jueves, 10 de febrero de 2011

La mano negligente empobrece; más la mano de los diligentes enriquece: Proverbio 10:4

La mano negligente empobrece; más la mano de los diligentes enriquece. Proverbio 10:4

Hoy en la mañana hablando con mis hijos les decía: "La única forma de obtener las cosas, es haciendo lo que nos corresponde hacer, en el tiempo adecuado, con el cuidado y atención que merece lo que hacemos".

Muchas personas nada tienen porque han sido negligentes para obtener lo que ahora les falta. Nada hicieron, nada tienen.
Es muy común ver a la gente actuando cuando ya tienen el problema encima; es decir, que actúan fuera de tiempo. 

El proverbio enseña en en verso 5: “El que recoge en el verano es hombre entendido; El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza”.

¿Que esperamos para actuar?  
Esa es la pregunta que muchos descubren cuando ya ha pasado mucho tiempo.

Fernando León

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