LuisEmilio: Carlitos saludos... en poco tiempo monto tu
nota en el Blog del RADAR
Carlos De Hoyos: gracias mi amigo
desde acá sigo haciendo patria por la
tierrita
Lerc: Eso nos encanta... ve al blog, para que
veas que el CARNAVAL no MORIRÁ
CDH: totalmente
me tocó ver el desfile por internet
telmex Bogotá quitó la señal de los canales
regionales
Lerc: Telmex y Bogotá no han llegado a
globalizarse todavía... Desconocer el CARNAVAL de Barranqjilla es...
CDH: De acuerdo, tiene la idea de que sólo es una fiesta de provincia.
CARIDI y el CARNAVAL
Carlos sabe que con León teníamos una grata relación. Caridi entendió perfectamente a Barranquilla, su pueblo y su gente.
Quedaron en nuestros corazones su concepción de la amistad y del servicio. León, un bacán...
luisemilioradaconrado
historias
El empresario que resucitó el Carnaval
El carnaval había sido la fiesta
de todos y a la vez de nadie. Una recocha improvisada con riesgo de
sucumbir arrinconada. León Caridi decidió entonces contagiar la fiesta
con su energía. En 1991 resolvió patrocinar la comparsa de las
Marimondas, un disfraz típico del carnaval que luce traje y corbata al
revés que hace alusión al barranquillero mamador de gallo que se
esconde dentro de una máscara de nariz elefantesca con grandes orejas.
Un ‘monicón’ que le llamó poderosamente la atención a Caridi.
En 1991, León Caridi comenzó a apoyar la comparsa de las marimondas.
El nombre de León Caridi estaba
asociado al de un industrial exitoso propietario Industrias Cannon de
Colombia y directivo de varias entidades empresariales, hasta cuando
decidió que al carnaval había que inyectarle vida y recursos para
convertirlo en el emblema de la ciudad. Un evento que congregara ricos y
pobres, blancos, indios y negras en torno al baile y el gozo.
Era una tarde en la que los viajeros que
escapan del bullicio del carnaval regresaban de las ciudades aledañas a
Barranquilla. Don León, uno de esos, venía entrando a Barranquilla
después de descansar en Santa Marta. Decidió bajarse de su carro y beber
una cerveza en una tienda de un sector popular para refrescarse.
Entonces conoció accidentalmente a César
‘Paragüita’ Morales y Simón Ojeda, ‘El Burro’, fundadores de la
comparsa de las marimondas del Barrio Abajo. Ellos no sabían quién era
en realidad León Caridi, aquel señor con voz nasal y cola de caballo que
en medio del bullicio del carnaval y en una tienda en un sector popular
les hacía la mejor de las promesas que jamás les habían recibido en su
vida: patrocinar a los más de 200 bailarines que conformaban entonces
su comparsa.
El aporte de Caridi al
carnaval ha sido definitivo para que esta manifestación cultural crezca y
se fortalezca. En la foto, con Sonia Osorio.
La historia de Caridi en el carnaval
comienza allí. Después llegaría su apoyo y el de otros empresarios a
otros de los numerosos grupos que hoy adornan los desfiles. Años después
decidió comprar una casa quinta semidestruida, edificada en 1929 en el
Barrio Abajo, para que la fundación organizadora del Carnaval tuviera
sede. Caridi logró que se movilizaran recursos para revitalizar las
comparsas y grupos de baile que desde noviembre comienzan a prepararse
en los barrios para el gran desfile de la Batalla de flores y la Gran
Parada.
Caridi compró esta casa semidestruida y la convirtió en la sede del Canraval de Barranquilla.
Cada año León lideró la tropa de amigos
que salían disfrazados de marimondas a bailar en plena Batalla de Flores
en todo el recorrido de la vía 40, convertida en cumbiódromo. Con
botella de ron en mano, bailoteaban los cerca de 5 kilómetros del
desfile. El disfraz daba libertad y licencia para expresarse y eso lo
entendió muy bien Caridi, quién desde su primera Batalla de Flores,
nunca dejó de disfrutarla en faenas llenas de sol, bulla, porro, y
brisa de mar y de río. Se deleitaba los cuatro días y terminaba entre
lágrimas, como toda viuda alegre, vestida de negro, pintarrajeada y
peluda hasta el cuello, velando a su Joselito Carnaval.
Muchas veces estuve allí. Parecía algo
extraño ver a aquel influyente empresario y hombre de carácter en ese
papel. Pero hay que estar allí para entender lo que realmente significa
vivir esa fiesta. Caridi quedará en la memoria de todos los
barranquilleros. No tanto por ser un promotor del carnaval o porque una
avenida que circundará el río con un malecón lleve su nombre, sino
porque desde su posición actuó con respeto e hizo entender la verdadera
esencia que lleva impresa la fiesta, que hoy agradece que su mano recta
la haya guiado hasta ser calificada como el segundo carnaval de mayor
importancia en el mundo y declarada Patrimonio Oral e Intangible de la
Humanidad por Unesco.
La Unesco calificó el Carnaval de Barranquilla como el segundo más importante del mundo.
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