martes, 18 de mayo de 2010

¿Queso costeño con leche holandesa?. Por Cecilia López



A mi me gusta la competencia.
El libre comercio. Los TLC… los Tratados de Libre Comercio, porque eso es lo que le enseñan a uno los que saben. He escuchado muchas conferencias donde el tema es: “que gane el mejor”.
Eso es como justo, ¿cierto?


Pero leyendo a los que manejan los negocios rurales, a raíz del TLC con Europa, que está listo para firmar Colombia, porque el gobierno se comprometió a hacerlo. Y escuchando las voces de ganaderos, lecheros que están asustados porque la dura competencia que viene de Europa los matará y los quebrará, se pone uno a pensar que el asunto está bien complicado.

Este gobierno que ya cierra, le puede dejar un tremendo problema al que viene…Primero, leamos a Cecilia López y más adelante a José Félix Lafaurie, de Fedegan, Jerano Pérez, de Colanta –un veterano, ya que tiene tres décadas y media de manejar esa empresa-, Rafael Mejía de la SAC y al ministro de comercio e industria, Luis Guillermo Plata.

Arranquemos con la economista costeña, Cecilia López.

LuisEmilioRadaC



Cecilia López

¿Queso costeño con leche holandesa?
Por Cecilia López Montaño

Se ha planteado un gran debate nacional sobre si se debe firmar o
no el TLC con Europa. No obstante ser un tratado muy parecido al
TLC con Estados Unidos, que desató tantas polémicas en distintos
sectores, el de Europa se ha limitado al enfrentamiento entre
ganadores y perdedores del sector agropecuario.

Se han dejado de lado otros temas polémicos como la pequeña nota de pie de
página en la que se amplía el período de protección de datos para
medicamentos biotecnológicos, que protege a las grandes empresas
farmacéuticas del mundo y que frena la producción nacional de
éstos, los medicamentos del futuro.

La pelea está en los medios y ha llegado a la Casa de Nariño,
donde el señor presidente Uribe no sabe cómo contentar a quien ha
sido uno de sus más fieles escuderos, el presidente de Fedegán,
José Félix Lafaurie.
La verdad es que los grandes productores
agropecuarios son ganadores con el tratado: los floricultores,
los azucareros, los palmeros e inclusive los productores
de carne. Pero, como siempre pasa en estas negociaciones del
gobierno Uribe, los perdedores son los pequeños: los lecheros,
450 mil familias, que en más del 50% son empresas pobres
. Ya
los productores de leche cruda habían sufrido varios embates del
Ministerio de Agricultura que trató de desaparecerlos del mapa.

No debe olvidarse tampoco que Agro Ingreso Seguro, que terminó en
regalos innecesarios para los ricos, fue el resultado de la pelea de la
SAC frente al TLC con Estados Unidos.


¿Se empezó la reconversión de los posibles perdedores rurales con estos recursos?
Definitivamente no.


No se ha escuchado a nivel nacional una voz caribe en la
pelea ni una defensa específica con demandas concretas para este
sector productivo en la Región. Sorprende esta situación al mirar
las cifras.
La Región Caribe es más ganadera que el promedio
nacional. Se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de los
departamentos costeños depende del sector ganadero en un 10%,
mientras que a nivel nacional representa cerca del 4%.
El mercado
a Venezuela llegó a tener una oferta de 400 mil animales, por valor
de 700 millones de dólares, y tras el cierre de la frontera hubo un
descenso del 30% en esas ventas al vecino país. El 95% de las
exportaciones de leche de esta región habían tenido como destino
a Venezuela.
Los industriales aseguran que la crisis ha afectado el
comercio de 80.000 toneladas de leche procesada. De ese total,
en 2009 tan sólo estaban llegando al mercado venezolano 40.000
toneladas, lo que ocasionó una pérdida avaluada en más de 160
millones de dólares (Asoleche, agosto de 2009).

Pero además, por cada 100 animales productores de leche se
generan de 7 a 8 empleos y, según Analac, la región de la Costa, en
2008, producía 378 millones de litros de leche (36%) del total
nacional. Este debate no sólo es pertinente sino definitivo
para el futuro de la Región. Los productores de carne logran una
pequeña cuota de exportación, 5 mil toneladas, pero la línea láctea
se verá enfrentada a una gran competencia mundial, con el euro
devaluado y el peso colombiano revaluado. Además, la búsqueda
de nuevos mercados en medio de las dificultades europeas los
llevará a vendernos todo lo que puedan y a no comprarnos
nada.
La Región Caribe debe analizar seriamente esta situación,
entre otras, porque no sabemos si la leche holandesa resiste el limón
que se le pone al queso costeño.

cecilia@cecilialopez.com

Desarrollo Sostenible y Gestión Empresarial en Barranquilla


El viernes, los barranquilleros tuvimos la oportunidad de escuchar a varias personas que le apuestan al mejoramiento del medio ambiente.
Como dijeron varios: ya no es una moda; es más bien, una forma de vida.
Para allá vamos, porque hemos ido entendiendo que si no cuidamos la naturaleza, el futuro que tendremos será muy cruel.

El presidente ejecutivo de la Cámara de Barranquilla, Luis Fernando Castro, nos entregó las palabras que pronunció en el Foro sobre Desarrollo sostenible y Gestión Empresarial que la entidad y la Corporación Universitaria de la Costa, organizaron este viernes 14 de mayo en Barranquilla, Colombia.

LuisEmilioRadaC

Pd:
Luis Fernando Castro, presidente ejecutivo Cámara de Comercio de Barranquilla

Palabras del Presidente Ejecutivo, Luis Fernando Castro Vergara, en el Foro Desarrollo Sostenible y Gestión Empresarial

Muy Buenos días, Bienvenidos todos al Foro Desarrollo Sostenible y Gestión Empresarial
Los actores aquí presentes: Gobierno, Universidades, Empresarios y particularmente la Cámara de Comercio de Barranquilla hemos coincidido y avanzado en la construcción de una visión estratégica de mediano y largo plazo para el Departamento, sustentada en un modelo de cooperación público privada.

Como producto de tal alianza, sin duda han habido amplios avances; resaltamos de manera especial la actitud proactiva del gobierno actual para apoyar la transformación económica del Atlántico y Caribe, destacamos la corresponsabilidad de la academia para apalancar esta estrategia de cooperación, y subrayamos particularmente la incorporación en la Cámara de Comercio, de políticas y programas dirigidos a impulsar la competitividad, fomentar la innovación y fortalecer el progreso de sectores económicos estratégicos.

Sin embargo, dada la dinámica mundial, caracterizada por una interdependencia creciente entre países y regiones, en la cual también reconocemos el surgimiento de problemas globales que no tienen precedentes. Para nadie es un secreto las crisis mundiales que enfrentamos por la acumulación progresiva de desperdicios y toxicidad que se desbordan de un país a otro; las crecientes demandas por la conservación de recursos naturales no renovables y las brechas entre regiones ricas y pobres que generan alarmantes reacciones como el terrorismo global; de manera tal que nexo global de circunstancias se convierte en un elemento decisorio para pensar y actuar hacia la generación de modelos de desarrollo sostenibles desde lo local.

En esta apuesta, el sector privado representa un agente determinante, y ello le impone un notable reto a las empresas; cada vez con mayor frecuencia, accionistas y directivos observan cómo crecen las exigencias de la sociedad respecto al papel que las empresas deben desempeñar en este juego global e Indiscutiblemente esta presión del entorno genera inquietud en el empresario.

Conscientes de esta situación y en asocio con la Corporación Universitara de la Costa, La Cámara de Comercio, consecuente de su rol como promotor del desarrollo empresarial realizamos el foro que hoy nos convoca, en el que pretendemos sentar las bases para discutir temáticas relacionadas con la formulación de una agenda de desarrollo sostenible para la región.

Comprometernos con una estrategia conjunta de desarrollo sostenible, reviste una gran responsabilidad de todos los actores presentes; sin embargo, resulta relevante mencionar que específicamente para el sector empresarial supone un doble desafío: primero romper el paradigma a cerca de la responsabilidad con nuestro futuro depende de las acciones del presente y que ello se constituye en condición para que la empresa se sostenga en el largo plazo y segundo pensar en transitar hacia un desarrollo sostenible como consecuencia de la incorporación de un enfoque de gestión integral que sea reconocido como fuente de innovación y ventaja competitiva al interior de la empresa.

Sin embargo, para nadie es un secreto que la mayoría de los empresarios no consideran la sostenibilidad como una oportunidad multidimensional y en cambio con mucha facilidad reconocen la creación de valor sostenible como una de las mayores fuerzas que las estimula a repensar sus modelos de negocios.

Hoy, para conveniencia y satisfacción de los presentes durante la conferencia del Profesor Senge podremos apreciar que estas concepciones lejos de parecer antagónicas, convergen. La experiencia de grandes y pequeñas empresas en el mundo, cada vez nos demuestra más que incorporar el enfoque de sostenibilidad a la estrategia corporativa de una compañía, por el contrario sirve de impulsor para la creación de valor sostenible, por ejemplo:
.Implantando tecnologías limpias, la empresa incentiva la innovación y a su vez crea una oportunidad de reposicionamiento en el mercado.
•Incorporando una visión de sostenibilidad, se perfila una hoja de ruta donde se define la trayectoria de crecimiento del negocio.
•Minimizando los desperdicios y controlando las emisiones, la compañía reduce costos y riesgos; y por último,
•Atendiendo las expectativas de los grupos de interés, la empresa incrementa la reputación y legitimidad.

En este enfoque de desarrollo, crear valor significa lograr que se generen ganancias tanto para la empresa, la sociedad y el medio ambiente e implica aprovechar el potencial de todos los trabajadores para recrear un futuro en vez de reaccionar al presente.

Con este reto en mente, la Responsabilidad Social Empresarial, se convierte en un medio eficaz para solidificar la estrategia empresarial; como expresa en su libro “La Revolución Necesaria” el profesor Senge: Si el beneficio social y medioambiental de una empresa se realiza a expensas del desempeño financiero, es porque la compañía no está desarrollando una estrategia empresarial sostenible, pues el esfuerzo por la sostenibilidad tiene que arrojar un mejor balance, a partir del incremento en la cuota del mercado, la reducción de costos y la mejora de valor para el cliente”

Por otra parte, cada vez más las exigencias de los consumidores de los mercados de países desarrollados están convirtiendo en “una condición necesaria” la incorporación de prácticas de RSE para el acceso de las empresas a dichos mercados y la sociedad no es indiferente a las conductas de los empresarios, también se expresa como consumidor, premiando o castigando el producto.

Así las cosas, economizar recursos, aumentar la rentabilidad, crear ventaja competitiva, diferenciar productos, generar imagen y mejorar la reputación son metas alcanzables a partir de la incorporación del enfoque de sostenibilidad en la estrategia corporativa del negocio.

Como reflexión final quisiera reiterar que en la actualidad empresarios y académicos coinciden en que el entorno global está caracterizado principalmente por la incertidumbre de parámetros legales, políticos, económicos y tecnológicos y las preferencias de los consumidores; por esta razón sólo las organizaciones dispuestas a innovar tienen cabida, pero como todos los procesos para competir en ese medio las compañías deberán ser creativas y realinear su estrategia corporativa en el corto plazo.

Una vez más, sean ustedes bienvenidos a éste foro, cuya pretensión ha sido traer a Barranquilla las experiencias de diversas empresas globales que le han apostado al desarrollo sostenible como estrategia corporativa, además de identificar las oportunidades que ofrece para empresarios locales, comunidades y gobiernos el hecho de pensar en un futuro en el que se minimicen la cantidad de recursos utilizados mientras se maximiza la creación de valor económico, social y ambiental.

Lo que resta de mayo, por William Ospina


La opinión de William Ospina, es la misma de muchos colombianos.
Leamos su posición.

LuisEmilioRadaC
Pd:
William Ospina

Opinión| 15 Mayo 2010 - 11:00 pm

Lo que resta de mayo
Por: William Ospina

ÁLVARO URIBE VÉLEZ, EL MÁS POPUlar presidente de nuestra historia, tuvo durante ocho años la oportunidad de cambiar a Colombia.

Lo respaldaban los viejos y los nuevos terratenientes, el clero, los industriales, muchos políticos respetables y muchos otros aliados con los más oscuros intereses; lo respaldaban el Congreso y el Ejército, la opinión pública y los medios de comunicación. Tenía poder suficiente para emprender una audaz reforma de la economía que recuperara el imperio de la ley y de la justicia sobre millones de hectáreas de tierras usurpadas; para adelantar un proceso profundo de verdad y de reparación sobre el rastro ominoso de las violencias de las últimas décadas.

Pudo haber modernizado nuestra infraestructura vial y productiva, pudo adelantar una verdadera política de empleo, pudo haber iniciado un proceso que hiciera de Colombia una sociedad más cohesionada en lo económico, más solidaria, más reconciliada en lo político y en lo cultural. Pudo haber hecho brillar a Colombia como líder con posiciones de avanzada en los procesos de integración continental
.

Prefirió utilizar los dos períodos presidenciales que le dieron los colombianos para perpetuar muchos de los defectos de nuestra historia: entender la seguridad como un asunto exclusivamente militar, enfrentar la pobreza con un mero plan de asistencia pública y de subsidios. Y si bien termina su segundo gobierno rodeado de la gratitud de muchos ciudadanos, de un vago sentimiento de respaldo general, también se ve rodeado por la marea de unos escándalos que seguirán creciendo y empañando en gran
medida sus logros como presidente.

Ofreciendo a la sociedad algunos avances en seguridad y en cobertura de los servicios de salud y educación, Uribe dejó intocado el tema del más escandaloso robo de tierras de nuestra historia, dejó sin resolver el duelo de millones de víctimas de las violencias, permitió que persistieran las grietas del Estado en materia de derechos humanos y no hizo nada por corregir el semillero de violencias de nuestra economía excluyente, la inequidad en la distribución del ingreso, nuestra exasperante demora para incorporarnos a la modernidad.

Cuando oigo decir que según las encuestas el candidato Antanas Mockus iguala o aventaja al candidato Juan Manuel Santos en la carrera electoral, me asombra el modo como el fenómeno del Partido Verde está expresando una nueva realidad de la sociedad colombiana. Mientras la candidatura de Santos no sólo cuenta con el respaldo del Gobierno, del que se declara continuador, sino con el apoyo de la clase política tradicional y emergente de Colombia, Mockus simboliza la opinión conmovedoramente libre de un país que busca otro porvenir, y la entrada en la vida política de una nueva generación de colombianos.

Esos votos de Mockus, que posiblemente serán más de la mitad a la hora decisoria de las urnas, se abren camino en un país donde abundan toda clase de prácticas de presión y de manipulación de los electores; son la expresión admirable del voto a conciencia, del voto no manipulado. El avance del Partido Verde representa, como en muy pocos momentos de la historia política del país, la irrupción decisiva del voto de opinión frente a una deprimente tradición de voto manejado y cautivo.

Un triunfo de Mockus significará, entre otras cosas, la derrota del clientelismo, el comienzo de la pérdida del poder de los caciques electorales, el triunfo de la persuasión sobre la manipulación, de lo nuevo sobre lo viejo, de la libertad sobre la participación condicionada, y también un triunfo de las ideas sobre los subsidios, del entusiasmo sobre la costumbre, de la conciencia sobre la obediencia.

No nos garantiza la posibilidad de un gran gobierno, porque muchos grandes poderes se le oponen, pero su primer valor será devolverle a una sociedad paralizada la conciencia de sus propias posibilidades, una idea, hoy perdida, del poder de la ciudadanía.

Sé que a una parte del viejo electorado la mueve el sincero deseo de respaldar al gobierno actual y a su política, y creo que buena parte de los votos del candidato Santos son votos del presidente Uribe, cuyos índices de aprobación siguen siendo altos a pesar del desgaste de los dos períodos, y a pesar de la marea de escándalos en que termina involucrado su gobierno. Pero mucha gente que está satisfecha de haber sido gobernada por él, no quiere sin embargo que ese estilo de gobierno se prolongue.
Mucha gente agradecida por lo que el Gobierno ha hecho, tiene pocas esperanzas de que esos logros exclusivamente militares, que devoran el presupuesto de la nación, sean en verdad duraderos.

El candidato que gane va a encontrar un país mucho más difícil de gobernar. Han pasado muchas cosas en estos ocho años, hay poderes locales que la gente prefiere no nombrar y que han llegado a donde están por vías realmente sombrías. Ni Mockus ni Santos parecen la clase de personas que aprueban cualquier cosa, pero Mockus es menos capaz que otros de cohonestar por ambición con las malas prácticas en el manejo de los asuntos públicos.
Mockus no ha sido ministro de todos los sucesivos y contrarios presidentes de la República en las últimas décadas.

En la Colombia de hoy no basta votar, no basta ganar, no basta administrar. Cambiar la historia, hacer surgir la justicia sobre un horizonte de arbitrariedad, hacer surgir la confianza sobre un horizonte de miedo y de violencia, hacer surgir la inteligencia sobre un horizonte de intimidación y de corrupción, exige respaldo ciudadano, exige tener claros principios, exige firmeza, exige lucidez, exige decisiones ambiciosas e históricas.

• William Ospina

¿Le llegará la hora a la justicia?. Germán D Hernández


Cuando se habla de justicia, democracia, exclusión y otros asuntos que involucran equilibrio social, Colombia está bien lejos de ser una nación avanzada.
Yo me siento orgulloso de mi país. Pero tengo claro que es una sociedad débil, porque le falta actuar con mayor equidad.
Natalia Springer
En una de las asambleas de la ANDI, en Cartagena, Natalia Springer, egresada de Los Andes, sicóloga especialista en estudios avanzados de paz, máster en derechos humanos y derecho humanitario y doctora en justicia transicional y consultora en el área de Justicia Transicional y Resolución de Conflictos, acompañó a un conferencista que estaba de panelista en ese mismo recinto, cuando él hombre nos dijo que América Latina era el continente más inequitativo del mundo.

¿Podríamos mejor eso?
¿Estamos dispuestos a apoyar a los pobres?
¿Estamos listos para ser más nobles?

El egoísmo nos mata.
Yo vi los programas a los que se refiere Germán Danilo.
Veo también la labor que está realizando el “Pirry”, que sin ser comunicador comunica más que nosotros. Y, de verdad, uno queda con el corazón arrugado
, como lo acaba de comentar un amigo… hay mucha injusticia… Sin desconocer, obviamente, que hay jueces y magistrados que realizan una bonita labor.

LuisEmilioRadaC

Pd:
[periodistasdelcaribe] ¿LE LLEGARÁ LA HORA A LA JUSTICIA?‏
De: periodistasdelcaribe@yahoogroups.com en nombre de RAIMUNDO ALVARADO OSORIO (raimundoalvarado@hotmail.com)
Enviado: martes, 18 de mayo de 2010 10:58:54 a.m.
Para:

Tengo una percepción de los operadores judiciales diferente a la que describe Germán Danilo porque, a mi juicio, él no pondera adecuadamente una realidad también vigente de jueces, fiscales y policías que hacen de tripas corazón y con medios escasísimos para cumplir con su deber. Pero en todo caso el tema de la impunidad judicial amerita toda la atención. Como dice Rocha, lo cual comparto, vivimos en una sociedad permisiva con los criminales atroces.
Recomiendo la lectura de la columna publicada hoy en El Universal.

De paso, felicitaciones a Germán Danilo por su libro de cuentos que será lanzado por estos días en Cartagena y en Bogotá.
Raimundo

Germán Danilo Hernández

¿Le llegará la hora a la Justicia?
GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

Lun, 05/17/2010 - 20:28 — maguilera

El programa Séptimo Día, de Caracol Televisión, dirigido por el periodista Manuel Teodoro, dedicó tres emisiones a sorprendentes casos de impunidad, en una loable intención de exponer las múltiples falencias de la justicia colombiana.

A pesar del estupor que generan los casos, son insignificantes ante los vicios de nuestro sistema judicial, y lo más grave es que son pocas las posibilidades de que éste sea sometido a reestructuración profunda.

La impunidad de crímenes graves contra mujeres y niños es sólo un apéndice de las grietas enormes de la justicia colombiana, permeada por intereses de todo orden y puesta al servicio de estructuras de poder legítimas e ilegítimas.

En nuestro país no existe una lógica de justicia ideal, soportada estrictamente en derecho, sino unos métodos que dependen de los intereses en juego, o de los recursos que represente una decisión.
La justicia no solo libera a criminales descubiertos o confesos, sino que condena a inocentes de manera deliberada; se hace la ciega frente a algunos delitos, se vuelve tortuga para investigar otros, pero también “vuela” para condenar selectivamente y dar señales de poder o de escarmiento, cuando se siente perturbada.
Los jueces y fiscales son como los sacerdotes: muchos actúan con fe y con los mejores deseos de hacer el bien y servir a la comunidad, pero otros cubren con la sotana a verdaderos demonios, capaces de cometer delitos execrables y seguir rezando como si nada.

Séptimo día mostró, entre otros casos, el del ciudadano italiano que reposa cómodamente en un hospital mental la muerte de un joven cartagenero, y hay muchos otros episodios en los que las familias de las víctimas son adicionalmente agredidas con los beneficios concedidos a los victimarios.


Si en los casos de sangre la situación es deprimente, en otras áreas que involucran la política y la economía, la situación es aberrante. Las posibilidades de la justicia para proteger a delincuentes que saquean al erario o se apoderan de otros recursos del Estado, son muchas. A mayor cercanía con el poder, mayores posibilidades de inmunidad.

El sistema judicial no sólo es permisivo e inoperante por falencias logísticas o por corrupción de algunos. Los analistas como Claudia López sostienen que está capturado por lo más nefasto del poder político, con lo que no sólo se garantiza impunidad selectiva, sino que los procesos judiciales se convierten en armas para intimidar o acabar con enemigos o contradictores.

El país suele involucrarse en procesos de transformación y en ocasiones castiga electoralmente a quienes traicionan la confianza colectiva, pero prácticamente está amarrado para propiciar cambios profundos al sistema judicial, que suele sentirse intocable y escuda con el manto de “majestad” todas sus indelicadezas.

En la campaña presidencial escasean las propuestas relacionadas con la transformación integral de la justicia, probablemente porque se considera como un universo impenetrable.
¿Qué tan lejos estaremos de que se renueve desde adentro?

Coletilla: El centro comercial Caribe Plaza está en su derecho de impedir concentraciones políticas en sus instalaciones, pero se les fue la mano el sábado persiguiendo y expulsando a todo el que vistiera de verde. ¿Paranoia?
germandanilo@hotmail.com