaso bate la cola cuando ve las cosas bien, pero gruñe y ladra y muerde cuando ve las cosas mal.

Esa es la esencia de los periodistas y la esencia de los medios también. Pedir y pedir y pedir y eso está bien. Eso está bien pero sí me gustaría que en este gremio que es el mío, que yo siento más cercano a mi corazón haya más optimismo.
Ayer me tocó instalar el Congreso de Fenalco que es un gremio que se afecta negativamente por el alza del dólar y el doctor Botero, me dijo: aquí en Fenalco no cabe el pesimismo, aquí estamos es entusiasmados para echar para adelante. Aquí hay más razones en Analdex para ser mucho más optimistas.
Por supuesto que hay muchas cosas que tenemos que hacer pero hay muchas razones, si hay un gremio que debe estar entusiasmado con el futuro es este.
Y les voy a recordar por qué creo que ustedes están en un momento crucial, y yo recuerdo hace 25 años, ustedes deben recordar también, que yo dije, palabras más palabras menos, porque estábamos comenzando la apertura económica, el gremio exportador es el  gremio que se vuelve más importante en este momento porque es el gremio con el cual vamos a conquistar los mercados en esta apertura.

Y hoy 25 años más tarde, podemos decir exactamente lo mismo. En esta coyuntura que estamos viviendo de la economía colombiana el gremio exportador se convierte en el gremio clave para poder ver el futuro con mejores ojos y hay, repito, muchas razones para ser optimistas.

Comencemos por la economía en general.
Desde el comienzo del Gobierno nos propusimos entrar en un círculo virtuoso, lo escribimos. Vamos a generar confianza en la economía, vamos a equilibrar las finanzas públicas, esa confianza va a producir un descenso en el costo del capital en lo que llaman el riesgo – país.

Y eso se trasmite a todo el sistema financiero. Ese menor costo de capital va a incentivar la inversión y esa mayor inversión va a generar más crecimiento, y ese mayor crecimiento nos va a dar más recursos para hacer más inversión social, aumentar la clase media y mantener un equilibrio en las finanzas públicas.
Ese círculo virtuoso lo logramos. El año pasado fuimos el país que más creció en toda América Latina, economías medias y grandes. Nos han mejorado primera vez en la historia que hay dos mejoras de calificación en materia de riesgo país, los calificadores de riesgo nos subieron la calificación dos veces los últimos cinco años.

Eso generó más inversión este primer trimestre de este año 2015 la inversión en el país superó por primera vez en la historia 30.7 por ciento, eso usted lo recordará Javier que hace 25 años hablábamos con usted, con Jorge Ramírez, cómo sería el país cuando la inversión crezca por encima del 25 y ya vamos en el 30. Son niveles asiáticos.

Esa inversión ha generado crecimiento, nos ha dado recursos para hacer inversión social como en Carmen de Bolívar porque más de 5 millones de colombianos hoy tienen agua que antes no tenían. Más de 5.2 millones tienen acueducto que antes no tenían.
Hemos generado más de 3 millones de empleos. Hemos podido reducir la pobreza en 4.5 millones de empleos, hemos podido reducir la pobreza en 4.4 millones y si sumamos lo de este año va a ser mucho más.

Redujimos la pobreza extrema a menos de un dígito y mucho menos porque está por debajo del nueve por ciento, dos millones y medio de colombianos, y así sucesivamente.
O sea que el círculo virtuoso está presente. 
¿Qué pasó?, nos golpeó y en forma muy dura la baja del precio del petróleo, pero aquí tenemos y sobre todo este gremio tiene que ver esto no como un problema, sino como una inmensa oportunidad. Y yo también lo veo así porque efectivamente nosotros nos estábamos acercando, algunos dicen que ya estábamos, hacia la enfermedad holandesa, yo decía: tenemos un resfriado holandés, estamos dependiendo demasiado del sector minero-energético.
Recuerdo también hace 25 años que hablamos de la tasa de cambio, que cómo vamos a hacer la apertura económica con una tasa de cambio sobrevaluada.
Y no estos diez años, Ronald, 25 años que llevan ustedes reclamando una tasa de cambio más competitiva. Ahorita hablamos sobre las oportunidades que nos ofrece esta devaluación.
Se bajó el precio del petróleo, para mantener el círculo virtuoso necesitamos mantener la confianza, esa palabra mágica de confianza de los mercados en el futuro de la economía. Y para eso tenemos que responder oportunamente y adecuadamente. Esas dos palabras, respuesta oportuna y respuesta adecuada, y eso es lo que hemos hecho.

¿Por qué oportuna?, porque inmediatamente, por ejemplo, la primera decisión que tomamos fue borrar de un plumazo 17 billones de pesos que estaban programados en el Plan de Desarrollo. Tenemos que ajustarnos como lo dicta el sentido común, si bajan los ingresos pues tenemos que comenzar a apretarnos el cinturón, bajamos los gastos del Gobierno.

Y hemos tomado las medidas oportunas dentro de unos parámetros, y esto es muy importante, que nos dicta las mismas camisas de fuerza y que nos hemos impuesto a nosotros mismos para mantener la disciplina fiscal que es la base de la confianza en el futuro de la economía. Que es lo que la gente a final de cuentas analiza, esta economía va a tener recursos suficientes, este gobierno va a tener recursos suficientes para pagar sus deudas en el futuro.

Por eso la disciplina fiscal es tan importante, por eso hicimos aprobar en el Congreso de la República una reforma constitucional que hoy  es ejemplo en el mundo, sobre sostenibilidad fiscal que lleva casi que a criterio de derecho fundamental esa noción de la sostenibilidad fiscal, con el argumento de que si hay crisis fiscales los primeros que sufren son los derechos de los ciudadanos porque hay que recortar los presupuestos de la salud, de la educación, de la seguridad de la justicia, esos derechos fundamentales.
Entonces elevamos a ese nivel en la Constitución y a renglón seguido nos pusimos una camisa de fuerza con la regla fiscal que nos obliga por ley a mantener una senda en materia fiscal: no gastar más lo que se puede gastar desde una perspectiva de responsabilidad de las finanzas públicas.

Y eso es lo que también hemos venido haciendo, dentro de esa regla fiscal jugar con las variables para poder combinar, mantener la confianza pero también mantener la inversión y también mantener el crecimiento.

De ahí nació el Pipe 2.0. ¿Qué tenemos que hacer, manteniendo la disciplina fiscal para que la economía crezca?, entonces escojamos los sectores que son más importantes para el crecimiento de la economía, afortunadamente veníamos diseñando todo un programa, muy ambicioso, el más ambicioso en la historia del país, que va a ser muy productivo y muy benéfico a los exportadores en materia de infraestructura.

Todas las concesiones de cuarta generación, todo lo que estamos haciendo en los puertos, todo lo que estamos haciendo en los aeropuertos, 58 aeropuertos estamos interviniendo, y eso comienza hasta ahora a producirse porque nos demoramos estructurando bien cada proyecto, inclusive creando una institucionalidad como es la ANI para que se manejara bien todos esos inmensos recursos que estamos invirtiendo, nunca en la historia de Colombia habíamos invertido tanto en carreteras, en puentes, en viaductos, en aeropuertos, en puertos, para mejorar la competitividad, pero eso va a tener un efecto muy positivo en el crecimiento.
Durante los próximos 5 años solamente la inversión en infraestructura va a sumarle uno y medio por ciento al crecimiento del PIB.

En vivienda, nos habían dicho que eran imposibles las 100 mil viviendas gratis, que para que nos metíamos en lo que no se podía cumplir, lo cumplimos, ya llevamos 94 mil entregadas y las otras se estarán entregando en los próximos dos o tres meses.
Y qué hicimos, nos focalizamos en otros sectores de la población que necesitaban vivienda. Clase media, entre uno y dos salarios, entre dos y cuatro salarios, y eso ha tenido un éxito rotundo, los bancos me dicen, los constructores me dicen: la demanda es impresionante. Y está jalonando la economía y jalonando 32 industrias.
Y lo estamos comprobando con las cifras que acaban de salir fresquitas del Dane esta mañana.
El crecimiento para el segundo trimestre, acaba de salir 10 de la mañana, tres por ciento. Los analistas todos estaban pronosticando entre dos, uno y medio, con base tres por ciento.
Dentro de ese crecimiento la construcción por encima del 8 por ciento, o sea que el Pipe 2.0 está dando resultados. Y qué quiere decir este crecimiento del tres por ciento, que el pronóstico del Gobierno de que vamos a crecer por encima del tres por ciento durante el año se va a cumplir.

Y un crecimiento por encima del tres por ciento en esta coyuntura económica, en esta tormenta internacional es un crecimiento extraordinario, tres por ciento.
Acuérdese hace 25 años Javier, crecer al dos y medio por ciento era una maravilla, o cuando estuvimos en el Ministerio de Hacienda, estábamos creciendo al menos 4.5 por ciento. El promedio de la región este año va a ser del 0.4 por ciento, o sea que vamos a estar creciendo siete veces lo que va a crecer el promedio de la región.

Este primer trimestre me dicen que estamos creciendo por encima de Chile, por encima de México, más o menos igual al Perú, o sea mantenemos la camiseta amarilla en materia de crecimiento económico.

Y eso es muy importante, porque yo quiero ser muy claro en enviarle esta señal a los mercados internacionales, el presupuesto que se aprobó el día de antes de ayer en el Congreso de la República representa una reducción de uno por ciento del PIB frente al presupuesto del año anterior.

Tiene unos supuestos, nosotros estamos absolutamente comprometidos con mantenernos dentro de la regla iscal, si tenemos que hacer mayores esfuerzos los haremos, a mí no me ha temblado nunca la mano, acuérdense ustedes en la crisis del Ministerio de Hacienda las reformas que nos tocó aprobar para mantener la confianza de los mercados en la economía colombiana.
Creemos que con la cifra de hoy que confirma que vamos a crecer por encima del tres por ciento, vamos bien, pero si llega a pasar algo o si las cifras están descuadradas, no nos temblará la mano para cuadrarlas porque tenemos que mantener la disciplina y la confianza.

Y esa base, esa fortaleza de la economía colombiana que tenemos en este momento y que se está comprobando con las cifras, más la nueva coyuntura que se nos ha presentado con la baja del precio del petróleo, pues es una oportunidad única para ustedes los exportadores.

Porque tenemos una economía que está creciendo, una economía sólida que tiene la confianza y que vamos a mantener la confianza. Y la tasa de cambio subió y subió en forma  importante.
Esto no es un cambio coyuntural, esto es un cambio estructural que llegó para quedarse y que llegó a buen momento.

He dicho que nos llegó en el momento oportuno porque nos obliga a todos los colombianos a concentrarnos mucho más en ustedes, en el sector productivo no minero – energético, sin descuidar el otro sector que también es un sector que genera muchos recursos, pero es la oportunidad de oro para ahora si aprovechar los tratados de libre comercio.

Aprovechar los 1.500 millones de consumidores que tenemos a disposición con acceso preferencial. Que no hemos sido capaces de aprovechar esos mercados. Entre otras cosas porque hemos tenido unas tasa de cambio sobrevaluada.
Y hablaba yo con el Subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, con el Ministros de Hacienda -hace unos días que vino a visitarnos que venía de la reserva Federal- y analizábamos como esto puede ser muy positivo para Colombia comparando lo que sucedió con los Tigres Asiáticos, ¿cuál fue el éxito de los tigres asiáticos en su momento?. Ellos siempre mantuvieron una tasa de cambio subvaluada.

Y eso es lo que ahora nosotros vamos a tener una tasa de cambio o subvaluada o por lo menos competitiva. Ya no vamos a tener una tasa de cambio sobrevaluada.
Y eso nos permite abrir unas ventanas y unas oportunidades enormes.
¿Y qué hay que hacer ahora? Lo que estamos haciendo creo.
Nos hemos reunido con la ministra y varios de los ministros con los diferentes sectores exportadores. Más de 10 reuniones, más de mil empresarios, sector por sector con lo que estamos haciendo una microgerencia.

-Señor de Luker, ¿qué necesita?
-Necesito que me bajen el precio del azúcar.
-Bueno, bajamos el precio de azúcar.
-Necesito que me bajen los aranceles.
-Pipe 2.0, se bajaron los aranceles.
Necesito que me quiten a la Dian de encima porque me están revisando demasiado. Aquí está el doctor Santiago Rojas.

Pero estamos haciendo ese ejercicio, estamos haciendo ese ejercicio y estamos en una matriz, la Ministra tiene una matriz que Javier es el monitor ahí. Bueno como vamos aquí, como vamos allá.

Y estamos haciendo microgerencia. Mientras tanto Maria Claudia Lacouture allá acompañando a los exportadores tradicionales, y a los nuevos exportadores a esos mercados, a hacer conocer nuestros productos.

Así es como vamos a conquistar esos nuevos mercados que están disponibles para nosotros, para ustedes, para Colombia.
Y tenemos un potencial enorme, tenemos una mano de obra maravillosa, la gente que viene aquí a invertir lo primero que me dicen es: la mano de obra colombiana es generalmente sobresaliente, y hay algunos que dicen que las empresas se están yendo, no. Por cada empresa que se va están llegando 34 empresas, óigase bien, por  cada empresa que se va están llegando 34.
Hace unos días estuve inaugurando una planta de motocicletas de una inversión de la India, la fábrica Hero es el mayor fabricante de motocicletas del mundo. Nunca había hecho una inversión por fuera de la India, nunca.
Se pusieron a hacer una especie de análisis a nivel mundial, donde ponemos nuestra primera planta, óigase bien, la mayor fabricante de motocicletas del mundo nunca había puesto una planta fuera de la India. Y después de hacer ese paneo ¿adivinen donde decidieron invertir? En Colombia, aquí estuvo el Presidente, que es el que patrocina a Tiger Woods allá en el golf, nos mandó una filmación de Tiger Woods haciéndole un elogio a los exportadores colombianos diciendo que, qué bueno que esta compañía había escogido Colombia.

Pero no solo eso, días antes había estado yo en Riopaila inaugurando la planta de etanol más eficiente del mundo.
Y días antes había estado allá en Tocancipá inaugurando la embotelladora de Coca-Cola más eficiente del mundo. Así me lo dijo el Presidente de Coca-Cola, Muhtar, esta es la embotelladora más eficiente que tiene Coca-Cola en el mundo entero’.
Unilever también allá en el Valle de Cauca, hace unos meses una fábrica impecable de empaques, y me dijo: ‘la más eficiente del mundo’.  Y en Riopaila había unas piñas maravillosas, estaban mostrándolas, y les dije: esa piña las estamos produciendo y le pregunte inmediatamente ¿la productividad de esas piñas? Me dicen superior a Costa Rica. Y les dije: y qué esperan, si Costa Rica conquistó el mundo con sus piñas, nosotros vamos a tener unas piñas de mejor calidad y más productivas. Pues adelante.
O voy a La Facenda allá en los Llanos Orientales, y le pregunto, ¿la productividad del maíz que están produciendo aquí como se compara con Argentina y Uruguay? Ya este maíz tiene la misma o mejor productividad. ¿Y qué Estado Unidos? La misma o mejor, y la soya lo mismo.

Qué esperamos para producir suficiente maíz y suficiente soya para sustituir las importaciones.
Y óigase bien. Yo hablaba de déficit comercial. Déficit comercial más o menos son 6 mil millones de dólares. Solamente con sustituir soya y maíz, solamente soya y maíz, y lo que está allá no es que se va hacer ya comenzó la planta, comenzó la nueva refinería de Cartagena, que la refinería ahorra 800 millones de dólares en importaciones, y produce 1.200 en exportaciones o sea 2.000 millones. Más soya y maíz con eso corregimos el déficit comercial.
Más todo lo que ustedes pueden aumentar las exportaciones.
Entonces aquí lo que hay es oportunidades y una coyuntura muy favorable a los exportadores.
Y un Gobierno totalmente comprometido a ayudarles en todo lo que esté a nuestro alcance. Ronald Bakalarz, usted me pidió a mí ocho cosas hace un año, usted me dijo: Presidente, los tratados de libre comercio con Corea, Costa Rica y el protocolo de la Alianza del Pacifico. Cumplido.
Usted me dijo: Presidente la Ley Anticontrabando. Está aprobada.

Usted me dijo: Por qué no les traslada al Ministerio de Comercio Exterior todo eso que está en las manos del pobre Santiago (Rojas), que le toca a él muy duro, que está en la Dian, porque se acuerda que así fue cuando diseñamos el Ministerio, porque yo con ustedes dos diseñamos el Ministerio, que recobre el manejo de las zonas francas, del plan Vallejo, de las comercializadoras. Ya está en manos del Ministerio nuevamente.

Pidió que hiciera microgerencia. La estamos haciendo, pidió unos scaners, ya están en proceso.
¿Cuándo están listos Santiago?
En enero, me invitó a la primera negociación en Buenaventura, los necesitamos lo más rápido posible.
Me pidió revaluación, devaluación, no es por cuenta mía, pero ahí está.  Me pidió un programa de fomento de la industria automotriz, ya está, por diez años, y me pidió la baja de los aranceles que se hicieron posible en el PIPE 2.0, que nos cuesta 1.8 billones de pesos.

Todo lo que usted me pidió se cumplió en un año. Y vamos a seguir ayudando porque ustedes les bien, al país le va bien. Esa es nuestra filosofía.

Es una forma como creamos el Ministerio, acuérdense que en el Ministerio le dejamos al sector privado la voz cantante… 

La junta directiva a la cual ustedes hacen parte, hay mayoría del sector privado, porque yo creo en la concertación. Y que de la mano si queremos ser exitosos en un mundo cada vez más globalizado, tenemos que trabajar juntos: sector privado y sector público.

O sea que los invito a que sigamos trabajando con optimismo, mirando este futuro maravilloso que tenemos y trabajando por hacerlo realidad con mayores beneficios para todos, porque realmente, hay una gran oportunidad.

De manera que frente a la parte económica, yo quiero también mencionar brevemente dos temas que a ustedes creo que les interesa y que está en la agenda nacional, el tema de Venezuela.
Recordarán también el tratado, el primer Tratado de Libre Comercio que negociamos en el Ministerio de Comercio Exterior, fue con Venezuela. Y que fue exitosísimo, llegamos hasta tener 6 mil millones de dólares de comercio de exportaciones a Venezuela.
Vino todo lo que conocemos, eligieron a Chávez (Hugo) con quien tuve un enfrentamiento muy duro. Yo nunca he creído en la Revolución Bolivariana. Y tuvimos enfrentamientos muy duros, y cuando llegué a la Presidencia me dije a mí mismo: eso que tenemos es absurdo, una frontera totalmente cerrada, no hay relaciones diplomáticas, no hay comunicaciones. ¿Quiénes sufren? Los pueblos, los de Venezuela y de Colombia, esto hay que arreglarlo.
Por eso tomé la iniciativa de ver cómo podíamos arreglar esa situación, hacer las paces con Chávez. Y efectivamente, gracias a una intervención del entonces Presidente Kirchner (Néstor), que hizo una mediación, nos sentamos con Chávez, aquí cerca en la Quinta de San Pedro Alejandrino. Nos habíamos dicho hasta de qué nos íbamos a morir.

Pues nos sentamos y yo le dije mire: presidente Chávez, usted y yo posiblemente nunca nos vamos a poner de acuerdo porque pensamos muy distinto frente a muchísimas cosas; usted tiene su Revolución Bolivariana, yo tengo mi Tercera Vía. Son modelos totalmente distintos. Usted tiene una concepción de la democracia distinta a la mía, pero respetémonos esas diferencias y trabajemos en aquellas cosas que podamos trabajar juntos para beneficio de nuestros pueblos.

Creo que es la manera sensata, civilizada inteligente de administrar unas relaciones entre dos países hermanos que tienen 2 mil 200 kilómetros de frontera.
Estaba Maduro de Canciller; María Ángela Holguín mi Canciller, estábamos los cuatro,  Chávez se levantó me dijo: Santos, aceptó, me dio la mano. Y hasta el día que se murió mantuvimos esa relación en muy buenos términos. Respetándonos nuestras diferencias, y cualquiera problema que surgiera lo arreglábamos por la vía del diálogo, comunicación directa, por la vía diplomática y las relaciones estuvieron muy bien, teniendo dos sistemas completamente distintos.

Vino el relevo, le dije al Presidente Maduro (Nicolás): mantengamos eso que usted escuchó en la Quinta de San Pedro Alejandrino, mantengamos esos mismos principios y esas mismas reglas de juego.

Me dijo, listo. Y las mantuvimos durante algún tiempo.
Y donde colaborábamos por ejemplo, yo tengo que reconocer y agradecer que me han ayudado tanto Chávez como Maduro, en algo que para Colombia es fundamental, que es nuestro proceso de paz, y ya les hablo sobre eso.
Pero vino esta situación, esta coyuntura.
Yo le había dicho al Presidente Chávez que ya tenemos en algún tiempo cuál modelo es el exitoso, si su Revolución Bolivariana, o mi Tercera Vía. Ya la historia nos juzgará, y hacíamos hasta chistes sobre eso.

Pues aquí lo que está aflorando en esta diferencia con Venezuela es eso: hay dos modelos completa y diametralmente opuestos.

Ayer estuvo aquí el Canciller ecuatoriano (Ricardo Armando Patiño Aroca), anoche en Cartagena, venía a solicitarme si yo estaría dispuesto a abrir algún diálogo con Venezuela, y le dije que por supuesto, que yo nunca había cerrado esa puerta, que todo lo contrario, que he venido insistiendo en un diálogo, en un diálogo respetuoso, en un diálogo inteligente,  sin agresiones, sin mentiras. Y comenzamos hablar.
Yo comencé a explicarle al Canciller ecuatoriano, mire, por ejemplo,  Venezuela dice que el contrabando y el paramilitarismo son las razones para cerrar la frontera. Y que ellos están agobiados por los problemas que les está creando Colombia.
Entonces le expliqué al Canciller ecuatoriano, haber, venga le explico cuál es la situación.
Efectivamente tenemos modelos diferentes, pero el Gobierno venezolano está acusando a los colombianos de la tasa de cambio de Venezuela. Venezuela tiene una tasa de cambio, no tiene una, tiene tres: una a 6 con 30; otra a 12; otra a 200.

Tiene tres tasas de cambio. Ningún país del mundo tiene tres tasas de cambio. Pero tiene en realidad cuatro, porque el dólar paralelo negro está por está por encima de 700 (bolívares), entonces yo le decía mire, aquí hay una diferencia de fondo en nuestro modelo. Aquí en Colombia tenemos una tasa de cambio flotante, y tenemos una política monetaria que se determina con un banco central independiente.
Eso es un modelo, en Venezuela tienen otro que no funciona.

Pero eso no es culpa de los colombianos. Nada tenemos que ver nosotros con que en Venezuela tengan tres tasas de cambio y una cuarta que es la que el mercado, el mercado determina, el mercado es muy poderoso, la ley de la oferta y la demanda.
Yo creo en el mercado, en Venezuela el Gobierno de Venezuela no cree en el mercado. Yo creo en la tercera vía: el mercado hasta donde sea posible y el Estado hasta donde sea necesario. Allá creen que el Estado es necesario en todo. Ahí hay una diferencia de fondo.
Que la inflación y la falta de abastecimiento en Venezuela es culpa de los colombianos, no. Nosotros tenemos un sistema económico en donde las estanterías de los supermercados están llenas.
Aquí veo al Presidente del Éxito. Aquí no le falta a nadie nada porque hay un sistema que provee eso. Allá tienen otro, donde quieren subsidiar los productos, controlar las importaciones y poder darle a la gente que ellos quieren lo que necesitan. Ese sistema no está funcionando.
Entonces ahí hay una diferencia de fondo.

Pero el desabastecimiento en Venezuela no es culpa nuestra. ¡Ah que se está viniendo mucho producto de contrabando! Sí. Y es que si el jabón cuesta aquí 64 veces más de lo que cuesta en Venezuela, no pueden construir una frontera de 50 metros de alto durante 2 mil 200 kilómetros, y ese jabón le dará la vuelta al mundo y llega a Colombia de alguna forma, porque esta diferencia de precio es muy complicada de administrar.
Pero si quieren combatir el contrabando –se lo hemos dicho muchas veces al Presidente Maduro- trabajemos juntos, que no hay nada más efectivo contra los delincuentes que se aprovechan de las fronteras, que cuando dos países trabajan juntos contra esos delincuentes.

Yo también, ustedes también, estamos totalmente convencidos y comprometidos a luchar contra el contrabando porque nos hace un profundo daño a nosotros también.
Que la inversión. La inversión, nosotros sí somos amigables, somos amigos de la inversión nacional y extranjera. Y por eso hoy estamos creciendo por encima del 3 por ciento y Venezuela está creciendo al menos 7 por ciento. Hay una diferencia de fondo, pero no es culpa nuestra. No es culpa nuestra que allá nacionalicen las empresas y los inversionistas se vayan para otros lados, eso no tiene nada que ver con Colombia.

Que tenemos unas diferencias frente a su Revolución Bolivariana, sí, yo se lo dije al Presidente Chávez delante de Maduro desde el principio: yo creo que esa Revolución Bolivariana no funciona, y que se está autodestruyendo. Porque si no da los resultados que debe dar pues ese modelo se autodestruye.
No es culpa del Gobierno colombiano, ni de los colombianos. Nosotros tenemos nuestro otro modelo, respetémonos nuestras diferencias.

Y estoy totalmente dispuesto, le dije al Canciller ecuatoriano, a ver y explorar cómo podemos convivir, con unos modelos tan diametralmente opuestos. Porque a nadie le conviene este ping-pong de insultos.
Yo decía ayer, yo tengo un radar en relaciones exteriores: la diplomacia, el diálogo, firmeza, prudencia, sensatez, ese diálogo, con esos principios, sin insultos, sin agresiones, sin mentiras, estoy totalmente dispuesto a ver cómo podemos convivir, como hemos podido convivir durante estos últimos 13 años.
Sin meternos nosotros en lo que está sucediendo en Venezuela, ni ellos en lo que está sucediendo en Colombia.
Y si podemos trabajar juntos en aquello que nos conviene a los dos, bienvenido sea. 
Y me decían ayer, el Presidente Maduro decía por la televisión: es que no he recibido mayor insulto, o un venezolano nunca había sido tan insultado.

Nunca he insultado a ningún presidente venezolano, ni mucho menos al Presidente Maduro. Me he cuidado, he cuidado cada adjetivo, cada palabra que expreso, de no insultar, porque no es mi estilo, no es mi talante, no es mi forma de ser.
Todo lo contrario.
Yo no he dicho que el Presidente de Venezuela está cohonestando un asesinato contra el Presidente colombiano.
¿A quién se le podría ocurrir semejante barbaridad?
Yo no he dicho nada de eso.
Me dice: ¡ah es que me estoy pareciendo a (Francisco de Paula) Santander!
Pues eso para mí es un elogio. Yo soy, tengo que confesarlo, mi familia ha sido siempre santanderista.
No quiere decir que no seamos bolivarianos. (Simón) Bolívar fue quien nos dio la independencia, pero hay una frase muy bonita, y con esto termino este capítulo: Bolívar nos dio la independencia con su espada, y Santander nos dio la libertad, con sus leyes.
Voy a citar a Santander, son palabras de Francisco de Paula Santander:

‘Qué mayor dicha y qué mayor gloria, que la de pertenecer a un país donde se respeten las leyes, la equidad y el juicio de la opinión pública’.

Y finalmente, brevemente porque ya me estoy prolongando demasiado, dos palabras sobre la paz:
Esta situación de optimismo para los exportadores, para el país creo yo, dentro de esta tormenta que estamos viviendo, todas estas dificultades, yo creo que lo de Venezuela lo tenemos que arreglar y lo vamos a arreglar, eso no resiste que esto se prolongue indefinidamente, y lo vamos a arreglar en forma digna para los colombianos y sobre siempre todo respetando los derechos de nuestros compatriotas.

Pero hay algo superior, con lo que yo he soñado toda mi vida, y es que podamos ponerle fin a 50 años de guerra.
Nosotros nos hemos acostumbrado a la guerra.
Hemos vivido todos, todos hemos vivido, los aquí presentes, en un país en guerra.
Y tan es así, que es que ya como que no nos conmovemos con la guerra.

Y suceden cosas y lo asumimos como algo natural.
Ustedes generales: desde que están de cadetes, allá en la Escuela Militar, ¿qué les enseñaron? A combatir contra una guerrilla. Llevan toda su carrera en eso. El país lo mismo.
Y se dieron las condiciones de poder ponerle término al conflicto armado más viejo de todo el mundo y el único de todo el hemisferio occidental, para convertir a Colombia en un país normal.

¿Qué hemos venido haciendo?
Un proceso estudiado, calculado, analizado, paso por paso.

Si ustedes se toman el trabajo, yo quisiera Ronald y Javier, pongan un grupo de trabajo ahí en Analdex, léanse lo que se acordó ya, los tres puntos que ya acordamos, la letra menuda, los puntos, las comas, los adjetivos, y ustedes se van a dar cuenta que ahí no hay nada, ni una palabra y a ninguno de ustedes, aquí presentes, los tenga por qué preocupar. Ninguna.
Ni nada de lo que hicimos en el desarrollo rural, todo lo contrario, ahí lo que hay es más inversión para el campo que se necesita y nada de qué preocuparse de la participación política que no es nada diferente a profundizar de nuestra democracia.
Y el punto del narcotráfico, ustedes que han sufrido, tantos exportadores los ‘raquetean’ en cualquier lugar porque vienen supuestamente contaminados de droga, porque eso significa que en las Farc en lugar de estar matando nuestros soldados, nuestros policías cada vez que van a erradicar un cultivo ilícito en cualquiera de las selvas de Colombia o que pongan las minas antipersonas que les vuelan los cuerpos o los dejan lisiados de por vida, que se conviertan en socios del Estado para combatir el narcotráfico.
Imagínense lo que eso significa.
Y los otros puntos, donde hemos avanzando mucho. El punto de las víctimas, sus derechos a la verdad. Ya se negoció una comisión de la verdad, su derecho a la reparación está a punto de finiquitarse, el derecho a la justicia que es lo más difícil y donde estamos concentrados.

¿Habrá justicia? Sí habrá justicia ¿Para quienes? Para los máximos responsables porque no podemos juzgar a todos los miembros de las Farc porque eso sí sería una total impunidad.
¿Y qué quiere decir que habrá justicia? Que habrá investigación, juicio, condena y sanción.
Eso es lo que estamos en este momento conversando. Y el quinto punto, donde están los generales de la República y un almirante sentados en la mesa, el fin del conflicto.

¿Cómo va a ser el cese al fuego bilateral y definitivo?

Eso tiene todo tipo de aristas. Algunos del Centro Democrático dicen que es que necesitamos que se concentren ya como paso previo para seguir conversando, la guerrilla no va a hacer eso. Más bien cuando tengamos el cese al fuego, definitivo porque yo he sido el que no he aceptado el cese al fuego. Cuando lo tengamos listo pues vemos cómo lo aplicamos. Y la concentración de la guerrilla es un paso necesario pero no desde ahora porque van a decir ellos: y a cuenta de qué si no hemos acordado, me voy a concentrar.
Entonces, eso es lo que estamos avanzando y lo que estamos discutiendo y lo que vamos a presentar al Congreso es un proyecto de acto legislativo que nos permita hacer una reforma constitucional que complemente la que ya se hizo que se llama el Marco Jurídico para la Paz.

¿Para qué? Para que la guerrilla pueda participar en política porque quedó por fuera esa posibilidad. Y si no les permitimos que participen en política entonces, cuál es el objeto de todo esto.

Pero que participen sin armas, sin armas. Tienen que desarmarse si no, no hay paz.

Eso que quede muy claro, lo hemos dicho tantas veces. Y lo de la refrendación, cuando yo inicié este proceso le dije al pueblo colombiano, les dije a ustedes, creo que aquí estuve en Analdex; lo que acordemos, no tengo la obligación pero me siento moralmente obligado a presentárselo al pueblo colombiano para que el pueblo colombiano diga: me gusta o no me gusta.

Nunca me he bajado de esa promesa. Nunca he dicho que no voy a refrendar. Hay gente que ha querido confundir; que no voy a usar el referendo, que es un instrumento que está en la Constitución, para reformar la Constitución para poder darle la posibilidad a la guerrilla de que participe en política sin armas, con la refrendación.

Nada tiene que ver lo uno con lo otro, son dos caminos diferentes.

Mi promesa con el pueblo colombiano, con ustedes, porque ustedes tendrán la oportunidad decir: me gusta o no me gusta, el paquete final se mantiene intacto como lo dije desde el principio y esa promesa se va a cumplir.

¿Cómo se va a refrendar? Es lo que tenemos que acordar con la guerrilla porque acordamos que sería de común acuerdo. Algún mecanismo que el pueblo colombiano pueda expresarse y decir, acepto o no acepto.
Ese es un seguro adicional. O sea, aquí lo que estamos negociando no es nada diferente a unos puntos preestablecidos si sobre los cuales nos ponemos de acuerdo se para esta guerra definitivamente, después de 50 años.
Aquí no estamos negociando nuestro modelo económico, nuestro modelo político, nuestro concepto de propiedad privada, nuestra política comercial, nuestra política tributaria, nuestras Fuerzas Armadas, nada de eso está ni siquiera sobre la mesa, nada de eso ni siquiera está siendo discutido.

Por supuesto que la guerrilla quisiera que todo eso se discutiera y por supuesto que la guerrilla quisiera que hiciéramos la revolución por decreto. Pero desde el principio dije: no señor, aquí hay unas líneas rojas, y óigase bien, no he transgredido ni una de esas líneas rojas que yo establecí desde hace más de 3 años.
Las Fuerzas Militares no son objeto de discusión. Que se van a modernizar, sí. Se van a fortalecer pero eso lo discutimos internamente.

Que la propiedad privada eso no está en la mesa de discusión. Que la política de inversión extranjera, que las multinacionales no pueden estar en Colombia, ni siquiera, lo mencionan porque eso no está en la agenda.

Todo eso que la guerrilla quisiera nada de eso está en la agenda. Están en la agenda: desarrollo rural, participación política, narcotráfico, víctimas y el fin del conflicto.
Entonces, háganse ustedes a la idea, queridos exportadores y con esto termino, este país en paz después de 50 años de guerra.

Que vayan ustedes a cualquier país donde por fortuna ya nos están comenzando a abrir las puertas. Por fortuna ya se está comenzando a no pedirnos visas.

Yo espero que el mes entrante se protocolice y ya definitivamente, este diciembre, las familias colombianas que quieran ir a Europa pueden ir a Europa sin visa y a donde ya nos están comenzando a ver con mejores ojos lo que significaría dejarles a nuestros hijos un país en paz.

Y termino con lo siguiente: Sudáfrica firmó la paz y la inversión extranjera se multiplicó por 12 y las exportaciones se multiplicaron por
9. Angola firmó la paz y el crecimiento subió a 17 y medio por ciento. Fue algo, (…) Gobernador, que aquí en Barranquilla están promoviendo muchísimo, que también es el turismo.
En Sri Lanka firmaron la paz y el turismo creció el 34 por ciento al año siguiente.

Aquí lo que hay son oportunidades, o sea si la coyuntura económica hay oportunidades para los exportadores si hay paz, esas oportunidades se multiplicar geométricamente. 


Muchas gracias.