Me gustó porque hubo acompañamiento. Se sintió el cariño por el escritor y ustedes pueden ver que el hombre se la pasó sonriendo todo el tiempo...
Fabio, es de esos manes, "mamadores de gallo", que le gusta meterse sus rones y cuando estaba menos jóven era de los bailadores más cotizados del barrio Simón Bolívar -de los populares de Barranquilla-, así que no les extrañe leer cosas como éstas, en la página 27 del libro: "Tan concentrado se encontraba David Camacho analizando con ojo de jurado de concurso los rostros, las curvas, las nalgas, los pechos y otras partes del cuerpo de las chicas fáciles que pasaban frente a él, que no se percató de que Emilio Luis -se refiere a mí el carajo-, su primo mayor, se refugió en la mesa del fondo con una flaca coquetona que lo convidaba a un "champú de amor"...
Este man es peligroso con la pluma, por eso es mejor tenerlo como amigo, así que pilas, cuando lo vean, es bueno que lo saluden con respeto.
Hay otro pedazo, de la misma 27:
David se quedó solo en su mesa y, de inmediato, una jovencita morena, de baja estatura, con cara de niña, como de catorce o quience años y trencitas, conocida como la "Mata Año", se le sentó a su lado: "Me invitas a un trago, papi"... y así encontrarán unos agites bien bacanos que lograrán que las más de 150 páginas del libro pasen volando, como el mini glosario que nos regala Fabio, para que entiendan un poco más su lenguaje.
El libro, "Noches del 99", recomendado por el RADAR, porque nos sirve mucho para salirnos de la rutina, del computador, del móvil, de los negocios... y acercarnos más a la realidad de nuestra ciudad, de la Región Caribe, de Colombia y el mundo, porque los cuentos y relatos del Fabio son universales.
LuisEmilioRadac
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