martes, 8 de noviembre de 2011

Colombia, ministerios de Salud y Trabajo. JM Santos

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos con motivo de la creación de los Ministerios de Salud y Trabajo
Bogotá, 2 nov (SIG). “Hoy es uno de esos buenos días en que podemos decirles a todos los colombianos que hemos cumplido, que estamos cumpliendo y que seguiremos cumpliendo.
Son tres las principales metas de nuestro Plan Nacional de Desarrollo, tres ejes que marcan el rumbo que definimos en este gobierno el 7 de agosto del año pasado: más empleo, menos pobreza y más seguridad.
Hoy quiero hace énfasis sobre el primero de estos ejes: es decir, más empleo.
En la campaña nos pusimos metas ambiciosas y una de ellas era la generación de empleo –pero no cualquier empleo, sino empleo formal y de calidad–.
Ahora, casi 15 meses después de haber jurado como Presidente de la República, puedo decir que los resultados me producen inmensa alegría –porque eso es lo que siento, y lo que deberíamos sentir los colombianos: alegría–.
Prometimos, por ejemplo, crear 2,5 millones de puestos de trabajo.
Pues bien… ¡hemos generado 1 millón 85 mil empleos desde que empezamos el gobierno!
Yo espero, como ha sido costumbre, que esa tendencia siga hasta final de año, o sea que octubre, noviembre, diciembre, esa cifra debe seguir aumentando. Luego generalmente baja otra vez enero, febrero y comienza otra vez la tendencia ascendente.
Estamos hablando de cerca de 1 millón 85 mil colombianos que hoy se levantaron con la tranquilidad de tener un trabajo, con la satisfacción de sentirse productivos y con el placer de recibir un ingreso ganado con el sudor de la frente.
¡Estamos cumpliendo!
También me siento muy feliz porque esta semana le dimos al país una gran noticia que esperábamos dar al final del cuatrienio.
Es una noticia que ‘se nos adelantó’ casi tres años.
Me refiero, nada más ni nada menos, que a la tasa de desempleo, que bajó a un dígito –9,7 por ciento en el mes de septiembre–
Otra vez podemos decir: ¡estamos cumpliendo!
Se trata de una disminución de casi un punto con respecto al mismo mes del año pasado, teniendo en cuenta –además– que la tasa global de participación también aumentó y ahora es de casi el 64 por ciento, una de las más altas del mundo, y eso es también una buena noticia.
Si logra uno bajar el desempleo y la tasa de participación sube, es la mejor combinación que uno puede encontrar en una sociedad.
Eso quiere decir que no sólo hemos generado más empleos, sino que el crecimiento en el número de ocupados ha sido superior al número de colombianos que ha salido a buscar trabajo, el cual también es cada día es más grande.
Hoy hay más de 20 millones 400 mil colombianos trabajando, una cantidad que no se había visto en toda nuestra historia.
Son resultados sin precedentes, pero no podemos sentirnos satisfechos, pues hay todavía 2 millones 200 mil compatriotas que buscan trabajo y no lo encuentran.
Por ellos tenemos que perseverar en esta cruzada por el empleo.
Eso sí, podemos sentirnos orgullosos – ¡muy orgullosos! – porque somos el país de la región –y tal vez uno de los del mundo– que, en términos relativos, más empleo ha generado en el último año.
No exagero si les digo que la creación de más de un millón de empleos que podemos reportar en Colombia es la noticia que hoy sueñan –y no pueden dar– las grandes economías del planeta.
Todo esto contribuye al crecimiento del país en muchos sentidos y para no extenderme en ejemplos les cito sólo uno:
El incremento del empleo formal ha contribuido a la sostenibilidad del sistema de seguridad social.
Prueba de ello es que hoy existen 615 mil nuevos trabajadores afiliados al Régimen Contributivo de salud y 400 mil trabajadores más en el sistema general de pensiones.
Buena parte de estos resultados se deben a la Ley de Formalización y Generación de Empleo –una iniciativa que materializamos a pocos meses de iniciar el gobierno–.
Esa Ley –como todos sabemos–, en su componente de estimular el primer empleo, tiene un ‘autor intelectual’: me refiero al doctor Rafael Pardo, quien fuera mi contendor de las elecciones presidenciales.
Y doctor Pardo, por ahí dicen que yo dije cosas suyas. Le aseguro que no fueron menores a las que usted dijo de mí. Pero en la política, la reconciliación es tan importante, dejar los odios a un lado es tan importante, trabajar juntos es tan importante que no importa lo que usted haya dicho de mí. Se lo perdono.
Era una iniciativa tan buena que no dudamos en acogerla en la Mesa de Unidad Nacional.
Y miren los resultados. Los resultados es que hemos logrado disminuir el desempleo, creamos empleo formal y eso es un resultado que la gente hoy puede percibir y gozar. Y eso es parte de ese espíritu de conciliación y por eso pues nadie mejor que usted, doctor Pardo, para ocupar el nuevo Ministerio de Trabajo a partir de la próxima semana.
El Ministerio de Trabajo
Precisamente, hoy nos reunimos para celebrar el alcance de la creación de este ministerio.
Y permítanme insistir: ¡seguimos cumpliendo!
Ésta era otra promesa de campaña con la que esta semana nos ponemos al día.
Y debo aclarar que aquí NO estamos ‘reviviendo’ el antiguo Ministerio del Trabajo.
El ministerio que hoy presentamos es una estructura nueva, moderna, que nace sobre las bases sólidas del Buen Gobierno: eficacia, eficiencia, transparencia y rendición de cuentas.
Sus objetivos son básicamente tres:
El primero es mantener el buen paso que hemos emprendido en materia de formalización y de generación de empleo.
Precisamente, esa es la principal característica que diferencia a esta cartera de los anteriores ministerios, porque la creación de puestos de trabajo no estaba dentro de sus funciones habituales.
Para enfocarse en este propósito se crea el Viceministerio de Empleo y Pensiones, que concentrará sus esfuerzos en materia de competitividad y en la implementación de políticas que generen oportunidades de trabajo para las poblaciones más vulnerables.
De manera que aquí están ligadas dos de nuestras grandes metas: más trabajo y menos pobreza.
De entrada, doctor Pardo, usted tiene dos misiones muy importantes.
Una es mantener el dinámico ritmo de formalización que ya hemos iniciado; la otra misión es continuar impulsando la tendencia decreciente de la cifra de desempleo y lograr una especie de ‘tasa controlada’, de manera que nunca más escale a los dos dígitos –tal y como lo hicimos hace 10 años con la inflación.
Colombia tenía una inflación de las más altas de la región. Nos propusimos bajarla a un dígito, de común acuerdo con la política del Banco de la República, establecimos una política que denominamos de inflación objetivo y esa política fue muy exitosa.
Y hoy tenemos una tasa de inflación con metas entre el 2 y 4 por ciento, y eso sumado a la tasa de desempleo que hoy tenemos, las dos tasas, inflación más desempleo, es lo que muchos economistas durante mucho tiempo llamaron el ‘indicador de miseria’.
Y yo creo que ese ‘indicador de miseria’ hoy es de los más bajos de nuestra historia, pero tenemos que seguirlo bajando, porque todavía hay demasiada gente en la miseria.
Para ayudar a este propósito, el SENA queda como una entidad vinculada a este Ministerio, entendiendo que se trata de una institución dedicada a la “formación para el trabajo”.
Un segundo objetivo de esta nueva cartera tiene que ver con su responsabilidad en liderar y coordinar la política pensional.
En este punto hay que tener una consideración básica: en Colombia hay una minoría de ciudadanos con pensión y una gran mayoría sin ella.
En ese sentido, la prioridad del Ministerio es, por un lado, garantizar que la pensión le siga llegando a quienes ya se la han ganado.
De otra parte, su misión es buscar soluciones para aquellos que aún no cuentan con dicha pensión.
Para dirigir esta política, estamos creando una Comisión Intersectorial para la Política Pensional, integrada por Planeación Nacional y los ministerios de Hacienda, de Salud y –por supuesto– de Trabajo.
Esta comisión va a ser la encargada de fijar la política pensional, porque entendemos que se trata de un tema que involucra a diferentes sectores y que deben ser tenidos en cuenta.
Y bajo este organismo se va a mantener la información pensional, que es tan importante porque la información es clave para poder administrar los sistemas de seguridad social.
El tercer y último objetivo guarda relación con el nombre del otro viceministerio, que será el Viceministerio de Relaciones Laborales.
Ésta sí ha sido la tarea tradicional de los ministerios de trabajo, y al respecto ya tenemos avances.
Entre otras cosas, actualizamos el acuerdo laboral tripartito con empresarios y trabajadores; aumentamos el presupuesto para la protección de líderes sindicales y facilitamos la creación de 196 nuevos sindicatos –óigase bien– ¡196 nuevos sindicatos en los primeros ocho meses de este año!, frente a 89 que nacieron en todo el año 2010.
Además, expedimos un decreto con el que pusimos freno a la contratación innecesaria a través de cooperativas de trabajo asociado.
Un buen caso para exaltar es el de Almacenes Éxito: Desde el pasado mes de mayo ha vinculado formalmente –con prestaciones– a unos 2.500 de sus empacadores, a lo largo de sus establecimientos en casi 40 ciudades.
También hemos aumentado el número de inspectores de trabajo –ya tenemos más de 520 y vamos a llegar a 900 al final del cuatrienio–.
Algunos de estos avances se incluyeron en el Plan de Acción que nos ayudó a destrabar el TLC con Estados Unidos, pero lo cierto es que hacían parte desde un principio de nuestros propósitos en el Gobierno.
Son avances que nos nacen por convicción propia y por un compromiso sincero con los derechos de los trabajadores a una vida digna, a una remuneración justa y a unas condiciones de trabajo adecuadas.
En el próximo futuro, la estructura del nuevo ministerio contará con la asistencia técnica de un grupo de expertos de la Organización Internacional del Trabajo, la entidad más importante del mundo en materia laboral, a cuya dirección, por cierto, hemos postulado a nuestro Vicepresidente Angelino Garzón.
La OIT acompañará la implementación del Plan de Acción (del TLC), para ayudarnos a fortalecer la inspección, la vigilancia y el control, en beneficio de los derechos fundamentales del trabajo y del diálogo social.
Adicionalmente, el Departamento Administrativo de la Economía Solidaria –Dansocial– se convierte a partir de ahora en una entidad adscrita al Ministerio, lo que garantiza que le daremos fuerza a la promoción del cooperativismo y de las organizaciones solidarias.
Como ven, aquí estamos consolidando todo el ‘Sector del Trabajo’ –en su conjunto–, dándole unidad y coherencia, no sólo por las nuevas funciones del Ministerio, sino también por el tipo de entidades que quedaron vinculadas a esta cartera.
Colpensiones es otra entidad que queda bajo el Ministerio de Trabajo.
Lo que esperamos ahora es que el Ministerio genere una dinámica promoción del empleo –del empleo formal, digno, de calidad– y una fluida relación con trabajadores y empresarios.
Quiero terminar estas palabras destacando la doble importancia de dividir el Ministerio de Protección Social.
Porque no sólo se trata de la creación del Ministerio del Trabajo, sino también –de forma consecuente– del surgimiento del Ministerio de Salud.
A partir de ahora, la salud tendrá su propia cartera y podrá focalizarse en los temas que conciernen a su sector: básicamente, salud pública y calidad en el servicio.
Prioridades en materia de salud
La hoja de ruta en esta nueva etapa ya está definida y quiero destacar tres prioridades que tenemos en materia de salud.
La primera de esas prioridades es FORTALECER LA PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE UNA VIDA SANA, porque bien dice el refrán: ‘Mejor es la salud que nunca se perdió’.
En este punto, todos debemos ponernos metas concretas:
Gobierno, aseguradoras y prestadoras de salud debemos tener claros los objetivos en cuanto al bienestar de los afiliados.
Cada uno de los actores debe poner en marcha estrategias para preservar la buena salud de los colombianos y para mitigar los riesgos en su condición física.
Debemos, por ejemplo, buscar a los afiliados con enfermedades crónicas –como obesidad, hipertensión o diabetes– para fomentar en ellos hábitos de vida saludables.
La idea es mejorar la calidad de vida de los colombianos y reducir la probabilidad de complicaciones futuras.
Siempre en la vida en general, pero sobre todo en la salud, es mejor prevenir que curar. Y es más barato además.
Una segunda prioridad es FORTALECER EL DIÁLOGO CON LOS ACTORES DEL SISTEMA.
Ahora este ministerio podrá concentrar sus esfuerzos –aún más– en la necesaria interlocución con aseguradores, prestadores de salud y usuarios.
De hecho, en los próximos días, vamos a socializar el borrador del decreto que reforma a las EPS, con algunas de las cuales me reuní hace unos días, la semana pasada y ahí acordamos una serie de puntos muy importantes, porque siempre he creído que la concertación siempre trae mejores decisiones.
Se trata del decreto que va a redefinir las funciones de las EPS y los requisitos que deben cumplir para permanecer en el sistema, sacando del juego a las ineficientes y fortaleciendo a las que demuestren su capacidad real y efectiva para atender con dignidad a los usuarios.
Vamos a evaluar su desempeño con indicadores de resultados en materia de salud, además de aplicar los más altos estándares para verificar su situación financiera.
Y seremos muy estrictos en este proceso, porque la salud de las personas no es algo que pueda tratarse a medias.
Ayer no más dimos un paso muy importante al unificar los planes de beneficios de los regímenes subsidiado y contributivo para los colombianos de 60 años o más.
Yo le decía ayer (martes) a quienes estaban asistiendo a ese acto, que llegó un funcionario a decirme ‘aquí esta el decreto de los viejitos’. Entonces le dije ¿cuáles viejitos? Y dijo ‘pues los mayores de 60 años’. Y entonces le dije ¿usted cree que yo soy viejito?’ Entonces me dijo ‘no, no, no, no’. Entonces le dije no nos diga viejitos. Mayores de 60 años, que es más apropiado’.
Pero todos los mayores de 60 años hoy tendremos derecho a ese régimen único y creo que es un avance importante, 2,3 millones de personas.
Y nuestra obsesión es proveer un servicio de salud digno, con CALIDAD, EQUIDAD Y OPORTUNIDAD.
Y esto, precisamente, tiene directa relación con la tercera prioridad, que es MATERIALIZAR LA ‘ATENCIÓN PRIMARIA EN SALUD’.
Queremos que no haya excusas, de ningún tipo, para impedir o interrumpir el tratamiento que un ciudadano necesita.
Hoy algunos colombianos, en lugares apartados, no pueden acceder a tratamientos, a pesar de que su EPS sí los contempla.
La razón es que, por ejemplo, la EPS no tiene contrato con un hospital o un centro médico al que el paciente puede desplazarse sin dificultades.
De manera que esta ‘Estrategia de Atención Primaria en Salud’ va a ser una especie de ‘protocolo’ o ‘guía’ que deben tener en cuenta los actores de la cadena.
La idea es que las EPS prevean todos los tratamientos que requieren sus afiliados –y en qué zonas– para que diseñen la mejor manera de integrarse con hospitales y centros médicos.
El objetivo principal del Ministerio de Salud –y hago énfasis en esto– es garantizar que los colombianos tengan acceso efectivo a los servicios de salud SIN EXCUSAS, sin interrupciones, de manera oportuna y sin someter a los pacientes a desplazamientos o demoras absurdas.
Estimados amigos:
Los logros que hemos obtenido –en trabajo y en salud– me hacen pensar en esa frase que me gusta usar tanto y que dice que ‘se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso’.
El mejor ejemplo de eso es que nuestra meta inicial de desempleo –que era bajarlo a un dígito– ahora es sólo un paso más en la búsqueda de otras metas más ambiciosas.
Este tipo de avances los hemos logrado trabajando con amor y con decisión por el país y –sobre todo– uniendo esfuerzos.
Hemos demostrado, una vez más, que la Unidad Nacional sirve para nuestros propósitos colectivos, para ponernos de acuerdo en nuestros objetivos comunes en lugar de atizar las diferencias.
Los invito a que sigamos caminando por esta senda de prosperidad que hemos trazado juntos.
Día tras día, paso por paso, ladrillo por ladrillo, estamos construyendo –unidos– la nación que queremos.
Muchas gracias”.

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