lunes, 27 de mayo de 2013

Cámara de Comercio. Samuel Tcherassi, se refiere al Editorial de El Heraldo


 
Tal como lo anuncié.
Efectivamente, aquí les tenemos la comunicaicón que Samuel Tcherassi, presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Barranquilla, le envió a El Heraldo, dirigida a Óscar Montes, editor del periódico.

RADAR,luisemilioradaconrado
Pd: Le hice un comentario a Tcherassi y le envié un material que está en Blog
Barranquilla 27 de mayo de 2013

Señor
Óscar Montes
Editor
El Heraldo
L.C.

Apreciado Señor
Me complace saludarlo en esta oportunidad, para manifestarle que comparto el espíritu conciliador de su editorial en el periódico El Heraldo del día de hoy, titulado Hora de un acuerdo razonable.

Tal como lo expuse a los medios de comunicación en el almuerzo, encuentro realizado en el hotel El Prado el pasado 20 de mayo, desde el inicio de este proceso he promovido sin eco, el acercamiento entre las partes interesadas con el fin de aclarar la situación y llegar a acuerdos que beneficien a la ciudad y determinen de manera justa la dirección de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Barranquilla.

Coherente con mi propuesta expresada también en dicho encuentro en el que invité a establecer gestiones que promuevan el progreso de Barranquilla, quiero ratificarle mi interés en asistir a espacios que generen, como bien lo dice usted, un acuerdo razonable que a la menor brevedad redima el nombre d ela ciudad que queremos.

Cordialmete,

Samuel Tcherassi Solano
Presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Barranquilla

 
RADAR. Esperemos que ese tropiezo, quede en el olvido.

¿Será eso posible?
Estaremos atentos.

RADAR,luisemilioradaconrado
Pd: la respuesta de S Tcherassi
 
Gracias Luis estamos en contacto.

Samuel Tcherassi
Celular/Whatsapp: +57 317 640 7467
Twitter: @sdtcherassi
Skype: samueltcherassi
Skype Number: +1 305 600 2057

Cámara de Comercio. Hora de un acuerdo razonable, por El Heraldo




El editorialista de El Heraldo metió nuevamente mano, a ver si logra la paz en la Cámara de Comercio de Barranquilla.
Finalizando el día, recibí la respuesta del presidente de la entidad, Samuel Tcherassi.
Primero el editorial y en la próxima, lo que piensa el empresario.

RADAR,luisemilioradaconrado
Editorial El Heraldo. Mayo 26-2013

Hora de un acuerdo razonable

Fatal para la imagen de la ciudad ha sido esta larga y vergonzosa pugna por el control directivo de la Cámara de Comercio de los últimos diez meses. A la campaña de desprestigio a que venía siendo sometida la institución desde hace unos años, se agregó esta feroz disputa que fue llevada a los medios de comunicación como una grotesca obra de teatro, con consecuencias letales para la Cámara y para todo el empresariado de la ciudad.
La insensata pelea llegó también a los estrados judiciales y parece que continuará porque la dinámica de la disputa está animada por la decisión de las partes de establecer quiénes son los vencedores y quiénes los vencidos.
Pero la que ha perdido en esta querella enceguecida es la Cámara de Comercio que tardará muchos años en restablecer el respeto de que gozó por décadas enteras, sobre todo en el periodo más floreciente de Barranquilla.
Con frecuencia la desconcertada inquietud de la opinión pública viaja alrededor de la pregunta válida de qué tanto se pelean en la Cámara de Comercio, si se tiene en cuenta que es una entidad con un presupuesto anual de unos 20 mil millones de pesos, que es apenas el equivalente al de cualquiera de las tantas dependencias de la Alcaldía. De modo que la rebatiña por la Cámara no proviene especialmente de sus recursos sino tal vez de lo que representa como institución, dado el peso que ha tenido en la historia de la ciudad en términos de intervención en varias de sus múltiples actividades. Y es evidente que en torno a la Junta Directiva de la entidad se han activado sectores que aspiran a una representación, a un reconocimiento, a una vocería.
El problema es que la lucha electoral por los cargos directivos, en las últimas elecciones del 5 de julio de 2012, tuvo el ingrediente alterador de un montón de empresas de papel que les garantizaron a unos candidatos obtener una representación. Y ahí empezó el zafarrancho.
Tutelas han ido y venido desde entonces, así como resoluciones de la Superintendencia de Industria y Comercio y de Sociedades anulando las elecciones y suspendiendo las empresas de papel. Puede que, como se ha argumentado por parte del último juez que tuteló a favor de un sector en pugna, esas empresas pudiesen tener una justificación legal - cosa sobre la cual hay que arrojar total claridad jurídica y para eso están los jueces-, pero aquí el asunto es también de orden ético en la medida que emplear empresas sin existencia real sólo con fines electorales no puede validarse como algo legítimo. Sería tanto como admitir la compra de votos en los procesos electorales previstos por el sistema democrático.
 
A estas alturas, y sin desmedro de los procesos que están en manos de la Justicia, creemos que debería considerarse la conveniencia de una especie de armisticio en la Cámara de Comercio para buscarle una salida a la crisis, pues es evidente que la ciudad y todo su sector empresarial y comercial terminarán pagando los platos rotos de esta confrontación despiadada que se ha desatado.
Creemos que una alternativa podría ser que renuncien todos los elegidos el 5 de julio y se convoquen nuevas elecciones, para lo cual, previamente, debe haber una revisión del censo de comerciantes que ofrezca garantías a todas las partes. Tendría, en consecuencia, que haber un cese total de la refriega, propiciando un clima que haga posible el retorno de la estabilidad a la Cámara.

El desgaste para la entidad y para la ciudad ha sido muy grande. Es hora de un acuerdo razonable donde no haya ni vencedores ni vencidos. Y ello en bien de Barranquilla, cuya suerte está en juego y es lo único que nos debe importar a todos. Es nuestra invitación.

Alberto Salcedo Ramos se va para Madrid... y se despide de sus lectores

 
Alberto Salcedo Ramos... un buen viaje llave.
RADAR,luisemilioradaconrado
Pd: Albert se despide, pero volverá
En pocas horas viajaré a Madrid a vivir uno de los momentos más importantes de mi vida profesional. 
Quiero darles las gracias a mis editores: sin su mano tendida jamás me habría hecho oír. Gracias a mis amigos de siempre, los que estuvieron ahí desde el principio. Gracias a los que llegaron después. Gracias a mi familia, en especial a mis hijos, que se han comido muchas verdes a lo largo del viaje. Gracias a mis personajes, a todos mis personajes, por haberme tenido paciencia, por haberme abierto las puertas. Sin su generosidad, mi maleta estaría vacía. Gracias al periodismo por todo lo me ha dado. Gracias a mis colegas cronistas que me han ayudado a multiplicar este grito. Gracias a mis lectores. Gracias a todas aquellas personas que me han querido y soportado (no soy un tipo fácil).
 
Gracias a aquellos que no me conocen y, sin embargo, me buscan con cierto cariño a través de lo que escribo. A ellos podría dedicarles esta frase de William Saroyan a un desconocido: "nunca fuiste un extraño aunque yo no tuviera la menor idea de quién eres".
 
Gracias a todos. Sencillamente, gracias.

DESPIDEN a Locutores que no manejan adecuadamente el lenguaje

Lunes 27 de Mayo de 2013 

Despiden a dos locutores de Tropicana Stereo por manejo inadecuado del lenguaje 

Despiden a dos locutores de Tropicana Stereo por manejo inadecuado del lenguaje
(Foto: Suministrada/ VANGUARDIA LIBERAL)

Así lo informó, en un comunicado de prensa, el personero de Bucaramanga, Augusto Rueda González.
Según el Ministerio Público, “dos periodistas despedidos y uno sancionado de la emisora Tropicana Stereo de Caracol Radio, es la decisión tomada por las directivas del medio de comunicación, tras las múltiples quejas presentadas por la comunidad a través del Personería de Bucaramanga, debido al manejo del léxico en su espacio radial, el cual fue calificado como vulgar”.
A su turno, la editora general de Vanguardia Liberal, Diana Giraldo, quien denunció en su columna el descontente de la comunidad, aplaudió la decisión. Leer la columna.  
El Personero de Bucaramanga aseguró que “en repetidas ocasiones denunció que los locutores de la emisora Tropicana Estéreo eran vulgares en el manejo del idioma, razón por la cual se reunió con las directivas del medio de comunicación, para que se tomaran las medidas pertinentes”.
En la comunicación de la Personería de Bucaramanga se aclara que “frente a la situación que se mantuvo igual aun después de los múltiples llamados de atención, y de que el Gerente 

Regional de caracol reconociera el error que se venía cometiendo por parte de la emisora, el Personero informó que al Concejo de Bucaramanga, había sido entregada una petición para realizar un cabildo abierto, soportado con la firma de 8.000 jóvenes, quienes protestan por la forma en que la emisora continúa trasmitiendo”.

Rueda González aseguró que Caracol Radio le informó la salida de los conductores de “Tropicana y el cambio de formato, que estará orientado esencialmente en formar nuevos ciudadanos, aprovechando al máximo el medio de comunicación y el gran número de oyentes de la emisora”.

La Apuesta por el Asia-Pacífico, por Amylkar Acosta Medina

El economista costeño Amylkar Acosta nos regala su pensamiento en torno a la Alianza Pacífica, que ahora liderará Colombia.
Son cuatro países (México, Perú, Chile y Colombia) que representan el 50% del comercio de la región, un PIB de 3,048.238 billones de dólares el 35% del PIB de América Latina y poseen 215 millones de habitantes.
215 millones de habitantes… Para mí es una tremenda apuesta…
Acosta, nos comenta cómo ve el asunto.

RADAR,luisemilioradaconrado


LA APUESTA POR EL ASIA – PACÍFICO

LUCES Y SOMBRAS

Con el cuento de la lechera, Esopo nos enseñó a girar sobre el futuro cuando ni el presente está seguro. A. A

Amylkar D. Acosta Medina
Miembro de Número de la ACCE 
Bogotá, mayo 25 de 2013
www.amylkaracosta.net

LA APUESTA POR EL ASIA – PACÍFICO
La VII Cumbre de la Alianza del Pacífico que integran Colombia, México, Perú y Chile que acaba de concluir ha despertado una gran expectativa, pues promete convertirse en el bloque comercial más auspicioso de cuantos se han forjado en la región. De entrada los presidentes Santos, Humala, Peña Nieto y Piñera acordaron desmontar en un breve plazo todas las barreras arancelarias; por lo pronto, a partir del 30 de junio el 50% del universo arancelario de estos países estaría exento. En palabras del Presidente Santos al término de la Cumbre, “el 90% de las partidas arancelarias tendrá arancel cero”[1][1], mientras que para el 10% restante, dentro del cual están algunos productos agropecuarios de una gran sensibilidad, se contempla una desgravación gradual y progresiva.
Queda por delante una tarea propia de verdaderos orfebres, encomendada a varios grupos de trabajo, para definir aspectos atinentes a normas de origen, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, facilidades migratorias, el transporte intermodal, y la cooperación aduanera, entre otros. Aspectos estos todos, además de complejos, álgidos y no hay que perder de vista que el diablo está en los detalles.
Esta Alianza tiene dos particularidades que la hacen muy peculiar: en primer término su ambición va mucho más allá de lo meramente comercial y propende por la libre movilidad intraregional tanto de capitales, bienes y servicios como de las personas. De hecho se dispuso prescindir del visado para los residentes en los países que hacen parte de la Alianza y la creación de una Visa especial Alianza del Pacífico para los visitantes de terceros países, para que estos puedan desplazarse libremente dentro del área. La otra característica es que esta Alianza se inscribe dentro de la modalidad del regionalismo abierto, de tal manera que otros países distintos a los fundantes de la misma pueden acceder a la misma, como lo acaba de hacer Costa Rica. 
 
De consolidarse este bloque económico adquiriría un gran peso específico en la región, pues sumados estos cuatro países representan el 50% del comercio de la región, cuyas exportaciones e importaciones en el 2012 fueron del orden de los US $556.000 millones y US $551.000 millones, respectivamente. Su PIB agregado equivale al 3.5% del PIB mundial, a la par con el PIB de Brasil, considerada como la octava economía del mundo. Además, acapara el 26% de la totalidad de los flujos de inversión extranjera directa (IED) a América Latina y el Caribe. Y de contera, representa un mercado muy atractivo habida consideración de que su población supera los 208 millones de habitantes, con un ingreso per cápita nada despreciable del orden de los US $13.600 en términos de paridad cambiaria. Por sus proyecciones superaría el alcance y la fuerza de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y de MERCOSUR, de los cuales hace parte también Colombia y en la práctica significa un contrapeso para los mismos.

El Presidente Santos ha magnificado la importancia de este paso que están dando estos cuatro países aliados al ponderar la Alianza del Pacífico “como el más importante que ha tenido América Latina en su historia”[2][2]. La Presidenta de PROEXPORT María Claudia Lacouture se precipitó a anunciar que “esta estrategia está permitiendo actuar como bloque, tanto para la promoción de las exportaciones como para la atracción de inversiones extranjeras directas en cada uno de los países”[3][3]. El Presidente Santos va más lejos cuando afirma que ya, sin arrancar todavía dicha Alianza, sus beneficios “se están empezando a ver en un mayor desarrollo para nuestra propia región Pacífica y para el país en general y en mayor empleo y empleo de calidad para todos los colombianos[4][4].  Nos parece que se está ensillando sin traer las bestias; como lo afirma el Director de Portafolio Ricardo Ávila, “todavía es temprano para decir que se han concretado las posibilidades de un esquema que promete mucho, pero al que todavía le faltan varios hervores[5][5]. Lo demás, son puros espejismos.
Son varios los obstáculos a salvar antes de que, como lo afirmó el Presidente Santos, esta Alianza se constituya “en el nuevo motor económico y de desarrollo de América Latina”[6][6]. Si bien es cierto los cuatro países que integran esta Alianza tienen muchos aspectos en común, poseen otros que los hacen muy heterogeneos, empezando por el hecho que cada uno de ellos tiene su propio TLC bilateral con los EEUU y sus estipulaciones les resta capacidad de maniobra. De tales tratados se deriva una intrincada y compleja maraña de obligaciones, compensaciones, salvaguardas y exclusiones que, en un momento dado se pueden convertir en un nudo gordiano dificil de desatar. Empezando porque, como lo advirtió en su momento la ex ministra Cecilia López, de acuerdo con la Cláusula de la Nación más favorecida, “cualquier concesión que el país le haga a otros en términos de comercio, automáticamente tendrá que aplicarla a estados Unidos, así ese tema se haya manejado de otras maneras en el TLC con ese país[7][7]. Esta Clásula, que data desde el Siglo, entraña serios riesgos que aún no han sido dimensionadas.  Como dicen en Norte de Santander, al lado del enfermo como el alentado!

EXCESO DE VOLUNTARISMO
El Gobierno colombiano ve en la Alianza del Pacífico una especie de trampolín para acceder a los mercados de la Cuenca del Pacífico, al considerar que este “será el siglo del Pacífico y de América Latina, porque el Asia – Pacífico es el nuevo polo de desarrollo del mundo y América Latina quiere ser socia en ese desarrollo. Para lograrlo, creamos esta Alianza del Pacífico…Nuestro puerto de destino es el de construir un área de integración profunda que nos permita insertarnos con más éxito, con más fortaleza en la economía global y en particular en la región del Asia Pacífico[8][8]. En concepto del Ministro de Comercio, Industria y Turismo Sergio Diaz – Granados, “la Alianza del Pacífico es un eje fundamental de la estrategia de internacionalización de Colombia y de insersión en la región Asia Pacífico, que fomentará la diversificación de mercados para reducir la vulnerabilidad frente a crisis económicas internacionales…A través de la Alianza del Pacífico, Colombia puede acelerar su proceso de integración al Asia y avanzar en procesos de negociación en bloque, con países que como México, Chile y Perú, ya cuentan  con fuertes vínculos comerciales con esa región[9][9].
Sí, todo ello es muy loable y nos parecen plausibles todos los esfuerzos que se hagan por estar allí, se trataría de aprovechar las sinergias que resultarían de una alianza estratégica como la que se plantea y por esta vía insertarse en la Cuenca del Pacífico, máxime que, como lo manifiesta el Ministro Diaz – Granados, ello “ya ha generado un interés grande en el continente asiático y en otros países que buscan alianzas con nosotros”[10][10]. Es claro como el agua que este interés no se traslució en la reciente Cumbre, pues brillaron por su ausencia los países del continente asiático; ningún jefe de Estado de este hizo acto de presencia, ni siquiera como observadores, como en cambio sí lo hicieron el Primer Ministro de Canadá Stephen Harper y el Presidente del Gobierno español Mariano Rajoy. Como dice el adagio popular, afana más el velón que el dueño de la olla.
Es de anotar que Colombia  es el único de los miembros de esta Alianza que no cuenta con TLC vigente con países del Asia Pacífico; de modo que mientras los demás tienen ya un largo camino recorrido, Colombia apenas está en la grilla de partida y ello hace la diferencia. Y, de acuerdo con el cronograma del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MCIT), se aspira a tener un TLC con Corea en 2014, con el Japón en 2016 y con China hacia el 2019 (¡!). Además, México, Perú y Chile tienen a su favor que todos ellos hacen parte del Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico (APEC), el club de cooperación más importante del área, el mismo al que Colombia viene pidiendo pista desde 1995 infructuosamente. Y, como es apenas lógico, al no estar integrada al APEC tampoco es  parte negociadora del Transpacific Partnership Agreement (TPP), que es como una especie de TLC regional, lo cual resulta desventajoso para Colombia.
De lo anterior se sigue que, como lo señala acertadamente el analista Ricardo Duarte, “por esta vía Colombia tampoco tendría nada qué ganar de forma temprana para su sector privado con la Alianza Pacífico”[11][11]. En las declaraciones del Presidente Santos, así como del Ministro Diaz – Granados se denota un exceso de optimismo, pues como lo afirma Duarte, “decir que en el corto plazo la alianza Pacífico integrará a Colombia de manmera real con el Asia Pacífico es simplemente un gran deseo con ribete académico. El éxito inicial para Colombia con la Alianza del Pacífico estará en promoverla y aprovecharla en nuestro relacionamiento con nuestros socios comerciales y de inversiones tradicionales del eje del Atlántico”[12][12]. No se puede seguir pensando con el deseo que colinchándose con México, Perú y Chile a través de la AP Colombia tendrá expedito el camino para ingresar por la puerta ancha a la Cuenca del Pacífico. Ello es más dificil que soplar y hacer botellas; por ello, no nos podemos hacer falsas ilusiones.
 
¿QUÉ GANA COLOMBIA?
Ya que estamos hablando de la Alianza del Pacífico es bueno escarmenar la linea de base de la cual parte la implementación de lo acordado en la VII Cumbre de Cali. Hoy por hoy los principales productos de exportación de los países que hacen parte de dicha Alianza son productos primarios (minerales e hidrocarburos) y los países asiáticos, especialmente china, absorben gran parte de esa oferta, pero este comercio no requiere de acuerdos ni de tratados. Y en cuanto al intercambio comercial entre los socios de la Alianza, si excluimos las exportaciones tradicionales (petróleo y sus derivados, carbón, ferroniquel y café), Colombia acusa un déficit comercial con todos ellos.
Si nos atenemos a las cifras del 2012 , al tiempo que exportó a México, Perú y Chile US $4.553 millones, Colombia importó desde ellos US $7.891 millones, es decir que el saldo en contra de Colombia fue del orden de los US $3.338 millones. Y no estamos tan seguros que con la eliminación de los aranceles se logre revertir esta tendencia a favor de la Balanza comercial de Colombia. El caso más patético es el de México, país este desde el cual se importó el año pasado la suma de US $6.159 millones y sólo le facturamos US $835 millones; es decir, que el saldo a favor de los manitos fue de US $5,324 millones (¡!). Después de China (déficit comercial US $4.322 millones), México es la segunda economía con la cual Colombia tiene el mayor déficit comercial y ello es muy diciente de lo que puede deparnos esta apertura hacia la AP.
Son varios los gremios que han expresado su preocupación sobre el impacto desfavorable que puede significar para ellos los acuerdos alcanzados en la VII Cumbre de la Alianza. Dicho sea de paso, el Congreso de la República, al igual que ocurrió con la ratificación en volandas del TLC con EEUU en vísperas de la libidinosa Cumbre de Las Américas, también esta vez, en la antesala de la Cumbre, aprobó en tiempo record la Ley express “aprobatoria del Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico”, con lo cual le firmaron un cheque en blanco al Gobierno Santos. Ante los reparos de algunas voces discordantes en el Congreso, el Presidente Santos les salió al paso con la afirmación que “no estamos entregando absolutamente nada adicional de lo que ya hemos negociado con otros países. Nada. Todo lo que se está negociando es algo que ya tenemos con Estados Unidos o con Europa (Sic!). De manera que aquí no hay un incremento en la ´vulnerabilidad´  de nuestra producción”[13][13] .
Puede tener razón el Presidente Santos cuando afirma que “todo lo que se está negociando es algo que ya tenemos con Estados Unidos”, pero es que al hacer extensivo a otros países lo que se cedió en el TLC con los EEUU, que no fue poca cosa, se está amplificando su impacto, que, como se ha podido observar al hacer el balance del primer año de su vigencia, ha sido desastroso para la economía colombiana[14][14]. La verdad sea dicha, después del fracasado intento por parte de los EEUU de imponer el ALCA, sus adláteres optaron por el atajo de los TLC bilaterales, dando al traste con esfuerzos integracionistas tan importantes como la CAN y ahora mediante este otro atajo, el de la AP, se avanza en la misma dirección. Como ya quedó dicho, a través de la Cláusula de la Nación más favorecida EEUU está sin necesidad de estar en la Alianza del Pacífico.
Una de las primeras consecuencias de la entrada en vigor de los acuerdos alcanzados en la VII Cumbre de la AP es la supresión del Sistema Andino de Franjas de Precios (SAFP), así como el Fondo de Estabilización de precios, con lo cual quedarán aún más desguarnecidos la producción nacional del sector agropecuario. A juicio del Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) Rafael Mejía, “la desaparición de este instrumento de política comercial preocupa porque no reviste para el país ningún beneficio. Todo lo contrario, sería destruir toda posibilidad de lograr concesiones favorables para la agricultura en Asia[15][15]. Y para rematar, “se profundizaría el déficit comercial de más de US $5.300 millones con México”[16][16] y se haría mayor “el déficit de la balanza comercial agropecuaria con Chile”[17][17].
De acuerdo con rafael Mejía, con la puesta en marcha de este bloque económico se pondrá en riesgo el 48% de lo que queda de la maltrecha producción agropecuaria de Colombia. Estamos hablando de “$16.9 billones al año y equivale a 9.1 millones de toneladas”[18][18]. Están en juego nada menos que 1´254.000 empleos rurales[19][19]; esta es una bomba social de impredecibles consecuencias. Pero la SAC no es la única que se queja, también el Presidente del gremio de los arroceros Rafael Hernández se pone las manos en la cabeza para exclamar que “qué puede sentir un agricultor frente a una amenaza como este acuerdo…Aquí se está poniendo en riesgo a 500 mil productores del cereal asentados en 215 municipios del país[20][20]. Estamos, entonces, como lo vaticina el Presidente de la SAC, “en vísperas de protestas de sectores como los arroceros, lecheros, porcicultores, azucareros y maiceros por las negociaciones que el Presidente Juan Manuel Santos está haciendo con la Alianza del Pacífico. Todo esto se convierte en inconvenientes para el agro colombiano[21][21]. El fantasma de la triangulación de productos, especialmente agrícolas y pecuarios, así como de manufacturas y autopartes maquilados especialmente en México, empiezan a espantar a los productores nacionales.
PRIMERO ES LO PRIMERO
Una vez más se le sobrevende al país la apertura comercial hacia adentro como la panacea, como la tabla de salvación de la economía colombiana; una vez más se le dice al país que gracias a esta estrategia comercial la economía va a crecer más, se va a generar más empleo, se va a reducir la pobreza y la desigualdad. Pero este discurso trasnochado se queda sólo en la retórica; como diría Octavio Paz a las afueras de la realidad. Tenemos que repetir aquí la sabia frase del ex ministro de Comercio Jorge Humberto Botero cuando advirtió en su debido momento, refiriéndose al TLC con EEUU, que “el acuerdo con EEUU abre oportunidades, pero no las asegura”[22][22]. Bien ha dicho, una y otra vez, el experto Manuel José Cárdenas que “los tratados de libre comercio generan oportunidades de negocios, pero no los negociosDe nada nos servirá abrir mercados sino tenemos que exportar[23][23]. En ello coincide con el consultor Jorge Alberto Vásquez: “una cosa son los acuerdos comerciales y otra la posibilidad de aprovecharlos: Firmamos acuerdos, pero no contamos con producción para exportar, ni la generamos[24][24].
Y este es el caso de Colombia. El Gobierno está obsesionado por firmar más y más acuerdos y tratados, con todo el que se atraviese, pero muy poco obsesionado por aumentar y diversificar nuestra oferta exportadora. Cada vez dependemos más de las exportaciones tradicionales (petróleo y sus derivados, carbón, ferroniquel, oro y café) y menos de las no tradicionales, las cuales se han venido marchitando sin remedio a consecuencia de la enfermedad holandesa. Es muy diciente el hecho de que últimamente no está ni la producción ni las exportaciones de manufacturas, sino que además están cayendo las importaciones de insumos por cuenta del decremento de la producción industrial.
El mayor obstáculo que afronta la economía colombiana para aumentar su potencial de crecimiento, para elevar la tasa de crecimiento de manera sostenida, para generar más y mejor empleo, para ampliar y diversificar su oferta exportadora es su baja competitividad. Y está visto que uno de los principales cuellos de botella para mejorar en el ranking del Foro Económico Mundial (FEM) es el enorme rezago en materia de infraestructura. Lo ilustra de manera elocuente el hecho de que mientras el Gobierno se ufana de liderar la Alianza del Pacífico y le apuesta a la inserción de Colombia en la Cuenca del Pacífico, su principal puerto sobre el Pacífico, el de Buenaventura, no cuenta siquiera con una vía de doble calzada de acceso al mismo. Según el Observatorio de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), “ni en el año 2020 alcanzarán a entregarse los trabajos de la doble calzada de Buga – Buenaventura, que se inició en 2007[25][25]. Entonces, de qué estamos hablando; no será que el Gobierno está poniendo la carreta delante del buey; no será hora de preocuparse más por la infraestructura y la competitividad que por seguir firmando desatentadamente acuerdos y tratados por doquier?

Bogotá, mayo 26 de 2013
www.amylkaracosta.net


[1] Portafolio. Mayo, 25 de 2013
[2] El Tiempo. Mayo, 20 de 2013
[3] El Espectador. Mayo, 20 de 2013
[4] El Nuevo Siglo. Mayo, 22 de 2013
[5] Portafolio. Mayo, 25 de 2013
[6] La República. Mayo, 25 de 2013
[7] Cecilia López. La Nación más favorecida. Junio, 29 de 2007
[8] La República. Presidente Juan Manuel Santos. Mayo, 25 de 2013
[9] El Nuevo Siglo. Mayo, 21 de 2013
[10] www.contextoganadero.com. Abril, 29 de 2013
[11] La República. Mayo, 20 de 2013
[12] Idem
[13] El Nuevo Siglo. Mayo, 25 de 2013
[14] Amylkar D. Acosta M. El horóscopo del TLC. Mayo, 16 de 2013
[15] La República. Abril, 29 de 2013
[16] Idem
[17] Idem
[18] El Espectador. Mayo, 22 de 2013
[19] Diario del Huila. SAC. Mayo, 15 de 2013
[20] El Espectador. Mayo, 22 de 2013
[21] Idem
[22] La República. Mayo, 17 de 2004
[23] Portafolio. Diciembre, 2 de 2003
[24] Portafolio. Octubre, 14 de 2011
[25] El Tiempo. Julio, 20 de 2011