sábado, 6 de marzo de 2010

El Heraldo, Editorial: La decisión caribe de ser honestos


Este proceso del voto CARIBE.
La Consulta CARIBE.
El movimiento que ha ido gestando, tiene a muchos costeños, caribeños y el público y la comunidad del interior de Colombia muy atentos a lo que va a ocurrir en la próxima jornada electoral, así que no debemos fallar el 14 de marzo.
En el editorial de El Heraldo, la palabra honestidad aparece con letras mayúsculas.

Luis Emilio Rada C

Pd:

Editorial: La decisión caribe de ser honestos

Infinidad de casos de corrupción nos demuestran cotidianamente que una parte de los colombianos, ante la disyuntiva entre actuar correcta o deshonestamente, aún escogen la opción de ir por el camino más práctico, fácil y corto de ‘volarse la escuadra’ para conseguir fugaces beneficios económicos o prebendas ventajosas de poder o estatus.

Esa peligrosa ley de ‘el fin justifica los medios’ en que, bajo el pretexto de que “Yo lo hago porque todo el mundo lo hace” o de ‘pendejo el último’, se hace normal tomar atajos, brincarse a los demás, alterar o falsificar datos de una información, evadir obligaciones, sobornar a la autoridad, coaccionar a los más débiles, incumplir acuerdos pactados, robar materiales, productos o tiempo en donde trabajamos, o hacernos los de ‘la vista gorda’ al percibir algo anómalo que supuestamente no nos atañe.

La conducta tramposa poco a poco se convierte en hábito que, de tanto repetirse, se transforma en un estilo de vida desvergonzado y delincuencial.

Esta contagiosa locura moral produce puntos ciegos en los que para llegar a la cima los tramposos sueñan con el fraude en la casa, en la escuela o universidad, en la oficina, en el supermercado o en el campo de juego, pensando que nadie los ve.

No nos conformemos con esta cultura de la corrupción. La personalidad del hombre Caribe es alegre, espontánea, calmada... y definitivamente honesta, aunque poseamos nuestra ‘malicia indígena’. No nos contagiemos de culturas que recurren a la mimetización, la viveza y el engaño mutuo para sobrevivir.

Venzamos la tendencia al camino fácil y mañoso. Recordemos el credo Caribe transmitido por nuestros ‘viejos’:

1. El estilo de vida honesto requiere de modelos éticos positivos durante el temprano desarrollo de la personalidad de nuestros hijos.

2. El camino ético está lleno de esperas, reveses, sinsabores, sacrificios, discriminaciones y burlas. Muchos honestos tienen fama de bobos, quedados, desabridos y de ingenuos. Aceptemos ese lastre.

3. Hacer lo correcto frecuentemente implica más trabajo y más tiempo… pero se pisa en terrero firme y seguro. Cuando se consiguen por fin las cosas no hay investigadores ni fiscales tras nuestros pasos. A los deshonestos siempre les llega un día del Juicio final.

4. Los pasos en falso o fechorías salen a flote años después. La verdad, como el corcho… siempre sale a flote. Inoportunamente esa verdad suele aparecer cuando la prosperidad económica y la felicidad familiar, cimentada sobre bases falsas, son mayores. No nos desilusionemos cuando veamos al ‘tramoyero’ alcanzar logros rápidos. Ten paciencia… que la carrera aún no termina... esperemos su vergonzoso retorno.

En estos comicios electorales, los tramposos, buscando cómplices, nos preguntarán: ¿Estás afuera o estás adentro de la ‘piña’? Y tú… ¿qué responderás?, ¿sí o no? No hay términos medios. No hay de otra, no traicionemos nuestra tradicional transparencia Caribe. El comportamiento ético es una decisión personal que debe primar en el hombre Caribe… De esa decisión depende nuestro futuro.

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