viernes, 10 de febrero de 2012

El día del PERIODISTA en Barranquilla

El día del PERIODISTA en Barranquilla

Por Luisemilioradaconrado

Ayer, el día del PERIODISTA se conjugaron muchas cosas bonitas.

Muchos mensajes.

Muchos abrazos sinceros.

Lindas sonrisas…

Y se sentía en Barranquilla un agradable ambiente.

Me gustaría que todos los días fueran así.

El gobernador del departamento del Atlántico, José Antonio Segebre, lo resumió ayer así, en un diálogo con el RADAR:


 
“en la iglesia uno se fortalece… esta es la casa de DIOS. Y en la casa de DIOS uno de alguna manera se reconforta. Yo salgo lleno de optimismo y además, la tristeza que tengo en el alma y que llevo de tiempo atrás por muchas cosas que veo en mi país… tristeza, que de alguna manera es adquirida por estar muy cerca de los sectores débiles de la sociedad y ver lo que viven, se alivia cuando uno llega a la Iglesia y le pide fortaleza a DIOS para salir adelante”


... ayer, el mensaje de Jaime Marenco, casi, casi sacerdote, y uno de los colegas más apreciados por nosotros, nos llegó a todos:

¡Hola colegas y profetas! ¡Sí, profetas! Me uno al parecer de tantos que asemejan la noble misión de los comunicadores sociales y periodistas con la misión de los profetas: anunciar, denunciar y orientar en nombre de Dios.
Somos nosotros los primeros llamados a anunciar, día a día, las buenas noticias a las gentes de pueblos, ciudades y naciones; noticias buenas que deben animar a las personas a asumir el compromiso de ser mejores seres humanos. Pero, también, tenemos el ‘delicado’ compromiso de denunciar la injusticia, la impiedad, la deshonestidad y todo aquello que atente contra la dignidad del hombre y la mujer, especialmente de los más desprotegidos.
Debemos ser los primeros valientes en despojarnos de particularismos egoístas y, más bien, convertirnos en orientadores y promotores del bienestar de la comunidad humana, teniendo siempre el cuidado de no caer en el error de ser luz para fuera y oscuridad para los de dentro (familia y personas más cercanas).
Desde el Seminario Regional de la Costa Atlántica ‘Juan XXIII’, donde me formo para llegar a ser sacerdote por gracia de Dios, reciban hoy mi saludo fraternal y la seguridad de mis oraciones.


Jaime Alberto Marenco Martínez“Ante ti, Señor mío, están todos mis anhelos.”Salmo 38, 10

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