jueves, 9 de agosto de 2018

La apuesta del presidente de Colombia, Iván Duque Márquez es bien grande -3-


El presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, tiene un excelente programa.
En Colombia hay mucha expectativa para que su labor sea fructífera y pueda cumplir con sus promesas.
Revisando su discurso de 14 páginas, nos damos cuenta que tiene tarea bien grande:

*Así como valoramos la legalidad, ha llegado el momento de hacer del emprendimiento la base de nuestro progreso económico y social.

*Colombia debe ser un país donde micro, pequeñas, medianas y grandes empresas progresen de manera sostenible para generar empleos de calidad

*Implementaré todas las reformas estructurales que se requieran para asegurar la sostenibilidad fiscal de la Nación y nos propondremos consolidar un crecimiento potencial superior al 4 por ciento del PIB.

*Todos los sectores productivos del país deben sentirse seguros de que no habrá en mi gobierno ninguna hostilidad que les impida crecer y hacer crecer a Colombia.

*Quiero que los jóvenes de Colombia escuchen esto con atención: estamos comprometidos con el impulso a la Economía Naranja para que nuestros actores, artistas, productores, músicos, diseñadores, publicistas, joyeros, dramaturgos, fotógrafos y animadores digitales conquisten mercados, mejoren sus ingresos, emprendan con éxito, posicionen su talento y atraigan  los ojos del mundo.

RADAR, luisemilioradaconrado
@radareconomico1

La apuesta del presidente de Colombia, Iván Duque Márquez es bien grande -3-

Pacto por el emprendimiento

Colombia debe ser un país donde micro, pequeñas, medianas y grandes empresas progresen de manera sostenible para generar empleos de calidad. Por eso pondremos en marcha un programa de reactivación económica que nos permita, con responsabilidad fiscal, tener un sistema tributario y de desarrollo productivo orientado a la inversión, el ahorro, la formalización, la productividad y la competitividad de nuestra economía.

Eliminando gastos innecesarios, haciendo más eficiente la administración pública, adoptando la facturación electrónica y mejores sistemas de fiscalización, además de hacer más eficiente, progresivo y equitativo el sistema tributario, lograremos cumplir la meta de aumentar el recaudo mientras bajamos impuestos a los generadores de empleo y mejoraremos los ingresos de los trabajadores.

Implementaré todas las reformas estructurales que se requieran para asegurar la sostenibilidad fiscal de la Nación y nos propondremos consolidar un crecimiento potencial superior al 4 por ciento del PIB.
 

Nuestra economía debe fortalecerse todos los días. Vamos a eliminar trámites innecesarios y hacer más expeditos los existentes, vamos a ponerle fin a regulaciones absurdas que expanden el peregrinaje burocrático y crean incentivos a la corrupción. Estamos comprometidos con la seguridad jurídica y con que Colombia sea un país con las mejores condiciones regionales para la creación de nuevos emprendimientos donde la tecnología, los servicios, las empresas B, las industrias creativas, el turismo, la agroindustria, entre otros, sean jalonadores del crecimiento.

Todos los sectores productivos del país deben sentirse seguros de que no habrá en mi gobierno ninguna hostilidad que les impida crecer y hacer crecer a Colombia.
En nuestro gobierno diversificaremos nuestra producción y nuestras exportaciones para que además de las manufacturas produzcamos mentefacturas y reducir la dependencia en las materias primas, agregando valor y posicionando nuestras marcas, diseños y sellos de calidad. Quiero que los jóvenes de Colombia escuchen esto con atención: estamos comprometidos con el impulso a la Economía Naranja para que nuestros actores, artistas, productores, músicos, diseñadores, publicistas, joyeros, dramaturgos, fotógrafos y animadores digitales conquisten mercados, mejoren sus ingresos, emprendan con éxito, posicionen su talento y atraigan  los ojos del mundo.
 
Nuestra visión del emprendimiento está pensada para el desarrollo del campo, estimulando que los pequeños productores se integren al desarrollo agro-industrial. Quiero un campo con inversión dinámica, detonada por incentivos a la generación de empleo permanente, un campo respaldado por una política de comercio exterior que abra mercados y donde podamos aplicar instrumentos efectivos a las prácticas depredadoras de muchos competidores. Un país que confía en sus campesinos, en sus productores y les permite abrirse al mundo, no solo logra la seguridad alimentaria, sino que  convierte su campo en un motor de transformación social.

Colombianos tenemos que culminar las obras de infraestructura necesarias para la competitividad, crear las condiciones para una mayor inversión en conectividad, valorar el sector minero-energético y facilitar un mejor uso de las regalías para las inversiones sociales, compensando mejor a las regiones productoras en estricta responsabilidad social y ambiental.
 
La Colombia del emprendimiento, la Colombia del desarrollo empresarial, es la misma que debe mirar con afecto al sector cooperativo y a todos los micro y pequeños emprendedores que reclaman facilidades, buen trato y menos presiones por parte del Estado. Basta ya de un Estado que mira al micro, pequeño y mediano empresario como una fuente de recursos, hoy el Estado debe ver en ellos un aliado estratégico para la generación de calidad de vida.
 
Una sociedad de emprendedores nos permite ver más allá de lo evidente. Nos permite ser creadores y no simples consumidores del ingenio de otros. Nos permite pensar en grande, tener multinacionales nacidas en nuestro territorio. Nos permite aspirar a ser el epicentro regional de robótica, inteligencia artificial, internet de las cosas, biotecnología y análisis integrado de datos. Colombia debe entrar en este camino, para ser un jugador decisivo en la cuarta revolución industrial. Quiero esa Colombia para nuestros jóvenes y vamos a crear las condiciones para lograrlo. Es cierto que nos tomará tiempo, pero ha llegado la hora de empezar.