Lo
felicitó el presidente Juan Manuel Santos, este domingo.
Los
colombianos lo tenemos como un ejemplo.
En
su pueblo los jóvenes sueñan con él. Sobre todo, parecerse a él con la
bicicleta.
Viendo
un programa de la Televisión Estatal colombiana, se narraba cómo la comunidad
estaba entendiendo cómo un chico sencillo, modesto y profesional del ciclismo
estaba siendo modelo a nivel nacional e internacional. Y eso se debería
replicar en casi todas las sociedades.
Nairo
Alexander Quintana Rojas, ha puesto su nombre muy arriba, al que no pueden
llegar sino unos cuantos mortales.
Sus
orígenes: El Moral, Vereda La Concepción, Cómbita (Boyacá).
Europeos
y británicos tienen en su cerebro ese nombre: ¡Nairo Quintana!
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Pd:
leamos esta historia de los colegas de la AFP
Nairo Quintana,
el colombiano que sorprende al mundo
Es considerado el mejor corredor de su generación. Así ha sido
la carrera deportiva de este colombiano, orgullo del país.
Nairo Quintana confirmó este domingo, con
su segundo puesto en la 102ª edición del Tour de Francia, que una victoria en
la Grande Boucle, parece una cuestión de tiempo y que Colombia tiene a un
potencial ganador de la carrera por etapas más importante del calendario.
A sus 25 años, Quintana ha subido al
segundo cajón del podio en París, junto al ganador Chris Froome y a su
compañero en Movistar Alejandro Valverde, tercero, por segunda ocasión en otras
tantas participaciones en la Grande Boucle.
Quintana sorprendió al mundo del ciclismo
al acabar segundo en el Tour de 2013, precisamente por detrás de Froome, pero
tenía que confirmar que es un 'hombre-Tour' y lo ha hecho con creces en 2015,
después de que el año pasado su equipo, el Movistar español, decidiese que el
Giro de Italia era lo mejor para su formación.
Y acabó vistiendo de rosa en la meta final,
convirtiéndose en el primer colombiano en ganar la vuelta a Italia.
Además, tal como ya hiciera en 2013, ganó
el maillot blanco al mejor joven del Tour, con una gran diferencia sobre sus
rivales.
Es precisamente esto lo que más confianza
puede dar a los colombianos de que en los próximos años por fin podrán ver a un
paisano de amarillo en París.
Mucho más joven que sus actuales rivales
como Froome, Alberto Contador o Vincezo Nibali, todos treinteañeros, tampoco
hay en el horizonte nuevos corredores que, por el momento, puedan compararse a
Quintana.
EL MEJOR DE SU GENERACIÓN
El italiano Fabio Aru (podio en los dos
últimos Giros) y el español Mikel Landa (3º en el último Giro), ambos con la
misma edad que el colombiano (25), son los más prometedores, pero de momento
nunca han participado en el Tour y se desconoce cómo se habituarán a las
características de la Grande Boucle.
El británico Geraint Thomas tiene ya 29
años y aún no ha demostrado que pueda aguantar una vuelta de tres semanas y los
gemelos Simon y Adam Yates, de la misma nacionalidad, son aún muy jóvenes (23)
y, aunque son buenos escaladores, deben mostrarse más ‘completos’ para aspirar
a ganar el Tour.
Quintana puede considerarse un ‘prodigio’
del ciclismo, sobre el que se han contado muchas cosas, sobre todo de su
infancia, que el propio interesado se han encargado de desmentir.
En una entrevista en el diario francés
L'Equipe, mediado el Tour, el colombiano negó que procediese de una familia
pobre.
“Soy una persona normal, cierto que procedo
de un entorno modesto, pero nunca nos faltó nada en casa”, explicó.
El niño Nairo compaginaba el colegio con
ayudar a sus padres en la tienda de frutas y verduras que poseía la familia en
Boyacá.
El que empezase a montar en bici porque no
podía costearse el autobús escolar forma parte también de la leyenda.
“El autobús se paraba justo delante de
casa. El precio del pasaje no era exorbitante. A menudo, subíamos con mis
hermanos y hermanas y el chófer sólo nos hacía pagar un billete. Pero yo
prefería ir en bicicleta porque me gustaba más”, explicaba a L'Equipe.
FÁBULAS SOBRE SU INFANCIA
Así, recorriendo a diario los 16 kilómetros
que separaban su casa del colegio, con una bicicleta de acero de 12 kilogramos
de peso que compró con sus primeros ahorros, se fue forjando el cuerpo de un
ciclista de elite.
Su primera ‘victoria’ fue ante un tal Juan
Pistolas: “Era el referente de la región. Tenía 15 años como yo. Se pasaba el
día corriendo en bici, sumando copas y medallas. Tenía una bicicleta en carbono
con las ruedas que utilizaba Lance Armstrong (...) Su padre, al que le gustaba
fardar, apostó a que su hijo me ganaría en una distancia de 50 kilómetros. Sólo
vio mi rueda trasera y, además, no acabó”, recordó para el diario francés.
Sin haber dejado aún el instituto, dio el
salto a profesionales sin pasar por la categoría amateur.
En 2010, se proclamó campeón de Colombia
juvenil en contrarreloj y ganó el Tour del Porvenir.
Pese a no vivir un gran 2011 por numerosas
caídas, alguien había hablado ya de Quintana a Eusebio Unzué, uno de los
directores más prestigiosos del ciclismo español, que no dudó en ficharlo para
el Movistar.
Quintana difícilmente podrá estar en
mejores manos, ya que Unzué cuenta con siete Tours en su palmarés (cinco con
Miguel Indurain, uno con Pedro Delgado y otro con Óscar Pereiro).
Las condiciones parecen reunidas y el
propio Quintana lo advirtió el sábado en Alpe D'Huez: “Si este año no pudo ser
el sueño amarillo, trabajaremos para lograrlo el próximo año”.
AFP