domingo, 13 de marzo de 2011

Japoneses en Barranquilla: descencientes del señor Tokso Dokú, por Rafael Rada C


Los japoneses en Barranquilla: los descendientes del señor Tokso Dokú.
Rafael Alberto Rada C.
Los historiadores hablan de que por los puertos de Colombia llegaron un grupo de japoneses a nuestro país en las primeras décadas del siglo XX, y se refieren a los radicados en Barranquilla, como barberos pulcros y reconocidos.

Uno de esos barberos pulcros y reconocidos, vivió durante muchos años en el barrio La Unión, en una de esas “manzanas” donde duermes en un barrio, pero al levantarte, salir a la puerta de la casa y caminar unos metros ya te encuentras en otro. 
Pues bien, el señor Tokso (así suena y así nos los enseñaron sus nietos) Dokú, dormía en La Victoria, pero al salir ya estaba en La Unión. Igual ocurría con todo su grupo familiar, por eso ellos siempre dijeron vivir en La Unión y jamás en La Victoria.
El señor Tokso, para nosotros el señor Duque, llegó al barrio a mediados de la década de los sesenta con la señora María, su esposa,  su hija Aleida y el esposo de ella, Dagoberto Borja, además de nietos y otros familiares. Ya era un sexagenario cuando fue a vivir al barrio, procedente del populoso barrio Rebolo.  Tenía el señor Duque una barbería, al estilo de la época, donde al final de la “motilada” te echaban “Menticol”, el aire acondicionado de los pobres, como lo llamaba nuestro querido Marcos Pérez Caicedo.  
Ir donde el señor Duque nos aseguraba una “montada de talla” (no se usaba en esa época la expresión) cuando salíamos de su barbería, ya que nos dejaba con poco pelo y casi un moñito en la frente. Pero tocaba, para esa época no existían para nosotros l@s estilistas ni nada parecido; la otra alternativa eran los padres o tí@s que osaban posar de peluqueros y siempre nos exponían al escarnio público.
Volviendo al señor Duque, tenemos que decir que tuvo siete hijos, cinco mujeres y dos varones; las mujeres eran Edith, Aleyda, Fanny y Rosariet (Chachy para nosotros) y los hombres Sadami  y Eric. No menos de treinta bisnietos tuvieron la señora María y el señor Duque (Augusto, como el había decidido que fuera su nombre en español).  Las más prolíficas fueron sus hijas Elizabeth y Fanny, por eso los De Moya Dokú y los Moreno Dokú son muchos, casi el 60% de los nietos.   
Y la mayor parte mujeres. 
Las “chinas” de “A Pleno Sol” eran muy reconocidas en el sector; por cierto, fue la familia Borja Dokú quien le dio vida a ese querido y recordado baile de carnaval.
Algo muy particular ocurrió con los nombres de los descendientes del señor Duque, pocos tenían nombres originarios del Japón, la mayoría eran castizos, los nombres de los hombres: Augusto, Jairo, Javier, Jaime, Octavio, Juan, Eric, Raimundo; por eso cuando nació uno de sus nietos y lo bautizaron Toshiro, fue algo novedoso. Entre las mujeres había más nombres de origen japonés, pero entre las mayores primaban los nombres castizos o no originarios del Japón: Ketty, Yomaira, Marla, Jenny, Mercedes, Ada, Zully, Jacqueline, pero ya había nombres como Sayuri, Keiko y otros que escapan a la mente.

La razón por la que “A Pleno Sol” nació con mucha gente y creció rápidamente está dada por el número grande de descendientes del señor Duque y la señora María.
Vale recordar que los descendientes del señor Duque eran además de buenos amigos, excelentes bailarines y gente muy entusiasta. Daba gusto ver a l@s De Moya Dokú bailar, casi que habían “inventado” una forma muy peculiar de danzar que, deleitaba a chicos y grandes. Los más aventajados eran Jairo y Ketty, excelente bailarina de salsa, que por cierto heredó de su abuelo aquello de arreglar cabello, no siendo ya una barbera sino una gran estilista de uno de los más reconocidos lugares de la ciudad.
De los descendientes del señor Dokú hay muchas cosas por contar,  para ello tendremos que sentarnos por largas horas con algun@(s) de ell@s. Ahorita se encuentra un buen número en el Japón en medio de una gran tragedia, pero sin sufrir daño físico ni material alguno por lo que nos han informado. Dios los siga protegiendo al igual que a todos los habitantes del Japón.
Principio del formulario Pd: nuestra amiga Yomaira Esther de Moya Dokú nos acaba de escribir desde el Japón (10:03 de Marzo 13 de 2011):

Gracias Rafa por tu mensaje y por las bendiciones y gracias a Dios por protegernos; fue algo espantoso y muy triste por aquellos que perdieron su vida con este fenómeno de la naturaleza. 
Cuídate. Dios, te bendiga ...
Abrazos y saludes para tu familia.

1 comentario:

  1. Hermosos recuerdos q jamas volveran .pero q uedaron gravsdos en nuestros corazones gracias n mi aprecio y carino siempre para ti bendiciones

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