viernes, 10 de julio de 2015

GRECIA. Tsipras mejora su última oferta para evitar una salida de Grecia del euro

El tremendo rollo que se viene presentando en Grecia, porque los griegos no tienen plata para cumplir sus compromisos.
Ahora se está hablando del TERCER financiero para que la economía helena vuelva a moverse sin tantos problemas. Sin embargo hay una paradoja...

"La paradoja: la propuesta se parece bastante a la que el pueblo griego rechazó por abrumadora mayoría (61%/39%) en la consulta del domingo 5 de julio y no hace ninguna mención a la reestructuración de la deuda griega, uno de sus caballos de batalla".

Está bien interesante a nivel mundial esta negociación. Alexis Tsipras, es uno de los personajes... es el primer ministro de Grecia...

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
 

Tsipras mejora su última oferta para evitar una salida de Grecia del euro

El Gobierno griego envió ayer por la noche a sus socios europeos una propuesta de reformas que se parece bastante a la última que estos le habían puesto encima de la mesa el viernes 26 de junio, antes de que decidiera convocar un referéndum. La oferta mejora en algunos puntos la que Atenas hizo el 30 de junio, el día que el segundo rescate expiraba, pero está por ver si es suficiente para la Troika (Comisión Europea, FMI y BCE) y el Eurogrupo, los ministros de Finanzas de la zona euro.

El primer ministro, Alexis Tsipras, pretende llevarla hoy mismo al Parlamento para buscar el apoyo de los diputados helenos. El objetivo: recuperar la confianza de los acreedores y sellar un acuerdo antes del domingo que evite la salida de Grecia del euro.


La paradoja: la propuesta se parece bastante a la que el pueblo griego rechazó por abrumadora mayoría (61%/39%) en la consulta del domingo 5 de julio y no hace ninguna mención a la reestructuración de la deuda griega, uno de sus caballos de batalla.

Los técnicos de la Troika analizarán hoy mismo esas propuestas para ver si son suficientes para facilitar el rescate que Grecia ha pedido para los próximos tres años y que el FMI estima en al menos 50.000 millones de euros. Una vez realizado el análisis, serán los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro los que deberán dar el visto bueno el sábado. Si no hay acuerdo, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se reunirán el domingo para preparar el escenario de un colapso bancario en Grecia que llevaría al país a emitir una divisa paralela.
Antes de la recepción de las propuestas, el tono en Bruselas era más optimista que a principios de semana. "Si me preguntas el lunes, te digo que Gréxit, pero ahora soy más optimista", aseguraba ayer una fuente comunitaria involucrada en las negociaciones. La clave, según esta fuente, es que Grecia ofrezca una propuesta "muy muy buena para hacer imposible que Alemania diga 'no'".
Y eso es lo que está por ver. La propuesta que envió ayer el Gobierno griego era muy parecida a lo que le pedía la troika el viernes 26, y obligaba a Tsipras a cruzar muchas de sus líneas rojas, tanto en pensiones, como en IVA, como en reforma del mercado laboral. Pero Angela Merkel, canciller alemana, advirtió el pasado martes de que la nueva oferta de Grecia tendría que ir "más allá" de lo que se le pedía entonces. En ese momento, se estaba hablando de un prórroga de un rescate para financiar a Grecia con 16.000 millones de euros durante los próximos 5 meses y ahora ya se están barajando 50.000 e incluso 60.000 millones de euros para los próximos tres años.

Pero Tsipras recibió también algún gesto desde el lado acreedor. Mientras trataba de convencer ayer por la tarde a sus ministros más radicales de la necesidad de alcanzar un acuerdo, desde Bruselas empezaron a suavizar el tono en uno de los puntos más delicados de la negociación: la reestructuración de la deuda.

Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, fue el que se mostró más conciliador: "La propuesta realista de Grecia tendrá que ser igualada por otra igual de realista de los acreedores sobre la sostenibilidad de su deuda". Desde el Gobierno francés también mandaron señales positivas en este sentido e incluso Wolfgang Schäeuble, ministro de Finanzas alemán, reconoció no solamente que Grecia necesitaba una reestructuración de deuda, aunque solo contemplaría alargar vencimientos y bajar intereses.
Pero para proceder con esa medida, hacen falta dos cosas: certificar que las reformas son suficientemente ambiciosas y que Tsipras recupere la confianza de sus socios. Y Schäuble ya le dió ayer una idea. Implementar las reformas antes del acuerdo: "Que lo haga. Ganaría una cantidad increíble de confianza".

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