domingo, 3 de octubre de 2010

El FMI insta a una reforma más exhaustiva del sistema financiero mundial





A casi todos nos interesa que el sistema financiero global esté blindado para evitar sorpresas y que los ciudadanos del mundo estemos tranquilos.
No es fácil, obviamente, que ese sistema funcione como un relojito, pero los que saben, los estudiosos, envían mensajes que nos sirven para conocer un poco más cómo está el ambiente a futuro. Y la conclusión es que, aunque la crisis ha ido pasando, hay muchas, muchísimas tareas por hacer.
En estas Asambleas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, seguramente, nos darán más información, pero les adelanto parte de este análisis del FMI, donde se confiesa que no podemos dormirnos… 
LuisEmilioRadaC



El FMI insta a una reforma más exhaustiva del sistema financiero mundial
Comunicado dePrensa No. 10/376
3 de octubre de 2010
Tres años después del comienzo de la crisis financiera, en el análisis efectuado por el FMI se concluye que resta mucho por hacer para forjar un sistema financiero mundial que siente bases duraderas de un crecimiento económico estable y sostenible. Si bien las reformas actuales están bien encaminadas, en el más reciente documento de la serie Staff Position Notes del FMI, “Shaping the New Financial System”, se concluye que en el futuro tendrán que tomarse muchas decisiones difíciles, tanto a nivel nacional como internacional, y en ambos casos son urgentes y arduas.
Si bien la crisis ha sido el motor de una reorganización sustancial del sistema regulatorio financiero, en el documento del FMI se advierte que es esencial que la comunidad internacional actúe sin demora para reducir la probabilidad y el impacto de otra crisis, y para mitigar la incertidumbre en materia regulatoria. Así como la comunidad internacional se unió al comienzo de la crisis, también se necesita ahora una labor mancomunada para diseñar reformas pertinentes a nivel nacional, y congruentes a nivel internacional.
“Ninguna otra crisis financiera desde la gran depresión ha provocado una perturbación tan generalizada en los mercados financieros, con efectos tan repentinos sobre el crecimiento y el desempleo, y con una respuesta del sector público coordinada a nivel internacional tan rápida y de tan amplio alcance. Detrás de esta respuesta estuvo el reconocimiento de que estos costos han sido impuestos en parte como resultado de la debilidad sistémica de la arquitectura regulatoria y de la falta de acción de los supervisores para impedir que el sector privado asumiera riesgos excesivos”.
“Una vez que se llegue a un acuerdo sobre la reforma integral y se implemente completamente, esta tendrá efectos trascendentales sobre el sistema financiero global y el funcionamiento de la economía mundial”.


En esta etapa, las políticas deben abordar no solo los riesgos planteados por los distintos bancos, sino también los riesgos planteados por las instituciones no bancarias y el sistema financiero en general. Las recientes propuestas formuladas por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea representan una mejora sustancial en la calidad y cantidad del capital bancario, pero estas normas más rigurosas se aplican solamente a los bancos, y no a las instituciones financieras no bancarias.
Un principio fundamental que subyace en el análisis, es que el sector privado y la influencia correctiva de la disciplina del mercado desempeñan un papel importante: “La función de los organismos reguladores no es ‘construir’ el sistema financiero, sino influir sobre su orientación a través de normas e incentivos apropiados”, subrayan los expertos del FMI.

El FMI identifica las siguientes cinco metas como prioridades fundamentales del plan de reformas:
1) Garantizar la igualdad de condiciones en la regulación. Para que las finanzas mundiales sean más beneficiosas, fomentar la competencia y reducir al mínimo el arbitraje regulatorio, se necesita una coordinación mundial.
2) Mejorar la eficacia de la supervisión. Se necesita una supervisión más firme para prevenir un nuevo ciclo de apalancamiento y asunción excesiva de riesgos. La supervisión debe ser más intensiva y exhaustiva, y centrarse más en la exposición a riesgos transfronterizos.
3) Elaborar mecanismos de resolución coherentes a nivel nacional, y para las instituciones financieras que operan a escala transnacional. Dado el alcance internacional de las instituciones financieras, se necesita un mejor marco de resolución de aplicación transfronteriza que elimine el riesgo moral preservando a la vez la estabilidad financiera. Como primer paso es necesario centrarse en poner en práctica dicho marco en un pequeño conjunto de países desde donde operan la mayoría de las instituciones financieras transnacionales, especialmente para resolver el problema de las instituciones “demasiado importantes para quebrar”.
4) Establecer un marco macroprudencial integral. Las normas microprudenciales concebidas para mejorar la capacidad de resistencia de cada una de las instituciones debe complementarse con normas macroprudenciales eficaces que fortalezcan la capacidad de resistencia del sistema financiero. Esto exigirá identificar, monitorear y abordar los riesgos sistémicos resultantes del comportamiento de cada una de las instituciones y del comportamiento colectivo.
5) Extender una amplia red. Las reformas deben concentrarse en las exposiciones y riesgos que surgen en todo el sistema financiero y no solo en los bancos. Existe el peligro de que las actividades y los productos que entrañan más riesgos migren a los segmentos del sistema menos regulados o no regulados.

Este documento de la serie Staff Position Notes forma parte de las iniciativas del FMI para promover un enfoque global de la reforma regulatoria, detectar las tendencias del sistema financiero que tengan consecuencias importantes para la política económica y examinar la interacción con las políticas macroeconómicas para poder tomar medidas más efectivas en el futuro.
Los gobiernos deberían establecer marcos de regulación y supervisión que promuevan un sistema financiero mundial más seguro y eficiente. El documento finaliza señalando que “la reforma regulatoria integral debe seguir encabezando la lista de prioridades”.