Ella es una hermosa mujer, que nos representa a nivel mundial, con una sencillez que sorprende...
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Sofía Vergara regresó a su colegio, en Barranquilla
Por Andrea Jiménez J.
Fotos de Luis Rodríguez
Cerca de una hora permaneció la estrella de ‘Modern Family’ en las
instalaciones del Marymount, institución que recibió uno de los mejores
regalos en su aniversario número 60.
El motivo era uno solo y había pasado los mejores años de su vida justo en ese lugar que se preparaba para su regreso. Sofía Vergara volvería, luego de 23 años, a la institución que la vio crecer y formarse, no solo académicamente y como ser humano, sino como una de las jovencitas más lindas que haya dado una generación de estudiantes.
Con cabello rubio se fue y con cabello rubio volvió al Colegio Marymount, en Barranquilla, donde corrió y gozó con su uniforme azul celeste. El primer abrazo del regreso fue para miss Susan Kumnick, actual rectora de la institución, y quien le dictó a La Toty clases de religión. Fue a ella a quien, más adelante, la actriz culparía de enseñarle “ese inglés tan horrible” que sabe, bromeando entre risas.
El siguiente gesto de cariño fue para Lulo Hernández, el profe de química, el que le hacía ver ‘chispas’ a la barranquillera con sus fórmulas. Un intercambio de palabras que despertó carcajadas y, seguidamente, el saludo de todos los estudiantes, que llegó como una avalancha de cariño.
Con una calle de honor, los chiquitines de preescolar y primaria recibieron a quien, hasta ese momento, era la lejana estrella de Modern Family. A Sofía, la linda, la famosa. Banderas albiazules, los colores del recinto académico, se agitaron y se confundieron con los gritos de “Sofía, Sofía”. Cámaras, celulares, flashes, fotos.
Desde que se graduó, en el año 1990, la actriz no había vuelto a pisar su colegio. “Pero era porque siss Lissy no me dejaba pintar las uñas y me quitaba el cepillo de peinar”, argumentó, jocosamente, la también modelo, una vez llegó al auditorio, donde estaba la fiesta armada por los alumnos de secundaria.
En una corta ceremonia, emotiva por demás, las directivas del Colegio Marymount concedieron a Sofía la Medalla sister Johanna Cunniffe –quien fuera la rectora de la institución en la época de estudiante de la artista- categoría plata por “su talento artístico”. En el acto describieron a la actriz como una “alumna alegre, extrovertida y espontánea”, que les supo responder las atenciones tomándose fotos con todos quienes se acercaron a verla de cerca.
Las niñas de la Fundación Educativa Madre Butler le regalaron un recital de canciones como La pollera colorá, gesto que ella agradeció poniéndose de pie e invitando al aforo a seguirla. En el escenario, además, jugueteó con un pequeñín que portaba la bandera de Barranquilla en su frente y quien llevaba la medalla de la condecoración.
EL HERALDO estuvo con La Toty durante toda la visita, por lo que tuvo la oportunidad de saber cuál era el lugar del colegio que más disfrutaba. “En el recreo yo me compraba la tienda del colegio, vendían unas cosas deliciosas”, recordó, mientras que sus compañeras de promoción, quienes la acompañaron en el recorrido, explicaron que lo que más comía era dedito de queso.
Entre personaje y personaje, sitios y fotos, la barranquillera aprovechaba para explicarle a su prometido, Nick Loeb, en qué consistía todo ese mundo amado para ella y aún desconocido para él.
Unas lágrimas. El corazón de Sofía se vio tocado, en mayor medida, cuando entró a un recinto que no conocía. La capilla le abrió sus puertas para enseñarle dónde reposan las cenizas de la fallecida sister Johanna. La emoción la invadió y no pudo evitar las lágrimas. Las expresiones de asombro las repetía a medida que iba redescubriendo el que fue su hogar en sus épocas infantiles.
Cerca de una hora permaneció la estrella de Modern Family en las instalaciones del Marymount, institución que recibió uno de los mejores regalos en este año, en el que celebra su aniversario número 60. Vergara resaltó, en las palabras de agradecimiento por la exaltación recibida, los valores inculcados en ese lugar.
“Uno muchas veces no aprecia el colegio”, le dijo al alumnado, para luego conminarlos a sentirse orgullosos de portar los símbolos del ‘Marymount way’. El protocolo, por supuesto, concluyó con las notas del himno de la institución, que Sofía demostró recordar a la perfección.
“Bye, bye, Sofía”. A las 2.15 p.m. arribó la actriz barranquillera al Ernesto Cortissoz, donde se embarcó en un avión privado, de placas L771AV, en vuelo directo hasta Nueva Orleáns. La Toty viajó en compañía de su novio y, justo en medio del vuelo, fue compartiendo fotos de la última jornada de su estadía en la ciudad en Instagram.
En Estados Unidos, seguramente, seguirá brillando con su desparpajo y talento como una de las actrices del momento. Barranquilla, su tierra, estará esperándola de regreso, para que sienta el cariño del pueblo, que se ha ganado haciendo reír.
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