martes, 31 de agosto de 2010

El camino hacia la regionalización: Jairo Parada


El poder central siempre ha tratado a la periferia, de acuerdo a sus conveniencias.
A veces encontramos funcionarios comprometidos con el desarrollo del país, pero hay otros que se dedican a pasar en blanco. O por lo menos, tenemos que calificarlos como mediocres, porque al cerrar su ciclo en las entidades que les ha tocado manejar, no se merecen sino un 6 sobre 10.
En la columna de Jairo Parada, en El Heraldo, se nota cómo los ciudadanos del Caribe Colombiano son mirados por encima del hombro. Las becas, por ejemplo, no son muchas… Las obras, que deberían ser concluidas, simplemente, no se terminan. Y el hecho de que estemos pensando en regionalización, les parece a los amigos del interior que es un exabrupto, algo que está fuera de lugar…
Parada, habla de camino hacia la regionalización, pero, como sabe que eso no es tan fácil, propone: “Negociar, negociar y negociar debe ser la consigna hoy, en el Congreso de la República. Busquemos el punto medio como dice el editorial de El Tiempo”.
Y yo estoy de acuerdo con eso.
Leamos al economista…
LuisEmilioRadaC

Pd:

El camino hacia la regionalización
Por Jairo Parada Corrales

Finalizando 2007, fui invitado a una reunión familiar donde se festejaba el grado de uno de mis estudiantes de Uninorte en Caracolí, corregimiento de Malambo. Por error, no ubiqué la entrada al corregimiento y seguí en la famosa vía de la sexta entrada, desde la Cordialidad. Después, tuve que detenerme pues no se había terminado la vía. La porción que le tocaba al Invías, ente nacional, no se terminaba, mientras que la Gobernación del Atlántico ya había terminado la suya. Hoy sigue igual la situación.

Nadie entiende por qué simplemente Invías no delegó los recursos en la Gobernación del Atlántico mediante convenio, para terminar la vía. La razón es muy simple: el Plan 2500 se manejó en forma centralizada, donde esa parte se contrataba desde el Ministerio del Transporte. El esquema fue un fracaso en todo el país.
Hace unos días, el doctor Alexis de Greiff, sub-director de Colciencias, en el marco de la Cátedra Fulbright de la Universidad del Norte, nos explicaba las maravillas de la nueva Ley de Ciencia y Tecnología, y los cuantiosos recursos del sector público, al finalizar el Gobierno de Uribe, invertidos en este sector.
Alexis de Greiff, subdirector de Colciencias
Asimismo, señaló que en 2009 se habían otorgado 783 becas para doctorados y Maestrías. Cuando le pregunté cuánto de esos recursos se habían gastado en la región Caribe, no tenía el dato. En lo referente a las becas, reconoció que sólo el 7% de las becas iban a la Región Caribe. Enseguida dijo que no aceptaban “cuotas regionales”, algo que he oído en los últimos quince años, para justificar semejantes resultados.

Cosas así se repiten en todos los frentes de la inversión pública a nivel nacional. Recursos los hay pero no se ejecutan ni siquiera en forma proporcional a la población que habita los territorios. Por eso necesitamos Región.

La discusión sobre la Región está que arde. Pero el editorial de El Tiempo del 27 de agosto de 2010, me parece muy sensato. Hay que evitar los fanatismos de todo tipo, y aprovechar que este Gobierno ha aceptado incluir el tema de la Loot en la agenda pública. Hay que situarse en los pies de los habitantes y Gobernadores de la Región Caribe, pero también hay que entender al Gobierno Nacional.

Después de 19 años de frustraciones, no resistimos otra más
. No es la hora de nuevas reformas constitucionales para modificar el carácter unitario de nuestro Estado. La discusión hay que situarla sólo en los términos de los artículos 306 y 307 de la Constitución.

Si uno examina los proyectos de los gobernadores y el proyecto del Gobierno, se observan muchas similitudes que indican la posibilidad de una negociación. Debemos concentrar los esfuerzos para que la Región como Región Administrativa y de Planificación (RAP) salga adelante, abriendo el camino a la región como Entidad Territorial (RET). Las RAPs son diferentes a los Corpes pues son de planificación, pero también de administración, con personería jurídica y patrimonio propio de naturaleza pública. Podrán ejecutar programas del Plan de Desarrollo Nacional a través de convenios, programas y proyectos.

Las RAPs pueden acumular la experiencia y prestigio para que en cinco años convenzan a los ciudadanos del país, de la Región como después lo definan otras leyes. No se trata de crear republiquetas en manos de los caciques políticos del Caribe como se dice. Negociar, negociar y negociar debe ser la consigna hoy, en el Congreso de la República. Busquemos el punto medio como dice el editorial de El Tiempo.

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