sábado, 9 de mayo de 2015

Industria manufacturera y tasa de cambio, por Roberto Junguito



La tasa de cambio. La revaluación, la devaluación, el futuro de la industria manufacturera colombiana, analizados por Roberto Junguito, en esta columna del diario La República.

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Industria manufacturera y tasa de cambio
Roberto Junguito

En Colombia existe la percepción generalizada que la revaluación o apreciación de la tasa de cambio de los últimos años fue uno de los principales factores que explica el lento crecimiento que ha registrado la industria manufacturera de nuestro país. Al respecto, cabe resaltar que mientras la tasa anual real de crecimiento del Producto Interno Bruto entre 2008 y 2014 alcanzó más del 4%, la tasa de crecimiento de la industria manufacturera lo hizo en menos de un 1% anual. Como resultado de ello, se ha registrado un desplome en la participación de la industria manufacturera en el Producto Interno Bruto, la cual ha pasado de un 14%  a menos de 11% en dicho lapso.  En ese sentido, la expectativa de los analistas económicos, de los industriales y del mismo Gobierno es que la devaluación ocurrida desde 2014 y que en el último año ha alcanzado más del veinte por ciento, en un ambiente de baja inflación, sería un estímulo para la recuperación o reactivación del crecimiento industrial. 
Los resultados de un artículo* recientemente publicado por el Fondo Monetario Internacional sugeriría que este muy probablemente no será el caso. El estudio analizó en detalle lo sucedido con las empresas manufactureras  colombianas desde el año 2000. Encuentra que si bien es cierto que las empresas intensivas o especializadas en exportaciones registraron menores utilidades durante el período 2000-2012 en razón de la revaluación, no se encontró  evidencia importante que la revaluación hubiese afectado negativamente la rentabilidad de las empresas manufactureras y, más bien, por el contrario, se identificó  que la apreciación real pudo haber aumentado la rentabilidad de las empresas al reducir el costo de los insumos importados, toda vez que en Colombia las empresas manufactureras se han venido orientando hacia la venta de sus productos en el mercado interno. En ese período de más de una década, de otra parte, surgieron factores estructurales no relacionados con la tasa de cambio como lo ha sido la caída del comercio y en consecuencia de las exportaciones de manufacturas a Venezuela y  las importaciones de la China los que parecen explicar, más bien, el debilitamiento de la industria manufacturera colombiana registrado desde 2008.
La realidad es que en 2014,  un año en que la tasa de cambio se comenzó a depreciar en términos reales, mientras la economía registró un crecimiento de 4,6%, la industria manufacturera registró un crecimiento de tan solo 0,2%. Esto tampoco está sucediendo en el año en curso. La encuesta manufacturera de la Andi señala que la producción industrial cayó 2,7% en el primer bimestre de 2015, al tiempo que las ventas lo hicieron en 3,1%, no obstante que la tasa de cambio real se viene depreciando en términos reales, lo que se esperaba fuese un incentivo para sustituir importaciones y estimular la exportación de manufacturas. Estos resultados deben abrir los ojos del Gobierno Nacional y de la Andi. La devaluación de la tasa real de cambio no va a ser el factor o la variable clave que contribuya a la recuperación de la actividad manufacturera nacional. 
Otros factores de tipo estructural que tradicionalmente han reducido la competitividad de la industria manufacturera colombiana incluyen los altos costos laborales, la mala infraestructura del país y las altas tasas de tributación a las empresas. En la solución de dichas barreras, en el cambio tecnológico y en una mayor productividad se deben fundamentar las políticas para promover el crecimiento de  la industria manufacturera nacional. 

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