Pachito, el electrocutador
Vuelvo sobre el poder de las redes sociales para divulgar información y
emitir opinión, y hago invitación a quienes están por fuera de Twitter para que
lo usen (es gratis), y como mínimo se diviertan con las descargas de malaleche
de cualquiera o se enteren de lo que acaba de suceder, en vivo, desde el lugar
del evento.
Segundo a segundo, sobre tu pantalla pasa la voz desconocida (hasta ahora)
del pueblo colombiano, la inaudible en los medios tradicionales, la real y
auténtica esencia del pensamiento libre. Y por ese medio llegué al video de
Pacho Santos donde lamenta el desuso de instrumentos eléctricos para reprimir a
los estudiantes.
Su desparpajo verbal con esquiva mirada a la cámara me retrotrajo recuerdos
infantiles de embarque de ganado, a punta de tábano, un dispositivo con
corrientazo de voltaje regulado para controlar a las vacas. De adolescente supe
que las dictaduras militares del Sur lo llamaban picana, y lo usaban para
torturar a los opositores de aquella barbarie.
Desagradable reencuentro con un medio tan abyecto como el uso del voltaje
para someter a terceros, y con la mentalidad derechista de los fundamentalistas
colombianos. Esto último es lo que no borrará la solicitud de perdón público del
exvicepresidente y director de noticias de RCN: le conocimos el alma, ese íntimo
parecer que refleja su esencia, eso que suelen ocultarnos a las graderías para
conciliar el pensamiento democrático y seguir mandando en sociedad.
Y en ese instante, ‘peló el cobre’, como lo hace el expresidente Uribe,
impertérrito, en su dedicación a criticar el gobierno Santos como si fuese
continuación o bis del suyo.
Y todo este sambenito se armó gracias a las redes sociales virtuales que
permiten a cualquiera expresarse, comunicarse y juntarse en asociación valedera
para hacerse oír y capacidad de movilizar a miles virtualmente.
Pacho Santos se desbocó en su videoblog y la factura le llegó en cuestión de
minutos, bajo el código de Twitter #PachitoElElectrocutador (HT: tema señalado)
y en 24 horas los tuiteros indignados lo convertimos en TT (tópico candente No.
1), es decir, es el tema más encendido entre miles de personas conscientes,
librepensadoras, generadoras de opinión. Ahí está el truco para seguir esa red
social: la mayoría de nosotros tiene algo que decir: que guste o no, es harina
de otro costal.
El lenguaje es pleno, coloquial e irónico, con uso de la sátira para
describir a los personajes públicos y sus acciones. Vuelvo a sugerir este medio
alternativo de comunicación, donde uno escoge qué tópico sigue y alimenta, y se
siente escuchado con respuesta inmediata, aún de los mismos que son
criticados.
Si no existieran estas redes y medios virtuales para cobrar identidad frente
a los sucesos del país y el mundo no sabríamos del facha que lleva dentro
Pachito, ni que hay en Colombia gente políticamente correcta dispuesta a
defender los derechos democráticos de la mayoría cuando a algún sector se lo
quieren escamotear, como es el caso del paro y las pacíficas marchas de los
estudiantes en protesta por la reforma educativa impuesta por el Gobierno, que
es un tremendo paño de agua tibia a las severas y añejas dolencias de la
educación pública.
losalcas@hotmail.com
losalcas@hotmail.com
De César Castro, del grupo de Periodistas del Caribe:
ResponderEliminarMi estimado Ray y para todos los demás colegas en el ancho - y ajeno - mundo en el que vivimos. Para la sorprendida Lola y todos los que se sigan sorpendiendo en twitter con los trinos de las aves raras que allí trinan.
No creo que haya que pensar y requetepensar lo que uno vaya a decir. No es para tanto. La cuestión es tan sencilla o por lo menos los grandes pensadores que nos han antecedido, ya resolvieron el problema por nosotros.
Hace un pocotón de años nació un niño que creció en medio de los palos y herramientas de carpintería de su padre. Se hizo carpintero. A los 30 años decidió dedicarse a predicar y dentro de sus prédicas se recogió una que dijo: " De lo que hay en el corazón habla la lengua" y añadió que " No es lo que entra sino lo que sale de la boca del hombre lo que lo contamina".
Años más tarde, en Alemania nació otro niñito que respondía al nombre de Karl Marx y Carlitos (Como le diríamos cariñosamente en español) también dejó sus frasecitas lapidarias como aquella de que "El ser social crea la conciencia social" o sea en español: "Tú piensas como vives".
¿Qué más podemos pedirle a "Pachito" Santos?. El responde lo que tiene que responder. La ideología, y no quiero que piensen en izquierdas ni en derechas sino en condiciones de vida, se le sale a uno por los poros y se revela hasta en el modo de caminar. ¿Acaso no hay patrones que piensan que los trabajadores deben darle gracias todos los días porque les está dando trabajo? ¿Acaso no hay personajes que acusan al desempleado de flojo e irresponsable que no paga los servicios porque "No tiene cultura de pago" y no ahorra porque
"No tiene la cultura del ahorro?
Bueno.
Ray y no les recomiende que piensen y repiensen porque de pronto aprenden y como resultado se convierten en los seres más cínicos del mundo.
Es decir, aprenden a que con la palabra se puede ocultar el pensamiento y entonces, sí que se vuelven mucho más peligrosos. Mejor déjalos así. Deja a Pachito así. Así sabemos a qué atenernos.