Lo
leí esta mañana, pero vale la pena leerlo nuevamente y lo voy a hacer.
Porque
nos recuerdan cómo se organizó el asunto, cómo vamos y sí las metas son
posibles.
De
acuerdo con Piedrahita la economía colombiana va bien, en medio de la crisis
mundial.
RADAR,luisemilioradaconrado
Jueves, Enero 17, 2013
Por Esteban Piedrahita
Visión
2019: Meta volante. Un análisis bien interesante
A principios de la década anterior, el Departamento Nacional de Planeación, dirigido por Santiago Montenegro, adelantó un ejercicio de planeación a largo plazo inusual en el país. El resultado de ese trabajo fue la publicación en 2005 del documento: “Visión Colombia II Centenario: 2019”. El mismo buscaba orientar la discusión nacional sobre “cómo deberá ser Colombia cuando conmemore dos siglos de vida política independiente” y planteaba cuatro grandes objetivos: 1) Una economía que garantice mayor nivel de bienestar; 2) Una sociedad más igualitaria y solidaria; 3) Una sociedad de ciudadanos libres y responsables; y 4) Un Estado al servicio de los ciudadanos. Cada uno de estos objetivos se asociaba a estrategias y metas concretas.
La utilidad de este tipo de ejercicios depende de
su apropiación por parte de la ciudadanía-después de todo el desarrollo del
país es un propósito no solo del gobierno sino de toda la sociedad-y también
del seguimiento que se les haga y los ajustes que se realicen sobre la marcha.
Hoy, a mitad del camino entre 2005 y 2019, vale la pena hacer una revisión de
cómo va el país en el cumplimiento de los derroteros que se trazaron hace 7
años, para evaluar en qué aspectos avanza bien, en qué aspectos está rezagado.
El trabajo comprendía cientos de metas específicas
en diversas áreas, pero esta columna se va a centrar en el objetivo 1, del
ámbito económico, cuyo “tablero de control” principal incluía 4 indicadores
clave: el PIB total, el PIB por habitante en dólares, la tasa de inversión y el
número de empleos. En cuanto al tamaño de la economía, se planteaba que a 2019
esta fuera 2,1 veces más grande en términos reales de lo que era en 2005. Hasta
la fecha, el país va en la senda de cumplir este objetivo. El crecimiento
promedio del PIB que se proyectó para los años 2005 a 2012, 4,7%, fue igual al
observado. Sin embargo, el ejercicio planteaba una aceleración del crecimiento
al 6% anual promedio para el período 2013-2019 lo cual hoy parece ambicioso,
aunque no imposible.
En cuanto al ingreso por habitante en dólares, se
fijó el objetivo de que aumentara un 70% en términos reales entre 2005 y 2019,
para llegar en ese último año a aproximadamente US$5.900 a valor de hoy.
Gracias a la revaluación, este guarismo ya se cumplió con creces. El ingreso
per cápita de Colombia en 2012 fue cercano a los US$7.900, un 120% más alto que
el de 2005. Y seguramente para 2019 superará los US$10.000. Si bien la
revaluación puede afectar la competitividad de los bienes transables producidos
en el país, para el consumidor y ahorrador colombiano es una bendición,
logrando que sus pesos compren y valgan más.
Otro propósito consignado en el documento era
aumentar en un 50% la inversión como porcentaje del PIB, bajo el supuesto de
que la formación de capital es una palanca clave para la productividad y el
crecimiento. En este campo el país ha conseguido resultados importantes. Las
cifras del Dane indican que en 2005 la inversión en Colombia, medida como la
formación bruta de capital fijo, representó el 19,7% del PIB. En el segundo
trimestre de 2012, la formación bruta de capital fijo alcanzó un 24,4% del PIB.
Así las cosas, el país pasó de invertir uno de cada cinco a uno de cada cuatro
pesos producidos, y estaría a la mitad del camino de lograr la meta fijada para
2019.
Finalmente, en materia de empleo, el documento
proyectaba la creación de 6,1 millones de nuevos empleos entre 2005 y 2019. En
2012, hubo 20,7 millones de personas ocupadas en Colombia, 3,6 millones más que
en 2005. En este frente crítico para la equidad, el bienestar y el crecimiento,
el país ya cumplió el 60% de la meta señalada aunque solo ha transcurrido un
50% del tiempo.
Como se puede apreciar, el desempeño macroeconómico
de Colombia en los últimos 7 años ha sido destacable, sobre todo si se tiene en
cuenta que 5 de esos años han coincidido con una coyuntura internacional muy
floja (aunque hay que reconocer que los precios de los productos básicos se han
mantenido muy favorables). Todo pareciera indicar que nuestra economía está
camino al despegue en esta vigésima década de independencia republicana.
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