martes, 27 de enero de 2015

El Estado de la Unión 2015 Por Jairo Parada



Mejora la economía de Estados Unidos.
Se fortalece Obama, a dos años de soltar el poder.
Está apretando a los republicados a pesar de no tener la mayoría en el Congreso.
Saca la casta nuevamente el presidente…

RADAR,luisemilioradaconrado@radareconomico1
Pd: leamos a Parada 

El Estado de la Unión 2015
Por Jairo Parada

Desde el año pasado, antes de las elecciones de noviembre, el presidente Obama lucía débil y tímido, acorralado por los republicanos, sin mayor agenda. Su pasividad llevó a los demócratas a una barrida electoral, debido a la abstención masiva de demócratas y progresistas de ese país. Sin embargo, al entrar en la recta final de sus últimos dos años de gobierno, y no tener más elecciones que ganar –después que las ganó todas– el presidente Obama parece sacudirse y está a la ofensiva con medidas ejecutivas que tienen a la mayoría republicana acorralada.
En un inglés impecable que da gusto escuchar, Obama les dijo a los republicanos que usaría su poder de veto si los republicanos le venían con contrarreformas al sistema de salud establecido, dado que el nuevo sistema establecido, a pesar de sus limitaciones, ha empezado a generar buenos resultados. Algo similar pasaría con reformas a Wall Street que permitirían otro desastre financiero ni a retrocesos en inmigración. Usando su autoridad ejecutiva, y con un cuidadoso diseño jurídico, ha modificado las normas de inmigración para millones de ilegales y jóvenes que estaba en peligro de deportación, al igual que ha rebajado los intereses absurdos que se cobraban por préstamos a los universitarios.
 
Obama puede sacar pecho: es la única economía desarrollada que empezó a crecer con firmeza, con inflación baja y con reajustes en el salario mínimo bien fuertes para los trabajadores federales, encarando a los republicanos a que traten de vivir con los $15,000 dólares anuales que implica el salario mínimo actual.
Se estima que varios millones de trabajadores se han beneficiado, y algunas ciudades, desoyendo los absurdos análisis neoclásicos que alegan que alzas en el salario mínimo sensatas generan desempleo, han establecido pagos por hora a $10 dólares.
 
En otro de sus apartes, destacó su compromiso con el desarrollo sostenible y realzó los acuerdos con China, paso concreto que supera toda la inmensa retórica desde la ronda de Kioto. Algo similar con los acuerdos con Cuba, lo que Maduro sigue sin entender.
En el campo de la energía, Estados Unidos logrará pronto su autosuficiencia energética acabando con el chantaje de los países petroleros. Es más, serán exportadores de petróleo y gas. Su discurso enfatiza proteger a las clases medias, las cuales en Estados Unidos se habían venido a menos, después de décadas de neoliberalismo.
 
Aunque se puede discrepar de este análisis, es válido señalar que solo un país de trabajadores y pequeños propietarios garantiza una democracia sólida, resistente al clientelismo y a la corrupción, pues la gente no necesita del Estado para sobrevivir, como uno todavía ve en Bogotá y Santander.
Una de las acciones de Obama más aplaudidas es el establecimiento de los community colleges gratuitos, donde se entrega una enseñanza universitaria esencial de dos años, para defenderse en el mercado laboral, con cursos de enfermería, codificación y robótica, actividades del presente y el futuro.
Obama además no solo habló de libre comercio, sino de comercio justo, y pidió poderes para estimular y proteger las exportaciones norteamericanas. En fin, es un presidente a la ofensiva, no acorralado, preocupado por los más débiles, que uno extraña en nuestros lares.

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