domingo, 16 de mayo de 2010

Candidatos en la lupa de María Isabel Rueda


María Isabel Rueda, en El Tiempo, comentando cómo ve a los diferentes candidatos.
A Noemí no le fue muy bien con ella…
Mockus, se tiene que poner las baterías, de acuerdo a su concepto. Y cree que Petro, aunque está bien preparado, no alcanzará la popularidad que requiere para llegar a la presidencia.

Vale la pena revisar lo que dice sobre Juan Manuel Santos…
LuisEmilioRadaC
Pd:

María Isabel Rueda

María Isabel Rueda
Seis candidatos embromados
Juan Manuel Santos tiene el problema del heredero: que no solo hereda los activos patrimoniales, sino también los pasivos. Le están cobrando los 'falsos positivos', las chuzadas del DAS, el desempleo y la 'Yidispolítica', revivida virulentamente con la judicialización del ex ministro Pretelt.

De todo ello, Santos solo es responsable políticamente de los 'falsos positivos', porque era el Ministro de Defensa.
Por el contrario, ninguna de estas cosas parece afectar la popularidad del 74 por ciento que mantiene Uribe, por cuenta de su factor teflón, que no es más que un producto de sumas y restas: los colombianos le suman a Uribe las virtudes como gobernante, y le restan los desaciertos de su gobierno, y le salen a deber más gratitud que reclamos. Sin el teflón de Uribe, Santos depende de su habilidad para capotear lo mejor que pueda los pagarés que deja este gobierno.

Antanas Mockus ha registrado un frenón del crecimiento de su 'ola verde', tras las rectificaciones hechas por cuenta de algunas salidas políticamente incorrectas. Un candidato que sepa rectificar queda muy bien. Refleja sinceridad y honestidad.
El propio Uribe lo ha hecho en algunas oportunidades y la gente se lo ha aplaudido.
Pero si tiene que hacerlo todo el tiempo, y varias veces, corre el riesgo de transmitir ignorancia. Y aunque en buena parte sus patinadas han sido producto de la desprevención del candidato, que lo hace presa fácil de las celadas periodísticas montadas por sus enemigos, tampoco podemos atribuírselas todas a ello porque Mockus no es propiamente un candidato primíparo. No sé si le sea posible cuidar más lo que dice, sin poner en riesgo su cotizada espontaneidad.
Noemí Sanín ha sido víctima de los medios de comunicación. Pero no, como ella piensa, porque se pusieron todos de acuerdo para torpedearla, sino porque tanta televisión ha terminado reflejándola como una persona insegura, como no lo fue en el pasado, fruto de su mal administrada mezcla de sonrisas y dardos que la aleja de su ansiado perfil de estadista. Precisamente su condición femenina es la que parece administrar políticamente con más inseguridad, porque la saca a relucir cuando no toca, como argumento para que voten por ella, pero se siente discriminada cuando, como candidata, la tratan como mujer. Debería recuperar la serenidad que le han quitado las encuestas para transmitir la madurez adquirida en tantos años de vida pública.
Germán Vargas es víctima del voto útil. Son muchos los que reconocen que ha hecho la mejor campaña programática, incluyendo a sus adversarios, porque es uno de los pocos que deja ver dónde está situado ideológicamente para la controversia. Su reto inmediato es convencer a los colombianos de que concreten su admiración en votos y que combatan el círculo vicioso de que como va tan abajo en las encuestas, votar por Vargas es un voto perdido.
Gustavo Petro proyecta gran seguridad en sus diagnósticos sobre los problemas. Pero como candidato de izquierda va en contravía en un momento muy derechista del país. Por esa razón, ninguno de los otros candidatos quiere acordar con él siquiera un suspiro en conjunto. Más allá de la presidencia, Petro está dependiendo de un caudal respetable de votación que lo proteja, en situación postelectoral, de que lo triture la división interna del Polo.
Rafael Pardo carga con la tragedia de una campaña muy sólida que no despertó nunca entusiasmo. Parte de la culpa la tiene que su candidatura nació amarrada a un partido tradicional que no inspira nada en la opinión y que ni siquiera está todo con él. Su gran reto está en producir algo de emoción de última hora en el electorado para remontar su último lugar en las encuestas.
¡SE ME OLVIDA! Como será de buen tipo el ex magistrado Jorge Aníbal Gómez, que llegó a creer que con su llegada a la terna, a la Corte se le acababa la disculpa para no elegir Fiscal.
María Isabel Rueda

1 comentario:

  1. esta mierda parece escrita por un blogero principiante mas que por un periodista con titulo... Dediquese a otra cosa, alejese del teclado!

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