lunes, 18 de abril de 2022

Emisión 10006 abril 18 2022

 



Temas en la Mira del RadaR:

  • Aunque el gobierno colombiano vendió la idea de que la medida de los Días sin IVA dinamiza la economía del país, los economistas de BBVA, consideran que los beneficios son transitorios y afectan el recaudo tributario. Les tenemos detalles.
  • Actividad económica en Colombia creció 8.1% en febrero de este año y la ubica como una de las economías más fuertes de América Latina. Datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE.
  • Deuda privada afectará la economía global, dice el Fondo Monetario Internacional, en el marco de las Reuniones de Primavera. También tenemos información del organismo sobre la inflación de América Latina, que es la más alta de los últimos quince años. La pandemia y el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, son las principales causas.

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Colombia en tiempos del gol de Freddy Rincón

Se fue Freddy, pero su nombre, su estilo, sus goles quedaron en la memoria de los colombianos y de muchos ciudadanos del mundo.

El Freddy es como si fuera de la familia.

Bacano recordarlo… 

Vamos a leer esta nota que publicó nuestro colega y amigo Ronald Rangel y que registraremos con gusto en este RadaR de hoy.

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Colombia en tiempos del gol de Freddy Rincón  

Freddy Rincón le acaba de empatar a los alemanes. Es el año 1990 estadio Giuseppe Meazza Milán, Italia. 

El gol que Freddy Rincón marcó a los alemanes en el Mundial de Italia en 1990 tiene mucho más significado del que muchos se alcanzan a imaginar. Colombia nunca volvió a ser la misma desde aquel día.

Un vecino, que nació en el año 1998 y hoy tiene 23 años, quizás no lo entienda. A él y a otros que vieron la luz en una Colombia más parecida a la actual, nunca les resultará fácil comprender la realidad que vivimos los de otras generaciones, que aquel 19 de junio de 1990 salimos disparados de la felicidad de nuestros asientos, gritamos hasta enronquecer, nos abrazamos unos a otros, nos enmaicenamos y después como locos nos volcamos a las calles con banderas, pitos y estropicios que no eran propios de un martes normal.

La música de Colombia Caribe (Francisco Zumaqué) o Fiesta (Grupo Raíces) retumbaba en todas las emisoras y equipos de sonido, esponjando un orgullo patrio desbordado, que por un día nos hizo creer que de verdad podíamos lograr metas grandes en la vida.

Ni los porrazos de hierro que Pambelé le dio a Alfonso ‘Peppermint’ Frazer el 28 de octubre de 1972 en el gimnasio Nuevo Panamá (primer título mundial de boxeo para Colombia), ni la precisión con la que Helmut Bellingrodt le disparó a los jabalíes en la lejana ciudad alemana de Munich durante la olimpiada de ese mismo año (primera medalla olímpica para Colombia), ni siquiera las etapas gloriosas que a mediados de los 80 ganaron Lucho Herrera y Fabio Parra en las cimas europeas (Herrera ganó la Vuelta a España en 1987), lograron tal grado de euforia nacional.

COLOMBIA Y SU VIEJA HISTORIA DE ARICA

Durante más de tres décadas vivimos con el recuerdo borroso en blanco y negro de la hazaña que en Arica (Chile) logró un puñado de jugadores casi amateurs al empatar con la poderosa selección soviética, después de ir perdiendo 0-4, incluido gol olímpico del barranquillero Marcos Coll (único que se ha marcado en toda la historia de los mundiales de fútbol de la Fifa).

Durante todo ese tiempo no nos quedó más que convertirnos en hinchas de Brasil. De hecho, mi generación nació y creció viendo las maravillas cariocas en los gramados del mundo. En el Mundial de España (1982), lloramos por la inesperada derrota ante Italia del equipo de ensueño armado por Telé Santana con Junior, Zico, Sócrates, Falcao, Toninho Cerezo, Eder y compañía.

Las selecciones nacionales de fútbol de los 70 y 80 nadie las recordaba ni un poquito y aunque fuimos testigos de cómo una generación espontánea de futbolistas encabezada por Carlos Alberto Valderrama se levantaba en las canchas colombianas, la posibilidad de ir a un Mundial era realmente remota en una región donde los cupos estaban casi asegurados (Brasil, Argentina) y el otro se lo disputaban Uruguay, el Perú de Cubillas, Uribe y La Rosa con Paraguay y Chile.

Por eso el gol de Freddy Rincón a Godo Ilgner en el estadio de San Siro en Milán aquella tarde de martes y la posterior euforia desaforada, no fue más que un grito apretado en la garganta a lo largo de tantos años de desalientos.

COLOMBIA EN SU CAMINO AL MUNDIAL DESPUÉS DE 28 AÑOS

Colombia había logrado una clasificación agónica con un gol del difunto Albeiro ‘El Palomo’ Usuriaga en el Metropolitano, el 15 de octubre del año anterior (1989), en la repesca contra Israel. Luego, allá en Tel Aviv, el empate sin goles nos llevó al Mundial casi tres décadas después de la gesta de Arica.

Albeiro El Palomo Usuriaga y Pacho Maturana. El mágico y desenfrenado junto al técnico.

Ya con eso, aquella generación había cumplido. El tercer puesto en la Copa América de 1987 en Argentina y esa clasificación al Mundial de Italia 1990, eran bastante premio para un país en el que las balas asesinas del narco terrorismo zumbaban en los oídos cada día en nuestras ciudades.

El Pibe, Higuita, Andrés Escobar, Leonel Álvarez, Luis Carlos Perea, Arnoldo Iguarán y Freddy Rincón, entre otros, fueron la esperanza de una nación calcinada por la desesperanza, donde generaciones enteras crecimos con pavor a creer que podíamos lograrlo, donde los modelos internacionales se imponían y donde, al parecer, el narcotráfico rampante, era el único camino para hacerse notar en la sociedad.

En aquellos años, las eliminatorias al Mundial se jugaban seguido. Es decir, durante un par de meses se concentraban los equipos para jugar todos los partidos, tanto de ida como de vuelta y Maturana había dado el osado paso de llevar al equipo a Barranquilla para jugar sus partidos como local.

El resto es la historia que todos conocen. Colombia fue a Italia, el primer partido lo ganó con goles de Redín y el Pibe a Emiratos Árabes, después perdió con Yugoslavia y llegó el 18 de junio de 1990, el partido contra la todopoderosa Alemania que, si hoy es de los equipos más fuertes del mundo, en aquel entonces lo era también. Había sido subcampeón en los dos Mundiales anteriores.

Valderrama era el ícono del fútbol colombiano en aquellos años

Colombia, de camiseta roja, se plantó bien ante los teutones. Maturana tomó sus recaudos y el equipo le respondió, hasta que faltando dos minutos para el pitazo final y cuando todo el mundo estaba satisfecho con el 0-0, Pierre ‘El Pitty’ Libartsky toma una pelota increíble, la lleva por todo el borde del área colombiana, nadie lo cierra, nadie le hace falta, y define ante un Higuita que nada pudo hacer.

Ya todo estaba sentenciado. Colombia eliminada en primera ronda, como muchos habían pronosticado, siempre pensando en chiquitico.

Pero en el terreno de juego estaban ellos. Corrían dos minutos de adición, cuando Leonel corta una pelota en su propio terreno y la imagen posterior del Bendito conduciendo, dándosela al maestro Valderrama, en pared con Freddy, quien le picó por la banda derecha al espacio vacío. Pase mágico del Pibe de pierna izquierda y el Coloso de Buenaventura queda solo frente a Ilgner.

Hoy recuerdo la escena casi en cámara lenta. Rincón era un volante llegador, de buena zancada y que difícilmente fallaba una oportunidad como esa. La mete por entre las piernas del arquero alemán, en un pase poético al fondo de las piolas. Sin violencia alguna, casi que con ternura, sin tener en cuenta que estaba en el Giuseppe Meazza ante los alemanes, frente a 80 mil espectadores en el estadio y cientos de millones de miradas en el mundo entero.

Quizás se sentía en su Buenaventura natal. Jugando a pies descalzos, con una pelota destartalada en algún potrero de cancha improvisada, metiendo el gol en un arco hecho de dos maderos pesqueros, con sus amigos de infancia soñando con hacerlo algún día en un Mundial bajo los reflectores del planeta.

EL DESPUNTE DE COLOMBIA EN EL DEPORTE

Desde ese momento Colombia no volvió a ser la misma en materia deportiva. Muchos de esos mismos que alinearon los cuatros partidos que la Selección jugó en Italia, fueron protagonistas cuatro años después en el Mundial de Estados Unidos, cuando el equipo no había clasificado por un repechaje, sino que se paseó las eliminatorias con el lujo del 5-0 en Buenos Aires.

Ya la gente empezó no solo a soñar, sino a exigir. Pelé llegó a decir que aquel equipo iba a ser el campeón del mundo y el final, la historia lo contó con dolor.

Hoy, tantos años después, nosotros, los de antes, ya no somos los mismos. Cuantas críticas porque Catherine Ibargüen no pudo romper un récord mundial de salto triple o porque Mariana Pajón perdió la de oro en Tokio o porque nuestros equipos de fútbol no son capaces de ganarle a los argentinos o brasileros (antes todo partido contra ellos eran goleadas épicas de cinco goles en adelante).

Ya tenemos un campeón del Tour de Francia, un ganador de varios premios de Fórmula Uno, varias medallas de oro, plata y bronce en las olimpiadas, jugadores de fútbol que han estado en el Real Madrid, Juventus, Chelsea y hasta el Liverpool.

Todo eso nos parece lo normal y por eso las nuevas generaciones no pueden dimensionar bien el dolor de la muerte de Freddy Rincón, quien hizo un gol para un empate en fase de grupos de un Mundial. Así de simple. Tampoco es para tanto, dirían esos colombianos de las generaciones presentes y futuras cuando escuchen la narración de un tal Édgar Perea, gritando a pulmón partido el gol eterno. “Porque Dios es colombiano, por eso pasan estas cosas, porque Dios es colombiano”.

NITRÓGENO-FÓSFORO-POTASIO. Por Ricardo Plata Cepeda

Nitrógeno-fósforo-potasio, en esta nota de Ricardo Plata Cepeda, que también desmiente a Petro, quien dice unas vainas…

Eso son los asesores que lo ponen a decir barbaridades. Y él se deja…

 

Leamos a Ricardo y aprendamos algo…

 

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NITRÓGENO-FÓSFORO-POTASIO

Por Ricardo Plata Cepeda

Para la producción de fertilizantes compuestos Colombia tiene que importar la totalidad de los insumos, cuyo precio se triplicó desde el año pasado debido a la reactivación económica global por la postpandemia, que hizo saltar en pedazos cadenas logísticas de suministro que se habían detenido cuando el mundo dejó de comprar.  

El suelo fértil necesita para los cultivos dosis complementarias de nitrógeno, fósforo y potasio. En Colombia no tenemos ninguno de los tres. Al mezclarlos se les conoce genéricamente como fertilizantes NPK, letras tomadas de los símbolos de esos elementos en la tabla periódica. 

Cada producto lleva como referencia comercial los porcentajes que la mezcla tiene de cada uno de ellos, en ese orden.

Por ejemplo, el Triple 15 tiene un 15% de cada uno, el 13-26-6 tiene 13% de nitrógeno, 26% de fósforo y 6% de potasio.

Hay dos tipos de procesos para conseguir esas proporciones: Uno, el de la mezcla física de la base de cada uno de ellos: Urea, Super fosfato y Cloruro de Potasio, y, dos, el de la mezcla química, procesados para que cada gránulo tenga los componentes exactos de acuerdo con la formulación predeterminada. El ácido nítrico reacciona con la roca fosfórica más amoniaco para producir el nitrato de amonio y después añadir la potasa y completar los NPK. Estos los producen en Colombia Monómeros, en Barranquilla, y Yara Colombia, antes Carbocol, en Cartagena, subsidiaria de Yara Internacional, empresa noruega de fertilizantes, la más grande del mundo.

Para la producción de fertilizantes compuestos Colombia tiene que importar la totalidad de los insumos, cuyo precio se triplicó desde el año pasado debido a la reactivación económica global por la postpandemia, que hizo saltar en pedazos cadenas logísticas de suministro que se habían detenido cuando el mundo dejó de comprar.

El nitrógeno viene en forma de amoníaco, producido en Trinidad a partir de gas natural; el fósforo, en forma de roca fosfórica se importa de Marruecos; y el potasio como cloruro de potasio de Alemania, Canadá o Estados Unidos. Poco venía de la zona de conflicto, pero éste contribuyó a que los precios subieran algo más en todo el mundo. 

No es cierto entonces lo que el señor Gustavo Petro dijo en un debate televisado: Que los precios de los NPK se habían triplicado en Colombia dizque porque este gobierno se había robado la empresa Monómeros y entonces había que importar los NPK de la zona del “conflicto en Europa Oriental”.

Colombia no importaba NPK de allá antes del conflicto ni lo hace ahora. Monómeros sigue produciendo los mismos NPK de siempre y las mismas 320 mil toneladas anuales. Los precios de Monómeros se han triplicado lo mismo que los de Yara en Cartagena, que produce una cantidad similar, porque los insumos o materias primas se triplicaron en todas partes desde antes de la guerra expansionista anacrónica de Vladimir Putin, para llamarla por su nombre.

Nos quedamos en Barranquilla, sí, esperando desde 1967 montar una planta de Amoníaco y Urea, pero ningún gobierno pudo o quiso garantizar el suministro de gas que la hiciera viable. Con los yacimientos de gas off-shore y sobre todo con los de gas de esquisto, extraíbles con fracking, tendremos una nueva oportunidad sobre la tierra…

Nota luctuosa.- Falleció Carlos Bell Lemus, gran persona, gran profesional, gran barranquillero. Paz en su tumba y fortaleza a su familia.

rsilver2@aolcom