En esta Asamblea del BID, en
Nassau, Bahamas, quedó claro que no hay que jugar con fuego.
¡El asuntó se complicó!
De acuerdo al informe que se
recibió en medio del encuentro anual, José Juan Ruiz, economista Jefe del BID,
no será fácil recuperar las economías por lo que está sucediendo a nivel
global.
El crecimiento será nulo o levemente
negativo este año 2016: “la realidad es heterogénea. Si bien la región, en su
totalidad, enfrentará un crecimiento negativo este año, casi una cuarta parte
de los 26 países miembros del BID actualmente registran un crecimiento del 3,5%
o superior”.
Sumado a la caída en los
precios de los productos básicos, la región enfrenta un serio shock
demográfico. El envejecimiento poblacional, junto a otras tendencias
demográficas, implica que en el período 2011-2020, el incremento en la
participación en el empleo puede llegar a contribuir un 0,6% al índice de
crecimiento, contra 2% registrado durante la década de 2000, una pérdida
potencial de 1,4 puntos porcentuales.
Luis Alberto Moreno, presidente
del BID y Mauricio Cárdenas, ministro de hacienda de Colombia, hablando con la
prensa barranquillera en este encuentro, nos reiteraron el panorama que se está viendo en
América Latina y el Caribe, y en este informe llamado “ Es Hora de Actuar: América Latina y el Caribe Enfrentan Grandes
Desafíos ”, los expertos del BID explican “que
los precios de las materias primas han vuelto a los niveles de la década de
1990, con pocas posibilidades de recuperarse en el futuro cercano”.
Ese informe envía un mensaje
preciso a todos estos países…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Reforma fiscal,
imprescindible para impulsar el crecimiento económico en América Latina y el
Caribe
La región enfrenta el doble
shock de precios de materias primas y cambios demográficos. El escenario base
es un crecimiento de 1,5% en 2016-2018
NASSAU – Un crecimiento mundial
débil, una explosión demográfica en declive, una reducción en los precios de
los productos básicos y situaciones fiscales debilitadas dejan en evidencia la
necesidad inminente de profundas reformas fiscales en América Latina y el Caribe,
según el informe macroeconómico anual del Banco Interamericano de Desarrollo
dado a conocer hoy.
La mayoría de los países
precisan recortar su gasto fiscal. Sin embargo, el informe sugiere que no se
debe reducir las inversiones de capital, sino más bien realizar reformas más
profundas.
“Las reformas fiscales nunca
son sencillas de llevar a cabo,” dice Santiago Levy, Vicepresidente del BID.
“Muchos países se ven en la difícil situación de tener que actuar de manera
inmediata o exponerse a ajustes aún más complicados en el futuro. La buena
noticia es que hay mucho espacio para mejorar la eficiencia del gasto y
realizar un rebalanceo de las políticas fiscales, lo que permitiría mejorar el
crecimiento y preservar los cuantiosos beneficios sociales alcanzados en el
transcurso de la última década”.
El informe, llamado “ Es Hora de Actuar: América Latina y el Caribe Enfrentan Grandes
Desafíos ”, subraya que los precios de las materias primas han vuelto a
los niveles de la década de 1990, con pocas posibilidades de recuperarse en el
futuro cercano.
El crecimiento
reducido es la norma
La región experimentará un
crecimiento nulo o levemente negativo en 2016. Sin embargo, José Juan Ruiz,
Economista Jefe del BID, recuerda que “la realidad es heterogénea. Si bien la
región, en su totalidad, enfrentará un crecimiento negativo este año, casi una
cuarta parte de los 26 países miembros del BID actualmente registran un
crecimiento del 3,5% o superior”.
Sumado a la caída en los
precios de los productos básicos, la región enfrenta un serio shock
demográfico. El envejecimiento poblacional, junto a otras tendencias
demográficas, implica que en el período 2011-2020, el incremento en la
participación en el empleo puede llegar a contribuir un 0,6% al índice de
crecimiento, contra 2% registrado durante la década de 2000, una pérdida
potencial de 1,4 puntos porcentuales.
El resultado es que durante el
período 2014-2020, posterior al auge de las materias primas, el crecimiento
anual promedio proyectado es de 1,7%, cifra muy por debajo del 4% registrado
durante el excepcional período de auge de las materias primas que tuvo lugar
entre 2003 y 2013.
“La mayoría de los pronósticos
prevé una recuperación moderada en los precios de los commodities”, señaló
Andrew Powell, Asesor Económico Principal del BID y principal autor del
informe. “Pero no debemos perder de vista que los precios de los productos
básicos son prácticamente imposibles de predecir. Es necesario que los países
desarrollen mejores métodos para manejar la incertidumbre respecto de los
precios de los commodities”.
A su vez, existen riesgos
adicionales. De acuerdo con los cálculos del BID, por cada 1% de reducción en
el crecimiento de China, impacta América Latina y el Caribe con una reducción
del 0,6% en el crecimiento. Asimismo, por cada 1% de reducción en el
crecimiento económico de EEUU, América Latina y el Caribe pierde 1,5% en
crecimiento. “Si se suma el impacto de China y EEUU, entre ambos pueden
retrasar la recuperación económica de la región en un año”, agrega Ruiz.
Algunos países han logrado
ahorrar y por tanto pueden suavizar la transición hacia precios más bajos de
los commodities. Sin embargo, varios países aumentaron su gasto público en
respuesta a la recesión sufrida en 2009, y luego no revirtieron los aumentos
cuando las economías mejoraron.
Los países de América Central y
el Caribe se están viendo beneficiados por las caídas en el precio del crudo y la
recuperación económica de EEUU, pero varios de ellos aún deben realizar ajustes
fiscales para impedir que crezcan sus deudas.
El informe analiza los
presupuestos fiscales declarados de 15 países. Se proyecta que los ingresos
aumenten en un 1,1% en tanto los recortes asciendan al 1,7%, de los cuales un
punto porcentual proviene de la reducción en gastos de capital, lo que afectará
el crecimiento a futuro.
Existe la oportunidad de
reequilibrar el gasto a favor de la inversión pública, tal como en el caso de
programas de reparación y mantenimiento de infraestructura. Los países en
desarrollo deberían invertir al menos el 5% de su PIB en infraestructura para
impulsar el crecimiento futuro. Durante el período 2008-2013, el promedio para
16 países de la región fue del 3,7% de su PIB.
Una mejor infraestructura
también mejorará el desempeño exportador de la región, algo que puede verse aún
más favorecido si se profundiza la integración regional para aumentar la
escala, permitiendo que las firmas compitan en mercados internacionales.
El documento detalla las
reformas fiscales de cuatro países –Jamaica, Honduras, México y Chile – que
buscan promover la sostenibilidad a largo plazo.
A su vez, el informe sugiere
recortar el gasto corriente mediante una mejor asignación de los subsidios a la
gasolina, electricidad y transporte público, los que tienden a beneficiar
también a hogares con ingresos altos. La asignación de programas de
transferencia monetaria condicionada también puede ser optimizada. Los bajos
precios internacionales del crudo son una oportunidad para incrementar la
presión impositiva sobre la gasolina.
Existe, asimismo, un margen
considerable para mejorar la eficiencia, en particular en lo que se refiere a
educación y salud, que tienden a representar una gran proporción del gasto
público. El BID emitirá en junio un informe sobre la importancia del ahorro para impulsar el
crecimiento económico a futuro.
Acerca del BID
El Banco Interamericano de Desarrollo tiene la misión de mejorar la calidad de vida. Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes de financiación a largo plazo para el desarrollo económico, social e institucional en América Latina y el Caribe. El BID también lleva a cabo proyectos de integración de vanguardia y ofrece asesoramiento sobre políticas, asistencia técnica y aumento de capacidades a organizaciones públicas y privadas en toda la región.
El Banco Interamericano de Desarrollo tiene la misión de mejorar la calidad de vida. Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes de financiación a largo plazo para el desarrollo económico, social e institucional en América Latina y el Caribe. El BID también lleva a cabo proyectos de integración de vanguardia y ofrece asesoramiento sobre políticas, asistencia técnica y aumento de capacidades a organizaciones públicas y privadas en toda la región.
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