martes, 28 de marzo de 2017

No había un elefante en la ANI Por Luis Fernando Andrade

En esta columna, el director de la ANI, la Agencia Nacional de la Infraestructura, aclara que no había elefante en su entidad...

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No había un elefante en la ANI 

Por Luis Fernando Andrade

El sábado pasado, 25 de marzo, José Manuel Acevedo publicó una columna titulada "El elefante de la ANI" en la cual toma posición frente a nuestra gestión con afirmaciones que no son ciertas y que solicito respetuosamente sean corregidas en las mismas proporciones de su divulgación.
1. El presidente Santos no me pidió que actuara con “servilismo”
Nuestro trabajo es intenso en términos de relacionamiento con todos los interesados en nuestros proyectos. En la ANI nos reunimos con decenas de políticos y empresarios por mes. Es parte de nuestra labor. Los proyectos de infraestructura son muy sensibles en las regiones por los altos impactos que generan. Es evidente que la inversión en infraestructura motiva el empleo y desarrollo tanto regional como nacional.
Es mi política y la de la institución mantener las mejores relaciones posibles con políticos, empresarios y comunidades. No los pre-juzgamos. Solo así logramos los apoyos legislativos, presupuestales y políticos para sacar adelante los proyectos.


En términos de los criterios a la hora de actuar, el Presidente Juan Manuel Santos siempre fue claro en el sentido que las decisiones de la ANI son autónomas y que deben ser tomadas en función del interés público, las prioridades de su programa de gobierno y estrictamente dentro del cumplimiento de la normatividad vigente. También fueron claros en este sentido el Vicepresidente Germán Vargas y los cinco Ministros de Transporte con quien he trabajado.

2. No es cierto que estaba dispuesto a pagar US$ 100 millones a Odebrecht
Le explico con un poco más de detalles para conocimiento y claridad general.
El Sr. David Yanovitch de la firma Cerrito Capital fue escogido como perito por mutuo acuerdo entre la ANI y el concesionario para dirimir la controversia suscitada por las reclamaciones del concesionario, como normalmente ocurre en estas situaciones.

Ante la labor realizada, la ANI nunca estuvo de acuerdo con los resultados del peritaje del señor Yanovitch. De hecho, no terminamos de pagar sus honorarios porque no consideramos que hubiera cumplido con los criterios de la tarea contratada.
Respaldo esta afirmación con copia que adjunto de la carta al Gerente de la Concesionaria, Eder Ferracuti, enviada por la ANI en junio de 2014, junto con un concepto jurídico de la entidad, lo cual demuestra que esta decisión estaba tomada antes de la posesión del Dr. Germán Vargas como Vicepresidente de la República y el Dr. Néstor Humberto Martínez como Ministro de Presidencia.
Un aspecto importante a destacar es que, como resultado de nuestra negativa de reconocer las reclamaciones, la concesionaria de Ruta del Sol sector 2 nos demandó por más de 700 mil millones de pesos, pretensiones a las cuales renunciaron con el acuerdo de terminación del contrato.
3. No había un elefante en la ANI
A Odebrecht nunca se le dio un trato preferencial. El hecho de que hayamos escuchado a la concesionaria Ruta del Sol sector 2, y a quienes abogaron por ellos, no impidió que tomáramos decisiones estrictamente en función del interés público. Nuestras acciones hablan por sí solas.
Primero, como se mencionó anteriormente, nunca aceptamos sus reclamaciones por sobrecostos. Por eso nos demandaron por más de 700 mil millones de pesos.
Segundo, tampoco aceptamos sus argumentos para alargar el cronograma de obras en 2 años. Por eso iniciamos procesos de incumplimiento, que tuvimos que suspender por orden del tribunal de arbitramento.
Tercero, no aceptamos sus sugerencias para los pliegos y contratos de 4G, las cuales constituían riesgos adicionales para el Estado. Por eso no participaron en ninguna licitación, a pesar de haber pre-calificado en 15 de ellas.

Cuarto, tampoco aceptamos los proyectos que nos presentaron por iniciativa Privada. Los dos proyectos que presentaron: Bogotá-Girardot y Lebrija-Barrancabermeja les fueron negados.

Quinto, la adición del tramo Ocaña-Gamarra fue hecha dentro del estricto cumplimiento de la Ley, con una tasa real de retorno (7.8%) muy inferior a las que tenían derecho dentro del contrato (11.3%), ahorrándole billones de pesos al Estado colombiano. Por eso fue aprobada en todas las instancias, siguiendo un proceso riguroso de estructuración y aprobación que tomó dos años y medio.

Para su conocimiento, adjunto la presentación que hice al Consejo Directivo de la ANI con relación al porque se hizo y como se aprobó la adición.
Respetuosamente, reitero mi petición de revaluar su posición sobre la ANI y que rectifique la aseveración de que yo estaba dispuesto a pagarle a Odebrecht US$ 100 millones. Confío en su sensatez y responsabilidad en la difusión de información tras las precisiones hechas en este documento.

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