viernes, 11 de septiembre de 2009

Meira Delmar con Martha Guarín

La verdadera poesía debe estar tocada de humanidad

Por Martha Guarín

Su nombre, que es poesía, se encontró con esa palabra mayor después de ver el mar. Y fue la muralla, esa que no impide ver ni el más lejano de los amores, la que la arrastró a esa mágica orilla de las letras, a lo profundo, a lo íntimo, a lo fugaz y a la vez de lo que jamás se olvida: la poesía, que es el amor mismo, que llena y da vida.

A Meira Delmar la invade la emoción recordando cómo ese mar que comulgaba con Cartagena la conmovió. Su voz, que también es poesía, dice que en ese momento era una adolescente y que en un cuaderno escolar de rayas, con lápiz, como hasta hace poco lo hacía, escribió dos poesías, y que fueron las primeras que prácticamente mostró a otros.

Al escucharla no queda más que pensar que ese encuentro con lo bucólico se volvió un ritmo cotidiano, su alma gemela. Y en esa búsqueda y anhelo de expresar sus sentimientos halló, sin proponérselo, la profundidad. En su libro editado por Uninorte —‘Meira Delmar, prosa y poesía’— están algunos de sus discursos, y le digo que ella hace de todas sus frases y conversaciones una poesía. Ella sonríe como si tuviera enfrente al amor cuando le leo estas líneas de su autoría: “Yo no he hecho más que escribir unos versos, lo que vale tanto como decir: he cortado unas rosas”.

En esta tarde de febrero, nuestra dama de la poesía, la que es Miembro Correspondiente de la Academia de la Lengua, la que su nombre anhelan muchas otras bibliotecas, está recibiendo, complacida, el anuncio de que ha sido creado el Premio Nacional de Poesía con su nombre, por iniciativa de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer y la Universidad Eafit. Dice también, en la intimidad de la sala de música de su casa: “Este es un honor que yo agradezco, es la primera vez que yo recuerdo que mi nombre encabeza un premio. Yo no tendré nada que ver con el fallo, pero los organizadores esperan que yo esté en la Feria del Libro de Bogotá. Pienso, si Dios lo permite, que así será”.

Cuando usted recibió el Premio Nacional de Poesía de la Universidad de Antioquia dijo: “Con el corazón colmado de silencio palpitante, ruego a todos los aquí presentes aceptar mis manos abiertas, y con ellas mi entrañable amistad”.

¿Qué piensa usted de los premios?, ¿hay que concursar?, ¿en cuántos participó usted?

Nunca mandé nada a concursar, y el verdadero motivo es porque yo siempre he estado como muy aislada, como muy sola, nunca me ha gustado pertenecer a grupos. Creo que poetas, hombres y mujeres, tienen siempre instintivamente motivos para creer en su propia obra, y que todo buen poeta sabe si lo que está haciendo es algo válido. Pero no deja de sorprenderme que cosas absolutamente tontas las escriban personas con alguna cultura y preparación. Los premios llenan de júbilo, pero pueden generar un falso orgullo o falsa seguridad. Si se premia algo mediocre le están haciendo mal a la persona. Por eso, cuando me vienen a pedir concepto, con el dolor de mi alma digo la verdad porque yo no sé mentir. No sé si fue porque en mi casa, desde que yo era chiquita, abolieron la mentira y nos enseñaron que mentir era algo gravísimo. Entonces, nunca puedo decir una mentira, ¡qué pecado!

¿Cuál es su consejo para quienes escriben poesía?
Les digo que se acerquen a alguien de su amistad sincera y muestren sus trabajos. Pero, además, que sea una persona entendida en materia literaria. Es que cuando uno se acerca a un verdadero amigo, uno espera que le diga la verdad, y esa persona le dirá si hay materia prima en esos ensayos.

La primera persona que vio sus poemas fue su hermana Alicia. Pero también se los envió a la gran poeta uruguaya Juana de Ibarbourou.

Así es, yo no recuerdo quién me dio la dirección, y yo le envié una cartica muy tímida, y no voy a negar, quien recibe una respuesta de una cumbre como ‘Juana de América’, como la llaman, es un honor. Mantuvimos correspondencia y fuimos amigas por largo rato. El comentario inicial de ella fue el siguiente: “Acuérdese siempre de esta profecía: si no se deja copar por las cosas de la vida, si le es fiel a la poesía, será usted uno de los grandes valores líricos de su patria y de América”. Y claro, yo me sentí coronada.

A su juicio, ¿la poesía se construye con imaginación, con sentimiento, con conocimiento?

Yo diría que la poesía, la que verdaderamente merece ese nombre, siempre debe estar tocada de humanidad. El que escribe poesía, y aunque no lo quiera, o trate de evitarlo, siempre tendrá el reflejo de quien es. La poesía es el reflejo de quien escribe.

¿Qué opina de la poesía erótica?

Bueno, es sumamente peligrosa, porque si no tiene capacidad de decirlo con delicadeza y finura puede caer fácilmente en lo pornográfico. A mí me disgusta cuando encuentro poesía escrita por mujeres que creen escribir de manera audaz y caen en la nota pornográfica. Toda poesía debe tener buen gusto, ese es un ingrediente esencial.

¿Cómo hace y cómo hizo Meira para escribirle al amor, si ya el amor no está?

Yo creo que cuando el amor no llegó es cuando más se le escribe.

Por ejemplo, como ese poema suyo que tituló ‘Alba de olvido’.

No fue fácil enamorarme para mí, porque yo veía en el colegio a compañeras de 13, 14 años y todas tenían novio, y yo no. Pero llegó el momento en que conocí a una persona, y no me vas a preguntar el nombre porque sabes que no lo voy a decir, y no lo voy a decir porque él se casó, tuvo una familia muy hermosa, tuvo muchos hijos, y yo de ninguna manera puedo decir su nombre. Me quiso. Yo sé que me quiso. Eso lo sabe, pero no vivía en Barranquilla. Así que nos conocimos, ya él estaba de novio para casarse. De inmediato, cuando supe que él estaba de novio, fui su amiga, el poco tiempo que él estuvo acá. Se fue y seguimos escribiéndonos un tiempo, y él realizó su vida y para mí fue el único gran amor.

Imagino que tuvo muchos pretendientes.

Después tuve simpatías, pero el amor, amor, fue ese. Y tuve, como toda muchacha, varios pretendientes, de esos que la familia le dice a uno: “A ti que te encanta viajar, ese fulano te llevaría por el mundo entero”. Pero yo respondía: no me voy a casar sin querer. Pero tal vez, gracias a la poesía, aquello no me amargó la vida, nunca tuve amargura por no haberme casado.

¿La poesía llenó el breve y el gran espacio que se necesita en la vida con respecto al amor?

Así es. Yo veo que hay quienes se casan no porque estén enamoradas, sino porque encuentran buenas personas, y a lo mejor hacen bien, porque no van a tener soledad en su vida. Pero gracias a Dios tengo una familia, tengo mis sobrinos que me quieren, no como una tía sino como si fuera una mamá. Entonces no me he sentido sola, abandonada, y tengo a mis amigos, que son verdaderas joyas y excepciones en cuanto a la amistad.

¿Qué le faltó para alcanzar el amor?

Audacia. Eran otros tiempos, uno no daba el primer paso. Si me hubiera lanzado, mi vida fuera distinta.

Por eso ese poema suyo que dice: “Tú me crees de piedra y soy arcilla blanda; modélame a tu antojo, escóndeme en tu alma”.

Sí, pero no me arrepiento.*

Tomado de El Heraldo de Barranquilla - Marzo 19 de 2009 - Edición 24.675

Portafolio: Un vaso medio lleno


Las encuestas de Gallup Poll, siempre nos ponen a pensar...
Lo que escribió hoy el editorialista de Portafolio, se los presento inmediatamente, si no lo habían leído...

Luis Emilio Rada C.

Pd:

Un vaso medio lleno

Publicado el 11-09-09

Llamativos, por decir lo menos, fueron los resultados del más reciente Gallup Poll, la encuesta periódica que desde hace década y media mide el clima de la opinión en las cuatro ciudades más grandes del país. Aunque la mayoría de los analistas se centraron en los temas políticos por cuenta de la reelección y los índices de favorabilidad de diversos candidatos, tal vez lo más llamativo del sondeo fue la mejor percepción sobre el avance de asuntos relacionados con la economía. Ese no es un cambio menor, pues es conocido que la psicología de los consumidores tiene un peso inmenso sobre la marcha de la demanda y las decisiones de inversión. Dicho de otra manera, pasar de considerar que el vaso está medio vacío, a verlo medio lleno, hace toda la diferencia en momentos de crisis como los actuales.

Eso no significa, sin embargo, que el pesimismo esté derrotado. De hecho, 43 por ciento de los interrogados por Gallup piensa que las cosas en Colombia están empeorando, dos puntos porcentuales más que en la medición de julio. Pero la causa de ese deterioro está asociada ante todo a lo sucedido con las relaciones internacionales del país. Tanto el acuerdo sobre el uso de bases colombianas por parte de militares de Estados Unidos, como el enfriamiento con Venezuela, han convencido al público de que las urgencias vienen de afuera. Debido a ello, la proporción de quienes creen que el principal problema del país tiene que ver con la economía pasó de 57 a 42 por ciento. En cambio, la sensación de que las cosas en el frente externo se han deteriorado saltó del 31 al 56 por ciento.

Ese dato, por supuesto, está asociado a la coyuntura y sin duda fue influenciado por lo ocurrido en la cumbre presidencial de Unasur, que tuvo lugar en Bariloche (Argentina), hace unos días. En cambio, el hecho de que el pesimismo sobre la situación económica haya disminuido de 63 por ciento en mayo a 57 en diciembre, no parece estar relacionado con ningún evento puntual. Si bien es cierto que el talante general de los encuestados sigue siendo mayoritariamente pesimista, la diferencia entre calificaciones negativas y positivas es ahora de 30 puntos porcentuales, 10 menos que hace cuatro meses. Probablemente eso no sería llamativo, de no ser porque otros sondeos, como el que hace Fedesarrollo entre consumidores e industriales, muestra que desde mediados del año la percepción en estas materias es más benigna que al comenzar el 2009.

Incluso en temas en los que normalmente la nota que recibe el país tiene color rojo, la brecha es menor que hace seis meses. Por ejemplo, si a la hora de calificar lo hecho para controlar el costo de vida, la diferencia entre quienes veían las cosas empeorando y mejorando ascendía a 68 puntos, ahora bajó a 48 puntos. Y en lo referente al desempleo, cuestión en la que objetivamente ha habido un deterioro de acuerdo con las cifras del Dane, el saldo negativo se redujo de 73 puntos en julio a 59 en septiembre. Por otra parte, calificaciones netas que ya eran positivas, como las de asistencia a niñez y vejez, calidad y cubrimiento de salud y educación, construcción de vivienda popular, apoyo al campo y al agro, calidad de los servicios públicos y transporte en carreteras, no hicieron más que mejorar.

¿Quiere decir lo anterior que, tal como ha sucedido en otras latitudes, también en Colombia empiezan a aparecer los retoños verdes? Es imposible decirlo por ahora. El rezago en la publicación de las cifras oficiales hace que exista un desfase importante entre la realidad y el veredicto de las estadísticas, como lo comprueba el que los datos de crecimiento correspondientes al segundo trimestre del 2009 apenas se van a conocer el próximo miércoles 23.

No obstante, algunos elementos permiten afirmar que el ambiente está mejorando. El aumento en la demanda de energía en agosto, la disminución de la tasa de interés DTF a su mínimo histórico o la reactivación de la demanda de crédito, permiten abrigar algunas esperanzas sobre el comportamiento del sector productivo en el presente semestre. Ahora sólo falta esperar que la imagen más positiva que muestran las encuestas se convierta en realidades que confirmen que, para la economía colombiana, lo peor de esta crisis quedó definitivamente atrás.

La crisis americana sigue preocupando a los trabajadores

Ricardo Rocha es un periodista reconocido en Colombia.

Ha trabajado en los mejores periódicos locales en Barranquilla y en estos momentos se encuentra en Estados Unidos.

Con Ricardo, nos hemos gozado las Asambleas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo en Estados Unidos.

A veces se pierde, en su corresponsalía del RADAR ECONOMICO, en radio, pero ayer escribió inquieto, por lo que está ocurriendo en estos momentos en el suelo norteamericano.

Inquietud que tenemos todos los que, de una u otra manera, estamos atentos a lo que está ocurriendo a nivel mundial.

El viernes, por el noticiero, conversamos con Germán Duque, otro de nuestros amigos que se conecta con nosotros para contar a dos manos la historia económica global, para que los barranquilleros, atlanticenses, colombianos y latinoamericanos se enteren de lo que está sucediendo en esta coyuntura económica y nos informaba que, aunque se está hablando de una desempleo de 9.7% en Estados Unidos, hay estados que deben soportar una desocupación de hasta el 15%.

Y un desempleo del 15, en dólares, es muy grande…

Ahora con estos medios nuevos: internet, redes de periodistas, blogs, cámaras rápidas y otros más, llegaron a nuestras vidas, la comunicación y el periodismo se hacen con más facilidad. Llegan a más personas, a más ciudadanos.

Varias veces lo he comentado: esta es nuestra era.

Por eso celebro que Ricardo Rocha nos envíe esta nota, que queremos resaltar.

Luis Emilio Rada C

Director

...

Ricardo Rocha, analizando la crisis norteamericana:

Pd:

Estados Unidos, septiembre 10 de 2009.

Por Ricardo Rocha

Los expertos aun no acaban de ponerse de acuerdo con el paso que debe seguir en el proceso tendiente a la recuperación de la economía en Estados Unidos y en Europa Occidental. Se mencionan las dos áreas porque, según cuentan algunas fuentes, India y China están creciendo.

Esta última estaría en el vecindario del 6% lo cual es una proeza, dadas las condiciones del entorno internacional, pero pudiera darse el caso de que un mercado como el chino pueda realizar la proeza.

La India también goza, más o menos, de las mismas condiciones chinas con la ventaja de que su apertura total la hace más atractiva a quienes buscan hacer negocios.

En cuanto al caso de los Estados Unidos nos enfrentamos a una situación en la que aun no se sabe si estamos o no fuera de la lazada. Las cifras indican que hay una mejoría en las condiciones financieras, pero aun conservamos excesivas debilidades en sectores críticos del circuito económico.

Hay alto desempleo que sigue acentuándose, especialmente en zonas golpeadas por la crisis inmobiliaria. Eso abarca extensas regiones del país en donde los trabajadores ven como se agotan las fuentes de empleo. Con ello viene también la pobreza que trae la incapacidad de proveer para la subsistencia.

Con un desempleo cercano al 10% las condiciones son cada vez menos claras, a pesar de los esfuerzos que hace el gobierno por traer confianza a los mercados. En el sector financiero esos esfuerzos han dado resultados parciales pero el conjunto de la actividad económica sigue siendo afectada por la falta de claridad sobre lo que habrá de ocurrir con los valores "asegurados" con las hipotecas chatarras que dieron origen a la crisis.

Los bancos que tienen esos "valores" no han sido lo suficientemente abiertos para contar que es lo que sus contabilidades ocultan o cuentan. Porque todos tienen miedo de que una información de esta naturaleza pudiera ponerlos en peligro.

Pero los valores apoyados por las hipotecas que no sirven alguien tendrá que absorberlos, pero la pregunta es, ¿quien es ese alguien?

Los bancos que tienen los papeles no hablan claro porque creen que al final del camino si el gobierno quiere hacer una limpieza del campo debe haber alguna manera de ayuda oficial para deshacerse de los mismos.

Ellos saben que tienen que escribir como pérdidas las sumas representadas por tales hipotecas pero están “cañando”, yo diría extorsionando, al gobierno para que este una vez mas venga en ayuda de los millonarios que hicieron miles de millones en la época de la borrachera financiera, cuando en los cafres del distrito financiero de New York City, Londres, Zurich, Bonn o Paris, botellas de champagna de US$800 corrían en las mesas de las cenas de esos ejecutivos con mas facilidad que canarios en una plantación de arroz.

Los otros elementos de este cuento son los relacionados con las reformas del mercado.

Lerc: así se expresa Ricardo Rocha…

Sobre este punto Alan Greenspan, quien por más doce años fue director de la Reserva Federal se muestra adverso a regulaciones mas incisivas con el argumento de que "si el mercado no puede reconocer las burbujas, mucho menos podrán hacerlo los reguladores".

Ese es un buen punto, pero también es cierto que dejar las cosas tal como han venido hasta ahora. Tampoco es una opción inteligente; sobre todo, después de ver lo ocurrido en los últimos dos años.

Pero los mercados pueden ser objeto de desbalances y una vez que estos se presentan los participantes en el mismo salen a liquidar sus posiciones, y ya sabemos que sucede cuando estas cosas pasan.

Pero para los americanos, lo acuciante en este momento es la cuestión del empleo. Y el gobierno ha sido realista al invitar a los trabajadores a regresar a la escuela para entrenarse para el próximo ciclo laboral. La razón es que se prevé con algún grado de certidumbre, que cuando el mercado laboral mejore muchos de los empleos de 2007 y 2008 ya no estarán allí, porque habrán sido victima de innovaciones tecnológicas como suele suceder, después de recesiones profundas y prolongadas.

Por eso algunos economistas hablan de que esta recesión será en forma de L; es decir, caída vertical y arrastre horizontal en el tiempo por un largo rato.

El gobierno y sus fuerzas políticas en el Congreso están ocupados ahora con el proyecto de la reforma del sistema de atención sanitaria. Es muy probable que una vez que este haya sido definido, la administración regresara a revisitar el tema de la reforma financiera que se ha ido dando poco a poco pero aun le faltan puntos esenciales.

Pero en el entretanto los trabajadores americanos están pagando por una crisis que no provocaron. Hay algunas voces que están pidiendo el regreso de las factorías que se fueron a China y a otros puntos de mano de obra barata.

Dudo que ese empleo fabril que se fue, regrese.

Y en el evento que lo haga nos hallaríamos con la situación que hoy enfrentan los americanos ingenieros de computadores a quienes les están ofreciendo trabajar por el mismo salario que le pagan a los ingenieros que traen de la India, una tercera parte del sueldo que normalmente solía pagarse en el mercado nacional para la especialidad.