sábado, 14 de enero de 2012

La Ley del Ombligo, por Martín Tapias

La Ley del Ombligo
Por Martín Tapias








 
A propósito de la decisión del gobierno de mantener a los actuales administradores del Ernesto Cortissoz hasta la licitación, seremos testigos de las típicas controversias barranquilleras en los medios de comunicación, en la que nos miramos el ombligo, mientras en otras regiones realmente apuestan en grande.
Considero que en este tema como en muchos que resultan estratégicos, se sigue pensando en la región en pequeño. En una entrevista que me concedió  José Ignacio Vengoechea de la CCI para Magazín Empresarial, nos recordó que mientras los antioqueños, bogotanos y caleños ya están despachando en materia de vías que les permite ser competitivos y tener salida a los puertos; nosotros en la región seguimos sin norte. Aún más, de las 16 vías diseñadas para ampliar la competitividad en el país, ninguna está en la región.

Mientras eso ocurre aquí nos entretenemos con pequeñas cosas y grandes debates que no conducen a nada. Defenderemos un pequeño aeropuerto en Barranquilla, otro pequeño en Cartagena... en fin; mientras abandonamos la idea de un verdadero aeropuerto regional que nos permitiera competir con El Dorado y ganar tráfico internacional.

La dirigencia sigue mirándose el ombligo mientras el resto del país se despacha. Veremos el metro de Bogotá con dinero de todos nosotros y más vías para Antioquia, y les aseguro que aquí no avanzaremos en nada.
Los intereses particulares siguen al frente y no la verdadera integración regional.
Recordaba Vengoechea la necesidad de comenzar a vernos como una Ciudad Región, que integre en principio a Barranquilla, Santa Marta y Cartagena como eje principal, especializando a cada ciudad, aprovechando el potencial de cada una, y a partir de allí, darle impulso a una verdadera región potenciadora de desarrollo económico y social.
Me dirán que estamos soñando, pero claro, ¡queremos vernos el ombligo! La verdad resulta más fácil y cómodo para que todo siga igual; hay quienes ganan con eso.

Ahora algunos sectores vienen planteando el impulso de un tren de cercanías que desarrolle la movilidad regional. Ya saldrán los enemigos, esos que salen ganando si todo sigue igual.
Se escucharán voces en contra, dirán que para qué vamos a gastar los recursos que se pueden destinar para vías o parques en un tren que nadie utilizará.
La Ley del ombligo. 
Entonces, cuando sea una realidad el Metro de Bogotá y el tren de cercanías de la Sabana (que si está en la agenda de Planeación Nacional), nos lamentaremos, como ha sido nuestra historia.

1 comentario:

  1. Por Raimundo Alvarado:

    El liderazgo empresarial de Barranquilla fue el blindaje que tuvo la ciudad para superar el colapso de los servicios públicos de las décadas 80s y 90s, y luego emprender un rumbo que la posiciona como ciudad con futuro. Algunos de los lideres hoy cuestionados fueron quienes le pusieron el pecho a las balas para impedir la captura total de la ciudad, de sus empresas y del Estado territorial, por parte de grupo ilegales que, sin embargo, alcanzaron a controlar alguna porción del Estado, incluyendo agencias del Ministerio Público. Esta es la historia.
    No son, afortunadamente, liliputenses sino, con excepciones naturales en toda regla, visionarios.
    Tal vez, miradas las cosas ex post, hicieron mal en comprometer a los gremios en negocios, como empresas de agua y servicios aeronáuticos, pero eso fue lo más conveniente para salvar los servicios. Hoy Barranquilla genera confianza en materia de servicios básicos, ha recuperado el crecimiento superior al promedio nacional en su economía, esta en proceso de recuperación de sus finanzas publicas y tanto el Distrito como el Departamento son factores eficaces de desarrollo.
    ¿De donde venimos? Hace apenas diez años el Distrito ingresaba por esta época a la ley de quiebras mientras el Departamento asumía una reestructuración fiscal controlada por el Gobierno Nacional.
    El sector privado de Barranquilla tuvo una altísima contribución para cambiar los escenarios, empezando por aceptar pagar múltiples impuestos, tasas y estampillas que ahora golpean con severidad la competitividad de la ciudad. Se están empezando a quejar pero buscan alivio mediante la concertacion y el dialogo, no con negativas ruidosas.
    ***
    Toca acudir a los mas visionarios de nuestros lideres para que se haga lo que Martin sugiere: emprender grandes proyectos. Lo básico esta construido, a un costo enorme, como uno sabe que está ocurriendo porque las mafias de los contratos onerosos no es manca sino muy activa y eficaz para golpear. Tiene agentes por todas partes. Es una especie de pulpo con cabeza en todas sus patas.
    ***
    Adicionalmente, y desde luego, toca cualificar todavía la vocería empresarial y ojala retirar progresivamente a los gremios donde ya no son necesarios, porque la tarea ha sido cumplida. Pero esta tarea por hacer no nos puede llevar al desconocimiento de la faena de quienes le pusieron el pecho a las balas cuando el balín y la intimidación estaba mas bajito.
    Raimundo

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