jueves, 21 de agosto de 2025

Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia alerta sobre fraudes

Comunicado a la opinión pública

El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo informa a la ciudadanía que personas ajenas a la entidad están cometiendo actos fraudulentos mediante la suplantación de funcionarios públicos y el uso indebido de símbolos institucionales, con el propósito de ofrecer falsos contratos a cambio de pagos.

Se detectaron casos, que ya están sujetos a denuncia, en los que los estafadores utilizan nombres, logotipos, emblemas y documentos falsificados con apariencia oficial, con el fin de engañar a ciudadanos y empresas, simulando procesos contractuales inexistentes para obtener, presuntamente, beneficios económicos de manera ilícita.

El ministerio hace énfasis en que ningún proceso de contratación legítimo exige pagos, depósitos, anticipos ni contraprestaciones económicas por parte de los ciudadanos o proveedores. Todos los procedimientos contractuales se desarrollan conforme al Estatuto General de Contratación Pública, guiados por los principios de transparencia, legalidad, igualdad, publicidad, economía y responsabilidad.

Los únicos canales oficiales para participar en procesos de contratación del Ministerio son:

La plataforma SECOP (Sistema Electrónico para la Contratación Pública)

Los medios institucionales establecidos en el Manual de Contratación del MinCIT

El sitio web oficial: www.mincit.gov.co o entidades adscritas o vinculadas

Nuestras oficinas y líneas de atención al ciudadano 601 606 7676 (lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m.)

Cualquier solicitud de dinero o promesa de contrato a cambio de pagos constituye un fraude y debe ser denunciada inmediatamente ante las autoridades competentes y a través de los canales oficiales del Ministerio. El correo habilitado para denuncias es soytransparente@mincit.gov.co.

Se hace llamado a la ciudadanía a estar alerta, a no entregar dinero bajo ninguna circunstancia y a reportar de inmediato cualquier intento de estafa, fraude o irregularidad. Su colaboración es fundamental para proteger la integridad de los procesos públicos.

El Ministerio reafirma su compromiso con una contratación transparente, así como su colaboración activa con las autoridades para identificar, judicializar y sancionar a los responsables.

martes, 19 de agosto de 2025

Coljuegos incautó elementos ilegales de juegos de azar en Barranquilla y Granada

628 elementos ilegales de juegos de suerte y azar, que operaban en los departamentos de Atlántico y Meta, incautó Coljuegos, la Empresa Industrial y Comercial del Estado Administradora del Monopolio Rentístico de los Juegos de Suerte y Azar en Colombia.

La operación forma parte de las acciones de lucha contra la ilegalidad de este tipo de negocios que afectan el sistema subsidiado de salud, que en este caso, dejaba de percibir alrededor de $520 millones anuales.

“Estamos llegando hasta todos los departamentos del país para controlar la ilegalidad y proteger los recursos que van dirigidos a la salud de los colombianos menos favorecidos. Nunca antes en la historia de la entidad, las mafias que se lucran de los juegos de suerte y azar se habían visto tan golpeadas por el Estado”, dijo Marco Emilio Hincapié, presidente de Coljuegos.

En el municipio de Granada, Meta, Coljuegos desmanteló un bingo que operaba sin contrato de concesión. Por ese motivo, fueron incautados 580 elementos, entre los cuales se encontraban tableros, baloteras y mobiliario destinado para la operación ilegal. El establecimiento estaba evadiendo el pago de cerca de $150 millones anuales por derechos de explotación.

En Barranquilla fueron incautadas 48 máquinas electrónicas tragamonedas ilegales que operaban en casinos clandestinos ubicados en distintos puntos de la ciudad. Se estima que, anualmente, estos elementos dejaban de transferir $369 millones anuales para el sistema de salud.

“En lo corrido del 2025, hemos incautado un total de 2.103 elementos ilegales de juegos de suerte y azar, y en los próximos meses intensificaremos nuestras acciones de control para seguir atacando a quienes incurren en este delito”, agregó Hincapié.

En lo que va de 2025, Coljuegos ha realizado operativos en Bogotá y en departamentos como Quindío, Norte de Santander, Nariño, Tolima, Valle del Cauca, Bolívar, Córdoba, César, Guajira, Meta, Atlántico, Risaralda, entre otros.

De igual manera, la entidad ha destruido 9.695 elementos ilegales para evitar que vuelvan a caer en manos criminales y  solicitó el bloqueo de más de 27.500 portales web de apuestas ilegales. 

sábado, 16 de agosto de 2025

Consumo final impulsa el PIB, pero la inversión no mejora

Mauricio Hernández, economista de BBVA
Análisis de Mauricio Hernández-Monsalve

Principales mensajes

En el segundo trimestre de 2025, el PIB creció 2,1 % frente al mismo período de un año atrás y 0,5 % frente al trimestre anterior (ajustado por estacionalidad), acelerándose en términos intertrimestrales pero moderando su variación anual, en parte afectado por la ubicación de la Semana Santa en abril.

La demanda final interna creció 4,2 % anual, impulsada por un gasto de consumo final de 3,8 % (hogares: 3,7 %; gobierno: 3,9 %) y por una formación bruta de capital de 6,4 %. Sin embargo, la formación bruta de capital fijo apenas aumentó 1,7 %, lo que indica que buena parte del crecimiento en la inversión respondió a la acumulación de inventarios.

El consumo de los hogares se apoyó en el fuerte crecimiento de bienes durables (+14,8 % anual) y semidurables (+7,7 %), además de avances en bienes no durables (+4,2 %) y servicios (+2,3 %). Además, por tipo de bienes, muebles y artículos para el hogar (+7,6 %), recreación y cultura (+7,2 %) y comunicaciones (+6,1 %) fueron de los rubros más dinámicos.

Profundizando en el PIB por demanda

La formación bruta de capital fijo creció apenas 1,7 % en el segundo trimestre, lo que indica que buena parte del aumento de la inversión total respondió a la acumulación de inventarios. Por tipo de activo, la inversión en maquinaria y equipo registró un crecimiento sólido de 11,6 %, consolidándose como el principal motor de la inversión productiva, impulsada por las mayores importaciones de bienes de capital, aunque no por la producción nacional, ya que la rama manufacturera productora de bienes de capital se contrajo.

También se observó un avance en los recursos biológicos cultivados (4,1 %), asociado a la actividad agroindustrial. En contraste, otros componentes retrocedieron: los productos de propiedad intelectual (−3,9 %), otros edificios y estructuras (−1,2 %) y, de forma más pronunciada, la vivienda (−10,6 %), reflejando la persistente debilidad del mercado inmobiliario. Con estos resultados, la tasa de inversión se mantuvo en 17,2 % del PIB, al excluir la acumulación de inventarios, muy por debajo del promedio de la década anterior.

En cuanto al consumo, los hogares mantuvieron un tono expansivo en el segundo trimestre, favorecidos por una combinación de factores macroeconómicos y de confianza. El mercado laboral continuó creando empleo, aunque con una participación creciente de la informalidad, mientras que los salarios reales aumentaron por encima de la inflación, reforzando la capacidad de compra e incluso permitiendo cierto margen para el ahorro.

La confianza del consumidor, si bien se mantuvo en niveles relativamente bajos, mostró una leve mejora frente a trimestres anteriores. A esto se sumó el flujo sostenido de remesas y los ingresos del sector cafetero, que se beneficiaron de precios internacionales favorables pese a la menor producción. Además, el crédito al consumo comenzó a mostrar un repunte y volvió a terreno positivo, contribuyendo a sostener el dinamismo del gasto de los hogares.

Profundizando en el PIB por oferta

En el segundo trimestre de 2025, el desempeño de la economía mostró una clara divergencia entre sectores transables y no transables. En conjunto, los transables —que agrupan agropecuario, industria manufacturera y minería— cayeron 0,2 % anual, afectados por el retroceso del sector minero, que contrarrestó parcialmente los avances del agro y la manufactura.

Por su parte, los no transables —que incluyen comercio, transporte, servicios y administración pública— registraron un crecimiento más dinámico, de 2,8 %, apoyados en la fortaleza de la demanda interna y en el buen desempeño de las actividades orientadas al consumo.

Dentro de esta reconfiguración sectorial, destacan dos ramas que han perdido relevancia en la estructura productiva: la construcción y la minería. La construcción, que históricamente ha tenido un papel relevante —especialmente en momentos en que fue llamada a cumplir un rol contracíclico ante desaceleraciones económicas— representa actualmente 4,2 % del PIB, frente a un promedio de 6,7 % en el período 2010-2019, tras la reducción asociada a la persistente debilidad de las edificaciones. La minería, por su parte, participa con 3,5 % del producto, por debajo del promedio de 5,9 % en la década pasada, reflejando la pérdida de tracción derivada del retroceso en la producción de hidrocarburos y minerales metálicos.

Cierre del segundo trimestre deja señales mixtas y un arranque prudente del segundo semestre

El segundo trimestre de 2025 dejó señales mixtas al cierre. La actividad económica comenzó el periodo con debilidad, afectada por la ubicación de la Semana Santa en abril, que redujo el número de días hábiles y restó dinamismo a varios sectores. En términos interanuales, las cifras mensuales del ISE —indicador que aproxima el comportamiento del PIB— mostraron una aceleración hacia el final del trimestre, beneficiada por la desaparición de los efectos de calendario que habían limitado el resultado de abril: el crecimiento anual pasó de 0,9 % en abril a 2,9 % en junio, lo que llevó el promedio trimestral del PIB al 2,1 %.

Sin embargo, las variaciones mensuales ajustadas por estacionalidad cuentan una historia distinta: tras crecer 1,4 % en abril, el ISE retrocedió 0,2 % en mayo y 1,1 % en junio, evidenciando que la aceleración anual no se corresponde necesariamente con una mayor fortaleza de la economía. Por el contrario, el cierre del trimestre estuvo marcado por caídas en sectores clave como la industria manufacturera, la construcción y la intermediación financiera, lo que matiza el optimismo que podría desprenderse de las tasas interanuales.

Los indicadores líderes de julio refuerzan parcialmente esta visión. La fortaleza del consumo se mantiene visible, respaldada por el buen desempeño en ventas de automóviles, la mejora en la confianza, un buen resultado de nuestro indicador de big data y la evolución positiva del empleo.

A esto se suman avances en varios frentes productivos y de actividad: aumentaron las importaciones de materias primas, creció la demanda de energía, se expandió el transporte de carga por carreteras y, en el frente de la construcción, las licencias aprobadas a junio —complementadas con las mejores ventas de vivienda en julio— apuntan a un posible repunte de la inversión.

En conjunto, estos elementos sugieren que el segundo semestre pareció arrancar con buen ritmo, aunque ese impulso inicial sigue condicionado por barreras al crecimiento en sectores como la minería y la construcción —esta última con un desfase natural entre el otorgamiento de licencias y su materialización en obra—, así como por las dudas sobre la capacidad de recuperación de la inversión, que parte de niveles históricamente bajos.

Mantenemos nuestra proyección de crecimiento del PIB para 2025 en 2,3 %. No obstante, el resultado podría ser mayor si se consolidan las señales positivas ya analizadas —como la mejora en la confianza y en los indicadores líderes—, y si, además, las exportaciones no tradicionales continúan mostrando un impacto menor al previsto por los mayores aranceles de Estados Unidos.

También sería clave que los gobiernos nacional y regional mantengan una ejecución elevada del gasto público, tal como se ha observado hasta ahora en funcionamiento y empleo a nivel nacional, y en infraestructura en el ámbito regional, y que el mercado laboral conserve su fortaleza sin mostrar una desaceleración derivada de los mayores costos asociados a reformas, reducción de la jornada laboral y aumentos del salario mínimo.

lunes, 11 de agosto de 2025

Un falso positivo

Amylkar Acosta, exministro de Minas de Colombia
Por Amylkar D. Acosta

Según el Departamento Nacional de Planeación -DNP-, el sector Minero-energético ha decrecido, cumpliéndose la teoría del decrecimiento de la exministra de Minas y Energía Irene Vélez, quien se inspiró en el pensamiento del filósofo francés Serge Latouche, que la popularizó. En efecto, en 2024, según cifras del DANE, el sector de minas y canteras  cayó -5.2%, lastrando el magro crecimiento del PIB de 0.7% y esa tendencia se mantiene en el 2025, arrancando con un repliegue de -5%, restándole 0.3 puntos porcentuales al crecimiento total del PIB, que fue de 2.7%.  La extracción de carbón cayó -13% en 2024 y -7% en el primer trimestre de 2025, la producción de crudo cayó en 2024 el -0.6% y siguió a la baja este año, pues al cierre del mes de mayo experimentó una disminución del -4.8%.

Esta baja en la producción de carbón y de petróleo ha repercutido en una caída de sus exportaciones, las cuales habían pasado de representar el 33.6% en 1991 a 62% en 2019. Para agosto de 2022 sumadas las exportaciones de carbón y petróleo participaron en un 53.4% de las exportaciones totales; no obstante, para abril de este año se contrajeron hasta el 41.1. Ello se explica, especialmente, por el declive reciente de los volúmenes y del valor de sus exportaciones. Veamos: las exportaciones de carbón, de petróleo y sus derivados bajaron de US $29.349 millones en el curso del año que concluyó en agosto de 2022 a US $20.507 millones en el año terminado en abril de este año. El desplome de dichas exportaciones es significativo, cifrado en US $8.841 millones, más del 30%, haciendo la salvedad que en el caso del carbón aunque aumentaron las exportaciones el 7.7%, el precio bajó -28%.

Por su parte las llamadas exportaciones no tradicionales, antes exportaciones menores, experimentaron un importante crecimiento, pasando de US$25.657 millones en agosto de 2022 a US$29.357 millones anuales para el mes de abril de 2025, para un crecimiento de $3.700 millones, el 14%, para esos casi 3 años, lo cual representa un importante repunte de las mismas.

La concomitancia de la caída del crecimiento y de las exportaciones de carbón y petróleo y el mayor crecimiento, además del auge exportador de otros sectores, como el agrícola, la industria y el turismo, llevó al Presidente de la República Gustavo Petro a expresar que “estamos ante un cambio del modelo de desarrollo exitoso, que la sociedad debe sostener para los siguientes años y no volver atrás, hacia las rentas fósiles y cocaineras” y añadió: “verificamos que entre más cae el extractivismo fósil, más crece la actividad productiva en agricultura con un enorme 7.1% e industria no ligada al petróleo y con un portentoso 7% de crecimiento en textiles y confecciones”.

El presidente Petro hace alarde de que “vamos por el camino correcto, aquí está cayendo esto (la extracción de carbón, petróleo y gas) pero no por Petro, sino porque el mercado mundial piensa lo mismo que yo, y es que no se puede comprar más carbón, vamos para abajo. ¿Y cuál es el problema? Que si amarramos la economía a lo que va para abajo, pues vamos sencillamente con los ojos abiertos al abismo". “La energía del futuro no está en el carbón, que ya no tiene mercado…el mercado mundial del carbón se está acabando…el mundo ya no compra carbón”, aseveró el presidente Petro en su más reciente alocución.

Pero, como diría el premio Nobel de Literatura Octavio Paz, el jefe de Estado está a las afueras de la realidad, porque esta es otra: según la Agencia Internacional de Energía (AIE), tanto el consumo de carbón como de petróleo vienen de récord en récord: el consumo de carbón en 2022 fue de 8.415 millones de toneladas, en 2023 de 8.700 millones, en 2024 de 8.787 millones y pronostica que para el 2028 se superará la barrera de los 9.000 millones. Y en cuanto al petróleo, su consumo superó por primera vez la barrera de los 100 millones de barriles al día en 2023, en el 2024 se consumieron 103 millones y se proyecta para este año una demanda de crudo de 104.7 millones. Razón tuvo la reputada escritora británica cuando dijo que “es más fácil matar a un fantasma que a una realidad”.

Pero, el pírrico triunfo del presidente Petro no pasa de ser un falso positivo y paso a explicar por qué. En primer lugar, no existe ninguna correlación entre la caída del sector M-E, que obedece a la caída de los precios del petróleo y el carbón, así como a la caída de la producción, que el mundo sigue consumiendo cada vez más y el repunte del sector agrícola, el cual responde fundamentalmente a la bonanza cafetera, gracias a los altos precios, que superan los US$3 la libra. Como afirma el presidente de ANALDEX Javier Díaz, “las mayores exportaciones no minero-energéticas, en buena medida, responden a lo que ha sucedido en los mercados internacionales: una mayor demanda, un incremento de precios y la búsqueda de proveedores más cercanos”.

Es más, no obstante, el crecimiento de las demás exportaciones, distintas al carbón y al petróleo, que no hay que negar es un hecho positivo, el mismo no alcanza a contrarrestar y menos a compensar el bajonazo en las exportaciones de los mismos. En efecto, por cada dólar adicional que se recibe por las mayores exportaciones de productos agrícolas e industriales se están dejando de recibir por concepto de las menores exportaciones de carbón y de petróleo 2.4 dólares. Para modo de compensar la entrada de divisas que se dejan de recibir por las exportaciones de carbón y petróleo se necesitarían aumentar las provenientes del resto de exportaciones registradas en un 138%. Y ello, no para aumentar el valor de las exportaciones sino para mantener el valor de las mismas.

Ello explica que, a pesar del buen comportamiento de las exportaciones no tradicionales en los últimos dos años, las exportaciones totales han venido cayendo, -0.4% en 2024 y en mayo de este año registraron una caída del 2.1% en comparación con el mismo mes del año anterior y el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos se mantiene. En efecto, el valor de las exportaciones totales arroja como resultado US$5.141 millones anual menos que hace tres años, toda vez que la estrepitosa caída de las exportaciones de carbón y petróleo, debido a la pérdida de competitividad en el primer caso y a la baja inducida de la producción en el segundo, duplican el crecimiento de las otras exportaciones.

Huelga decir que en ello han incidido las políticas gubernamentales hostiles a la actividad extractiva, tales como la carga impositiva y la decisión del gobierno de no firmar nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos, lo que ha frenado a esta industria, estancando la inversión, reduciendo en un 15.7% y el 34.3% el número de taladros activos en 2024 y en lo corrido de 2025, respectivamente, así como el número de pozos exploratorios perforados, 33.3% en 2024.

Aquí cabe una digresión para denotar cómo la decisión del Gobierno de no reactivar las dos minas de carbón en el Cesar, cuyos títulos le fueron devueltos al Estado por parte de la empresa PRODECO en 2021, ha significado, además de su impacto social, laboral y en los ingresos, tanto para la Nación como para las entidades territoriales, 15 millones de toneladas de carbón que desde entonces se están dejando de producir y exportar. El gobierno se ufana diciendo que esa es su contribución a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), causantes del cambio climático, pero la mala noticia, como ya lo vimos es que,  el mundo no está dejando de consumir esos 15 millones de toneladas, de modo que nos estamos quedando con el pecado y sin la gracia.

La cuenta que debería hacer el Gobierno debería ser otra, bien diferente. En primer lugar, si en lugar de decrecer la producción de petróleo y carbón crecieran, los mismos en lugar de estar frenando el crecimiento del PIB estarían contribuyendo a un mayor crecimiento de la economía, porque no nos podemos resignar a que el crecimiento del PIB no llegue siquiera al 3%. De la misma manera, si no estuvieran cayendo las exportaciones de carbón y petróleo, como vienen cayendo, ello posibilitaría la reducción del déficit de la balanza comercial, que para el mes de mayo de este año alcanzó los US $6.160 millones y por qué no pensar en que esta, por fin, llegue a ser superavitaria. Pero la miopía y la carga ideológica del Gobierno lo lleva a que los árboles le impidan ver el bosque. ¡Tamaña equivocación!

Desde luego que se requiere el cambio del actual modelo económico imperante en Colombia, porque no puede reputarse como exitoso un modelo en el que el crecimiento del PIB esté atado y a merced del comportamiento de los mercados y de la volatilidad de los precios internacionales de los commodities. Recordemos que durante el más largo ciclo de precios altos de los mismos, entre los años 2003 y 2014, el crecimiento potencial de la economía fue de 4.8%, para luego de la destorcida de los precios, hacia el año 2016, se redujo a sólo 3.5%. Pero, lo más grave es que, excepción hecha de los años 2021 y 2023, cuyo crecimiento, debido al efecto rebote después de la recesión (-7.2%) en 2020 causada por la crisis que provocó la pandemia, fue de 10.8% y 7.3%, el crecimiento del PIB ha estado por debajo de dicho crecimiento potencial. Y, de contera, el desempleo se ha mantenido en dos dígitos y no es para menos, pues es bien sabido que con ese anémico crecimiento en lugar de generar empleo lo destruye. Los niveles de pobreza, así como de desigualdad son la más clara muestra del fracaso de dicho modelo.

Como lo planteó la entonces secretaria de la CEPAL Alicia Bárcena, “en Colombia, al igual que Latinoamérica, nos convertimos en exportadores de materias primas, volvimos a esquemas que creíamos superados…así nos será muy difícil dar sostenibilidad a nuestro crecimiento…hay que procurar que las exportaciones vayan más allá de las materias primas”. En ese mismo sentido se pronunció FEDESARROLLO, al hablar de la necesidad de “reformular nuestra estrategia de crecimiento y adoptar un modelo menos basado en la industria extractiva”. Por su parte, el ex ministro de Hacienda Rudolf Hommes aconsejó que “debemos procurar que el petróleo y la minería no inhiban el desarrollo de otros sectores, pero de ninguna manera dejar pasar oportunidades en minería y petróleo que no atenten contra el medioambiente”.

Por ello nos pareció sensato lo planteado por el entonces candidato a la presidencia en su programa de gobierno, en el sentido de propender por el desescalamiento gradual del modelo extractivista:”emprenderemos un desescalamiento de la dependencia del petróleo y el carbón”. Igualmente compartimos lo dispuesto en el Plan Nacional de desarrollo de darle un impulso a la reindustrialización. Ello, además de pertinente es inaplazable, toda vez que la viabilidad y la sostenibilidad de la transición energética sólo es posible si esta va acompasada de una estrategia de transformación productiva que diversifique la economía colombiana. Pero, lo que se escribió con la mano en el Programa de Gobierno y en el Plan de Desarrollo se ha venido borrando con el codo, debido al fundamentalismo, al dogmatismo y a la gran carga ideológica en su implementación, que han dado al traste con ellos. 

lunes, 4 de agosto de 2025

¿Cuál es el destino de la ropa desechable?

Foto de National Geographic

  • Chile es el patio trasero de América Latina y del mundo
  • El auge de las plataformas que venden ropa barata y el consumo
  • Responsabilidad de los consumidores

Chile es el mayor importador de ropa usada de América Latina y eso lo ha convertido también en uno de los más grandes basureros de ropa desechable de la región y el mundo.

El desierto de Atacama, en Chile, es conocido como el lugar no polar más seco del mundo. Tiene una superficie que supera los 104 mil kilómetros y está ubicado al norte del país. Ese desierto es el vertedero más grande de textiles.

La ropa que ya no se usa, comprada en plataformas como Shein y marcas de moda rápida como Zara, Primark y H&M, termina en basureros en el país de origen o en otros lugares como el desierto de Atacama.

Gran parte de esa ropa no se recicla, termina en esos vertederos o es incinerada, lo que contribuye gravemente a la contaminación del planeta y la salud de las comunidades asentadas cerca de esos lugares.

La Zona Franca de Iquique – ZOFRI-, al norte de Chile, recibe a diario toneladas de ropa de segunda mano, que son clasificadas en tres categorías: ropa en perfecto estado, ropa con algún deterioro y la que está completamente dañada.  Esta última es la del grave problema y  termina incinerada en una zona sobre la que no hay ningún tipo de control gubernamental.

Alto Hospicio es la comuna de Chile más afectada por la incineración y dicen que hace casi 15 años que no llueve en esa zona ni en la región cercana al desierto de Atacama.

Esas condiciones de sequía, unidas a las fibras no biodegradables como el poliéster y la viscosa, que son sintéticas y derivadas del petróleo, han provocado que la montaña de desechos no se reduzca a pesar de la quema.

El alto costo de comprar ropa en Shein

Comprar en la plataforma online Shein es, indiscutiblemente, muy barato para los consumidores.

Tienen fama de vender a muy bajo costo, entregar rápido los productos y de ofrecer hasta dos mil nuevas referencias a diario, solo en la categoría moda.

El problema es que, al no pagar tanto por las prendas, que son fabricadas en materiales contaminantes, los consumidores se enloquecen comprando más ropa y con mayor frecuencia.  De igual forma tienen la tendencia a “botarla” o donarla, porque saben que tendrán la posibilidad de comprar nuevamente algo diferente.

Esa es la ropa de segunda que compran en países como Chile y que termina en basureros, cuando llega en muy mal estado y no es posible revenderla.

Es ahí donde se puede hablar del alto costo de comprar en Shein: en el perjuicio para el medio ambiente con la acumulación de materiales contaminantes, que al ser quemados afectan especialmente la salud de la gente.

Pero ese alto costo también se observa en la baja calidad, que hace que el ciclo de vida de la ropa sea corto y termine en desecho textil rápidamente.

Por último, pero muy importante, es que este modelo de negocio apoya la explotación laboral: En sus fábricas tercerizadas en China, los trabajadores cosen más de 75 horas semanales, sin días de descanso y con sueldos que no alcanzan a cubrir una vida digna.

Consumo responsable

Hay alternativas, de parte de los compradores, para reducir el impacto de la moda rápida:

  • Comprar menos

Reducir la cantidad de ropa que se compra es una forma de disminuir la cantidad de desechos textiles en el mundo

  • Comprar ropa de mayor calidad

Optar por ropa de mayor calidad que dure más tiempo, puede reducir la necesidad de reemplazarla con frecuencia.

  • Reciclar y reutilizar

Buscar formas de reciclar y reutilizar la ropa en lugar de desecharla es importante.

  • Apoyar marcas sostenibles

Considerar marcas que utilicen materiales sostenibles y procesos de producción más responsables.

viernes, 1 de agosto de 2025

Estar a la moda puede matar al planeta

Foto de www.istockphoto.com/es
La moda se ha convertido en la tercera industria más contaminante del planeta y es poco el control que hay de parte de productores, comercializadores, consumidores… y los gobiernos.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas – ONU -  “la  industria de la moda es uno de los sectores más contaminantes del mundo, responsable de hasta el 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”.

Consume enormes cantidades de agua, 215 billones de litros anuales, equivalentes a 86 millones de piscinas olímpicas, y utiliza miles de productos químicos, muchos de ellos nocivos para la salud humana y los ecosistemas.

A pesar de estas asombrosas cifras, la ropa se produce y se desecha a un ritmo sin precedentes, impulsado por modelos de negocio que dan prioridad a la rapidez y a lo desechable frente a la sostenibilidad.

Para la fabricación de prendas de vestir, se ha popularizado el uso del poliéster, un material que puede tardar hasta 200 años en desintegrarse.

El efecto de la moda cambiante

Se trata de una industria en la que las tendencias cambian rápidamente y las prendas suelen desecharse después de haber sido usadas un puñado de veces.

Los expertos calculan que duplicar la vida útil de la ropa podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 44%.

Sin embargo, también es una industria con grandes oportunidades para transformar vidas y medios de subsistencia a mejor.

“Los diseñadores experimentan con materiales reciclados. Los consumidores exigen cada vez más sostenibilidad. En muchos países, los mercados de reventa están en auge”, dijo Antonio Guterres, secretario general de la ONU, instando a todos a contribuir a la lucha contra los residuos.

Los gobiernos, el lavado de imagen verde de las empresas y los consumidores

Naciones Unidas dice que los gobiernos deben promulgar políticas y normativas que fomenten la sostenibilidad y las iniciativas de cero residuos.

Las empresas deben ir más allá del ecopostureo o lavado de imagen ecologista y tomar medidas reales para reducir los residuos, aumentar la circularidad y mejorar la eficiencia de los recursos en todas las cadenas de suministro.

Los consumidores, por su parte, pueden desempeñar un papel crucial tomando decisiones responsables con el medio ambiente: valorando los productos duraderos, reduciendo el consumo excesivo y apostando por los mercados de reventa.

“No hay lugar para la impostura ecológica”, expresó el secretario general del organismo internacional y agregó que “las empresas deben aumentar la circularidad, la reducción de residuos y la eficiencia de los recursos en todas sus cadenas de suministro”.

Más allá de la industria de la moda, la lucha más amplia contra los residuos requiere una coordinación mundial, añadió.

Más de mil millones de personas viven en barrios marginales o asentamientos informales sin una gestión adecuada de los residuos, lo que conlleva graves riesgos para la salud. Los vertidos no regulados y las malas prácticas de eliminación de residuos están agravando la contaminación y la pérdida de biodiversidad en todo el mundo.

“Comprometámonos a poner de nuestra parte para limpiar nuestros actos y construir un mundo más sano y sostenible para todos”, enfatizó Antonio Guterres.

Fuente: Noticias ONU