El financiamiento de la Agenda Caribe, editorial de El Heraldo

• Las tareas que tenemos los habitantes y especialmente los líderes de la Región Caribe son bien interesantes, porque los sueños no se realizan y concretan si no hay trabajo, estudio, investigación y "camello". Nada puede convertirse en una realidad si el ser humano no se pone las pilas. Hay muchos ejemplos y por ese lado, es posible que en un futuro cercano podamos decir: "Ganamos la lucha contra la inequidad". Leamos el editorial de El Heraldo, donde aparecen esperanzas para nuestra gente. 
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• LuisEmilioRadaC 
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• Editorial

05 de Abril de 2011 

El financiamiento de la Agenda Caribe

"Sin recursos, la autonomía política queda reducida a estéril retórica”, dijo Rafael Núñez, y lo citó el ministro Carlos Rodado Noriega para llamar la atención acerca del hecho de que en el fragor del debate regional por la autonomía que se desprenderían de la aplicación de los artículos 306 y 307 de la Constitución no se han mirado con la misma atención otros aspectos que merecen tanta consideración como la autonomía.

Y tiene razón en cuanto expone como temas de especial interés regional, al lado de la ética pública, lo concerniente al fortalecimiento de las finanzas de los entes territoriales para luego señalar en su discurso cómo la Constitución de 1991 aumentó, como nunca antes desde Juan José Nieto, a mediados del siglo XIX, la asignación a los territorios mediante una distribución de los recursos “como condición insoslayable para zanjar desequilibrios y tener regiones fiscalmente fuertes, privilegiando de manera especial a las zonas más pobres del país, mediante la introducción del concepto de Necesidades Básicas Insatisfechas”.

 
Lamentablemente, los gobiernos de Andrés Pastrana y de Álvaro Uribe quitaron parcialmente lo establecido en los artículos 356 y 357 de la Constitución para decretar nuevas distribuciones del ‘ponqué nacional’, lo que en la práctica hizo reducir las participaciones de los territorios. Rodado tiene igualmente razón al quejarse de que la dirigencia regional le dejó prácticamente solo cuando, siendo gobernador del Atlántico, se declaró en rebeldía con los cambios constitucionales que materializaron el traspaso de los recursos en beneficio del centralismo.
No deberíamos echar en saco roto ahora su llamado para cerrar filas en torno al debate sobre la distribución de los recursos nacionales que es, según dijo, lo que mueve a las demás regiones del país. Autonomía sí, pero ojo con los recursos. “La autonomía es condición necesaria, pero no suficiente”, tituló Rodado su intervención.
El senador Efraín Cepeda considera importante el logro en el Plan Nacional de Desarrollo de que ahora las partidas, antes concentradas y sujetas a demandas desde los territorios, están destinadas por regiones, de manera que si no las usa un departamento lo puede hacer el vecino, siempre y cuando pertenezca a la misma región. Es, en verdad, un avance. Igual de importante es el anuncio que hizo el presidente Juan Manuel Santos en su mensaje al foro en el sentido de que el Caribe dispondría de 96 billones de pesos en cuatro años para inversiones en todos los sectores.
Pero hay fuentes adicionales sobre las cuales es preciso fijar criterios y hacer bien la gestión. Nos referimos a las procedentes de las regalías, que se mantendrán para las zonas productoras en el nuevo esquema de distribución, como aplicación de un derecho que no debe ser jamás soslayado o negado. Tales fuentes tienen la vocación de favorecer a regiones no productoras, pero con grandes necesidades.


El Presidente dijo al foro que desde enero de 2012 estarán recibiendo proyectos de interés regional para financiarlos con esos recursos, que tendrán un crecimiento progresivo que no tiene antecedentes en la historia. ¡Tenemos que prepararnos en el Caribe para competir por esos recursos de regalías! No se trata simplemente de exhibir las necesidades sino formular, bien hechos, los proyectos, y esto demanda conocimientos técnicos y vigor político.
No es menos importante el esfuerzo fiscal territorial. En esto el Caribe está muy atrás de otras regiones, como es el caso de los municipios diferentes a las capitales, donde se precisan las actualizaciones catastrales y más equidad en las tarifas de los gravámenes locales. Cierta es la imperiosa necesidad de acceder a gobiernos que ofrezcan legítima confianza, lo cual está en juego en las elecciones de octubre, pero no se puede esperar que la inversión solo provenga del nivel nacional. Lo ideal es una sana concurrencia.
A todo ello debe agregarse las opciones que brinda el aporte privado al desarrollo. No solo inversión rentable, en lo cual existen importantes logros en Barranquilla, Cartagena, Montería y otras ciudades, así como la minería y los servicios, sino la inversión que fluye de la Responsabilidad Social Empresarial o las donaciones.

En el Caribe es poco lo logrado históricamente en cooperación internacional, y este es un capítulo muy interesante e importante sobre el cual regresaremos.