miércoles, 20 de abril de 2011

Semana Santa 2011. Seamos solidarios con el más necesitado


Semana Santa
Dejar la indiferencia para vivir la solidaridad con el más necesitado

La Semana Santa más que vivirla como cuatro días de descanso, es un motivo suficiente para reflexionar y unirnos para superar todos aquellos problemas que nos asechan, en especial, para dejar la indiferencia ante tantas adversidades que afectan a la sociedad, entre ellas las catástrofes ambientales, que según los pronósticos se repetirán con mayor intensidad, incrementando la desesperanza de las comunidades afectadas.

Para la Iglesia, este tiempo es una oportunidad que nos regala Dios para vivir la pasión, muerte y resurrección de Cristo acorde a nuestra realidad, estamos llamados a reflexionar y ahondar no sólo en un sentido espiritual, sino existencial.

Si Jesús fue capaz de dar su vida por nosotros, amarnos hasta el extremo, nosotros estamos llamados a vivir esta realidad del amor y esto significa nuestra corresponsabilidad con el país. No podemos seguir indiferentes con lo que sucede con nuestros hermanos damnificados, con las situaciones de violencia, injusticia y deterioro ambiental que se presentan. Es hora de tomar desde nuestra realidad.

Lo característico de cada uno de los días santos

JUEVES SANTO – ÚLTIMA CENA DEL SEÑOR
Se celebra con especial solemnidad la institución del sacramento de la Eucaristía. Jesús se ofrece como víctima de salvación y nos manda a perpetuar esta ofrenda en conmemoración suya.

También se conmemora en este día el sacramento del orden sacerdotal, con el cual se perpetúan en el mundo la misión y el sacrificio de Cristo, y el mandamiento del amor que debe llevar a la entrega, un servicio humilde por parte de los sacerdotes.

El Sagrario, lugar donde se custodia la hostia consagrada que es la presencia viva de Jesús, aparece abierto y vacío. La comunión de hoy se hace del pan consagrado en la misma Eucaristía. Se han de consagrar en esta Misa las hostias necesarias para la comunión de los fieles y para que el clero y los fieles puedan comulgar el día siguiente, Viernes Santo, en la celebración de la Pasión del Señor.

El lavado de los pies. Así como Jesús lo hizo con los discípulos, el sacerdote les lava los pies a doce hombres, como signo del servicio a los demás. El lavatorio de los pies se hace con autenticidad. No sólo con unas gotas, sino lavando, secando y luego besando los pies, de modo que exprese bien la lección que nos dio el Señor Jesús: el amor fraterno, el servicio para con todos, la reconciliación.
¿Por qué no visitar 7 monumentos?
El Jueves Santo no es para visitar los ‘monumentos’ pues se pierde la oportunidad de estar de cerca con la persona de Jesús presente en la reserva. Es importante la lucha en erradicar la mala costumbre de visitar 7 monumentos, si fuese así, ¿cómo hacen las personas que se encuentran en lugares donde sólo hay un templo parroquial?

Primero que todo no hay monumento, sino lugar de la reserva, el cual es una capilla o espacio debidamente adornado que invita a los fieles a la adoración y la meditación de la presencia viva de Jesús a través de la hostia consagrada, que para los cristianos católicos es la presencia viva y real de Jesús en la Eucaristía. Para este año la Arquidiócesis de Barranquilla ha invitado a las parroquias a adornar el lugar de la reserva con el concepto de la defensa de la vida y la solidaridad y la caridad con los damnificados del sur del Atlántico, haciendo frases e imágenes alusivas a estas dos grandes intenciones de la Iglesia.

TRIDUO PASCUAL (VIERNES Y SÁBADO SANTO, DOMINGO DE RESURRECCIÓN)
VIERNES SANTO
Es el día de la pasión del señor, de su muerte. La tarde del Viernes Santo presenta el drama inmenso de la muerte de Cristo en el Calvario. Está centrado en el misterio de la cruz, erguida sobre el mundo sigue en pie como signo de salvación y de esperanza..

Este día no se celebra la Eucaristía en todo el mundo. El altar luce sin mantel, sin cruz, sin velas ni adornos. Recordamos la muerte de Jesús. Los ministros se postran en el suelo ante el altar al comienzo de la ceremonia. Son la imagen de la humanidad hundida y oprimida, y al tiempo penitente que implora perdón por sus pecados.Van vestidos de rojo, el color de los mártires: de Jesús, el primer testigo del amor del Padre y de todos aquellos que, como él, dieron y siguen dando su vida por proclamar la liberación que Dios nos ofrece.

SÁBADO SANTO
Se acostumbra a participar de oraciones marianas, para acompañar a María ante la pérdida de su Hijo. Por ello se medita su dolor con el rezo del Santo Rosario, oraciones, lecturas y cantos sobre su presencia junto al sepulcro, sobre su fe y esperanza.

"Durante el sábado santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y su muerte, su descenso a los infiernos y esperando en oración y ayuno su resurrección.

Es el día del silencio: la comunidad cristiana vela junto al sepulcro. Callan las campanas y los instrumentos. Se ensaya el aleluya, pero en voz baja. Es día para profundizar. Para contemplar. El altar está despojado. El sagrario, abierto y vacío.
La Cruz sigue entronizada desde ayer. Central, iluminada, con un paño rojo, con un laurel de victoria. Dios ha muerto. Ha querido vencer con su propio dolor el mal de la humanidad.

VIGILIA PASCUAL
Es una noche de vigilia en honor del Señor, el sábado por la noche. En la que celebramos la pascua, es decir: el 'paso' de Jesús de la muerte a la vida. Es una fiesta para la Iglesia católica.
Cristo resucitado ha vencido la muerte; este es el fundamento de nuestra fe. La experiencia que la Iglesia entera cada año renueva y celebra.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN
La fiesta más importante para los cristianos, fiesta que inició con la Vigilia Pascual: La Resurrección del Señor que da sentido a nuestra fe. Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo.

En la resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: si Jesús está vivo y está junto a nosotros, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar?

Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección, pues podemos estar seguros de que, después de una corta vida en la tierra, si hemos sido fieles, llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre.
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Erik Fabián Sojo Rodríguez
Delegado de Comunicaciones y Relaciones Públicas
Arquidiócesis de Barranquilla
Tel. 3600047 - 3690767 Ext. 126
Cel. 317.6443142

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