viernes, 25 de noviembre de 2011

China, culpable del cierre de Aluminio Reynolds

China se está tirando los negocios de muchas empresas de Colombia y América Latina.
Está dejando sin trabajo a muchos ciudadanos y el gobierno colombiano no le puso a bolas al asunto y la situación se volvió crítica.
La economía China, aunque es mirada con respeto, porque ha ido avanzando y fortaleciéndose, se ha convertido en una amenaza internacional.
Crece y se fortalece, pero desde el RADAR le tememos... China no está actuando correctamente...

En Barranquilla, esta semana, Aluminio Reynolds tomó la decisión de cerrar sus puertas.

¿Qué podrá hacer el gobierno colombiano?
¿Es posible que eso pueda reversarse?
Leamos la historia que nos presenta nuestra colega Gala Marcela Peña, en El Heraldo y después continuaremos con el tema.

LuisEmilioRadaC
Pd: China puso a llorar a muchos barranquilleros
José Vivanco llora porque sale de la empresa

El cierre de Aluminio Reynolds nos tomó por sorpresa: trabajadores

Las lágrimas y el desconcierto de José Vivanco a la salida de la empresa Aluminio Reynolds, al norte de Barranquilla, resumía el sentir de los 400 trabajadores que hasta esta semana laboraron en esa compañía.
Como buscando una explicación al cielo, Vivanco alzó sus brazos, luego aplaudió y se fue en llanto.

Para él se acabaron ayer 24 años de historia en la compañía que le permitió educar a sus tres hijos y la oportunidad de tener amigos, de trabajar de manera honrada, no obstante su analfabetismo, pues es un maestro en labores de maquinaria pesada.
Al verlo, sus compañeros de hace incluso más años lo abrazaron, le dieron ánimo y le advirtieron: “Nos ganaron una batalla, pero la guerra no la hemos perdido, porque Colombia es un estado social de derecho”, le dijeron, refiriéndose a las acciones que ahora emprenderán los dos sindicatos que existen en la empresa, en contra de la liquidación que, en opinión de estas agremiaciones, se hizo de manera arbitraria y sin previo aviso.

En la casa de José, ubicada en Soledad 2.000, lo esperaba su esposa Farides, a quien una isquemia cerebral la mantiene paralítica desde hace 14 años.
Al ver pasar por el umbral de la casa al hombre con el que lleva 33 años casada, no escondió su pesar.


José Vivanco, de 56 años, quien a duras penas escribe su firma, no sabe qué hará ahora, ni de dónde conseguirá el millón de pesos que le pagaban mensualmente en Aluminio Reynolds.
“No aguanté las lágrimas porque esto es muy duro, son muchos años entregados a la empresa, a los amigos, siempre trabajamos con amor, nunca nos negamos, trabajábamos el tiempo que nos lo pidieran, y ahora estamos en la calle”, dice.

A su lado, su amigo y compañero Darío Villar, quien completó 33 años siendo operario de la fábrica de aluminio, le da ánimo.

El cierre. El tema del cierre rondaba a Aluminio Reynolds, empresa emblemática de Barranquilla, desde hace varios meses y aparentemente se había conjurado a principios de mes, luego de la reunión sostenida en Bogotá entre el Ministerio de la Protección Social, los trabajadores y directivos del Grupo Alúmina, quienes argumentaron que atravesaban graves problemas de iliquidez por la competencia desleal de producción de Venezuela y China. En respuesta, el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo determinó, el 10 de noviembre, imponer derechos antidumping de manera provisional contra las importaciones de laminados de aluminio, y así proteger a la industria nacional de la competencia desleal que se venía presentando.

Pero, contrariando lo que había afirmado José Eugenio Muñoz, presidente de Alúmina, que sólo en caso extremo se cerraría Reynolds, los trabajadores no pudieron ingresar a la planta, y a las 10:00 de la mañana recibieron una carta donde se les avisaba que hasta ayer laboraban, y que en ocho días les daban razón de sus respectivas liquidaciones. El sindicato dijo que el Grupo los utilizó para conseguir las medidas antidumping.

Los antecedentes. El pasado 26 de octubre el Grupo Alumina pidió a la Superintendencia de Sociedades autorización para proceder a liquidar a Aluminio Reynolds, aduciendo acreencias por más de $24.000 millones. Tales acreedores, no obstante, son las otras dos compañías que conforman el Grupo, donde a Alúmina, la matriz, le deben $19.409 millones, y a Emma, $4.780 millones. Según el último balance contable del 26 de octubre, los activos de Aluminio Reynolds son de $116 millones y sus pasivos $68 millones. El Grupo Alúmina se inscribió el 15 de junio de 2011 en la Cámara de Comercio de Cali y dos días después la junta directiva aprobó la liquidación de Aluminio Reynolds.

Por Gala Marcela Peña A.

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