Aprieta Trump…
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Trump acelera el proceso de deportación de inmigrantes
El Gobierno de Estados Unidos
estableció este martes las nuevas directrices para realizar deportaciones de
inmigrantes indocumentados en el país, entre ellas acelerar el proceso legal,
dar más capacidad a los agentes y eliminar las exenciones aplicadas previamente
por la administración de Barack Obama.
El Departamento de Seguridad Interna (DHS)
contratará más de 15.000 oficiales para detener y deportar inmigrantes
indocumentados y buscará ampliar un programa que autorizará a policías a actuar
como oficiales de migración en la ofensiva ordenada por el presidente Donald
Trump.
Las directrices, firmadas por el secretario
de Seguridad Nacional, John Kelly, indican que no solo se perseguirá a los
inmigrantes indocumentados con cargos criminales violentos, sino también
aquellos que hayan “abusado” de los beneficios públicos o que, “a juicio de un
agente de inmigración, puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y
seguridad nacional”.
En dos memorandos internos, fechados el
lunes y divulgados hoy en el sitio web oficial del Departamento, el secretario
de Seguridad, determinó que aún inmigrantes sin antecedentes criminales podrán
ser objeto de deportación inmediata.
En dos memorandos firmados dirigidos a los
titulares de las tres agencias migratorias bajo su autoridad, John Kelly,
delineó la manera como la dependencia implementará la orden ejecutiva que Trump
firmó el pasado 22 de enero.
No obstante, el documento añadió que,
"con extremadamente pocas excepciones limitadas, el DHS no eximirá ninguna
clase o categoría para remoción de extranjeros de la potencial aplicación de la
ley".
"Todos aquéllos en violación de las
leyes de migración pueden ser sujetos a procedimientos de aplicación de la
norma, incluyendo la remoción de Estados Unidos", apunta el documento.
Según las directrices, quedan exentos los jóvenes
indocumentados (“dreamers” o “soñadores”) que llegaron al país cuando eran
menores de edad. En el documento del Departamento de Seguridad Nacional se
especifica que estos jóvenes indocumentados “no” se verán afectados por las
nueves órdenes de la agencia federal.
Los memorandos darán más autoridades a las
agencias federales y sus oficiales federales más poder para detener y deportar
de manera más agresiva a inmigrantes indocumentados dentro del país y a lo
largo de las fronteras de Estados Unidos.
Para ello Kelly amplió la lista de
inmigrantes indocumentados cuya detención y deportación será prioritaria bajo
la orden de Trump, yendo más allá de los criminales indocumentados.
Esta lista incluirá ahora a cualquier
inmigrante indocumentado acusado de cualquier delito que no haya sido resuelto;
aquellos que haya cometido actos que constituyen un delito que puede ser
encauzado penalmente, quienes hayan cometido fraude contra el gobierno federal,
o hayan abusado programas federales de asistencia pública.
Kelly también determinó la contratación de
5.000 nuevos empleados para la guardia fronteriza (CBP) y de 10.000 empleados
para la agencia de control de migración (ICE).
Estos memorandos internos son el primer
paso para la aplicación de la promesa de campaña de Trump de expulsar del país
a los inmigrantes en situación irregular —unos 11 millones en total, la mayoría
mexicanos— independientemente de que hayan o no cometido crímenes violentos en
su país de origen o en territorio estadounidense.
Por el momento el gobierno de Trump no
parece dispuesto a modificar el programa "Acción Diferida para los
Llegados en la Infancia" (DACA, en inglés), que protege de la deportación
a jóvenes inmigrantes indocumentados que fueron traídos a Estados Unidos por
sus padres cuando eran niños, y al que también prometió poner fin durante su
campaña.
El pasado 23 de enero, el portavoz de la
Casa Blanca, Sean Spicer, había dicho que la prioridad del gobierno eran
inmigrantes con antecedentes criminales.
"Personas que pueden hacer daño o han
hecho daño y tienen antecedentes criminales son el centro de la atención",
dijo Spicer, para quien "en la actualidad la prioridad está en las
personas que han hecho daño a nuestro país".
El Programa de Acción Diferida (DACA),
impulsado por el Gobierno de Barack Obama en el 2012, ha permitido frenar la
deportación de al menos 750.000 “soñadores”.