martes, 17 de junio de 2014

Las expectativas del Caribe Por: Cecilia López Montaño

Cecilia López también opina sobre las expectativas del Caribe colombiano.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1


Las expectativas del Caribe

Por: Cecilia López Montaño

Con razón, por su papel fundamental en la segunda vuelta, la Región Caribe espera una gran recompensa del presidente Juan Manuel Santos durante su segundo gobierno. La naturaleza de esos apoyos es la gran pregunta hoy en día y para tratar de definirlos es fundamental entender cuál puede, o mejor, debe ser la naturaleza del próximo Gobierno.
Colombia ha entrado en una etapa diferente, y prueba de ello es el poco protagonismo que ha logrado el expresidente Uribe con sus incendiarias acusaciones, sin pruebas, de delitos que, según él, llevaron a la reelección del presidente Santos. El país no quiere más confrontaciones entre sus líderes, arma preferida de Uribe por lo que corre el peligro de que se le margine y sus respuestas caigan en el vacío. Ni siquiera sus fieles seguidores han sido agresivos, como lo demostró Óscar Iván Zuluaga con su caballeroso discurso de aceptación de su derrota.
 
El otro profundo cambio radica en los electores de esta segunda vuelta. A diferencia de lo sucedido en 2010, a Santos no lo eligió Uribe ni sus seguidores. Al nuevo Presidente lo eligió un país nuevo, donde la sociedad depuso las banderas políticas en pro del bienestar colectivo, donde se mezclaron centro izquierda, centro derecha, izquierda, derecha, apolíticos y demás. No solo jugaron un papel clave Clara López, Iván Cepeda, Antanas Mockus, y otras figuras, sino todos los colombianos con ideas progresistas que apoyaron su propósito de lograr la paz, e inclusive, con miedo de perder la democracia imperfecta que tenemos. Este no es un tema menor porque estas nuevas fuerzas demandaremos virajes sustantivos en esta segunda etapa. Su discurso de celebración indicó que el presidente Santos así lo ha entendido.
 
Sin duda los caciques de nuestra Región jugaron un papel crucial al reactivar sus huestes para aportarle a la reelección un número significativo de votos que contribuyeron a hacer la diferencia con Zuluaga. Pero que esos caciques no se engañen: la forma de ejercer la política que se aceptará en los próximos años ya no será la misma. Si la recompensa que esperan es más mermelada, manejada individualmente para consolidar su clientelismo, es mejor que se vayan bajando del bus. Sin duda debe haber gestos del Presidente para nuestra Región, pero deben ser para la gente, para aquellos que siguen marginados en nuestras ciudades, y sobre todo, en nuestras zonas rurales.
 
El mensaje es claro: no a la ‘continuidad’ que algunos aún desean. El Presidente lo dijo, “se reformará lo que se tenga que reformar”, frase con gran contenido que no puede pasar desapercibida. Este presidente Santos tiene que ser distinto al anterior porque lo elegimos diversos sectores, y aunque no se espera que se aleje totalmente de su visión de centro derecha, sí esperamos un viraje en favor de la gente y no de esos gamonales que le han dado esa característica perversa a la política colombiana. Quienes deben beneficiarse primero por el triunfo de su reelección son aquellos que solo han recibido si acaso limosnas, y el premio incluye hacer los cambios necesarios para convertirlos en ciudadanos con los derechos que plantea la Constitución del 91.

Este nuevo país que forma parte de un ‘Gran Frente’ que apoya la paz, sabe que su sostenibilidad depende de que nuestro Presidente haga las grandes transformaciones sociales que se necesitan, y se constituirá en un vigilante alerta para que la recompensa para el Caribe no fortalezca a ningún barón electoral.

cecilia@cecilialopez.com

El Espectador. Editorial. Varios Retos



El Espectador

Editorial
Varios Retos 
El presidente recién reelegido, Juan Manuel Santos, no la tiene fácil en estos cuatro años nuevos que le quedan de gobierno. Recibe ahora un mandato popular que, en primer lugar, deberá ir encaminado al logro difícil de un acuerdo con la guerrilla de las Farc (muy probablemente con el Eln también). Un acuerdo que siente las bases de una paz verdadera: esto es, con justicia, verdad, reparación y garantías de no repetición. Un combo que incluye, por supuesto, la transformación absoluta de este país hacia la reconciliación real y hacia una serie de reformas que deben ser aprobadas para que toda la geografía (capital y regiones) mute a una era real de posconflicto: una reforma al campo, por ejemplo; un nuevo tratamiento de los cultivos ilícitos, por ejemplo; un cambio de enfoque hacia el rol de la oposición política, por ejemplo.

Grandes cosas que no sólo necesitarán el visto bueno de la sociedad, sino también el del Congreso, su representante natural. El panorama que le resta, por demás, será convencer a distintos sectores políticos que están pendientes de este salto hacia el fin del conflicto. Y este Legislativo que le toca no es el mismo que el de hace cuatro años: no goza de la misma favorabilidad ni apoyo. Y bien haría el presidente, como no nos cansaremos de decirlo, en sentarse a hablar con sus principales opositores. Y ellos igual: ojalá entiendan ante la oportunidad que estamos para que ayuden a darle mejor forma.
 
Por ahí derecho, aún faltan cambios estructurales al margen del fin del conflicto. A nuestros ojos son cuatro los más importantes: educación, salud, justicia e infraestructura. Cuatro temas de los que depende el progreso de esta sociedad. Cada uno de ellos, tratado infructuosamente en el período que ya acaba, debe ser prioritario en esta agenda del nuevo gobierno. 

¿Cómo? ¿Cómo adelantar las grandes reformas que el Congreso pasado, o no pudo aprobar, o lo hizo y se cayeron luego por sus fallas?

Para esto, por supuesto, hay que pensar desde ya en la gobernabilidad. No es un misterio que el presidente Santos llegó a este segundo gobierno echando mano de muchos sectores que lo apoyaron en su idea de la paz. 

¿Cómo hará para gobernar con ellos? ¿Qué tipo de alianzas veremos en estos cuatro años para que exista cierto tipo de maniobra dentro del complejo mundo de lo que es hacer política? Y, también, ¿qué tan comprometido quedó en su afán por buscar votos después de haber salido derrotado en la primera vuelta, y cómo va a manejar esos compromisos? 

Es claro que si el presidente no llegó solo, no podrá gobernar solo. Y más vale, por el bien de la Nación, que estos arreglos y retribuciones los haga pensando en intereses mayores. En esto tendrá que tener un guante de seda, muchísima delicadeza, pero ante todo mucha firmeza para no dejarse maniatar.
 
Y siempre tener en cuenta que, como ejecutor de las políticas públicas, hace falta, no sólo pensar a gran escala, sino también en mecanismos expeditos y legales que redunden en grandes transformaciones: ¿cuáles van a ser esas pequeñas reformas que adelantará en los distintos sectores? 

¿No hay suficientes expertos opinando ya de lo que puede hacerse en la educación o en la salud sin la necesidad de una reforma constitucional entera? ¿Qué hará con los códigos procesales que supondrían agilidad en el interior de la Rama Judicial? ¿Y qué con los decretos del sector salud? 

Queda mucho por hacer a un nivel más práctico. Llegó la hora de pensar en esto, mucho más allá del espectáculo mediático que supone una gran reforma, en la que puede ser presa fácil de tanto compromiso por pagar. Los cambios también se dan en pequeño, con resultados tangibles para la gente.
Ya veremos, pues, qué pasa en estos cuatro años que se vienen. Desde acá, claro, estaremos vigilantes. 

COLOMBIA. PIB habría crecido más de lo esperado y el Banco de la República subiría la tasa



El Banco de la República, está revisando… y es posible que se aumente la tasa de interés…

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

PIB habría crecido más de lo esperado y el Banco de la República subiría la tasa

La economía de Colombia se habría expandido más de lo previsto en el primer trimestre, lo que llevaría al Banco de la República a incrementar el viernes su tasa de interés para contener el aumento de las presiones inflacionarias, reveló el martes un sondeo de Reuters.
En la consulta, las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país andino entre enero y marzo aumentaron a un 5,10%, en comparación con el 5% que los analistas pronosticaron en el sondeo de mayo.

El aumento en las proyecciones se debió al fuerte incremento de 25,4% que registró la inversión en obras civiles, publicado la semana pasada, que se sumaría a las buenas perspectivas de la demanda interna.
"Los indicadores líderes sugieren un consumo privado expandiéndose a un ritmo algo mayor al observado en el trimestre pasado, de la mano de un incremento importante de las ventas minoristas (...) todo lo anterior, en medio de un mercado laboral dinámico y una confianza del consumidor que se mantiene en niveles altos", dijo Credicorp Capital en una nota.

PIB habría crecido más de lo esperado y el Banco de la República subiría la tasa

PIB colombiano
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