lunes, 26 de febrero de 2018

TALLER de CRÓNICA con Alberto Salcedo Ramos



TALLER de CRÓNICA.
Se pueden imaginar ese espectáculo.

Y no es con cualquier escritor.
Es con Alberto Salcedo Ramos, quien ha demostrado un talento colombiano que se exportó y ha gustado a nivel internacional.

Sé de sus miedos cuando le tocaba enfrentarse al público, pero yo sabía que los podía superar, y se lo dije en algunos pasajes en Barranquilla.

Del Alberto de un encuentro en San Andrés con otros colegas, nada queda... Se nos volvió un grande y todos estamos complacidos con eso.

No se pierdan este taller.

¡Éxitos amigo...!
Bien merecido que lo tienes.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1


Tremenda oportunidad para quienes les encanta la palabra, la escritura y el periodismo.

La literatura... Los sueños que sentimos muchos para que este mundo sea cada vez  más grato.

Con Alberto pueden soñar y aprender...

 RADAR

Universidad de la Costa ofrece nuevo Doctorado en Tecnologías de la Información y la Comunicación

Una opción para muchos que quieren avanzar en esta sociedad local, nacional e internacional.
Éxitos.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

Universidad de la Costa ofrece nuevo Doctorado en Tecnologías de la Información y la Comunicación
La Universidad de la Costa recibió registro calificado de parte del M.E.N para ofertar dicho programa doctoral
 
Mediante resolución No. 02098 del 13 de febrero de 2018, el Ministerio de Educación Nacional otorgó a la Universidad de la Costa, el registro calificado para ofertar el doctorado en Tecnologías de la Información y la Comunicación.
El doctorado en TICS busca formar doctores con las herramientas necesarias para la formulación del liderazgo y la ejecución de proyectos de investigación, aplicando los saberes propios de las Ciencias Computacionales y las tecnologías que fundamentan las telecomunicaciones, la automatización y los sistemas de control, en la solución de problemas reales del contexto, fundamentados en la generación de nuevo conocimiento e integrando los aportes de diferentes comunidades científicas, multidisciplinares.
 
Este programa doctoral promueve: El análisis, comprensión e interpretación de situaciones propias del ámbito de su formación; la utilización y generación de técnicas, teorías, prácticas y herramientas científicas para solucionar problemas de ingeniería propios de su ámbito disciplinar y como apoyo a otras disciplinas; y la aplicación y generación de conocimiento para la solución de problemas que desde las ciencias y la ingeniería incidan en el contexto.
 
El campo de trabajo del egresado será:
 
·         Director e investigador en proyectos de desarrollo científico y tecnológico.
 
·         Asesor o consultor de entidades y organismos nacionales o internacionales.

·         Docente e investigador a nivel Universitario o investigador calificado en las áreas de énfasis del programa y afines, tanto en la gestión como en el desarrollo de proyectos de generación, innovación, transferencia y apropiación de tecnología.

El Doctorado en TICS tiene un total de 96 créditos, para un tiempo estimado de 8 semestres. 

Complementa la oferta de programas de Posgrados que la Universidad de la Costa oferta actualmente, en la que encontramos 44 especializaciones y 10 maestrías y 3 doctorados lo que dan cuenta del progreso de la Institución.

Mayores informes:
 
Ing. Emiro De la Hoz Franco, PhD, Director del Departamento de Ciencias de la Computación y Electrónica. E-mail: edelahoz@cuc.edu.co. Celular: 3016490785

Una larga impunidad Por Antonio Caballero

Al senador Álvaro Uribe, nada le pasa, a pesar de tantas acusaciones...

Esta columna de Antonio Caballero en Semana, nos enseña que el expresidente tiene mucha gente que lo cuida.
Y eso está demostrado.
Son muchos los colombianos que se la juegan por él.
Es un amor profundo que sienten por el personaje.

La historia nos entregará el final de esta película. 
Mientras tanto, leamos a Caballero...

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

Una larga impunidad

| 2018/02

Todos los presidentes de Colombia han tenido, como es natural, enemigos políticos, desde Simón Bolívar hasta hoy. Y sin embargo a ninguno lo han acusado sus enemigos de tan numerosos y tan variados desafueros como a Álvaro Uribe

Las dos últimas acusaciones que le han caído al senador y expresidente Álvaro Uribe le han resbalado al parecer sin dejar mancha, como todas las anteriores. 

Esta vez fueron la de violador de mujeres subalternas y la de promotor de falsos testigos: la primera, insinuada por una de sus víctimas y repetida por varias publicaciones del país y del extranjero; la segunda, consignada en un fallo de la Corte Suprema de Justicia.  

A la primera contestó Uribe rehuyendo las preguntas de los periodistas, y sacando luego un trino electrónico en el que decía que siempre había sido “decente con las mujeres” y que omitía “comentar sobre el burdo ataque político”. Es decir, se negó a contestar, como suele, tal vez para no autoincriminarse. A la segunda tampoco contestó: se limitó a repetir su habitual cantinela sobre el inveterado “ánimo persecutorio” que tienen los jueces contra su persona.

Sobre una y otra sus calanchines del Centro Democrático sacaron sendos comunicados diciendo que, como siempre, se trata de calumnias de sus enemigos políticos.
 
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Pero es curioso. Todos los presidentes de Colombia han tenido, como es natural, enemigos políticos, desde Simón Bolívar hasta hoy. Y sin embargo a ninguno lo han acusado sus enemigos de tan numerosos y tan variados desafueros como a Álvaro Uribe. De violación sexual, de invención de testigos falsos, de desaparición de archivos, de falso testimonio, de calumnia e injuria, de cohecho para obtener votos parlamentarios, de colusión con paramilitares, de fundación de bloques paramilitares, de protección a estos y de colaboración en sus masacres de campesinos cuando era gobernador de Antioquia, y de favorecimiento cuando era presidente, de colaboración con narcotraficantes cuando, como director de Aerocivil, les daba licencias de vuelo y de pistas de aterrizaje, e incluso de homicidio en el caso de su antiguo compinche y luego contradictor Pedro Juan Moreno. Sin hablar de su responsabilidad en crímenes de Estado tan atroces como los miles de asesinatos llamados “falsos positivos” cometidos durante su gobierno y con su complacencia sardónica: “No estarían recogiendo café”, comentó cínicamente cuando salieron a la luz los primeros casos de Soacha, para justificar que los hubieran matado aunque no fueran guerrilleros en combate.
 
Algunas de esas acusaciones han sido probadas, y los cómplices de Uribe en tales casos han sido condenados: nunca habían ido a la cárcel tantos ministros, viceministros, secretarios de la Presidencia, jefes del DAS, jefes de la Casa Militar, altos comisionados y demás funcionarios de un gobierno. Lo cual, por extraño que parezca, no despertó ninguna sorpresa en el propio Uribe, que los conocía bien. Por eso, a los parlamentarios de su bancada no vaciló en recomendarles sonriente que votaran por sus proyectos antes de que los jueces se los llevaran presos. Otras han quedado en el aire y siguen a la espera de que se adelanten las investigaciones correspondientes, o han caído en el limbo del encarpetamiento en el despacho de un magistrado, o se han ahogado en la Comisión de Acusaciones del Congreso.
 
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Y ningún presidente ha tenido tampoco a tantos allegados y parientes que hayan sido investigados, o acusados, o condenados, o que anden prófugos de la justicia. Su padre, sospechoso de compartir helicópteros y negocios con los mafiosos del narcotráfico. Su hermano Santiago, investigado por la conformación de una banda de asesinos. Sus hijos, socios de un negociante en chatarra acusado de lavado de activos. Su cuñada, viuda de su hermano Jaime, y su sobrina, condenadas en los Estados Unidos por tráfico de drogas. Su primo Mario, condenado por nexos con el paramilitarismo. Sus sucesores designados, Andrés Felipe Arias y Óscar Iván Zuluaga, condenado el uno por peculado y celebración indebida de contratos y el otro investigado por espionaje ilegal. Sus amigos… Pero ¿tiene amigos el senador y expresidente Uribe?
Dicen que el difunto Pedro Juan Moreno era su amigo. En resumen: el caso es que al senador y expresidente Uribe lo han acusado de todo, pero no le pasa nada. Ahí sigue prosperando. Como observó una vez el maestro Darío Echandía, a quien llamaban la conciencia jurídica de la República, “en Colombia no hay nada más respetable que una larga impunidad”.