Estábamos buscando unas fotos de Colombia, los contrastes que se presentan en nuestra nación por una tarea que me encargó uno de los líderes de la región, cuando Jorge me dijo: "me gustó este texto... esta autora escribe bonito"... y tomamos la decisión de colocar esta nota en el blog... Esto lo escribió Annabell Manjarrés Freyle el domingo 3 de octubre de 2010.
Me imagino que lo hizo con gusto, porque estaba retratando la historia de unos pueblos muy especiales. Cualquier día me encontré en esos pasajes con Jair Vega, quien estaba realizando una labor social y aprendimos mucho de esos habitantes del Magdalena...
LuisEmilioRadaC 
Pueblos Palafíticos del Magdalena
Desde  el puerto de Pueblo Viejo se observa la ciénaga grande del Magdalena  como un océano infinito. Su horizonte evanescente hace imposible creer,  que más allá del alcance de la vista, de su agua dulce por el río  Magdalena y  salada por el mar Caribe, tres pueblos leviten sobre sus aguas desde hace más de dos siglos.
En  el lapso de dos horas en lancha hasta Nueva Venecia, se disfruta de un  recorrido exótico entre las aguas ambarinas de la ciénaga, el cielo azul  y la cadena de mangles que se observan a lo lejos como una pintura de  acuarela. Antes de llegar al primer pueblo, un túnel de mangles nos  recibe con su exuberante vegetación, en el camino encontramos pescadores  en las orillas del terreno del manglar, algunos llevan a sus hijos a  tomar un baño, y otros lavan sus canoas. Junto con el hombre, 276  especies vegetales terrestres, 300 morfotipos de algas, 144 especies de  peces, 102 especies de moluscos y 190 especies de aves, habitan aquí y  dan otro motivo por el cual conocerlo.
El  ecosistema del Manglar es un hábitat biodiverso en el que existen  especies endémicas, como el colibrí nativo y recibe a miles de aves  provenientes de Norteamérica. Estas aves emigran en épocas de frío  invierno hasta las cálidas lagunas de la ciénaga, lo cual la convierte  en uno de los lugares de avistamiento de aves migratorias más  espectaculares del mundo. 
La  vida tranquila que se respira sobre el agua es a su vez poco  convencional. Estos pueblos se unen en una gran familia en medio de la  nada, tapando unos con otros los huecos que no alcanzan a tapar las  tablas viejas y ralas, que han soportado mareas altas, brisas, sol,  lluvias y escases. Pero como buen pueblo Caribe, nunca faltan los  billares, los pescadores descansando de la rutina con una buena cerveza y  las verbenas  con música vallenata y champeta alegrando al pueblo.
Sin  embargo, cada vez que una canoa sale de un lugar a otro, del agua brota  un olor fétido. Esto es de esperarse, pues el servicio de  alcantarillado y agua potable no existen allí. El agua de consumo es  llevada en Bongoconducto desde el rio Aracataca hasta sus hogares, y de  esa manera han sobrevivido culturalmente desde hace varias décadas. No  conformes con esto, han pedido ayuda para conseguir una vida más digna.
En  vista de la complejidad del asunto, la Gobernación del Magdalena junto  con entidades privadas e internacionales, adelantan una estrategia integral  para erradicar la extrema pobreza y beneficiar a las 427 familias  existentes en los pueblos palafíticos: Nueva Venecia, Buenavista y Bocas  de Aracataca. Para ello proponen recuperar el ecosistema que ha sido  amenazado desde la construcción de la carretera, Santa Marta – Ciénaga -  Barranquilla, la cual impidió el intercambio de agua salda y dulce,  principal fuente de vida para el mangle y seres que lo habitan. A este  problema ambiental le suman los químicos utilizados para los cultivos,  la pesca ilegal y residuos sólidos de los puertos que han deteriorado el  suelo.
Los  problemas ambientales de la zona han contribuido a que estos tres  pueblos se vean afectados económica y socialmente. Para que estos  lugares llenos de magia se conviertan en destinos turísticos, la  gobernación y las otras entidades proponen una campaña de concienciación  por parte de las familias para que protejan y se apropien de su  territorio. Las entidades se han comprometido en mejorar la calidad de  vida, con contribuciones a los colegios, puestos de salud, servicios  públicos, arreglo de viviendas y aumento de la seguridad, pues en el  pasado, estas poblaciones sufrieron los desastres del conflicto armado. 
En  la ciénaga grande habitan tres pueblos, generaciones, historia,  biodiversidad. Es un gran espejo que refleja los cielos azules y  despejados del Caribe colombiano, es un pulmón que purifica el aire y es  el riñón que purifica al río magdalena antes de llegar al mar. Todas  estas circunstancias, motivan a visitar a las casas sobre palafitos,  rescatar los tesoros naturales y acceder a ellos para enamorarse. 



Gracias por difundir mi articulo. Qué sorpresa.
ResponderEliminarUn abrazo.