martes, 8 de marzo de 2011

La fiesta sin fin, por Alberto Salcedo Ramos

La invitación de ese día 28 de febrero sigue vigente.
El carnaval cierra hoy sus puertas, pero continuará... CARNAVAL DE BARRANQUILLA La fiesta sin fin.
Ayer se refirió al tema Alberto Salcedo.
Las citas de Alberto en su columna, debemos leerlas con detenimiento.
Ayer vi a varios de los actores de esos escritos en FESTICARNAVAL.
Yo le decía ahoche a Ariel Castillo Mier, "no lo ví levantarse de la silla, en ningún momento"... Él se mantuvo muy atento a las presentaciones de los grupos en el estadio Romelio Martínez... él y los escritores que menciona Salcedo, son los que alimentan la historia.

LuisEmilioRadaC
Pd: la columna de Alberto aquí por el RADAR




07 de Marzo de 2011 - 05:53 pm

La fiesta sin fin

Por Alberto Salcedo Ramos
 
Acaba de salir al mercado un libro de gran valor cultural y académico: Carnaval de Barranquilla: la fiesta sin fin.
Se trata de un proyecto editorial de la Fundación Carnaval de Barranquilla, que combina textos de diferentes autores (provenientes de diversas disciplinas profesionales) con fotografías de reconocidos fotógrafos, como Nereo, Hernán Díaz, Diego Samper y Carlos Capella, entre otros. Este libro precioso fue publicado por la Editorial Maremágnum, bajo el cuidado de su director, José Antonio Carbonell.
La coordinación editorial le correspondió al periodista Alberto Mario Coronado. Una buena manera de exaltar Carnaval de Barranquilla: la fiesta sin fin es compartir con los lectores algunos fragmentos de sus textos.

“En Barranquilla los pobres, los de clase media y los ricos han sido capaces de compartir la danza, la jovialidad y el orgullo de contar con este perdurable patrimonio intangible, en un mágico paréntesis que ilusoriamente desestratifica la vida social”. Jaime Abello Banfi.
“El Carnaval de Barranquilla es la verdadera tabla rasa que mide a la gente sin hacer distinciones: con un disfraz de capuchón encima son idénticos el amo y el siervo, el patrón y su empleado, la distinguida dama que va al gimnasio del Country Club y su cocinera gorda que no hace ejercicio”. Juan Gossaín.
“El Carnaval es una mezcla multiétnica de la memoria colectiva de tres pueblos, de las matrices primigenias que lo alimentaron: es una fiesta no indígena, no europea, no africana, pero a la vez es todo eso. En cualquiera de sus manifestaciones populares de danza, baile o música, la amalgama de las tres culturas está presente”. Mirtha Buelvas.
“Dentro del Carnaval hay espacios de reencuentro con las culturas sonoras primigenias diseminadas a lo largo de toda la región Caribe colombiana, que continúan, con plena vigencia, confrontando la perspectiva musical del carnaval urbano con su pasado bucólico, étnico y rural”. Adlai Stevenson Samper.

“En su anual puesta en escena, al instaurar el reino de la libertad en el imperio de la necesidad, el Carnaval permite el privilegio provisional de acceder a una segunda vida, breve y bromista, creativa y gozosa, contrapuesta a la rutinaria existencia cotidiana”. Ariel Castillo Mier.
“Debajo de lo que no resulta tan agradable hay un alma y un espíritu especial que permite que la ciudad entera salga sonriente y lujuriosa, y baile a la luz del sol y de la luna, lo que hace que Barranquilla sea no solo una ciudad singularmente sexy, sino hermosa”. Jon Lee Anderson.
“El Carnaval es como un poema y cada poema –decía Novalis– interrumpe el estado habitual, la cotidianidad de la vida, con una finalidad similar a la del sueño: renovarnos y mantener siempre vivo en nosotros el sentido mismo de la vida. Quizá la lógica del Carnaval sea la misma de la poesía, ya lo aventuraba Nietzsche”. Heriberto Fiorillo.
“Durante estos cuatro días de arrebato colectivo la realidad entera, con todos sus seres y enseres, resulta trocada por la farsa: se enmascaran los rostros, se camuflan los cuerpos, se transforma el idioma”. Alberto Salcedo Ramos.
 
Por Alberto Salcedo Ramos

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