sábado, 8 de febrero de 2014

AGONÍA DE LA CIÉNAGA DE MALLORQUÍN EN BARRANQUILLA. Por Ricardo De León

De nuevo mi saludo para comunicarles que he decidido darle vida a este Blog, donde espero abrir ventanas para que vuele mi pensamiento a los lugares que me interesan y a buscar mis pares en cada uno de ellos. Amigos, Hoja-Lata es de ustedes. Ahora si anoté bien el enlace.

jueves, 6 de febrero de 2014

AGONÍA DE LA CIÉNAGA DE MALLORQUÍN EN BARRANQUILLA.

Hoy, cuando la ciudad saluda alborozada, la iniciación de una nueva tarea de "mantenimiento" de la zona de acceso a la zona portuaria de Barranquilla, recobra actualidad el clamor de las comunidades de pescadores de Las Flores y La Playa, en el sentido de proteger la única laguna costera con que cuenta el Departamento del Atlántico y principal cuerpo de agua del ecosistema "Cuenca de Mallorquín".
Por su composición biológica, características físicas, estructuras y procesos ecológicos, que producen y proveen bienes y servicios ambientales imprescindibles e insustituibles, el Ministerio del Medio Ambiente clasifica la Cuenca de Mallorquín como un Ecosistema Estratégico. Su biodiversidad, representada por las comunidades bióticas, especies que allí se reproducen, sería, de manera natural, suficiente para garantizar una oferta sostenible de bienes y servicios ambientales esenciales para el desarrollo humano.

Sin embargo, hoy en día el intercambio de agua dulce se hace a través de una tubería sin las especificaciones técnicas que impidan la sedimentación y con la entrada de este material que arrastra el río, se genera pérdida de profundidad del cuerpo de agua. Con la remoción de los dragados de mantenimiento (o de profundización) la cantidad de lodo será infinitamente suoperior y desde ya nos preparamos para una nueva mortandad de peces por la pérdida de oxígeno.
Los arroyos que trasladaban las precipitaciones pluviométricas, hoy en día son arroyos permanentes con aguas servidas, cargadas de detritus y más recientemente, con descargas de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales que bota al cauce, agua con “niveles permitidos” de elementos contaminantes.

El complejo Mallorquín es incapaz de defenderse de este tipo de agresiones. Estamos asistiendo a un proceso de degradación tal, que este ecosistema no es capaz de mantener el equilibrio de los procesos ecológicos, denominados “básicos” como son la regulación de climas, temperatura del agua,  depuración del aire, agua y suelos, así como la conservación de la biodiversidad.

Por esta razón este humedal marino costero, que debía ofrecer bienes y servicios a las comunidades que dependen de la interacción con la Ciénaga para su sostenimiento, debe ser intervenido de manera integral, para evitar que  la flora y la fauna nativas, siga desapareciendo por la depredación que viene sufriendo la Cuenca.
Ubicación en Google Maps 11.041794,-74.848444

Tal como se desprende de los análisis hechos en los diferentes eventos y los aportes científicos que el Dr. Iván Luna ha hecho llegar a las mesas de trabajo, se desprende la afirmación de que, problema no es de la Ciénaga de Mallorquín sino de toda la Cuenca, lo que compromete acciones directas de los entes territoriales que se encuentran en la zona demarcada por la autoridad ambiental, como son los municipios de Baranoa, Galapa, Puerto Colombia, Tubará y el Distrito de Barranquilla, así como las entidades del orden nacional, y departamental que por su naturaleza y misión institucional, tienen compromisos con la zona referida. 

La Veeduría Obras del Río Magdalena y su Entorno, entre otras organizaciones de la Sociedad Civil, hace un llamado a los estamentos públicos que tienen que ver con la vigilancia, control y regulación del medio ambiente y la explotación de recursos marinos y fluviales, a las entidades que ayer llamaban a la solidaridad para que Barranquilla no permitiera el cargue por fondeo, a que hagan suyo el clamor de las comunidades de Siape, Las Flores y La Playa, para que si se han de hacer las obras, al menos se tenga en cuenta la afectación. Dicen los afectados, que al no existir un trabajo serio para el intercambio de agua dulce con la Ciénaga, de Mallorquín, se abre otro frente de depredación contra este cuerpo de agua, vital para la conservación del hábitat de especies migratorias, protegidas por el acuerdo Ramsar, del cual Colombia es signante.

Defienden de igual manera, las posibilidades de desarrollar turísticamente el litoral del Departamento del Atlántico, porque también se afectan playas y actividades pesqueras en el mar por la disposición del lodo a tan solo 700 metros de la desembocadura, zona conocida ampliamente como sitio de faena para los pescadores de la región.

Requiere la ciudadanía una explicación por la manera como el Estado supone que obras que les impactan de forma tan ostensible, no requieran licencias ambientales cuando la pesca, la calidad de las playas del departamento y la supervivencia de ecosistemas estratégicos se ven afectados por esta situación.

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