Ella resaltó que Argentina tiene un pronóstico favorable en lo que resta de 2017. No lo mismo ocurrirá con 2018.
También analizaron que el dólar puede recuperar terreno, pero no subirá mucho...
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
La economía global, una oportunidad para el país
El rasgo distintivo de este ciclo es que el crecimiento abarca a todas las regiones del mundo y aquellos temas que le importan a Argentina tienen pronóstico favorableLas condiciones económicas globales serán favorables para Argentina en lo que resta de 2017 y durante 2018 aunque no tendrán la magnitud de las registradas en otros años. La habilidad de un Gobierno consiste en reducir todo lo posible los costos internos de los ciclos globales negativos y aprovechar al máximo las ventajas de los ciclos favorables. Los datos que más influyen en la economía nacional son los siguientes:
- El crecimiento global se consolida. El Fondo
Monetario Internacional presentó el 10 de octubre sus Perspectivas Económicas
Mundiales en las que corrigió al alza sus pronósticos de crecimiento
global y los llevó a 3,6% este año y 3,7% el próximo mientras que en 2016 la suba fue de
3,2%. Es, además, un crecimiento sincronizado y sin crisis relevantes
lo cual es importante para países como Argentina que no tienen
influencia en el devenir económico mundial. También se está recuperando
el comercio internacional y Argentina tiene por delante el desafío de
aprovechar esa circunstancia porque sus exportaciones están estancadas
mientras que la de los países emergentes crecieron 4,6% en el primer
semestre de este año.
- El dólar puede recuperar terreno pero no subirá mucho.
El dólar se devaluó más del 6% durante este año. Su retroceso había
sido mayor pero en septiembre empezó a recuperar algo del terreno
perdido porque se espera que la Reserva Federal suba las tasas en
diciembre. Un dólar relativamente débil es una buena noticia para
países como Argentina porque, entre otras cosas, implica que los precios
de las materias primas se mantendrán en buenos niveles. El dólar no
sólo perdió valor contra otras monedas fuertes sino también, en mayor o
menor medida, con relación a las de los países emergentes. Y si bien
la moneda estadounidense puede fortalecerse en los próximos meses no lo
hará de manera significativa porque la estrategia económica de Trump
apunta a fortalecer al sector manufacturero y a mejorar el desempeño del
sector externo para lo cual necesita un tipo de cambio competitivo. Y
el mercado no suele apostar contra la Casa Blanca.
- Las tasas de interés seguirán siendo bajas. Los
bancos centrales van rumbo a políticas monetarias más restrictivas pero
las condiciones financieras seguirán siendo favorables porque se viene
de una etapa con estrategias muy expansivas. La suba de la tasa de los
bonos del Tesoro de Estados Unidos, un dato clave para los países que
colocan deuda tuvo una suba moderada en los últimos meses pero inferior a
la que se esperaba luego del triunfo de Trump. Por lo tanto seguirá
habiendo capitales disponibles y a tasas bajas para los mercados
emergentes que Argentina aprovechó hasta ahora y lo podrá seguir
haciendo. Por lo tanto los emergentes no deben temer a una crisis
originada en Washington como ocurrió en las oportunidades en las cuales
la Reserva Federal subió bruscamente las tasas de interés.
- Los precios de las commodities se mantendrán en buenos niveles.
Las cotizaciones de las materias primas que conforman la base
exportadora argentina se mantendrán en buenos niveles. Un dólar más
débil y una demanda sostenida por los países asiáticos que tendrán las
mayores tasas de crecimiento aseguran un piso para los precios. Sólo
una mayor producción global podría deprimir levemente las cotizaciones.
- Brasil se recuperará. El principal socio comercial de Argentina dejó atrás una dura recesión y en 2017 volverá a crecer aunque a tasas moderadas. Pero ya en 2018, el PIB crecerá entre 2,5% y 3% con lo cual las exportaciones argentinas tendrán un impulso.
- Además de Brasil, el resto de los países emergentes tuvieron un buen arranque del año aprovechando las condiciones globales que les resultan favorables. Y eso se expresó en una mejora de los niveles de actividad, aumento de las exportaciones, fortalecimiento de sus monedas, subas de sus mercados bursátiles y de los bonos.