martes, 18 de mayo de 2010

¿Le llegará la hora a la justicia?. Germán D Hernández


Cuando se habla de justicia, democracia, exclusión y otros asuntos que involucran equilibrio social, Colombia está bien lejos de ser una nación avanzada.
Yo me siento orgulloso de mi país. Pero tengo claro que es una sociedad débil, porque le falta actuar con mayor equidad.
Natalia Springer
En una de las asambleas de la ANDI, en Cartagena, Natalia Springer, egresada de Los Andes, sicóloga especialista en estudios avanzados de paz, máster en derechos humanos y derecho humanitario y doctora en justicia transicional y consultora en el área de Justicia Transicional y Resolución de Conflictos, acompañó a un conferencista que estaba de panelista en ese mismo recinto, cuando él hombre nos dijo que América Latina era el continente más inequitativo del mundo.

¿Podríamos mejor eso?
¿Estamos dispuestos a apoyar a los pobres?
¿Estamos listos para ser más nobles?

El egoísmo nos mata.
Yo vi los programas a los que se refiere Germán Danilo.
Veo también la labor que está realizando el “Pirry”, que sin ser comunicador comunica más que nosotros. Y, de verdad, uno queda con el corazón arrugado
, como lo acaba de comentar un amigo… hay mucha injusticia… Sin desconocer, obviamente, que hay jueces y magistrados que realizan una bonita labor.

LuisEmilioRadaC

Pd:
[periodistasdelcaribe] ¿LE LLEGARÁ LA HORA A LA JUSTICIA?‏
De: periodistasdelcaribe@yahoogroups.com en nombre de RAIMUNDO ALVARADO OSORIO (raimundoalvarado@hotmail.com)
Enviado: martes, 18 de mayo de 2010 10:58:54 a.m.
Para:

Tengo una percepción de los operadores judiciales diferente a la que describe Germán Danilo porque, a mi juicio, él no pondera adecuadamente una realidad también vigente de jueces, fiscales y policías que hacen de tripas corazón y con medios escasísimos para cumplir con su deber. Pero en todo caso el tema de la impunidad judicial amerita toda la atención. Como dice Rocha, lo cual comparto, vivimos en una sociedad permisiva con los criminales atroces.
Recomiendo la lectura de la columna publicada hoy en El Universal.

De paso, felicitaciones a Germán Danilo por su libro de cuentos que será lanzado por estos días en Cartagena y en Bogotá.
Raimundo

Germán Danilo Hernández

¿Le llegará la hora a la Justicia?
GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

Lun, 05/17/2010 - 20:28 — maguilera

El programa Séptimo Día, de Caracol Televisión, dirigido por el periodista Manuel Teodoro, dedicó tres emisiones a sorprendentes casos de impunidad, en una loable intención de exponer las múltiples falencias de la justicia colombiana.

A pesar del estupor que generan los casos, son insignificantes ante los vicios de nuestro sistema judicial, y lo más grave es que son pocas las posibilidades de que éste sea sometido a reestructuración profunda.

La impunidad de crímenes graves contra mujeres y niños es sólo un apéndice de las grietas enormes de la justicia colombiana, permeada por intereses de todo orden y puesta al servicio de estructuras de poder legítimas e ilegítimas.

En nuestro país no existe una lógica de justicia ideal, soportada estrictamente en derecho, sino unos métodos que dependen de los intereses en juego, o de los recursos que represente una decisión.
La justicia no solo libera a criminales descubiertos o confesos, sino que condena a inocentes de manera deliberada; se hace la ciega frente a algunos delitos, se vuelve tortuga para investigar otros, pero también “vuela” para condenar selectivamente y dar señales de poder o de escarmiento, cuando se siente perturbada.
Los jueces y fiscales son como los sacerdotes: muchos actúan con fe y con los mejores deseos de hacer el bien y servir a la comunidad, pero otros cubren con la sotana a verdaderos demonios, capaces de cometer delitos execrables y seguir rezando como si nada.

Séptimo día mostró, entre otros casos, el del ciudadano italiano que reposa cómodamente en un hospital mental la muerte de un joven cartagenero, y hay muchos otros episodios en los que las familias de las víctimas son adicionalmente agredidas con los beneficios concedidos a los victimarios.


Si en los casos de sangre la situación es deprimente, en otras áreas que involucran la política y la economía, la situación es aberrante. Las posibilidades de la justicia para proteger a delincuentes que saquean al erario o se apoderan de otros recursos del Estado, son muchas. A mayor cercanía con el poder, mayores posibilidades de inmunidad.

El sistema judicial no sólo es permisivo e inoperante por falencias logísticas o por corrupción de algunos. Los analistas como Claudia López sostienen que está capturado por lo más nefasto del poder político, con lo que no sólo se garantiza impunidad selectiva, sino que los procesos judiciales se convierten en armas para intimidar o acabar con enemigos o contradictores.

El país suele involucrarse en procesos de transformación y en ocasiones castiga electoralmente a quienes traicionan la confianza colectiva, pero prácticamente está amarrado para propiciar cambios profundos al sistema judicial, que suele sentirse intocable y escuda con el manto de “majestad” todas sus indelicadezas.

En la campaña presidencial escasean las propuestas relacionadas con la transformación integral de la justicia, probablemente porque se considera como un universo impenetrable.
¿Qué tan lejos estaremos de que se renueve desde adentro?

Coletilla: El centro comercial Caribe Plaza está en su derecho de impedir concentraciones políticas en sus instalaciones, pero se les fue la mano el sábado persiguiendo y expulsando a todo el que vistiera de verde. ¿Paranoia?
germandanilo@hotmail.com

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