CARNAVAL y PUBLICIDAD: ¡Moisés insiste!

El CARNAVAL de Barranquilla es algo serio, aunque tengamos máscaras, desorden, recocha, rumba y otros elementos.

Por eso continuamos con el análisis de las marcas comerciales.

Moisés Pineda, acepta argumentos… pero presenta los suyos.

¿Qué significa PATRIMONIO ORAL e INMATERIAL de la HUMANIDAD?

Eso suena importante, ¿cierto?

Por eso digo, debemos seguir con el tema.

Moisés, nuevamente en el RADAR.

LuisEmilioRadaC

Pd: el argumento

CARNAVAL y PUBLICIDAD: ¡Moisés insiste!

MOISES PINEDA:

Acepto el argumento de Raymundo en el sentido de que el público- la gente- es el mercado- el consumidor- y que tal capacidad es de interés para los productores y comercializadores de bienes y servicios y que para "capturarla" usen la publicidad.

Pero, mi pregunta sigue siendo: ¿hay derecho a hacerlo, exhibir marcas y mensajes, sobre y con ocasión de la escenificación de elementos que configuran un BIEN PATRIMONIO ORAL E INMATERIAL DE LA HUMANIDAD? No lo creo. ¿Hay derecho para que el espacio privilegiado de la escenificación patrimonial desde la Primera Carroza o Trailer, hasta el lugar Nº 99 del desfile de "La Batalla de Flores", haya sido copado por MARCAS COMERCIALES? No creo que aquello esté ajustado al derecho y a la Ley...

                                                                                                        

Aceptarlo, sería tanto como que los portadores de la cruz alta, los cargadores de los pasos de la Semana Santa en Popayán llevaran propaganda de Velas Torcoroma en su faldellines y capirotes, o que al lado de La Mona Lisa se exhibiera el logo de la Renault o que encima o a un lado del Memorial de Lincoln colgara el pendón de la General Motor argumentando que tales industrias contribuyen al sostenimiento de aquellos bienes culturales que son patrimonios nacionales, locales o universales.

La Nueva Ley de Cultura, al respecto es CLARA; salvo, que yo esté leyendo una Ley diferente a la que otros puedan estar consultando.

LA SALIDA DECENTE 

Una "salida decente", para el caso Barranquilla sería, por ejemplo, que tal exhibición de marcas y mensajes se hiciera en la transmisión de televisión y en los elementos que para tal fin se instalen en el amoblamiento para la acomodación de públicos y en los productos que allí se distribuyan. Esto supone que la "participación" de los actores, de los anunciantes, de los operadores, de los canales de TV y del Estado deba formalizarse, de tal manera que ocurra lo que pasa en la exhibición de otros bienes culturales, incluyendo aquellos de naturaleza estrictamente comercial como el Sambódromo, donde los elementos del espectáculo están LIBRES DE CONTAMINACION PUBLICITARIA.