domingo, 25 de octubre de 2009

Lo peor ya pasó, dice el FMI

De acuerdo al FMI, lo peor ya pasó.
Y ahora vendrá la recuperación. Y en ese sentido, países como Colombia, tienen una buena oportunidad. Nuestra nación es exportadora, a pesar de todos los tropiezos. Y en la última edición de Perspectivas económicas: Las Américas, que presentó este viernes el Fondo Monetario Internacional en San Pablo, Brasil, Colombia tiene opciones. Muchas opciones para mejorar su economía.

Sin embargo, debemos estar muy pendientes del futuro y en ese sentido, nuestras autoridades económicas tienen un reto que deben asumir. El informe, titulado Se evitó la crisis ¿Qué sigue ahora?, lo presentó Nicolás Eyzaguirre Guzmán, un chileno que estuvo en el gobierno de Ricardo Lagos, quien ocupó su cartera de Hacienda con lujo de competencias, tanto, que fue el único que se mantuvo seis -6- años en ese gobierno. Y en estos momentos es quien dirige el Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario.

Este informe, analiza cómo América Latina y el Caribe – ALC- vienen recuperándose de la recesión global, la cual elevó el costo del financiamiento externo en la región y disminuyó las exportaciones, remesas e ingresos por turismo.

De acuerdo a los expertos, se espera que la actividad económica de la región, luego de contraerse cerca de 2½% este año, se recupere con un crecimiento de alrededor de 3% en 2010.
Como han dicho otros analistas, este viernes, Nicolás Eyzaguirre, recalcó lo siguiente: “Es cierto que a América Latina le fue mucho mejor durante esta crisis que en el pasado”. Pero dejó claras varias cosas, que deberán analizarse, porque a los políticos se les olvidan y empiezan a utilizar el dinero de los ciudadanos, descuidando a los más pobres:

1. la política fiscal debería asegurar que la composición del gasto público sea tal que priorice la lucha contra la pobreza y el crecimiento económico.

2. En segundo lugar, los países de la región deberán avanzar en la implementación de reformas que los deje mejor preparados para reaccionar ante choques futuros. En este sentido, los marcos de política fiscal deberían ser mejorados, la supervisión financiera debería incorporar lecciones de la crisis en las economías avanzadas.

Les dejo algún material que nos envían los amigos del Fondo Monetario Internacional, pero hay mucho para revisar.

www.radareconomicointernacional.blogspot/com
Luis Emilio Rada C.
Director
Pd:
lerc
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Octubre 23-2009.

América Latina y el Caribe se recupera de los efectos de la crisis global, pero siguen retos de política, dice informe del FMI
La crisis financiera ha tenido un fuerte impacto sobre la región de América Latina y el Caribe (ALC), pero lo peor ya pasó y muchas economías han empezado a recuperarse, de acuerdo con la última edición de Perspectivas económicas: Las Américas, presentada hoy por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en San Pablo, Brasil.

El informe, titulado Se evitó la crisis ¿Qué sigue ahora? analiza cómo ALC viene recuperándose de la recesión global, la cual elevó el costo del financiamiento externo en la región y disminuyó las exportaciones, remesas e ingresos por turismo. Se espera que la actividad económica de la región, luego de contraerse cerca de 2½% este año, se recupere con un crecimiento de alrededor de 3% en 2010. “Es cierto que a América Latina le fue mucho mejor durante esta crisis que en el pasado”, dijo Nicolás Eyzaguirre, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI. “La pregunta relevante, ahora que ya pasó lo peor de la tormenta, es cómo ajustar las políticas a la nueva realidad de un menor crecimiento de la economía global y a la vez generar condiciones favorables para el crecimiento y la disminución de la pobreza”.

Aunque a la región de ALC le ha ido considerablemente mejor este año que en crisis y recesiones globales anteriores —y mejor que a muchas economías en otras regiones— existen marcadas diferencias entre países.

Con el propósito de analizar las perspectivas regionales, el informe divide a los países de ALC en cuatro grupos:
1) Países que son exportadores netos de materias primas y tienen un acceso amplio a mercados financieros internacionales (incluyendo Brasil, Chile, Colombia, México y Perú),
2) otros exportadores de materias primas,
3) importadores de materias primas que dependen fuertemente de ingresos por turismo extranjero (principalmente países del Caribe), y
4) otros países importadores netos de materias primas (incluyendo varios en América Central que dependen de remesas de trabajadores en el exterior).

Entre estos grupos, las perspectivas de corto plazo para los países exportadores son más favorables dada la recuperación de los precios de las materias primas, mientras que las economías que dependen de ingresos por remesas y turismo están en cierta desventaja porque esos flujos se encuentran ligados a las condiciones de empleo en los Estados Unidos y las economías avanzadas, que es probable se recuperen lentamente.
Teniendo en cuenta la diversidad de circunstancias de cada país, las decisiones de política en la región serán difíciles, dice el informe.
Aquellos países que estaban mejor preparados, y que por lo tanto pudieron aplicar políticas fiscales y monetarias expansivas durante la crisis, tendrán que analizar como empezar a revertirlas.

El informe sugiere que en general sería conveniente comenzar a revertir la expansión fiscal antes que la monetaria. Algunos países podrían comenzar a recibir entradas de capital, incluso en magnitudes que podrían resultar problemáticas. En estos casos, el estímulo económico debería retirarse más rápidamente, comenzando por la política fiscal.
En otros países, el margen para adoptar medidas de estímulo está casi agotado, y lo prudente sería reservarlo en caso de que se materialicen riesgos a la baja.
Aquellos países con el menor margen de maniobra fiscal deberán desplegar mayores esfuerzos para focalizar adecuadamente el gasto y proteger a los grupos más vulnerables.

Mirando al futuro, los países de ALC enfrentarán dos desafíos:
En primer lugar, la política económica deberá ajustarse a un nuevo marco internacional en el que el crecimiento económico será más bajo, dado que es improbable que los altos niveles de crecimientos previos a la crisis vuelvan a observarse. En este contexto, la política fiscal debería asegurar que la composición del gasto público sea tal que priorice la lucha contra la pobreza y el crecimiento económico.

En segundo lugar, los países de la región deberán avanzar en la implementación de reformas que los deje mejor preparados para reaccionar ante choques futuros. En este sentido, los marcos de política fiscal deberían ser mejorados, la supervisión financiera debería incorporar lecciones de la crisis en las economías avanzadas, y en la medida de lo posible, las políticas cambiarias deberían ganar en flexibilidad.
Los beneficios de haber aplicado mejores políticas económicas en el pasado reciente se han reflejado en el mejor desempeño relativo de la región durante esta crisis. Existen, sin embargo, muchas áreas en las que todavía es posible mejorar.
La edición de Octubre de 2009 de Perspectivas económicas: Las Américas explora las consecuencias y las implicaciones de política de la reciente crisis internacional para los países de ALC.

El capítulo 1 describe el entorno mundial, haciendo hincapié en la forma en que las perspectivas para Estados Unidos y las economías avanzadas incidirán en la reactivación de la región.

El capítulo 2 describe la situación actual de las economías regionales, así como las perspectivas para 2009–10 y el mediano plazo, exponiendo los aspectos clave de política y recomendaciones generales.

El capítulo 3 adopta un enfoque más retrospectivo y evalúa los resultados recientes de la región en comparación con los de otras regiones, y con el desempeño de ALC en crisis pasadas.
Estas experiencias apuntan a una agenda de trabajo que permita seguir desarrollando marcos de política que contribuyan a darle robustez a las economías de la región frente a shocks externos.

Finalmente, el capítulo 4 examina las respuestas de política fiscal en ALC frente a la crisis reciente, contrastándolas con las condiciones y políticas económicas vigentes antes de la crisis. El capítulo sugiere, además, algunos elementos para mejorar los marcos de política fiscal durante los próximos años.